1.- ¿Por qué escribes?
Si tuviera que decirlo en una
sola frase diría que escribo porque soy más feliz si lo hago que si no. Pero
dicho eso, la cuestión es cómo o porqué he llegado hasta aquí, a que escribir forme
parte de mi manera de estar en el mundo.
Es algo que –a propósito— no
suelo plantearme, el por qué escribo. Si lo valoráramos racionalmente creo
mucha menos gente dedicaría una parte tan importante de su vida a escribir. Pero
cuando me fuerzo a meditar sobre ello, me remonto al origen de esta costumbre, a
la infancia y adolescencia, a las razones que me llevaron a hacerlo entonces. Y
las respuestas que encuentro sospecho que son bastante comunes a todos, y no
precisamente muy glamourosas: simplemente me divertía hacerlo. Tenía además la
conciencia (errónea o no, no importa) de que lo hacía bien: una forma como otra
de buscar autoestima. Pero, quizás por encima de todo, era y es un cauce para
dar salida a la tendencia que tengo a contar historias, no importa que sean
propias, ni tampoco que lo sean por escrito. Pero si lo son suponen un doble
gozo, el de transmitirlas y el de crearlas.
2.- ¿Cuáles son tus costumbres, preferencias, supersticiones o manías a
la hora de escribir?
Tengo dos manías muy acusadas:
tener tiempo por delante y disfrutar de un silencio absoluto. Por desgracia, las
dos condiciones se me resisten irremediablemente. Puedo escribir mientras
escucho música clásica, y así lo hago a menudo, pero la mayor parte de las
veces prefiero el silencio absoluto. Otra cosa es que lo consiga...
3.- ¿Cuáles dirías que son tus preocupaciones temáticas?
Observo algunos temas recurrentes
pero siempre a posteriori; no me suelo plantear: voy a hacer un relato o una
novela sobre tal o cual tema. Después ya veo que sí se repiten algunos, los más
comunes por otro lado, los eternos. Por no decir los únicos. Decía Juan Rulfo
que solo hay tres temas en Literatura: el amor, la vida y la muerte. Yo estaría
de acuerdo con ese enunciado si lo entendemos en un sentido amplio, en el que
se puedan hacer combinaciones y gradaciones de esos temas básicos. Y añadiría
los que me he encontrado en mis relatos, como el paso del tiempo (para mí otro
de los grandes temas, que está presente en muchos de ellos); el poder, en todas
las múltiples formas que adopta; el éxito o el fracaso, con la gran complejidad
de aspectos que puede adoptar también; las relaciones de toda índole con los
demás, con el mundo…
4.- ¿Algún principio o consejo
que tengas muy presente a la hora de escribir?
Sí. “In dubio, texticidio”.
Cuando leo lo que he escrito y por alguna razón hay algo que no me cuadra, lo
sacrifico sin miramientos, aunque me haya costado mucho de construir. Puede que
le dé otra oportunidad para una segunda lectura, y si entonces también me
choca, me lo cargo sin piedad. Lo que ocurre es que casi siempre el problema es
por cómo suena la lectura, que no termina de gustarme; entonces se produce una
lucha interna de fuerzas, porque me interesa que permanezca el texto por su
contenido pero en aplicación de ese principio o manía, me lo cargo. Soy muy
maniática con el ritmo de la lectura. Quizás demasiado. Por eso no me
atrevería a recomendar sino –si acaso— que
no se aplique.
5.- ¿Eres de las que se deja llevar por la historia o de las que lo
tienen todo planificado desde el principio?
Depende. He trabajado de las dos
formas, y con las dos he tenido aciertos y errores; pero tengo tendencia y me
encuentro más a gusto cuando sé hacia dónde me dirijo. En relato ha habido de
todo, desde tener claro de dónde partía y dejarme después llevar frase a frase
hacia adelante sin un rumbo predeterminado; o tener muy claro cual había de ser
el final y crear una historia que me llevara hasta él; hasta que sea la propia
historia en sí misma, más o menos completa, la que me interesara construir
desde el principio.
En novela, parto ya de la
historia planificada, no por completo, no al milímetro, eso ya se irá
descubriendo por el camino –y es lo mejor—, pero sí sabiendo aproximadamente adónde
quiero llegar.
6.- ¿Cuáles son tus autores o libros de cabecera?
Esta es una pregunta a la que
temo, porque no tiene una respuesta fija. En cada momento del tiempo (y ya va
siendo largo a estas alturas) me han gustado lecturas y autores muy diversos.
Si he de hacer la lista sin pensar mucho, como me ha sucedido a veces, resulta
que me salen los autores que me gustaron antes de los veinte años, o poco
después, cuando creo que más he disfrutado en mi vida con las lecturas. Y esto
tiene el peligro claro de que la mayoría de ellos no aguantaría probablemente la
prueba de una relectura.
Puedo mencionar, no obstante, aquellos
que pasan la prueba del tiempo: Flaubert o Chéjov, por ejemplo; o algunos de
los que me han gustado en los últimos años: Coetze, Ian McEwan, Paul Auster,…
Pero tengo la impresión de que si mañana me preguntaras te diría otros. Las
únicas que permanecerían en la lista son dos escritoras que me entusiasman:
Alice Munro y Lorrie Moore.
También hay españoles, claro, y
vivos además, pero aquí mencionar nombres ya es más delicado. Te diré, por no
escurrir del todo el bulto, que de las lecturas más recientes me han encantado
los Diarios de Iñaqui Uriarte. Pero ya
te digo, si me preguntas más adelante igual te menciono a otros. Es una lista
viva, los fijos son muy pocos.
7.- ¿Podrías hablarnos de tu último proyecto? Bien lo último que hayas
publicado o lo último que hayas escrito o estés escribiendo.
Lo que anda por ahí publicado
desde hace casi un año es el libro de relatos Limones dulces, que me acaba de dar una gran alegría al haber motivado
que la
Asociación Valenciana de Escritores y Críticos Literarios me
seleccionara como candidata a los Premios de la Crítica de este año, en la
modalidad de narrativa. Espero que sirva para que llegue a algunos lectores
más.
Estoy además con el segundo
repaso a una novela que todavía sufrirá algunos repasos más antes de darla por
terminada. Soy extremadamente lenta y no tengo tiempo material, lo que me
obliga a tener una paciencia enorme a la hora de acabar cada proyecto.
Marian
Torrejón (Sagunto, 1961). Es Licenciada en Económicas por la Universidad de
Valencia, pero –tal como ella misma afirma en su blog— es más aficionada a los
cuentos que a las cuentas. Sus relatos han obtenido numerosos premios
literarios (Premio de Cuento Ciudad de Tudela 2009,
Finalista en los Premios del Tren 2008, entre
otros) y han sido publicados en libros colectivos y en revistas literarias,
como Translapuente, en 2010, o Renacimiento, en 2011. En 2012 ha publicado el libro
de relatos Limones dulces, de
Editorial Certeza, por el que ha sido Seleccionada
por la Asociación Valenciana
de Escritores y Críticos Literarios como candidata a los Premios de la Crítica de este año, en la
modalidad de narrativa.
2 comentarios:
me suena de algo esta chica. Será porque los limones me dejaron un buen sabor de boca.
Me alegro de verla por aquí.
Besos
Recomiendo degustar sus limones... Es una excelente escritora de relatos.
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