viernes, mayo 03, 2013

Marian Torrejón - Cuestionario básico



1.- ¿Por qué escribes?

Si tuviera que decirlo en una sola frase diría que escribo porque soy más feliz si lo hago que si no. Pero dicho eso, la cuestión es cómo o porqué he llegado hasta aquí, a que escribir forme parte de mi manera de estar en el mundo.
Es algo que –a propósito— no suelo plantearme, el por qué escribo. Si lo valoráramos racionalmente creo mucha menos gente dedicaría una parte tan importante de su vida a escribir. Pero cuando me fuerzo a meditar sobre ello, me remonto al origen de esta costumbre, a la infancia y adolescencia, a las razones que me llevaron a hacerlo entonces. Y las respuestas que encuentro sospecho que son bastante comunes a todos, y no precisamente muy glamourosas: simplemente me divertía hacerlo. Tenía además la conciencia (errónea o no, no importa) de que lo hacía bien: una forma como otra de buscar autoestima. Pero, quizás por encima de todo, era y es un cauce para dar salida a la tendencia que tengo a contar historias, no importa que sean propias, ni tampoco que lo sean por escrito. Pero si lo son suponen un doble gozo, el de transmitirlas y el de crearlas.

2.- ¿Cuáles son tus costumbres, preferencias, supersticiones o manías a la hora de escribir?

Tengo dos manías muy acusadas: tener tiempo por delante y disfrutar de un silencio absoluto. Por desgracia, las dos condiciones se me resisten irremediablemente. Puedo escribir mientras escucho música clásica, y así lo hago a menudo, pero la mayor parte de las veces prefiero el silencio absoluto. Otra cosa es que lo consiga...

3.- ¿Cuáles dirías que son tus preocupaciones temáticas?

Observo algunos temas recurrentes pero siempre a posteriori; no me suelo plantear: voy a hacer un relato o una novela sobre tal o cual tema. Después ya veo que sí se repiten algunos, los más comunes por otro lado, los eternos. Por no decir los únicos. Decía Juan Rulfo que solo hay tres temas en Literatura: el amor, la vida y la muerte. Yo estaría de acuerdo con ese enunciado si lo entendemos en un sentido amplio, en el que se puedan hacer combinaciones y gradaciones de esos temas básicos. Y añadiría los que me he encontrado en mis relatos, como el paso del tiempo (para mí otro de los grandes temas, que está presente en muchos de ellos); el poder, en todas las múltiples formas que adopta; el éxito o el fracaso, con la gran complejidad de aspectos que puede adoptar también; las relaciones de toda índole con los demás, con el mundo…

4.- ¿Algún  principio o consejo que tengas muy presente a la hora de escribir?

Sí. “In dubio, texticidio”. Cuando leo lo que he escrito y por alguna razón hay algo que no me cuadra, lo sacrifico sin miramientos, aunque me haya costado mucho de construir. Puede que le dé otra oportunidad para una segunda lectura, y si entonces también me choca, me lo cargo sin piedad. Lo que ocurre es que casi siempre el problema es por cómo suena la lectura, que no termina de gustarme; entonces se produce una lucha interna de fuerzas, porque me interesa que permanezca el texto por su contenido pero en aplicación de ese principio o manía, me lo cargo. Soy muy maniática con el ritmo de la lectura. Quizás demasiado. Por eso no me atrevería  a recomendar sino –si acaso— que no se aplique.  

5.- ¿Eres de las que se deja llevar por la historia o de las que lo tienen todo planificado desde el principio?

Depende. He trabajado de las dos formas, y con las dos he tenido aciertos y errores; pero tengo tendencia y me encuentro más a gusto cuando sé hacia dónde me dirijo. En relato ha habido de todo, desde tener claro de dónde partía y dejarme después llevar frase a frase hacia adelante sin un rumbo predeterminado; o tener muy claro cual había de ser el final y crear una historia que me llevara hasta él; hasta que sea la propia historia en sí misma, más o menos completa, la que me interesara construir desde el principio.
En novela, parto ya de la historia planificada, no por completo, no al milímetro, eso ya se irá descubriendo por el camino –y es lo mejor—, pero sí sabiendo aproximadamente adónde quiero llegar.

6.- ¿Cuáles son tus autores o libros de cabecera?

Esta es una pregunta a la que temo, porque no tiene una respuesta fija. En cada momento del tiempo (y ya va siendo largo a estas alturas) me han gustado lecturas y autores muy diversos. Si he de hacer la lista sin pensar mucho, como me ha sucedido a veces, resulta que me salen los autores que me gustaron antes de los veinte años, o poco después, cuando creo que más he disfrutado en mi vida con las lecturas. Y esto tiene el peligro claro de que la mayoría de ellos no aguantaría probablemente la prueba de una relectura.
Puedo mencionar, no obstante, aquellos que pasan la prueba del tiempo: Flaubert o Chéjov, por ejemplo; o algunos de los que me han gustado en los últimos años: Coetze, Ian McEwan, Paul Auster,… Pero tengo la impresión de que si mañana me preguntaras te diría otros. Las únicas que permanecerían en la lista son dos escritoras que me entusiasman: Alice Munro y Lorrie Moore.
También hay españoles, claro, y vivos además, pero aquí mencionar nombres ya es más delicado. Te diré, por no escurrir del todo el bulto, que de las lecturas más recientes me han encantado los Diarios de Iñaqui Uriarte.  Pero ya te digo, si me preguntas más adelante igual te menciono a otros. Es una lista viva, los fijos son muy pocos.

7.- ¿Podrías hablarnos de tu último proyecto? Bien lo último que hayas publicado o lo último que hayas escrito o estés escribiendo.

Lo que anda por ahí publicado desde hace casi un año es el libro de relatos Limones dulces, que me acaba de dar una gran alegría al haber motivado que la Asociación Valenciana de Escritores y Críticos Literarios me seleccionara como candidata a los Premios de la Crítica de este año, en la modalidad de narrativa. Espero que sirva para que llegue a algunos lectores más.
Estoy además con el segundo repaso a una novela que todavía sufrirá algunos repasos más antes de darla por terminada. Soy extremadamente lenta y no tengo tiempo material, lo que me obliga a tener una paciencia enorme a la hora de acabar cada proyecto.




Marian Torrejón (Sagunto, 1961). Es Licenciada en Económicas por la Universidad de Valencia, pero –tal como ella misma afirma en su blog— es más aficionada a los cuentos que a las cuentas. Sus relatos han obtenido numerosos premios literarios  (Premio de Cuento Ciudad de Tudela 2009, Finalista en los Premios del Tren 2008, entre otros) y han sido publicados en libros colectivos y en revistas literarias, como Translapuente, en 2010, o Renacimiento, en 2011. En 2012 ha publicado el libro de relatos Limones dulces, de Editorial Certeza, por el que ha sido Seleccionada por la Asociación Valenciana de Escritores y Críticos Literarios como candidata a los Premios de la Crítica de este año, en la modalidad de narrativa.



2 comentarios:

Anónimo dijo...

me suena de algo esta chica. Será porque los limones me dejaron un buen sabor de boca.

Me alegro de verla por aquí.

Besos

Isabel Barceló Chico dijo...

Recomiendo degustar sus limones... Es una excelente escritora de relatos.