1.- ¿Por qué escribes?
Por
voluntad. Por cabezonería. Porque no me queda más remedio.
2.- ¿Cuáles son tus costumbres,
preferencias, supersticiones o manías a la hora de escribir?
Suelo
escribir ficción por las mañanas. Las tardes las dedico a las columnas de
prensa. Mis condiciones suelen ser silencio, y por las tardes, tabaco, a ser
posible un cigarro habano o una pipa, whisky de malta.
3.- ¿Cuáles dirías que son tus
preocupaciones temáticas?
No lo
sé y creo que prefiero no saberlo. No me guío por temas sino por el poder de la
historia.
4.- ¿Algún principio o consejo que
tengas muy presente a la hora de escribir?
Me
gusta mucho un consejo del gran poeta cubano Lezama Lima: “Sólo lo difícil es
estimulante”.
5.- ¿Eres de los que se deja llevar por la
historia o de los que lo tienen todo planificado desde el principio?
En mi
caso, suele haber un germen, una imagen, una idea, un personaje, a los que se
van imantando otras imágenes y personajes. No empiezo a escribir hasta que noto
la tensión, la ebullición del asunto. Y entonces me pongo a la tarea sin mucha
planificación previa. Me gusta descubrir la novela a medida que la voy
escribiendo, eso me ha dado muchas y agradables sorpresas.
6.- ¿Cuáles son tus autores o libros de
cabecera?
Son
cientos de ellos. No sé, hay autores que están en el fondo de mi memoria, que
leo desde que era un crío, Cortázar, London, Poe, Borges, Torrente
Ballester, Lem, Anthony Burgess; luego hay otros que voy descubriendo y
se van incorporando al primer filón. Pero la lista sería inagotable.
7.- ¿Podrías hablarnos de tu último
proyecto? Bien lo último que hayas publicado o lo último que hayas escrito o
estés escribiendo.
Mi último libro publicado
es Todos los buenos soldados (ed. Planeta), una novela a caballo entre el
género histórico y la novela negra, ambientada en la guerra de Ifni y con el
cómico Miguel Gila de protagonista. Hay emoción y hay humor, que para mí son
los dos ingredientes fundamentales de una novela desde el Quijote.
David Torres (Madrid, 1966). Licenciado en Filología
Hispánica por la Universidad Autónoma de Madrid, imparte clases en el Centro de
Estudios Literarios Hotel Kafka. Es columnista del periódico El Mundo. Ha sido guionista del programa
de TVE-2, Al filo de lo imposible. Es
autor de las novelas Niños de tiza (2008), El mar en ruinas
(2005), El gran silencio (2003), Nanga Parbat (1999)
y Punto de fisión (2011); los libros de cuentos Cuidado con el perro (2002) y, Donde
no irán los navegantes (1999); el libro de viajes La sangre
y el ámbar (2006) y el poemario Londres (2003), entre
otros. Gestiona el blog “Tropezando con melones”.
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