lunes, noviembre 29, 2010

De libros


Oscar Esquivias publica un nuevo libro de cuentos. Con el anterior, “La marca de Creta”, obtuvo el premio Setenil al mejor libro de relatos 2008.
Este nuevo libro se titula “Pampanitos verdes”.



También es destacable la publicación, en la editorial Menoscuarto, de “Llenad la tierra”, libro de relatos del escritor Juan Carlos Márquez.



La publicación de “Un general confederado de Big Sur”, de Richard Brautigan, por Blackie Books, es otro acontemiento editorial a tener en cuenta. Los libros de Brautigan resultan siempre sorprendentes y divertidos y este título estaba inédito en nuestro país.



También está a punto de aparecer un libro ilustrado de microrrelatos sobre perversiones eróticas, editado en la colección Vagamundos de la editorial Traspiés, y titulado “Perversiones. Breve catálogo de parafilias ilustradas”. La lista completa de autores e ilustradores es la siguiente: Andrés Portillo, Rafael Linero, Raúlo Cáceres, Ángel Olgoso, Antonio Dafos, Isabel González González, Manuel Moyano, Quim Pérez, Jorge Fornés, Vicente Muñoz Álvarez, Hugo Rg [pobreartista], Joaquín Torres, U! a.k.a Uriel A. Durán, Ginés Cutillas, Miguel Sanfeliu, Fusa Díaz, Cristina de Cos, Fco. Javier Pérez, Pablo E. Soto, Hugo García, Marina Guiu, David González, Pablo Gallo, Carlos Vitale, Manuel Rebollar, Ana Ayuso Verde, Isabelle López, Francisco Naranjo, Alejandro Santos, Rubén Little Nemo, Marina Baizán, Hilario J. Rodríguez, Elvis Gato, Juan Jacinto Muñoz Rengel, José Ángel Barrueco, Isabel Wagemann, David Guirao, Joan Ripollès Iranzo, El Bute, Eva Díaz Riobello, Salvador Moreno Valencia, Popá, Elías Moro, Martín Pardo, Carlos Manzano, Kikus, Nacho Cagiga, Felisa Moreno Ortega, Andrés Neumam, Juan Gonzalo Lerma, Manu Espada, Joaquín López, M. A. Cáliz, Pepe Cervera, Rita Vicencio, María Simó, José Ángel Cilleruelo, José Abad, Amanda Manara, Miguel Ángel Zapata, Federico Villalobos, José Cruz Cabrerizo, Esteban Gutiérrez Gómez, Oscar Esquivias, Pablo Ruiz, Carola Aikin, Raul Brasca.



Y esta entrega tiene que finalizar con la recomendación de los cuentos completos de Ana María Matute, merecidísimo Premio Cervantes de este año, editados por Destino con el título “La puerta de la luna”.

jueves, noviembre 25, 2010

Dos eventos

Dos presentaciones a las que no podré asistir, muy a mi pesar, y que me parecen de gran interés. Animo a todo el que pueda, a que no las deje pasar.

Este viernes, 26 de Noviembre, a las 20:30 horas, en la Sala Cultural Nueva Gala, sita en la calle Almona de San Juan de Dios, 15, de Granada, presentará Raúl Ariza su magnífico libro "Elefantiasis" (Ed. Pocarbonados).
Estará muy bien acompañado por Francisco Ortiz y José Abad.


Y el lunes, 29 de Noviembre, en Madrid, a las 19:00 horas, en la librería Rafael Alberti, de la que guardo un especial recuerdo y que se encuentra en la calle Tutor, nº 57, José Manuel Benítez Ariza presentará su nuevo libro "Vida nueva" (Ed. Paréntesis), acompañado por D. Luis Mateo Díez.

jueves, noviembre 18, 2010

Presentación del libro "Premonición"

El domingo, 21 de Noviembre, a las 19:30 horas, se presenta el libro de Pepe Cervera, "Premonición", en el café librería "Slaughterhouse" de Valencia, sito en la calle Denia, nº 22. Tendré el privilegio de acompañar al autor en dicho acto.


lunes, noviembre 15, 2010

Festival Eñe 2010

Me fui al Festival Eñe, que se celebró los días 12 y 13 de Noviembre en el Círculo de Bellas Artes, un lugar inmenso e imponente en cuyas salas se simultaneaban charlas sobre los más diversos temas. Imposible acudir a todo.
Cuando llegué, encontré en el Salón de Baile, junto a la librería, una charla en la que participaban Blanca Riestra, Ernesto Pérez Zúñiga y Nicolás Melini. Hablaban sobre la aventura de transgredir la frontera de los géneros. Se habló de intercambio, de mezcla, de la emoción de lo prohibido, y la conversación derivó hacia el aparente antagonismo entre cuento y novela. Blanca Riestra se considera novelista porque le interesan las estructuras, que el tiempo actúe sobre el lenguaje, el retraso, la repetición, la acumulación, la regularidad... En la novela los elementos son menos importantes que la relación que éstos establecen entre sí. Utilizó la imagen de esas figuras que sólo pueden distinguirse si se ven desde el aire como metáfora de la novela.

Rodrigo Fresán, en la Sala María Zambrano, habló de la película “La cosa” y de la literatura argentina en un discurso inteligente y ameno que terminaba afirmando que la literatura argentina era una especie de enigma de otro mundo. También mostró su desacuerdo con las clasificaciones, para pedir más atención al contenido y menos al continente.


Más tarde, en esa misma sala, charlaron Patricio Pron y Marcos Giralt Torrente sobre cómo fracasar completamente como escritor. Una charla informal y distendida en las que nombraron supuestas causas que pueden hacer que un escritor fracase, como la publicación prematura, hacer cosas ridículas, leer demasiado a los contemporáneos o no leerlos en absoluto, imitar a los autores que se admira cuando se trata de autores inimitables, la carrera de los concursos, llevar “vida de escritor” en lugar de escribir, el éxito, la vida familiar, las drogas... En general, una conversación divertida que hizo reír al auditorio en más de una ocasión.


María Tena habló de los talleres literarios y dijo que no se puede enseñar a ser escritor, pero sí se puede enseñar a escribir. Los talleres tienen ventajas indiscutibles: Te sientes menos solo, te ayudan a creer en ti, a identificar las herramientas de tu trabajo, siempre hay algo que aprender. Por supuesto, recalcó que el mejor taller es la lectura y recomendó copiar los trucos de los buenos escritores.
Una de sus conclusiones finales fue que no se puede contar la realidad en una novela, hay que deformarla. La realidad suele ser demasiado increíble como para que funcione literariamente.


Juan Bonilla habló sobre las ambiciones literarias desmedidas, empezando por la ambición esencial de los poetas de la modernidad: cambiar la vida. Panero opina que hay que escribir para desenmascarar a Dios. También hay autores que pretenden escribir para enamorar, para que les quieran. Gottfried Benn decía que “un poema es poca cosa si no es capaz de devolver a las tabernas a quienes se han jurado no probar una gota más de alcohol”. Y Maiakovski, en quien se centró la mayor parte de la charla, llegó a afirmar que la Revolución Rusa había sido una consecuencia directa de la lectura de sus poemas.


Al día siguiente, comienzo la jornada escuchando a Care Santos y Javier Reverte departiendo sobre la literatura de viajes. Viajar es huir de la rutina, dicen. Para poder escribir sobre un lugar es preciso haber olido sus calles y escuchado sus sonidos. Viajar es una experiencia sensorial, aunque internet nos pueda dar tanta información como para poder conocer casi cualquier lugar. Reverte dice haber experimentado nostalgia de lo que no se conoce. Care Santos habla de los territorios que se sueñan leyendo. Leer es vivir imaginariamente.


Ver a Mauricio Wiesenthal es toda una experiencia. Habla con mucha vehemencia, como si estuviera enfadado. La frontera es el motor, dice. Muchas aventuras se pierden por la inacción. Hay que mirar a las estrellas. Advierte que la cultura es muy frágil. Sin fe no se puede crear: fe en la vida, en los valores humanos. La fe es intentar buscar, intentar luchar. Piensa en el escritor como autoridad moral, no le interesa el escritor como payaso, como entretenimiento. No se entretiene con la literatura. La literatura es algo sagrado.
Dice que ha hecho su camino de un modo heterodoxo, solitario, y siempre terminó chocando con sus afines: es su destino.


Félix Romeo y Javier Tomeo mantuvieron una charla amigable y distendida, en la que contaron anécdotas y dieron muestras de la gran complicidad que hay entre ellos. En un momento dado le preguntaron a Tomeo cuántos libros había escrito y dijo que eso lo sabía mejor Félix Romeo que él mismo.
Se rememoró la relación de Tomeo con Dalí y contó algunas anécdotas. “Era un hombre con un marketing muy estudiado”.


Elvira Navarro habló sobre la ficción y las ciudades. Apoyó su charla con diversas fotografías. Dijo que, en general, cuando se escribe, el sentido se manifiesta después, pero una conferencia te obliga a buscar el sentido a priori, analizar la propia obra. Su escritura es urbana, pero los centros de las ciudades están sobreexplotados, mitificados. Sólo en la periferia pueden los personajes moverse con libertad. Es en la periferia donde se ubica la literatura.


La charla entre Juan Cruz y Manuel Rivas comenzó con un homenaje al director Jorge García Berlanga, cuyo fallecimiento se acababa de conocer.
La charla giró en torno a recuerdos de Manuel Rivas, que contó algunas anécdotas de su infancia con el detalle de los buenos oradores y mantuvo al auditorio expectante y divertido con sus historias. Cruz le dijo: “El estupor es la raíz de tu obra”. Rivas manifestó que no entiende por qué el hombre quiere dominar al hombre.


Gabriela Wiener y Jaime Rodríguez realizaron una performance audiovisual titulada “Dímelo delante de ella”. Extractos de las conversaciones de una pareja en torno a la literatura y sus experiencias.


Vicente Luis Mora centró su charla en Google como punto de partida creativo. Google es un sistema de ordenación del conocimiento que se impone a nivel mundial y artistas de diversos ámbitos lo están utilizando para crear arte. Nombró proyectos como “God’s Eye View” del colectivo The Glue Society, “Googleramas”, de Joan Fontcuberta, y otros autores como Jon Rafman (“The nine eyes of Google Street View”), Bill Guffey (“Google Street View Paintings”), Charles Cumming o Jennifer Grucza.


Santiago Roncagliolo y Bruno Galindo hablaron sobre los avances de la robótica. Comentaron experimentos que daban grima o, cuanto menos, una comprensible preocupación, como robots capaces de realizar el trabajo de una enfermera o de vigilar a los niños de una guardería.


El último acto al que acudí fue la charla entre Robert Juan-Cantavella y Juan Gallardo Muñoz, es decir, Curtis Garland, autor de referencia de novelas “de kiosco” que ha cultivado todos los géneros posibles: ciencia ficción, detectives, oeste, novelas bélicas e incluso eróticas. Cuando Juan-Cantavella le dice que ha escrito unas 2000 novelas, él sonríe y puntualiza: unas pocas más. Tiene ochenta años y ha pasado más de sesenta escribiendo. A los quince años ya firmaba una columna de crítica de cine y la firmaba con el pseudónimo “Juan Viñas”. Reconoce que el cine ha sido una de sus más importantes fuentes de inspiración.
Curtis Garland mantuvo la sonrisa durante toda la charla. Habló de sus inicios. Al principio escribía poco, dijo, una novela al mes. Luego llegó a escribir hasta siete. A veces la novela la escribía en un día y el resto lo dedicaba a descansar. Y, además, tiene novelas en el cajón. Una de ellas se publicará el año que viene en la editorial Morsa. Precisamente la que más le gustaba a su mujer, dice.


También habló de las condiciones de trabajo. En los años setenta le pagaban dos mil pesetas por novela, la mitad en el momento de la publicación y la otra mitad al mes siguiente. Los derechos eran de la editorial hasta que cambió la ley y el copyright pasó a ser del autor. Además se obligó a la editorial a declarar la tirada de los libros, con lo que sus ingresos aumentaron considerablemente. Los autores no se conocían entre sí y la editorial imponía que el final debía ser obligatoriamente un final feliz.
Respecto a la censura afirmó no haber tenido excesivos problemas. Se preocupaban sobre todo por lo relacionado con el sexo. La política, en general, no era problema puesto que sus historias se ubicaban bien en el extranjero o bien en el espacio exterior. Sin embargo, una la tituló “Matad al presidente” y la censura no la pasó. Esperó tres meses y volvió a presentar la misma novela con el titulo cambiado: “Magnicidio”, y entonces fue aprobada.
Una charla entrañable muy bien llevada por Juan-Cantavella, a quien se le notaba la admiración por el octogenario escritor.


En este festival también se celebró la gala de entrega del Premio Cosecha Eñe 2010. Y muchos más actos a los que no pude acudir, no sólo por carecer del don de la ubicuidad, sino por una evidente cuestión de resistencia física. En cualquier caso un evento de indudable interés.

He encontrado información de otros actos en este otro blog.

jueves, noviembre 11, 2010

El gran Vázquez


En el libro “La novela popular en España” (Ediciones Robel, Madrid, 2000) encontramos un interesante artículo firmado por Francisco González Ledesma titulado “El martirio fue una fiesta”, en el que nos ofrece una breve semblanza del dibujante Manuel Vázquez: Dudo que Manuel Vázquez haya dejado un buen recuerdo, en especial entre sus acreedores. Sería ofender su memoria decir que algún día pagó puntualmente una deuda. Era el terror de caseros, restauradores, zapateros y, en especial, sastres. Como siempre vistió a crédito, los sastres hacían cola ante la editorial dispuestos a desnudarle en la calle, pero Vázquez los esquivaba una y otra vez. Francisco González Ledesma conoce bien la redacción Bruguera pues durante muchos años trabajó en ella escribiendo novelas de género bajo el seudónimo de Silver Kane. En el artículo mencionado, termina diciendo lo siguiente: Y sin embargo ese hombre pudo haber sido multimillonario. Nadie dibujaba mejor ni tan rápido como él, nadie tenía tanta inspiración, nadie era tan simpático. Pero el éxito de Vázquez se debía a que era de verdad como sus personajes, todos bohemios, realquilados, fugitivos, viviendo siempre al filo de la navaja. Vázquez creaba a partir de ellos su propia vida, y por eso sus páginas eran tan auténticas.
La vida de aquellos creadores, aquellos artistas, trabajando en condiciones realmente duras, contrarreloj, mal pagados y sometidos a cláusulas abusivas, merece un acto de reivindicación, y a ello ha contribuido el director Oscar Aibar con su película “El gran Vázquez”, una semblanza, basada más en el lado anecdótico, en la leyenda, en la comicidad y picaresca inherente al personaje que en la indudable tragedia que se esconde detrás de estos episodios, pero que reproduce con fidelidad no pocos aspectos de una época evidentemente difícil.



Manuel Vázquez fue uno de los dibujantes más ingeniosos y de mayor talento de la industria del tebeo en España. Fue el creador de personajes inolvidables como “Las hermanas Gilda”, “Anacleto, Agente Secreto”, “La familia Cebolleta” o, su insólito alter-ego, “El tío Vázquez”. En el film se narran algunos de los episodios de su vida, centrándose especialmente en su relación con los acreedores y en la picaresca que aplicaba a la vida diaria. Se narran anécdotas conocidas, resaltando el lado cómico del asunto, caricaturizando al personaje que, en cierto modo, llega a convertirse en un personaje de cómic, como los que él mismo dibujaba. La película resulta interesante y se ve con agrado. La estética visual está muy conseguida, y sorprenden las escenas en las que cobran vida los propios personajes de sus historietas. Los actores están perfectos en sus interpretaciones, destacando por supuesto Santiago Segura, a quien el personaje parece venirle como un guante, y los escenarios reflejan muy bien la época de los años sesenta y consiguen transmitir el ambiente en el que transcurrían las aventuras que se publicaban en revistas como DDT o Pulgarcito. El director, Oscar Aibar, llegó a conocer personalmente a Vázquez cuando trabajaba como dibujante para una revista underground, y también ha contado con la colaboración de familiares. De hecho, el médico que asiste a la esposa en el parto, es el hijo real de Manuel Vázquez. En resumen, si tienen oportunidad de ver esta película, pasarán un buen rato y disfrutarán exactamente de lo que ofrece, una historia divertida y amena con un epílogo redondo.


sábado, noviembre 06, 2010

Hispacon 2010

Del 9 al 12 de Octubre se celebró la Hispacón 2010, el Congreso Nacional de Ciencia Ficción, Fantasía y Terror, en la localidad de Burjassot, convocado por la AEFCFT. No pude dejar pasar la oportunidad de asistir a algunos de los actos. Tuvieron lugar en la Casa de la Cultura y se distribuyeron en cuatro salas. Mucha gente iba de una charla a otra, aunque, como suele pasar en estos casos, me temo que las mejores charlas debieron tener lugar en los corrillos que se formaban al final de la tarde. Aún así, disfruté enormemente del ambiente y de los eventos.
Hubo una charla sobre el nuevo panorama editorial fantástico, con diversos editores de revistas online, moderados por Anika Lillo. Se presentaron revistas como “Imaginarios”, “MiNatura”, “Calabazas en el trastero”, “Red de Ciencia Ficción” y el Grupo Editorial AJEC. Todos se mostraron muy abiertos a recibir textos, sin importar que los autores fueran o no principiantes. Coincidieron en que en este momento estaban imperando las historias de zombies. Y recordé que el día anterior había asistido a una conferencia sobre “Los zombies en la cultura contemporánea”, por Sergi Viciana.

También se presentaron libros. “La caída del Imperio Galáctico”, entregas I y II, de Carlos Saiz Cidoncha, un autor pionero de la ciencia ficción española, autor de la mítica saga de los Aznar, que escribió con el seudónimo de George H. White.


Santiago Exímeno presentó su libro “¿Quién es el cruciforme?”, editado por BuBok.


Ismael Martínez Biurrun presentó “Mujer agarrada a un cuervo”, editado por Salto de Página.


Hubo mesas redondas. En una se debatió sobre “La decadencia de la ciencia ficción y el ascenso de la fantasía”. En ella se habló de cómo la ciencia ficción se estaba integrando poco a poco en la literatura general, y nombraron ejemplos como “La carretera”, de Cormac McCarthy, o las novelas de José Carlos Somoza, o “Nunca me abandones”, de Kazuo Ishiguro... Mientras que la fantasía se mantenía como género independiente, de ahí que pudiera parecer que la ciencia ficción se encontraba en una etapa de decadencia cuando, precisamente, era todo lo contrario.


Se debatió sobre el libro electrónico, pero no con fatalismo, sino como algo inevitable que podía traer interesantes ventajas, como la de una lectura enriquecida con hipervínculos, música, fotografías, etc. La posibilidad de que se adquirieran muchos más libros, con la seguridad de que aquellos que fueran más interesantes se editarían también en papel. Lo importante es que se lea, no el soporte en que esto se haga. No obstante, las descargas de libros no funcionaban aún como sería deseable y esto tenía que perfeccionarse.

El último día fui a una conferencia a cargo del ilustrador Paco Roca. Admito que mi idea inicial era escucharlo un momento y luego acudir a otra sala, con la intención de apurar mis últimos minutos en la Hispacón. Sin embargo, la charla de Paco Roca me fascinó. Hizo un repaso de su trayectoria, de sus trabajos, con el apoyo de una presentación audiovisual que él iba comentando con una naturalidad y una honestidad que resultaban absolutamente cautivadoras. Tras unos minutos escuchándole, no tuve la menor duda de que estaba ante un verdadero genio. Un artista con mayúsculas. Su cómic “Arrugas”, que precisamente estoy leyendo en este momento y es absolutamente genial, ganó el Premio Nacional del Cómic 2008.


Espero tener la oportunidad de asistir a futuras ediciones de este Congreso, que me recordó los buenos ratos pasados con mis primeras lecturas de ciencia ficción y terror, géneros que me siguen pareciendo muy interesantes.