1.- ¿Por qué escribes?
Creo que
empecé a escribir por emulación, por ambición, la ambición de emocionar a
alguien de forma parecida a como ciertos libros me emocionaron a mí, aunque yo
nunca sepa si lo he conseguido realmente (y además, creo que es mejor así). Y
también por el deseo de expresar o compartir algo: algo que yo sé, o que he
sentido o sufrido, o que he visto, o, incluso, que no sé. Resumiendo, me mueve
la ambición de conseguir lo que otros escritores han conseguido conmigo. Después,
hay seguramente otras razones: la necesidad de desahogarse, o de buscar
algo de orden que nos proteja del incomprensible caos que es la vida…. Lo que
sí tengo claro es que no escribo para que me quiera alguien, no soy tan ñoño.
2.- ¿Cuáles son tus costumbres, preferencias, supersticiones o manías a
la hora de escribir?
No tengo
muchas manías, y no soy nada supersticioso. Con los años, voy dejando el papel
y el bolígrafo y pasándome al ordenador. Necesito estar solo, o que no me
moleste nadie. Puedo escribir, por ejemplo, en un café con música y lleno de
gente, siempre y cuando no haya nadie a quien yo conozca. Antes no podía. Igual
es que me hago viejo y oigo peor.
3.- ¿Cuáles dirías que son tus preocupaciones temáticas?
Juventud, el relato de Conrad, se abre con esta cita de los
hermanos Grimm:
“…pero el Enano contestó: -No,
algo humano es más querido para mí que todas las riquezas del mundo”.
Me interesa todo lo que concierne
al hombre. La soledad, la identidad, el miedo, la necesidad de ser querido y de
querer, la ambición, la traición, la muerte, el amor…
4.- ¿Algún principio o consejo
que tengas muy presente a la hora de escribir?
Creo que hay que ser claro y buscar
la belleza del conjunto, más que de las partes. Y no hay que ser vago: cuando sientas
que hay algo que falla, enfréntate a ello, aunque suponga muchas horas de
trabajo.
5.- ¿Eres de los que se deja llevar por la historia o de los que lo
tienen todo planificado desde el principio?
Antes de lanzarme a escribir una
novela necesito tenerla bastante prefigurada. Después, cuando empiezo a
escribir, me doy cuenta de que sabía muy poco de la historia, mucho menos de lo
que creía, y ésta va creciendo y voy descubriendo cosas por el camino. Un
repaso, y una capa, y otro repaso, y otra capa, y la novela se va abriendo y a
la vez haciendo más profunda.
6.- ¿Cuáles son tus autores o libros de cabecera?
Decía Faulkner que al escribir El ruido y la furia había aprendido a
leer. Mi caso es más vulgar: al leer aprendo a escribir. Escribimos a partir de
lo que nos precede. ¿Cómo escribir, si no? No sabríamos hacerlo. Lo de los
autores y libros sería una lista bastante larga. Le diré tres. El sueño de los héroes, de Bioy Casares,
El desierto de los tártaros, de
Buzatti, El buen soldado, de Ford Madox Ford. Pero me dejo tantos, que me da
rabia contestar. Por cierto, el que nuestras lecturas sirvan de aval de
nuestros escritos es una pretensión tan socorrida y tentadora como inútil.
7.- ¿Podrías hablarnos de tu último proyecto? Bien lo último que hayas publicado
o lo último que hayas escrito o estés escribiendo.
Mi última novela, Un amigo así, la publica Planeta y aparece
justo ahora, estará el 30 de abril en librerías, para la Feria del Libro de
Madrid. Trata de dos amigos, montañeros aficionados, que se han citado para
subir al Mont Blanc, el lugar en el que nació el alpinismo. He tardado mucho en
terminarla, porque la he reescrito casi por entero un par de veces, espero
haber acertado a la
tercera. Es una reflexión sobre nuestra cultura, sobre los
periódicos, sobre el fin de una época… Y sobre la amistad, el amor, la
traición, la paternidad, el heroísmo, la culpa… En fin, espero que le gustara
al Enano de los hermanos Grimm.
Martín Casariego Córdoba (Madrid, 1962) es licenciado en Historia del Arte por la Universidad Complutense
de Madrid. Su primera obra publicada, Qué
te voy a contar, se editó en 1989 y recibió el Premio Tigre Juan a la mejor opera prima de ese año. En 1997 obtuvo el Premio
Ateneo de Sevilla con su novela La
hija del coronel. En 1998
obtuvo el Premio de Literatura Infantil y Juvenil "Cervantes Chico",
que otorgan el Ayuntamiento y la Asociación de Libreros y Papeleros de Alcalá
de Henares. El 9 de octubre de
2008 un jurado presidido por Ana María Matute y compuesto, además, por Manuel
Hidalgo, Espido Freire, Rodrigo Fresán y Fernando Iwasaki, le concedió el II Premio Ciudad de Logroño por su novela La jauría y la niebla,
publicada por Algaida (2009).
Con La
primavera corta, el largo invierno (1999)
y Campos enteros llenos de
flores (2001), obras de
largo alcance, logró merecido reconocimiento. Además de novelas y relatos, es
autor de guiones de cine (hasta ahora ha escrito siempre en colaboración),
entre ellos Amo tu cama rica (1991), La Fuente Amarilla (1999), o la adaptación de su novela Y decirte alguna estupidez, por
ejemplo, te quiero –,
estrenada en 2001. Ha
colaborado en distintos medios de prensa.
Su última novela, Un amigo así, acaba de ser editada por Planeta.
*La fotografía es de
Luis de las Alas
1 comentario:
Descubro a Martín, su obra, gracias a ti, Miguel.
Un abrazo a ambos.
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