Cumplido ya el necesario periodo de duelo, el cine americano empieza a acercarse al atentado ocurrido el 11 de Septiembre de 2001. A la espera de la cinta de Oliver Stone, "World Trade Center", que aborda el suceso en un film con actores importantes y al más puro estilo hollywoodense, a juzgar por lo que cuentan las crónicas, nos llega esta película de Peter Greengrass, en la que, a modo de docudrama, se nos narran los acontecimientos ocurridos aquel fatídico día centrándose en cómo lo vivieron los controladores aéreos y los pasajeros del último avión secuestrado, el único que no alcanzó su objetivo y sobre el que se han lanzado todo tipo de especulaciones.
El film narra los hechos en tiempo real. Nos sitúa en escenarios cerrados, lo cual llega a crear cierta claustrofobia. Tiene un peso relevante lo ocurrido en las diferentes torres de control aéreo, lo más tedioso del film, donde se pone de manifiesto lo desprevenido que estaba todo el mundo y la falta de coordinación y desconcierto que reinaron en aquellos minutos. Un secuestro sin confirmar, luego otro, luego otro, aviones que desaparecen de la pantalla, el impacto contra las torres, del que se enteran porque lo retransmite la televisión, los intentos por localizar al presidente o a alguien que pudiera autorizar el derribo de los aviones secuestrados antes de que alcanzaran un objetivo vital. Nadie sabía qué estaba pasando. No obstante, la orden de cerrar todo el espacio aéreo estadounidense se produce con celeridad y eficacia, sin duda porque para ello no hacía falta la autorización del presidente. Las instituciones fracasaron y las riendas las tomaron las personas.
Los terroristas son tratados sin caricaturas ni estereotipos, simplemente un grupo de hombres dispuestos a dar sus vidas por una causa y que se encuentran nerviosos, sudorosos y asustados.
La parte centrada en los acontecimientos vividos en el interior del avión es la más dramática y la que mejor funciona a nivel narrativo. En este caso hay algo importante: todos sabemos el final de la historia. Si no fuera así, el espectador desearía que aquella gente tuviera éxito en su intento por hacerse con el control del avión. Sin embargo, cuando ya han conseguido alcanzar su objetivo un último plano del suelo acercándose y un fundido en negro nos recuerdan que aquello no fue una película, que aquella gente murió de verdad. Y necesitamos un momento para recuperarnos antes de abandonar la sala.
Prácticamente todos los actores nos resultan desconocidos, lo cual incrementa la sensación de estar viendo algo real. Imagino que para ellos debió suponer una importante responsabilidad encarnar a personas que se enfrentaron a una situación trágica que despierta todo tipo de sensibilidades. No sobresale ningún héroe por encima de los demás. Se trata de un grupo de personas en un momento crítico, que tienen que tomar una decisión y la toman, deciden actuar, defenderse, luchar por sus vidas. Consiguen comunicarse con sus familiares, algunos se despiden, les cuentan lo que ha pasado con las torres gemelas y, bajo una increíble tensión, deben hacerse una idea de lo que está ocurriendo y tomar las riendas de la situación. Insisto, esta historia épica merecía un final feliz.
El estilo de Greengrass es frío, quirúrgico, huye del sentimentalismo, incluso en el modo en que se recrean las llamadas en las que los pasajeros se despiden de sus familiares. Una buena película para abrir la veda sobre un suceso que, sin duda, ha cambiado el mundo.
15 comentarios:
Miguel, yo jamás he creido en este atentado, al menos como lo presentan los gringos. Todo ese terrible día ¿quien lo llevó a cabo? jamás, repito, he creido lo que dice el gobierno de USA.
Veré esta película norteamericana.
Te he enviado un correo-e.
Saludos para ti.
Hola Magda, a mí siempre me pareció creíble la teoría de que este avión había sido derribado.
Pero la descoordinación que muestra la película también me parece muy creíble.
Supongo que nunca sabremos la verdad. Pero la película vale la pena verla.
Un saludo.
(recibí tu mensaje y te contesto)
No sé hasta que punto me apetece ver esta película... me parece más de lo mismo, la verdad. El tema se ha manoseado por tantos sitios y quedan tantas lagunas que no sé que pensar ya.
Pero de buenas a primeras no me atrae nada, nada. Es una tontería, pero es como si ya la hubiera visto mil veces...
Miguel, a mí también me gustó mucho la película. Sobre todo ese pequeño detalle: no había señales de vida del presidente!!!!!
La vi en teve cable el domingo por pura casualidad. Para mí fue un melodrama norteamericano más, sobre todo porque no me creo el final. Estoy convencida que lo derribaron. Lo que si me pareció correcto fue el perfil de los secuestradores. No sé si hay que verla. No le cambia a nadie la vida. Sorry.
Un saludo
Miguel, no he visto la película pero agradezco mucho tu comentario porque ya sé de qué va la cosa. Yo sí la veré. Me produce curiosidad y además, creo que puede ser una experiencia interesante. Si no me gusta, sólo habré perdido dos horas de mi vida.
Apenas será el estreno este fin de semana en México.
Es un tema que evito pero es cine, y por lo tanto, como es nuestro vicio, hay que verla.
Destrozarla o alabarla.
Abrazote cinéfilo
Hola,
Como todo lo que aparece en este blog, el texto sobre "United 93" me ha parecido magnífico, José Miguel. Te doy mi más sincera enhorabuena.
Puedo jurarte, eso sí, que para mí esta vez el texto ha rozado algo que tiene que ver con la piel y quizás también con el corazón; me produjo un escalofrío. Pero un escalofrío positivo.
Tus fotografías para conmemorar el 11/9 te juro que me han emocionado más que nada de lo que se ha dicho en los últimos días. Por lo que me toca, te agradezco tu respeto y tu educación, tu falta de prepotencia y tu enorme inteligencia para implicarte en todo sin avasallar.
Un fuerte abrazo, querido amigo.
Hilario J. Rodríguez
Estupenda también tu reseña. Parece que es ahora cuando están surgiendo películas y preguntas sobre aquel suceso. Y se hacen filmes desde todos los ángulos, que fueron muchos. Unos desde los aviones, otros desde las torres (como el que yo comento), otros desde la preparación de los terroristas 3 años antes, y en fin, surgirán más. A pesar de que aún la información que se posee es bien escasa, y las dudas muchas. Pero algo es común, y es ese caos, esa falta de preparación ante una cosa que, obviamente, no se espera. Y de quién más se desea una buena preparación es precisamente quién no la tuvo, la CIA, FBI, el presidente y demás entorno. En todo caso se seguirá hablando de esto para rato.
Muy buen comentario, Miguel. Lo único que me molesta un poco de todo esto es que sólo nos miramos nuestro ombligo, nos consideramos el centro de todo e identificándonos con los estadounidenses incrementamos esa convicción. Lo execrable ocurre en todas partes y los muertos son muertos en todos sitios. Es un tópico, pero hay otras tragedias que me afectan más, como la del sida en África, tan perfectamente evitable.
El mismo día,la msima película. Estoy de acuerdo y mire se lo enlazo. ¿Recibe usted mis correos? Sí. Bien. Yo no los suyos. Es terrible! ¿Está bien la dirección? No sé...
Pies diminutos, si no te apetece ver la película, no debes verla. El tema creo que está manoseado por los medios de comunicación, pero todavía no se ha "ficcionalizado". Este es un primer paso.
Anilibis, sí, la película encierra su crítica y, sobre todo, evidencia lo desprevenido que pilló a todo el mundo.
Laura, gracias por tu comentario. Yo quería verla porque es, en cierto modo, el primer acercamiento del cine a dicho suceso, aunque lo haga a caballo entre la interpretación y el documental.
Rosa, yo creo que es una experiencia interesante. Y tienes razón, ahora que lo pienso yo he perdido bastante más de dos horas con aburridísimas supuestas obras maestras que tenían que gustarme a la fuerza.
Clarice, esa es la idea. Es cine. Hay que verla. Y luego la alabamos o la destrozamos, lo que mejor nos parezca que se merece.
Hilario, muchas gracias. Me has dejado aturdido. Sólo puedo decirte que la admiración es mutua.
Zuriñe, completamente de acuerdo. Creo que ahora nos espera una avalancha de películas sobre este suceso. Y de libros. Parece que se ha dado el pistoletazo de salida. Veremos. Este film deja clara nuestra vulnerabilidad.
Francisco, gracias. Unas tragedias nos afectan más y otras menos, relativamente. Pero no creo que una tragedia niegue a la otra.
Alvy, sí que es casualidad, desde luego. No sé qué ocurre con los correos. Lo he intentado desde otra cuenta. Ya me pasó algo así antes. Le contestaré en el blog.
Un saludo a todos y gracias por vuestros comentarios.
Veo que la mayoria de la bloggosfera a apoyado de forma (casi) unanime a esta pelicula. Era de esperar, pues Paul Greengrass ha llevado una historia tan arriesgada y dificil como esta a buen puerto, sabiendo como narrar los (muchas veces hipoteticos) acontecimientos y sin mostar un ojo critico que remueva mas la mierda. Todo desde el respeto hacia esas personas que murieron. Los ultimos minutos son conmovedores.
Saludos.
John Trent, gracias por tu comentario y bienvenido.
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