viernes, mayo 31, 2013

José Luis Muñoz - Cuestionario básico



1.- ¿Por qué escribes?

Nunca me hice esa pregunta. Realmente creo que por necesidad y desde una edad muy temprana en la que lo normal era estar dándole a la pelota en la calle. Imagino que tuvo influencia mi padre, bibliófilo, y el haber crecido entre libros. Lo malo, o lo bueno, es que ya no puedo dejar de escribir y de contar historias, que la literatura se ha convertido en una necesidad imprescindible, así es que creo que escribiré hasta que me muera porque creo que si dejo de escribir sencillamente dejo de existir. Escribo de la misma forma que respiro y no concibo mi vida sin la escritura.

2.- ¿Cuáles son tus costumbres, preferencias, supersticiones o manías a la hora de escribir?

Tenía algunas antes. Nocturnidad. Posiblemente porque había tranquilidad en la casa y podía concentrarme en lo que hacía. Pero ahora soy más abierto y escribo, a veces, por la mañana. Escribo realmente cuando me apetece, que es casi siempre. Escribo todos los días, en una especie de autodisciplina que me impongo. Tengo una botella de whisky a mano, siempre, pero nunca bebo porque los vasos están en otra planta de la casa y no soy Bukowski para beber a morro. ¿Manías? Nadie debe estar presente cuando escribo. Y no dejo, salvo excepciones, leer mis escritos antes de que se publiquen. Últimamente he vuelto a la pipa, así que en invierno, mientras veo caer la nieve, el calor de la cazoleta me reconforta y el humo del tabaco me seda.

3.- ¿Cuáles dirías que son tus preocupaciones temáticas?

El hombre. Sí, suena pretencioso. El hombre y sus contradicciones, el dualismo dentro de nosotros mismos porque creo que no somos uno sino dos o más, y que tenemos un montón de vidas a lo largo de nuestra existencia. Así es que mi literatura es, fundamentalmente de personajes, y una vez los tienes creados y viven la novela o el relato funcionan. También me obsesiona la muerte, contra la que me rebelo constantemente, y quizá por eso escriba, también, para conseguir a través de mis libros una cierta inmortalidad, dejar mi propio rastro en la tierra. Y me siento cómodo en el género negro, al que pertenece la mayor parte de mi producción literaria, porque es una herramienta que me permite hablar de todo lo que quiera y ser crítico con lo que me rodea. El género negro es la nueva novela social y la defiendo a capa y espada contra los detractores.

4.- ¿Algún  principio o consejo que tengas muy presente a la hora de escribir?

Hay que decir algo, transmitir algún tipo de mensaje al lector, sea el que sea, cuando uno se pone a escribir una historia. Las primeras páginas son determinantes para encontrar el ritmo y el tono narrativo. Y es fundamental la musicalidad del lenguaje, su armonía en el oído del lector. Los personajes son fundamentales, y hay que dibujarlos con precisión, y no sólo físicamente, que también es importante hacerlo. Los míos suelen ser muy retorcidos y negativos, es una especie de marca de la casa. Y mis historias no suelen terminar muy bien que digamos, pero así es la vida, y las novelas que me gustan son siempre dramas. No me interesa escribir sobre la gente feliz. Tiene que haber siempre un conflicto.

5.- ¿Eres de los que se deja llevar por la historia o de los que lo tienen todo planificado desde el principio?

No soy de los autores que predeterminan sus novelas sino que dejan que éstas fluyan y cobren vida, lo que  a veces me depara sorpresas agradables como que los personajes cobran vida propia y se resisten a desaparecer, por ejemplo. Cuando uno escribe una novela tiene que estar dentro, implicarse a todos los niveles, sino no son más que una serie de páginas escritas sin ardor. Procuro escribir novelas que no dejen indiferente al lector, que lo cambien de alguna forma, que les haga reflexionar, huyendo siempre del maniqueísmo. Puedo meterme tanto en la piel de un nazi, saber cómo piensa, justificar sus acciones, como en la de un judío y sentirme víctima. Eso es importante a la hora de escribir. La implicación emocional. La empatía absoluta con los personajes, por muy opuestos que sean a uno mismo. Y esa es también una de los alicientes de ser escritor, que puedes meterte en la piel de muchos y hacer cosas que en la vida real seguramente nunca harías, que puedes trasladarte al pasado o al futuro, ser hombre o mujer, asesino o monje tibetano.

6.- ¿Cuáles son tus autores o libros de cabecera?

Es una pregunta difícil de contestar. Hubo unos autores iniciáticos que fueron Jack London, Robert Louis Stevenson, Joseph Conrad, Sommerseth Maugham. Conozco a todos los rusos, a los que leí cuando tenía quince años y creo que fueron una buena base literaria para mí. Me marcaron los americanos Faulkner, Cadwell, Steinbeck. Pero quizá el que más influencia tuvo en mi obra, el que más me animó a escribir, por el carácter de juego de su escritura, fue Julio Cortázar del que he leído absolutamente todo. ¿Una novela? Pues si he de citar un título que me haya impresionado me decanto por Bajo el volcán de Malcom Lowry, extraordinaria y sobrecogedora. Y también La montaña mágica de Thomas Mann, una cumbre literaria. Del género negro me quedo con Patricia Higshmith y James Cain. 

7.- ¿Podrías hablarnos de tu último proyecto? Bien lo último que hayas publicado o lo último que hayas escrito o estés escribiendo.

Mi último libro en papel que se ha publicado es La invasión de los fotofóbicos (Atanor Ediciones, 2013), una novela de terror, género que practiqué en mis inicios junto a la novela negra. Es un libro de terror bastante autobiográfico, en el que apenas invento nada sino que recojo mis obsesiones, y lo único fantástico es su final. Lo escribí en Granada, una ciudad en la que me exilié por motivos sentimentales, y el libro es un exorcismo literario para combatir mi terror hacia unos insectos invasivos que me hicieron muy difícil la vida en la ciudad. La novela tiene mucho de kafkiana, incluso el apellido de su protagonista empieza por K, y es la historia de una obsesión que lleva a su protagonista hacia lo locura. De no haberla escrito seguramente estaría ahora loco. Así es que también escribo libros como terapia, para alejar de mí los fantasmas y no pagar facturas al psiquiatra. Al mismo tiempo he publicado en Estados Unidos el ebook La doble vida (Sub-Urbano Ediciones, 2013), novela corta de género negro en la que incido, una vez más, en el dualismo de su protagonista que esclavo de una pasión sexual se decanta peligrosamente hacia el placer sádico. Y no tardará en salir una novela histórica sobre Cristóbal Colón, una narración que habla del amor romántico, muy apartada de estas dos novelas, que se llama El secreto del náufrago y en la que el Almirante queda bastante mal parado.




JOSÉ LUIS MUÑOZ (Salamanca, 1951) Con el aval de algunos de los premios literarios más prestigiosos del país (Azorín, Tigre Juan, Café Gijón, Camilo José Cela, Sonrisa Vertical, Ángel Guerra), y traducido al francés, italiano, checo y búlgaro, este conocido autor de novela negra, género en el que se ha desarrollado la mayor parte de su producción literaria (El cadáver bajo el jardín, Barcelona negra, La casa del sueño, Mala hierba, La precipitación, Lluvia de níquel, Último caso del inspector Rodríguez Pachón, El corazón de Yacaré, La caraqueña del maní, La Frontera Sur, Marea de sangre, Tu corazón, Idoia, Llueve sobre La Habana, Muerte por muerte, La doble vida) ha incursionado, con éxito, en la novela histórica (La pérdida del Paraíso, Los ritos secretos), el género fantástico (El Barroco, Los ojos ajenos, Serás gaviota, La invasión de los fotofóbicos) y la novela erótica (Pubis de vello rojo, El sabor de su piel, Patpong Road). Ha colaborado en publicaciones escritas con artículos de opinión y reportajes (El Periódico, El Sol, El Observador, Playboy, Penthouse, Viajes National Geographique, entre muchas otras) y actualmente en medios digitales como El Destilador Cultural, Culturamas, Narrativas, Otro Lunes, Editanet  y Calibre 38 y conduce un blog, La soledad del corredor de fondo, que acumula más de 400.000 visitas. Vive retirado en el Pirineo, dedicado por completo a la escritura.  


miércoles, mayo 29, 2013

Pedro M. Domene - Cuestionario básico



1.- ¿Por qué escribes?

Inicialmente por un reto personal hace años, y luego existe esa primera vez en que uno se plantea plasmar algo coherente sobre las muchas cosas que ha leído (léase, crítica literaria), y luego viene el ensayo, y finalmente la novela, preferentemente juvenil por el mundo en el que me muevo, la docencia. En última instancia, me siento cómodo y eso que llaman feliz cuando escribo.

2.- ¿Cuáles son tus costumbres, preferencias, supersticiones o manías a la hora de escribir?

Sin duda sentarme en el mismo sitio siempre, la soledad de mi estudio, con un té o simplemente un vaso de agua con gas. Puede ser por la mañana o por la tarde, cuando dispongo del tiempo suficiente, con mucha luz, rodeado de mis libros, y sobre todo la disponibilidad de horas por delante, las largas tardes de primavera o de verano, cuando no pienso en las clases del día siguiente, y en la corrección de exámenes. No necesito estar muy cómodo, pero sí mi espacio y mis cosas alrededor.

3.- ¿Cuáles dirías que son tus preocupaciones temáticas?

Creo que en mis novelas, hasta el momento sobresale la amistad. Y a medida que escribo surgen las difíciles relaciones entre adolescentes y adultos, el descubrimiento del primer amor, el trasfondo de la ecología, el reto de nuevos ámbitos personales y geográficos, otras culturas, en resumen la vida misma con sus luces y sus sombras.

4.- ¿Algún  principio o consejo que tengas muy presente a la hora de escribir?

En ocasiones una historia me da vueltas, y aun sigo dándole más. Y en un momento preciso, sin saber en cual, siendo todo lo honesto posible me planteo escribir una historia, hacerla creíble, y que pueda servir a algo. Claro, entretanto, sigo leyendo, y leyendo que me parece un espléndido ejercicio para una carrera de fondo. Acepto versiones de mis textos diferentes, aunque no siempre tenga que compartirlos.

5.- ¿Eres de los que se deja llevar por la historia o de los que lo tienen todo planificado desde el principio?

En ocasiones surge la “chispa”, el esbozo y luego me dejo sorprender, atrapar y me maravillo cómo se puede enredar la cosa e introducir nuevos personajes, con retos nuevos, y casi sin darme cuenta, del primer esbozo se conforma la historia completa. Claro, si hablamos de ensayo, la cosa cambia. Todo es disciplina, estudio y precisión.

6.- ¿Cuáles son tus autores o libros de cabecera?

Por deformación profesional he leído y sigo leyendo mucho. Clásicos y modernos, incluso he ido avanzando por generaciones y países con el paso del tiempo, narrativa norteamericana, inglesa, francesa, alemana, y fundamentalmente española y sudamericana: Cela, y Delibes, Aldecoa, Fraile, Fernández Santos, Goytisolo (s), Marías, Ferrero, Llamazares, Millás, Tomeo, Muñoz Molina, Zarraluki, Martínez de Pisón y devoto, incondicional de Vila-Matas y, por supuesto, un largo etcétera.

7.- ¿Podrías hablarnos de tu último proyecto? Bien lo último que hayas publicado o lo último que hayas escrito o estés escribiendo.

Mi último proyecto publicado se tituló Disidencias, en la literatura española del siglo XX (e.d.a. 2010), un repaso ensayístico de algunos olvidados; y ahora, acabado, y reescribiendo, como suelo hacer con mucha paciencia, una nueva novela juvenil, El secreto de las beguinas, que me quita el sueño (porque a veces madrugo mucho para poder ir releyendo) y que me ha mantenido ocupado durante estos dos o tres años. Luego está mi constante dedicación a la crítica y sobre la mesa, libros de Olgoso, Cervera, Sabugal, Herminia Luque, Kirmen Uribe, Muñoz Molina, Montero…, vamos, semanas y semanas por delante de espléndida literatura que luego se convierten en amable y constructiva crítica literaria. 




Pedro M. Domene (Huércal-Overa, Almería, 1954),  profesor de Lengua y Literatura Castellanas en un centro educativo de Secundaria. Ha publicado numerosas monografías y artículos en diversos medios nacionales e internacionales, Ínsula, Letras de Deusto, La Palabra y el Hombre (México), Turia, Cuadernos Hispanoamericanos, Batarro,  Quimera, Revista de Literatura Mexicana Contemporánea (Universidad de El Paso (Texas). Crítico literario de «Cuadernos del Sur» del diario Córdoba, y las revistas digitales, La Tormenta en un vaso, Narrativas y Literatura. com. Entre sus publicaciones destacan, La novela española de la transición, 1976-1986; Universidad de Xalapa, Veracruz, (México),1986; Narradores españoles de hoy (Cultura de Veracruz, México, 1998), Narrativa Veracruzana Actual (Cultura de Veracruz,  México) 1999, Imposturas (Ensayos de Literatura Universal), I.E.A. 2000, Descontar y contar (Antología), Medardo Fraile; ed., de Pedro M. Domene; Xalapa, Universidad Veracruzana, 2000 y Lo que cuentan los cuentos; Editorial Eón, México, 2001. El sueño de lo real (Homenaje a Sergio Pitol), 2002. En el 2004 obtuvo el Premio de Novela Juvenil Mancomunidad de Los Pedroches, por su novela Después de Praga nada fue igual, (Anaya, 2004) y Conexión Helsinki (Anaya, 2009). También ha publicado Cuento. 50 años de cuentos (ensayo), 2005 y  Palabra en el tiempo (Homenaje a Medardo Fraile), 2005. Homenaje al Quijote. Poesía visual y arte correo, (2006), Microrrelato en Andalucía, (2008) y Disidencias en la literatura española del siglo XX (e.d.a, 2010).



lunes, mayo 27, 2013

Juan Aparicio Belmonte - Cuestionario básico



1.- ¿Por qué escribes?

No lo sé. Por la misma razón, supongo, que un futbolista juega al fútbol o un pintor pinta: les gusta, se les da bien, disfrutan con ello… No hay una decisión meditada en el hecho de escribir, sinceramente: creo que siempre he tenido tendencia a fantasear y a dar sentido a la vida a través de narraciones, hablo de narraciones orales, y me gusta leer, la combinación de estas cosas suele dar como resultado que te guste escribir o sientas el impulso de hacerlo.

 2.- ¿Cuáles son tus costumbres, preferencias, supersticiones o manías a la hora de escribir?

No tengo. Me da igual la hora. Me da igual cómo sea el escritorio. Me da igual el color de las paredes. Eso sí, escribo más y mejor en primavera y verano que en otoño o invierno, lo tengo comprobado. El calor, el sol, me vuelven más creativo y optimista, parece ser. Y también: corrijo mejor por las mañanas y me enfrento con más alegría a la página en blanco por las noches.

 3.- ¿Cuáles dirías que son tus preocupaciones temáticas?

El amor, la percepción de la realidad, la familia, los crímenes, la falsedad, el cinismo, el poder... Los de casi todo el mundo, en realidad.

 4.- ¿Algún  principio o consejo que tengas muy presente a la hora de escribir?

Intento ser conciso y dar a la novela lo que la novela pide, jamás meter en ella guiños o asuntos que le son ajenos.

 5.- ¿Eres de los que se deja llevar por la historia o de los que lo tienen todo planificado desde el principio?

Me dejo llevar por la historia y voy planificando sobre la marcha, pero sin miedo a traicionar el último plan, y una vez terminada, corrijo para que todo funcione como un reloj (otra cosa es que lo logre).

 6.- ¿Cuáles son tus autores o libros de cabecera?

La Metamorfosis de Kafka, Matadero 5 de Kurt Vonnegut, Fortunata y Jacinta de Pérez Galdós, Mortal y rosa de Francisco Umbral y El factor humano de Graham Greene. Por citar cinco libros muy importantes para mí.

 7.- ¿Podrías hablarnos de tu último proyecto? Bien lo último que hayas publicado o lo último que hayas escrito o estés escribiendo.

Se llama Un amigo en la ciudad: es una novela que acaba de publicar la editorial Siruela y, grosso modo, trata de un hombre que un buen día deja de entender el mundo en el que vive.





Juan Aparicio Belmonte (Londres, 1971) colabora con diversos medios de comunicación y es profesor en la escuela de escritura creativa Hotel Kafka. Ha escrito las novelas Mala Suerte (Lengua de Trapo, 2003), que ganó el I Premio de Narrativa Caja Madrid y el III Premio Memorial Silverio Cañada, que se otorga en la Semana Negra de Gijón, López López (Lengua de Trapo, 2004), El disparatado círculo de los pájaros borrachos (Lengua de Trapo, 2006), XII Premio Lengua de Trapo de Novela y elegida por el periódico El Mundo como una de las diez mejores del año, Una revolución pequeña (Lengua de Trapo, 2009), Mis seres queridos (Alfaguara y Bubok, 2010), galardonada con el II Premio Bubok de narrativa, y Un amigo en la ciudad (Siruela, 2013). Su obra ha sido traducida al francés y al italiano.


viernes, mayo 24, 2013

Esteban Gutiérrez Gómez - Cuestionario básico



1.- ¿Por qué escribes?

Escribo por necesidad. Al principio escribir era como realizar un exorcismo: aquietaba los demonios que me atormentaban. Ahora soy capaz de mirar más allá de las cosas, y veo un relato donde otros ven un magrebí durmiendo en tres asientos del metro, por ejemplo.

2.- ¿Cuáles son tus costumbres, preferencias, supersticiones o manías a la hora de escribir?

Depende de qué sea lo que escribo. La poesía no tiene manías, surge donde surge y allí mismo queda plasmada en un cuaderno que siempre me acompaña. Los relatos suelen nacer de mis observaciones de la realidad, como un chispazo, que también queda apuntado en ese cuaderno. Los maduro en mi paseo cotidiano por los alrededores de mi ciudad y los escribo en mi estudio cuando tengo un mínimo de dos horas tranquilas frente al ordenador. No siempre es así, hay veces que corro hasta el estudio para volcar lo que tengo en la cabeza sin cuidar forma, ortografía y demás reglamentaciones, dando prioridad a la historia. En este sentido soy muy Poli, muy Cortázar.

3.- ¿Cuáles dirías que son tus preocupaciones temáticas?

En toda mi obra publicada y en muchas de las narraciones guardadas en cajones hay una temática común: la condición humana y la posibilidad de los hombres de alterar su destino, de tomar las riendas de su vida, de convertirse en su propio dios.  Yo, por supuesto, no me había dado cuenta de ello, es un tema que se me impone desde el subconsciente, pero un fiel lector me lo hizo ver, y, efectivamente, es así.

4.- ¿Algún  principio o consejo que tengas muy presente a la hora de escribir?

Para mí cómo se empieza una narración es definitivo, sin embargo, el comienzo no siempre es lo primero que uno escribe.  Dada esta regla se trata de escribir, de  escribir y escribir, de dejarse llevar escribiendo y no dejar el relato hasta que él mismo se ha dado por terminado, se necesiten diez minutos o diez horas (o más tiempo). En el caso de narraciones, digamos, “maduradas” en la cabeza, aunque la mayor parte de la historia ya ha sido digerida, siempre se modifica en el momento de la escritura, cuando el narrador opta por otros caminos o el personaje resulta ser de un tipo distinto al que inicialmente se le asignó.

5.- ¿Eres de los que se deja llevar por la historia o de los que lo tienen todo planificado desde el principio?

Me dejo llevar. Las novelas que he publicado son en realidad textos fragmentarios, relatos, ofrecidos al lector como si fuesen un puzzle que él puede resolver. Rara vez he trabajado con escaleta (solo para armar la narración, para equilibrarla), porque tengo dos historias largas, dos novelas, completamente armadas (trama, personajes, giros narrativos, punto de vista del narrador, etcétera) que no me seduce escribir, porque en ese esquema, en esas hojas con esferas expansivas sobre la historia o los personajes, se encuentra todo. No hay creatividad en el acto de escribir, y eso me aburre.

6.- ¿Cuáles son tus autores o libros de cabecera?

Sobre mi escritorio, a la izquierda del ordenador, hay un ejemplar de Rayuela. Debajo un libro con dibujos de Escher. Más abajo están los cuentos completos de Cheever.
En la terraza, donde suelo leer, me esperan los cuentos de Fontanarrosa, Quim Monzó, y la última novela de John Irving.
Selecciono las lecturas porque soy consciente de que ya no podré leer todo lo que quisiera.

7.- ¿Podrías hablarnos de tu último proyecto? Bien lo último que hayas publicado o lo último que hayas escrito o estés escribiendo.

Acabo de cumplir cincuenta años y un amigo me ha recordado mi promesa de publicar el primer poemario cuando cumpliese esa edad, porque siempre he sido reacio a publicar mi poesía. Estoy recopilando los poemas escritos durante los quince últimos años, poniéndolos al día, aunque, para mi sorpresa, la voz poética ha cambiado poco, aunque sí la forma.
Por otro lado  he reunido los relatos publicados en antologías y revistas en estos tres últimos años. Son quince en total y los pasaré a las editoriales amigas, a ver si es el momento.





Esteban Gutiérrez Gómez ha publicado las novelas fragmentarias El laberinto de Noé (2008), El colibrí blanco (2009), La enfermedad del lado izquierdo (2011) y 13.0.0.0.0 (theREVOLUTIONisNOW) (2012).
Imparte talleres de creación literaria de narrativa breve, fue miembro fundador  y asesor literario de la revista Al Otro Lado del Espejo, dedicada en exclusiva al relato, y fue el impulsor del “Manifiesto por el cuento”. Ha colaborado en las antologías Vinalia Trippers. Plan 9 del Espacio Exterior, Trippers from the Crypt Y Spanish Quiqui; Los rincones más oscuros: Antología del miedo, Perversiones. Breve catálogo de parafilias ilustradas, Cuentos para hambrientos, Narrando contracorriente, La ciudad vestida de negro y Viscerales.
Junto a Patxi Irurzun ha coordinado el libro Simpatía por el relato. Antología de cuentos escritos por rockeros (2010).
Al ser un ser disociado publica su poesía bajo el pseudónimo de “Bacø” en antologías como Poetrastos o Poesía en los bares.
Blog personal del autor:   http://bacovicious.blogspot.com/
En twitter: @BACOVICIOUS

miércoles, mayo 22, 2013

Mercedes Abad - Cuestionario básico



1.- ¿Por qué escribes?

Supongo que escribo porque, para empezar, de pequeña tuve junto a mí a grandes narradores orales que me cebaron con sus historias y me inocularon para siempre el vicio de leer, que es un modo de ser otra persona y hacer saltar en pedazos nuestros límites personales y espacio temporales. En cuanto a escribir, supongo que es mi modo de tratar de entender algo, aunque sea remotamente, en medio de todo este absurdo galimatías. Mientras vivimos, todo sucede demasiado rápido y la mayor parte del tiempo te sientes perfectamente idiota. Por escrito, en cambio, puedes ser mucho más inteligente que en la vida. Sí, en cierto modo escribo para desquitarme de mi burricie, de mi ineptitud para vivir. Y para ensanchar mis límites.

2.- ¿Cuáles son tus costumbres, preferencias, supersticiones o manías a la hora de escribir?

Últimamente he desarrollado un método muy eficaz contra el bloqueo creativo. Antes de ponerme a escribir, me largo a dar un paseo a grandes zancadas, no importa dónde. Será porque caminar activa la circulación sanguínea; el caso es que, pasado un rato de veloz caminata, empiezo a “escribirme encima”. Es el momento de regresar y encerrarse en casa frente al ordenador. En cuanto a las manías, en los últimos tiempos he luchado por combatirlas y ahora mismo, si es necesario, incluso puedo hacer algo tan asquerosamente antiestético como escribir… ¡con bolígrafo! Y donde sea. En cuanto a la hora, de más joven escribía preferiblemente de noche y ahora mi mejor momento es la mañana.

 3.- ¿Cuáles dirías que son tus preocupaciones temáticas?

El azar, la amistad, el carácter esencialmente tragicómico de la realidad, las relaciones materno filiales.

 4.- ¿Algún  principio o consejo que tengas muy presente a la hora de escribir?

No te cortes: pásate siempre diecisiete pueblos. Si sólo te pasas dos pueblos, te quedarás corto.

 5.- ¿Eres de las que se deja llevar por la historia o de las que lo tienen todo planificado desde el principio?

La verdad es que trabajo de las dos maneras. En general los cuentos aparecen, como venidos de la nada, en plan meteorito avasallador, y se me imponen. Es una sensación bastante mágica, desde luego. Aunque también hay cuentos ―los menos― que persigo afanosamente y planifico, nunca tanto como cuando escribo novela. Con la novela sí necesito planificar, apoyarme en una escaleta más o menos desarrollada que luego va cambiando según avanzo. Digamos que planificar es una manera de proteger el proyecto. Sin una idea clara antes de ponernos a escribir, es tan fácil fracasar…

6.- ¿Cuáles son tus autores o libros de cabecera?

Desde siempre me han tirado mucho los anglosajones. Entre los cuentistas, mis favoritos son Scott Fitzgerald, Dorothy Parker, Saki, Cheever y Maupassant. Entre los novelistas, adoro al gran Nabokov. Y a Stefan Zweig; su novela La embriaguez de la metamorfosis me dejó deslumbrada, boquiabierta, patas arriba. La recomiendo clamorosamente a quien no la conozca. Pero mi última gran pasión es Richard Yates: me vuelve loca y me mata de envidia esa extraordinaria ausencia de retórica y artificio en cualquier obra suya. Aunque quizá la obra que más veces he releído a lo largo de mi vida es Mi familia y otros animales, de Gerald Durrell.

 7.- ¿Podrías hablarnos de tu último proyecto? Bien lo último que hayas publicado o lo último que hayas escrito o estés escribiendo.

Mi último libro publicado es Media docena de robos y un par de mentiras, un libro impío e indecente donde se incita al plagio y al saqueo literario.




Mercedes Abad nace en Barcelona en 1961. Es profesora en la Escuela de Escritura del Ateneu de Barcelona y colabora en diversos medios de comunicación.
Tras algunos escarceos con el mundo del cine y el teatro, en 1986 gana la VIII edición del premio de narrativa erótica La sonrisa vertical, con su libro de relatos Ligeros libertinajes sabáticos. Desde entonces ha publicado varios libros de relatos: Felicidades Conyugales (Tusquets editores, 1989), Soplando al viento (Tusquets editores, 1995), Amigos y fantasmas (Tusquets, 2004, premio Mario Vargas Llosa al mejor libro de relatos publicado en 2004) y Media docena de robos y un par de mentiras (Alfaguara, 2009). Ha publicado también dos novelas, Sangre (Tusquets, 2000), El vecino de abajo (Alfaguara, 2007) y un ensayo juguetón y humorístico, Sólo dime dónde lo hacemos (Temas de Hoy, 1991). Además es autora de diversas obras de teatro y de varias adaptaciones, entre ellas XXX, versión de La filosofía en el tocador (Marqués de Sade), de la Fura dels Baus y Las Amistades Peligrosas, de Christopher Hampton.
Sus crónicas para el suplemento Catalunya de El País fueron reunidas en el volumen Titúlate tú (De Bolsillo, 2002). Actualmente colabora en la revista alemana Ecos de España y Latinoamérica (Spotlight Verlag) e imparte clases de narrativa en la Escuela de Escritura del Ateneu Barcelonès.


lunes, mayo 20, 2013

María García Lliberós - Cuestionario básico



1.- ¿Por qué escribes?

Porque me gusta leer. Para los lectores empedernidos, la tentación de escribir surge como un reto natural. También escribo porque me ayuda a comprender el mundo o, al menos, a aceptarlo tal cuál es y a interpretar el comportamiento de las personas. Y porque me proporciona placer.

2.- ¿Cuáles son tus costumbres, preferencias, supersticiones o manías a la hora de escribir?

Tengo pocas. Necesito una habitación propia, soledad y silencio.

3.- ¿Cuáles dirías que son tus preocupaciones temáticas?

Las relaciones personales dentro de las familias, entre parejas, amigos, padres e hijos, hermanos, en el mundo del trabajo. Es algo inacabable. Con frecuencia en la sociedad actual, aunque mi novela “Babas de caracol” recreaba también las primeras décadas del siglo XX, y en un medio urbano. Indago en la psicología de los personajes y analizo sus sentimientos y ambiciones. No es una preocupación temática, sino que surge de forma natural.

4.- ¿Algún  principio o consejo que tengas muy presente a la hora de escribir?

Intento cuidar la prosa, hacerla sencilla y culta a la vez, no alargar artificialmente el texto, eliminar cuestiones secundarias que distraigan al lector, no abusar de adjetivos y adverbios. Además, claro, el argumento ha de ser atractivo y la trama estar sustentada en datos creíbles.

5.- ¿Eres de las que se deja llevar por la historia o de las que lo tienen todo planificado desde el principio?

Ni una cosa ni otra. Una novela no es el resultado de dos y dos que suman cuatro. Tienes un esbozo de historia y vas tejiendo y destejiendo conforme escribes. Conozco el comienzo y a dónde quiero llegar. Pero el número de capítulos e incluso de personajes y la forma de alcanzar el final van definiéndose con la escritura.

6.- ¿Cuáles son tus autores o libros de cabecera?

Son tantos los autores y libros que me han emocionado que resulta imposible enumerarlos. Entre los de lengua española citaría a Javier Marías, Mario Vargas Llosa, Carme Riera, Carlos Fuentes y muchos más. Me encanta Henry James, Jane Austen, Paul Auster (algunas novelas), Georges Simenon y otros muchísimos más. Por fortuna, la vida se queda corta para leer todo lo que quisiéramos.

7.- ¿Podrías hablarnos de tu último proyecto? Bien lo último que hayas publicado o lo último que hayas escrito o estés escribiendo.

La última novela que he publicado es “Lucía o la fragilidad de las fuertes” (Plataforma Editorial, 2011). La acción argumental ocurre entre 1970 y 1994, un período de la historia de España en que tuvieron lugar cambios políticos y, sobre todo, sociológicos: se modificó el criterio de valores con el que juzgar las conductas particulares y esto, se coló en las familias, amistades y cualquier relación afectiva. Se vierten temas polémicos que tienen que ver con nuestras posibilidades de ser felices. La maternidad, la muerte y nuestra actitud ante ella, la separación entre amor y sexo, entre fidelidad y lealtad, los celos, tan desprestigiados en aquella época y que, junto a la teoría del amor libre o la pareja abierta, tanto sufrimiento causaron entre matrimonios progresistas.
También he revisado últimamente novelas mías anteriores para su edición en formato electrónico. Ha resultado una experiencia muy interesante pues no las había leído desde su publicación. Ahora pueden encontrarse en Amazon. Me permito agregar los enlaces por si algún lector del blog estuviera interesado en su descarga:
Estoy trabajando en otra novela. Prefiero no adelantar nada hasta que la tenga terminada.




María García-Lliberós (Valencia, 1950). Licenciada en Ciencias Económicas por la Universidad de Valencia y licenciada en Ciencias Políticas y Sociología por la Universidad Complutense de Madrid. Economista del Ayuntamiento de Valencia. Ha sido Directora General de Medios de Comunicación Social de la Generalitat Valenciana, directora del Centro Regional de TVE en Valencia, y delegada de RTVE en la Comunidad Valenciana. Ha colaborado con diversos medios de comunicación escritos y también ha ejercido, y ejerce, la crítica literaria.
Es autora de las novelas La encuestadora, Premio Gabriel Sije 1992 de novela corta, convocado por la CAM, y publicada también por la CAM; El juego de los espejos (Ed. Nadir. Valencia, 1996); Equívocos, (Ed. Algaida, SA. Sevilla 1999), que fue finalista del Premio de Novela Ateneo de Sevilla 1999 y obtuvo el Premio de la Crítica Valenciana; Como ángeles en un burdel (Ed. Algaida, Sevilla, 2002), Premio de Novela Ateneo de Sevilla, Babas de caracol (Ed. Aurea, Barcelona, 2006), que fue finalista del Premio de la Crítica Valenciana y Lucía o la fragilidad de las fuertes (Plataforma editorial. Barcelona 2011).
Inspirada en la novela Equívocos se rodó, en 2004, la película para televisión Mentiras, dirigida por Miguel Perelló y protagonizada por Imanol Arias, Esther Arroyo y Juli Mira. Estrenada en enero de 2005 en Canal 9.
Guionista, junto con Isabel Barceló, del documental para la televisión “La Bori, diva universal” (2012), dirigido por Lluis Miquel Campos.
Su relato El miedo (Institut Alfons el Magnànim 2003) ha sido traducido al valenciano-catalán, italiano, portugués y francés.
También ha publicado relatos en libros colectivos como El mundo es ancho pero no ajeno y Arquitectura de la palabra, y es autora del blog literario Crónicas de Lecturas.


viernes, mayo 17, 2013

María Dolores García Pastor - Cuestionario básico



1.- ¿Por qué escribes?

Escribo porque me gusta hacerlo, porque si no lo hiciera no sería yo. Escribir es algo que forma parte de mi día a día desde hace mucho tiempo. Cuando era una cría, en sexto de EGB mi profesor de Lengua siempre me hacía ampliar las redacciones, le gustaba mi manera de escribir, y muchas veces tenía que leerlas en voz alta. Con el tiempo la afición se fue convirtiendo casi en una necesidad, en algo que forma parte de mí, de mi manera de ser y de relacionarme con el mundo. También es una especie de terapia porque a través de la escritura canalizo muchas filias y fobias, y es una manera de gritar cuando algo me indigna o me parece injusto.

2.- ¿Cuáles son tus costumbres, preferencias, supersticiones o manías a la hora de escribir?

Escribo siempre en mi habitación en compañía de mis perros. Lo hago en un ordenador portátil muy viejo que tiene la mayoría de las letras borradas. Me va a costar mucho cambiarlo cuando deje de funcionar porque no hay ningún otro tacto como el de este teclado. Busco silencio, luz, tranquilidad; a veces pongo algo de música clásica. Necesito saber que tengo tiempo por delante y suelo ponerme a la tarea por las mañanas. Cuando me siento a mi escritorio lo hago con una taza de té y pongo a quemar incienso.

3.- ¿Cuáles dirías que son tus preocupaciones temáticas?

Siempre escribo sobre cosas que me despiertan algún tipo de sentimiento. Las injusticias me hacen desenfundar la pluma; la impotencia que me generan hace que la escritura se convierta en la manera de canalizar lo que me provocan. Escribo las pequeñas historias del día a día, algunas me salen al paso y otras me las invento.

4.- ¿Algún  principio o consejo que tengas muy presente a la hora de escribir?

Simplemente escribir, seguir escribiendo sin pensar en nada más. Escribir porque me gusta y porque me apetece hacerlo. Si publico, genial, y si además gano dinero ya ni te cuento.

5.- ¿Eres de las que se deja llevar por la historia o de las que lo tienen todo planificado desde el principio?

Depende de la historia que vaya a contar, aunque por lo general no soy demasiado previsora. Suelo tener una idea en la cabeza, a veces hasta la historia completa que quiero escribir, pero no siempre es así. Cuando escribo relatos muchas veces los comienzo sin saber cuál será el final. En ocasiones todo sale de un título, de una idea o una imagen y va creciendo. Generalmente voy construyendo las historias a medida que las voy contando.

6.- ¿Cuáles son tus autores o libros de cabecera?

Mi libro de cabecera es el Todo Mafalda de Quino que leo y releo desde hace casi una década, aunque antes ya hacía lo mismo con sus tiras cómicas. Mafalda me ha acompañado desde los doce o trece años. En cuanto a la literatura, no tengo un autor o un libro, más bien muchos libros de muchos autores diferentes. Aprendí a leer con cuatro años pero en casa de mis padres no había más libros que los que les regalaban en el banco por Sant Jordi. Las ganas de leer eran inmensas y me leía todo lo que caía en mis manos, aunque no fue hasta los veinticinco o veintiseis años que me convertí en una lectora compulsiva. Leer es una aventura, un descubrimiento constante, y yo no he dejado de descubrir autores y libros estupendos desde que empecé mi periplo lector. En estos momentos ando fascinada leyendo todos los cuentos de Roald Dahl.

7.- ¿Podrías hablarnos de tu último proyecto? Bien lo último que hayas publicado o lo último que hayas escrito o estés escribiendo.

En marzo de 2012 salió a la luz El café de la Luna mi primer libro publicado de manera covencional. Hasta ese momento hubo varias antologías conjuntas de relato y microrelato y una novela, todo a través de concursos literarios. Nunca imaginé que este libro llegará a publicarse. Me cuesta dar a leer lo que escribo, sigue dándome cierto pudor, así que nunca he llamado a la puerta de las editoriales. El caso es que gracias a una amiga entré en contacto con mi editor, Josep Forment, de la editorial Alrevés. Me pidió que le enviara alguno de mis textos para saber cómo escribía y este fue el manuscrito que se me ocurrió hacerle llegar. Mi sorpresa fue mayúscula cuando me dijo que quería publicarlo. Fue concebido como nueve relatos aunque parece ser que finalmente me salió una novela. Cuenta pequeñas historias de personas normales, aunque la verdadera protagonista es la ciudad de Barcelona.
Y hace unas semanas que acabo de ponerle el The end a una novela negra un tanto especial. Tiene algo de fantasía y mucho humor. Probablemente se publique en 2014 aunque teniendo en cuenta lo poco seguro que es este sector nunca se sabe. Por supuesto, ya ando trabajando en un nuevo proyecto, este vicio de escribir es lo que tiene


María Dolores García Pastor (Barcelona 1970).- Es licenciada en Ciencias de la Información. Ha trabajado en prensa escrita y radio así como en agencias de comunicación. En 2006 gana el primer premio de relato de La Rosa de Barcelona. En 2008 gana el VII premio YoEscribo.com y gracias a ello publica su primera novela, El susurro de los árboles, y también gana el II Certamen de Escritura Scream Cielo Abierto que vuelve a obtener en 2009. Ese mismo año es seleccionada para formar parte de la antología Más cuentos para sonreír que recoge los microrelatos más destacados del II Premio Algazara de Microrrelatos, recibe una mención especial en el III Certamen Literario Jirones de Azul, edición especial Sonrisa de Gato, y forma parte de la antología de relatos conmemorativa. En 2010 participa en la antología Sorbo de Letras que reúne los mejores microrrelatos presentados al II Certamen Internacional de Literatura Hiperbreve El Rioja y los 5 sentidos.  En 2011 queda finalista y entra a formar parte de la antología del III Concurso Nacional Relatos de Mujeres Viajeras. En 2012 publica El Café de la Luna (Alrevés 2012). En la actualidad colabora recomendando libros en radio (Onda Cero, Radio Sants-Montjuïc) y es coordinadora de la sección de narrativa breve del blog La Tormenta en un Vaso. 



*La foto es de Desi Estévez


miércoles, mayo 15, 2013

Ernesto Calabuig - Cuestionario básico



1.- ¿Por qué escribes?

Como tú dices, Miguel, esta es una de esas preguntas que nunca pueden o suelen faltar. Y, sin embargo, es una de las que peor contestamos. Siempre hay una insuficiencia explicativa del  “por qué escribes”. Me recuerdo de adolescente con uno de esos cuadernos de dos anillas y recambio de hojas, escribiendo poemas que luego enseñaba al profesor de literatura. Luego dejé la poesía (afortunadamente para mí y para la Poesía) y, en tiempos de instituto y universidad, descubrí que mi necesidad de escritura se expresaba en forma de relatos, unos primeros textos que casi eran sólo estampas y que yo creo que, a su manera, tenían fuerza.

2.- ¿Cuáles son tus costumbres, preferencias, supersticiones o manías a la hora de escribir?

Un lugar confortable, un estado de ánimo tranquilo, una jarra de té, el portátil sobre las piernas, por insano que resulte… El lugar más mágico y productivo que he encontrado para escribir era una habitación en la casa de Weimar, el verano pasado. Parece el cuarto de Goethe o Schiller (de hecho había un pequeño retrato ovalado de Goethe en la pared, justo enfrente de donde yo escribía), una habitación luminosa, llena de libros, pintada en rojo suave y techo blanco. Ventanas de madera. Cómoda, antigua, silenciosa. Ahí terminé mis relatos “Caminos anfibios”, que ahora han quedado finalistas del Premio Ribera del Duero. Goethe no fue, esta vez, severo conmigo. Creo que se puso de mi parte. Como el lugar, como los bosques que recorríamos durante el día en bicicleta.

3.- ¿Cuáles dirías que son tus preocupaciones temáticas?

No me he parado a pensar sobre ello. Está claro que hay en mis libros temas recurrentes: el paso del tiempo y las aperturas y cierres que produce en nosotros, es uno de ellos. Pero en “Caminos anfibios” hay historias de infidelidades, de mentiras, de soldados, de viajes y paisajes que nos cambian porque se vuelven más grandes que nosotros, de bombas que estallan sesenta años después… No sé. Los temas son algo que sorprende al escritor cuando los críticos y los lectores los ponen de manifiesto.

4.- ¿Algún  principio o consejo que tengas muy presente a la hora de escribir?

Sí. Pienso siempre en qué pensaría yo en caso de ser el lector. Trato de ser directo y no aburrir. Si me aburre a mí, si no me interesa o me apasiona, directamente no vale. No creo en “escribir por escribir”, no creo en una “grafomanía” de llenar cuadernos y cuadernos pensando que es oro todo lo que sale de la cabeza.

5.- ¿Eres de los que se deja llevar por la historia o de los que lo tienen todo planificado desde el principio?

Pienso que uno tiene algún  tipo de idea previa de lo que quiere escribir. Pero creo mucho más en esa idea de que el escritor también va descubriendo y viendo crecer su texto sobre la marcha. Es esa “marcha”, ese escribir en acto, el que va configurando y dando forma, y muchas veces, cuando escribimos a gusto, somos los primeros sorprendidos del resultado final. A veces, sólo a veces, tienes la sensación de haber llegado lejos.

6.- ¿Cuáles son tus autores o libros de cabecera?

Con esto ocurre como con las canciones que nos gustan. Hay tantas. Pero basta que te pregunten para que te quedes bloqueado. Ya no tengo un autor de cabecera como me ocurría en aquellas fases juveniles, tan germanófilas, en las que hubiera matado por defender a Thomas Bernhard, Peter Handke, Max Frisch o Alfred Döblin. Ahora leo muchísima literatura hispanoamericana por “culpa” de mi trabajo en El Cultural de El Mundo, y ahí me impresionan cosas de Juan Gabriel Vásquez o Paz Soldán. Pero está claro que Coetzee, McEwan, Malamud, Virginia Woolf, Alice Munro… son maestros que acompañan y de los que siempre aprendes.

7.- ¿Podrías hablarnos de tu último proyecto? Bien lo último que hayas publicado o lo último que hayas escrito o estés escribiendo.

Mi último proyecto son los relatos de “Caminos anfibios”, que acaban de quedar finalistas en el Ribera del Duero y que confío en que se publiquen en un tiempo razonable, porque creo, de verdad, que son mejores que mis “viejos” cuentos de “Un mortal sin pirueta” y también que la novela “Expuestos”. Hay una mayor madurez, personal y narrativa. Al menos eso es lo que creo y lo que algunos, cuya opinión respeto, han dicho.




Ernesto Calabuig (Madrid, 1966), licenciado en filosofía, es escritor, crítico literario y traductor de alemán. Ha publicado la colección de relatos Un mortal sin pirueta (2008) y la novela Expuestos (2010). Su último trabajo, los relatos Caminos anfibios, ha quedado finalista del Premio Ribera del Duero 2013. Ha sido incluido en las antologías de relato Siglo XXI, los nuevos nombres del cuento español y Velas al viento.


lunes, mayo 13, 2013

Pedro Ugarte - Cuestionario básico



¿Por qué escribes?

Si lo supe alguna vez, ya no lo recuerdo. Aún guardo un cuaderno de 1970, con catorce o quince historias. Me gustaría repetir lo que habría contestado aquel niño, caso de que le hubieran hecho la pregunta.

¿Cuáles son tus costumbres, preferencias, supersticiones o manías a la hora de escribir?

Escribo sobre un teclado pesado, viejo, de teclas muy duras, que mantengo desde hace muchos años, aunque el resto del equipo vaya cambiando. La primera versión de las historias siempre se elabora en el ordenador, pero imprimo los textos y los corrijo en rojo, con rotuladores de punta fina. Lo hago tantas veces que podría suscribir la frase de Augusto Monterroso: “yo no escribo, yo solo corrijo”.

¿Cuáles dirías que son tus preocupaciones temáticas?

Escribo historias cercanas al lector: personas de sociedades desarrolladas a las que asaltan inseguridades y temores, que atesoran esperanzas, que cosechan pequeños éxitos y grandes fracasos. En fin, la amistad, el amor, la familia, el trabajo… Por ejemplo, muchos lectores, y algún crítico, han señalado la cantidad que cosas que ocurren en las oficinas de mis cuentos.

¿Algún  principio o consejo que tengas muy presente a la hora de escribir?

Que el talento, de existir, no exime del trabajo. Y otro principio cuya falta puede paralizar a un escritor: no permitas que el afecto o el odio de personas cercanas, ni tampoco la convivencia o el parentesco con algunas de ellas, condicionen el tono de tus historias o el contenido de las mismas.

¿Eres de los que se dejan llevar por la historia o de los que lo tienen todo planificado desde el principio?

Parto con un desenlace prefigurado, pero a través de la escritura surgen otras cosas: personajes, decorados, tramas secundarias. Es como un viaje: sabes adónde vas, pero hay muchas cosas en el camino que no podrías nunca anticipar.

¿Cuáles son tus autores o libros de cabecera?

Cuántos y cuántos son. Me limito a mencionar aquellos que me marcaron en la adolescencia o en la primera juventud, aquellos que decidieron mi suerte como lector: Kafka, Borges, Aldecoa, Canetti, García Márquez, Nabokov, Proust, Allan Poe, Donoso, Delibes, Bukovsky… Y un particular recuerdo para tres cuentistas a los que conocí y que me guiaron de un modo personal: Medardo Fraile, Antonio Pereira y Esteban Padrós de Palacios.

¿Podrías hablarnos de tu último proyecto? Bien lo último que hayas publicado o lo último que hayas escrito o estés escribiendo.

Tras un largo silencio he publicado en Páginas de Espuma un libro de cuentos, EL MUNDO DE LOS CABEZAS VACÍAS, y en Algaida una novela, EL PAÍS DEL DINERO, que resultó ganadora del Premio Logroño de Novela. Ambos reflejan bien mi forma de escribir: historias cercanas, preocupación por las relaciones personales. Creo que el cuento que da título a EL MUNDO DE LOS CABEZAS VACÍAS es uno de los mejores que he escrito y EL PAÍS DEL DINERO una novela centrada en la crisis inmobiliaria y en el modo en que las condiciones económicas influyen en la vida de las personas.




PEDRO UGARTE (Bilbao, 1963) es autor de una amplia obra como narrador, con títulos como Los cuerpos de las nadadoras, Pactos secretos, Casi inocentes, Mañana será otro día, El mundo de los Cabezas Vacías y El país del dinero. Finalista del Premio Herralde, ha obtenido entre otros los premios Euskadi de Literatura, Papeles de Zabalanda, NH de libro de cuentos, Lengua de Trapo, Julio Camba y Logroño de Novela. Sus microrrelatos se contienen en un solo libro, La expedición, que crece con el tiempo mientras va sufriendo transformaciones. Ahora sigue escribiendo.


viernes, mayo 10, 2013

Mariano Zurdo - Cuestionario básico



1.- ¿Por qué escribes?

Es como si me preguntaras que por qué ando. Y no me estoy poniendo estupendo, no me refiero a una reflexión manida del tipo "para mí escribir es como respirar". Simplemente es que escribo desde que tengo uso de razón. Creo que asumí desde que aprendí a usar un lapicero que escribir iba a ser una de mis maneras principales de comunicarme.

2.- ¿Cuáles son tus costumbres, preferencias, supersticiones o manías a la hora de escribir?

Mi manera de escribir es fundamentalmente caótica. Lo mismo escribo a mano que al teclado, en casa que en un vagón de metro, sobre todo en el metro. A cualquier hora o a ninguna.
Cuando ya llevo más encauzada una novela entonces abandono un poco el caos, pero no demasiado. Lo que sí que hago es escribir más horas seguidas.
Sí que tengo una manía que es reescribir. Y es una manía porque me paso. Y siempre reescribo a mano.

3.- ¿Cuáles dirías que son tus preocupaciones temáticas?

Todas aquellas que se le pueda pasar a una persona humana por la cabeza. Me interesan más los personajes que los argumentos. Y dentro de los personajes me centro más en el pensamiento que en la acción. Esto suena a novela ladrillo pero intento que no sea así. Soy de la opinión de que no hay acción más trepidante que la que podamos imaginar. Mis personajes siempre están al límite de la normalidad. Si les pusiéramos delante de un jurado no habría unanimidad pero espero que el veredicto al final fuera que son personas normales viviendo intensamente.
Si tuviera que destacar un tema sería el de las obsesiones, esas rutinas que nos ayudan a superar el presente pero que nos suelen dificultar el futuro inmediato.

4.- ¿Algún  principio o consejo que tengas muy presente a la hora de escribir?

La libertad. Creo que no hay un acto más libre que escribir. Escribo cuándo quiero, cómo quiero y de lo que quiero. Y no lo digo con chulería. Lo digo de manera contundente porque intento que no se me olvide.
Y de la libertad emana la diversión. Antes sufría mucho escribiendo. Ahora nada. Si me atasco, por ejemplo, apago el ordenador y enciendo la televisión y tan a gusto.

5.- ¿Eres de los que se deja llevar por la historia o de los que lo tienen todo planificado desde el principio?

Rotundamente me dejo llevar por la historia. No hacerlo sería poco coherente con lo que he dicho con anterioridad. El peso argumental lo llevan mis personajes y son ellos los que deciden por dónde van. Esto sólo funciona bien si soy capaz de dotarles de la personalidad adecuada, de consistencia. Muchas veces no lo consigo y mis personajes llevan la historia directamente a la papelera de reciclaje. Bajo mi responsabilidad, eso sí.

6.- ¿Cuáles son tus autores o libros de cabecera?

Soy ecléctico en la lectura y la lista podría ser un batiburrillo infumable. Tengo autores fetiche de los que me lo he leído casi todo, lo bueno y lo malo, como Álvaro Pombo, Eduardo Mendoza, Gonzalo Torrente Ballester o Miguel de Unamuno. De los autores actuales destacaría en novela a Fernando Clemot y a Manu Espada en relato.
En los últimos años he aprendido muchísimo de todos los escritores y escritoras de mi editorial. Y ahora estoy más volcado en la lectura de manuscritos que de libros editados. Me parecen especialmente interesantes las primeras obras, en las que se mezcla la frescura de no estar maleado por el mundo editorial y la densidad por mostrar lo máximo de ti en tu primera novela o libro de relatos.

7.- ¿Podrías hablarnos de tu último proyecto? Bien lo último que hayas publicado o lo último que hayas escrito o estés escribiendo.

En noviembre de 2012 publiqué mi última novela, Resquicios (Evohé Ediciones). El siguiente proyecto es uno muy personal y como tal me lo autoeditaré. Es una novela que ya está acabada, homenaje a las novelillas de quiosco, que está en fase de ilustración a cargo de mi buen amigo Francisco Poyatos. Y tengo tres novelas empezadas y estoy en el punto de elegir cuál abordo con mayor intensidad.




Mariano Zurdo (Madrid, 1970) es psicólogo y potencial paciente. Y editor de Talentura Libros. Añádase cuarentañero, piscis, madrileño, tenor, republicano, ateo, zurdo y del Atleti. Y, esencialmente, raro. Gusta de escribir andando, lo que ya le ha acarreado más de un disgusto.
Aunque en la vida civil es más bien cuentista, sobre el papel se define novelero. Resquicios (Evohé, 2012) es su segunda novela tras La tinta azul de la memoria (Nuevos Escritores, 2007). También tiene publicado un libro de relatos, Relatos metropolitanos (Editores Policarbonados, 2008). Tiene otra novela acabada y otras tres bastante avanzadas, fruto de una incontinencia mental que más pronto que tarde tendrá que ser tratada farmacológicamente.


miércoles, mayo 08, 2013

Luisgé Martín - Cuestionario básico



1.- ¿Por qué escribes?

Por todo. Todas las razones que aducen los escritores para escribir las comparto. Para lograr comprender el mundo. Para tratar de contarles a los demás cómo veo yo ese mundo. Para evitar ir al psiquiatra. Para conseguir la gloria. Porque no sé hacer otra cosa. Porque la cosa que más me fascina es leer. Para vivir vidas que no podría vivir si no es a través de la literatura. Todas las razones están, y todas están desde que empecé a escribir, hace ya muchos años.

2.- ¿Cuáles son tus costumbres, preferencias, supersticiones o manías a la hora de escribir?

Tengo pocas. Quizá sólo una inmutable: el silencio. Si hay ruido no puedo concentrarme. Por lo demás, soy bastante convencional. Escribo en ordenador. Escribo muy despacio, pero el texto va quedando limpio, no soy de los que corrige demasiado luego. Y suelo escribir por la noche, cuando todo se queda en calma. Nunca por la mañana, en todo caso.

3.- ¿Cuáles dirías que son tus preocupaciones temáticas?

Pues visto con perspectiva, quizá no demasiadas. Siempre me han interesado los ángulos oscuros de las relaciones humanas, lo que queda al margen de la imagen que damos a los demás. Los sentimientos innobles que no aceptamos. La venganza, la sexualidad más o menos heterodoxa… Y luego hay otra línea, menos productiva, que tiene que ver con la organización social, con la política en sentido amplio.

4.- ¿Algún  principio o consejo que tengas muy presente a la hora de escribir?

Uno fundamental y banal: no escriba nunca lo que no quieres escribir, no hagas el libro que crees que quieren leer pero que tú no necesitas escribir. Siguiendo ese principio es posible que nada funcione, pero sin seguirlo es seguro que no funcionará. Y luego hay una recomendación de Hemingway que no siempre sigo pero que me parece magnífica: “La mejor manera es parar siempre cuando vas bien y cuando sabes lo que va a ocurrir a continuación. Si lo haces todos los días mientras estás escribiendo la novela, no te atascarás”. A mí me cuesta retomar cada día el hilo, el vigor narrativo, de modo que este consejo me resulta muy útil.

5.- ¿Eres de los que se deja llevar por la historia o de los que lo tienen todo planificado desde el principio?

Si hay que elegir blanco o negro, diría que me dejo llevar. Pero tampoco es totalmente exacto. Siempre llevo una brújula que más o menos me alumbra. No soy, en todo caso, de los que hacen grandes esquemas y estructuras en diagrama. Me aburriría luego ponerme a escribir.

6.- ¿Cuáles son tus autores o libros de cabecera?

Esta pregunta es siempre imposible de responder. Se acaban repitiendo los mismos desde la juventud porque parece que aquellos dejaron el poso de la formación, que es el más importante, pero no estoy seguro de que siga siendo cierto. Los que atravesaron mi época de lector fervoroso y me cambiaron la óptica, en todo caso, fueron Dumas, Dostoievski, Clarín, Borges, Cortázar y Vargas Llosa.

7.- ¿Podrías hablarnos de tu último proyecto? Bien lo último que hayas publicado o lo último que hayas escrito o estés escribiendo.

Este será un año exageradamente prolífico. Yo he publicado poco a lo largo de mi vida, pero en 2013 tendré tres libros. Primero Donde el silencio (Imagine Ediciones), un libro con el que he ganado el Premio Llanes de Viajes y que habla de lugares y personas que viven a espaldas de la modernidad, apartados del siglo XXI. Casi a la vez aparecerá La misma ciudad (Anagrama), una novela corta de la que estoy especialmente satisfecho. Vuelve a algunos de mis temas favoritos: el cambio de identidad, la estrechez de la vida, la capacidad que tienen los sueños de engañarnos. Y en otoño, por último, Salto de Página editará un volumen con algunos relatos que he ido escribiendo desde que publiqué mi último libro de cuentos, en 2002. Se titulará Todos los crímenes se cometen por amor.




Luisgé Martín (Madrid, 1962) es licenciado en Filología Hispánica por la Universidad Complutense de Madrid y MBA por el Instituto de Empresa. En el terreno literario, ha publicado los libros de relatos Los oscuros (Alfaguara, 1990) y El alma del erizo (Alfaguara, 2002); Su primera novela fue La dulce ira (Alfaguara, 1995). Luego publicó La muerte de Tadzio (Alfaguara, 2000, galardonada con el Premio Ramón Gómez de la Serna), Los amores confiados (Alfaguara, 2005), Las manos cortadas (Alfaguara, 2009) y La mujer de sombra (Anagrama, 2012). Publicó también la colección de cartas Amante del sexo busca pareja morbosa (Temas de Hoy, 2002). Ha participado en diversos libros colectivos de relatos. En el año 2009 ganó el Premio Antonio Machado con el cuento “Los años más felices” y en 2012 el Premio Mario Vargas Llosa con “Los dientes del azar”. Colabora ocasionalmente como articulista en El Viajero, El País y otras publicaciones periódicas. En 2013 ha publicado Donde el silencio, libro con el que obtuvo el Premio Llanes de Viajes, y la novela La misma ciudad (Anagrama).


lunes, mayo 06, 2013

Berta Vias Mahou - Cuestionario básico



1.- ¿Por qué escribes?

Huyendo del discurso solemne, Brecht respondió en una ocasión que para ganar dinero. Y añadió que había compuesto poemas para conseguir un coche. El efecto de sus palabras fue fulminante. El oyente, un joven poeta, corrió a su casa y destruyó todo lo que había escrito hasta entonces. Sólo te puedo decir que yo no escribo para comprar nada. Ni siquiera libros. Tampoco para venderlos.

2.- ¿Cuáles son tus costumbres, preferencias, supersticiones o manías a la hora de escribir?

No soy supersticiosa, tampoco fetichista, aunque sí maniática. Sin embargo, no necesito gran cosa. Quiero decir, material. Tan sólo inspiración, silencio y tiempo para madurar las ideas. Un poco de papel, algún rotulador o la máquina. Tampoco tengo un horario fijo, a pesar de mi fuerza de voluntad y mi tendencia al ascetismo, pero es que como jefa soy abierta, flexible, liberal.

3.- ¿Cuáles dirías que son tus preocupaciones temáticas?

Me preocupan tantas cosas que me quedo sin palabras, aunque quizá el tema que recorre como una delgada línea roja lo poco que he escrito hasta ahora sea el miedo a hablar, los obstáculos e incluso en algunos casos las amenazas que encuentra quien intenta decir la verdad.

4.- ¿Algún  principio o consejo que tengas muy presente a la hora de escribir?

Trato de no olvidar el que a Flaubert, al parecer, le dio su asistenta en más de una ocasión cuando él le leía en voz alta algún pasaje de lo que iba escribiendo: “Está bien, pero no es necesario.”

5.- ¿Eres de las que se dejan llevar por la historia o de las que lo tienen todo planificado desde el principio?

No me dejo llevar por la historia. Tampoco lo tengo todo planificado desde el principio. Primero se me ocurre el título. Entonces preparo una portada. A continuación, escribo el final. Después, decido el número de capítulos que tendrá. Y el título de cada uno de ellos. A partir de ahí, los voy escribiendo sin orden, dejándome llevar por los caprichos de la imaginación, aunque de manera meticulosa, retocando y corrigiendo, porque, en cuanto la inspiración se desvanece, me entretengo puliendo el estilo. Y todo eso, como Sísifo, siempre cuesta arriba.

6.- ¿Cuáles son tus autores o libros de cabecera?

No me gusta leer en la cama y odio los cabeceros, dicho sea de paso, como también las mesillas de noche y las camas con patas, además de las alfombras, las zapatillas de estar por casa o las cortinas de baño. Pero sí. Tengo algunos autores lo que se llama de cabecera. Para mis viajes en el sofá, en tren o en metro: Robert Musil, Robert Walser, Kafka, Kleist, Dostoievsky, Cervantes, Lawrence Sterne, Herman Melville, Philippe Jaccottet, Pedro Salinas, Miguel Hernández, Pedro Casariego Córdoba…

7.- ¿Podrías hablarnos de tu último proyecto? Bien lo último que hayas publicado o lo último que hayas escrito o estés escribiendo.

Estoy escribiendo otra novela. Sobre un torero de los años sesenta poco conocido que se hacía llamar “El Otro”. Quiero hablar de la identidad. Y del fracaso, como una posible fuente de enriquecimiento.





Berta Vias Mahou (Madrid, 1961) es licenciada en Historia Antigua por la Universidad Complutense de Madrid. Ha traducido del alemán, entre otros autores, a Ödön von Horváth, Stefan Zweig, Arthur Schnitzler, Joseph Roth, Gertrud Kolmar y Goethe. Como autora ha publicado los siguientes títulos: la novela Leo en la cama (Espasa Narrativa, 1999), el ensayo La imagen de la mujer en la literatura (Anaya, 2000), un libro de relatos Ladera norte (Acantilado, 2001) y Los pozos de la nieve (Acantilado, 2008), calificada por la crítica como una de las mejores novelas del año 2008. Su última novela, Venían a buscarlo a él (Acantilado, 2010), ganó el Premio Dulce Chacón 2011 de Narrativa Española.