1.- ¿Por qué escribes?
Escribo porque no tengo otro remedio,
es algo necesario no voluntario. Desde el acuerdo con el maestro Jorge Guillén
respecto a que "el mundo está bien hecho" escribo para ordenar
un mundo. Creo en la verdad objetivo y en la existencia de modelos de bien y de
belleza, así pues intento plasmar en lo que escribo una suerte de
"literatura sapiencial". Tal vez sea mejor responder a la manera
agustiniana y explicar para qué NO escribo: no lo hago para contar una historia
(aunque creo que hay variadas y sabrosas historias en lo que escribo), ni para
conocerme mejor (aunque suele ser un subproducto o elemento residual tras la
escritura), ni para comunicarme con los demás (aunque me encanta recibir
aportaciones de los lectores).
2.- ¿Cuáles son tus costumbres, preferencias, supersticiones o manías a
la hora de escribir?
Como han dicho las grandes
escritoras, me basta con tener "una habitación propia". No necesito
silencio ni una herramienta concreta ni una hora del día exacta. El hecho
mecánico de la escritura no es importante, uno descansa mientras escribe y
trabaja mientras piensa en la escritura. Para este "trabajo" si
detesto las interrupciones prácticas como el teléfono impertinente o los niños
llorones (Dios los bendiga).
3.- ¿Cuáles dirías que son tus preocupaciones temáticas?
Las eternas: el bien y el mal
(mejor Bien y Mal), la incomunicación, el amor frustrado, la belleza inasible..
y la Verdad, siempre la Verdad.
4.- ¿Algún principio o consejo
que tengas muy presente a la hora de escribir?
Solo existe la palabra, no hay
contenido ni moralidad ni ayuda en la novela. No engañar, la mentira es mala
compañera estética, como el pescado y los invitados indeseados al tercer
párrafo ya hiede. No creerse nunca que uno escribe bien, si nos entra la
tentación dejar inmediatamente de escribir y leer un rato a alguno de los
maestros. Nunca pensar en que lo escrito va a ser publicado.
5.- ¿Eres de los que se deja llevar por la historia o de los que lo
tienen todo planificado desde el principio?
Me alegra que me haga esta
pregunta. En el último año he tenido la suerte de conocer a bastantes
escritores y siempre me asombra que manifiesten "dejarse dominar por los
personajes, "empezar sin tener a la vista el final", "ser los
primeros sorprendidos por el giro del argumento"... Yo, sea por mi
formación científica o por mi propia idiosincrasia, no concibo escribir sin
saber exactamente el final y la peripecia de la historia; es más, conozco la
extensión, estructura y división en capítulos de la novela.
6.- ¿Cuáles son tus autores o libros de cabecera?
Siempre Nabokov, el gran
novelista (y no solo novelista) del siglo XX con leguas de distancia sobre los
demás. Los ingleses de la primera mitad de ese siglo: Saki, Wodehouse, Waugh,
Connolly, Powell... y sus análogos españoles Baroja, Jardiel, Neville, Mihura.
Tal vez por rebelión contra la pesadez de los mal llamados
"realistas" que son solo aburridos, naturalistas, pesados y solemnes
de toda laya. De los vivos Ishiguro, Amis, Andrés Ibáñez, Pablo D´Ors y poetas
como Álvaro Fierro Clavero, Antonio Praena más los enormes Emily Dickinson y
Rubén Darío. De los fallecidos hace poco W.G. Sebald, David F. Wallace,
Bolaño...¡Y los de mi editora, faltaría más!
7.- ¿Podrías hablarnos de tu último proyecto? Bien lo último que hayas
publicado o lo último que hayas escrito o estés escribiendo.
Tras la presentación de mi
primera novela El último de Cuba (ed.
La Huerta Grande) sigo trabajando en su segunda parte El hombre de negro. También en algunas ideas sobre el tema del
Viaje previstas para su exposición oral y posterior refundición en libro, tal
vez como Viajes a ninguna parte.
José Joaquín Bermúdez Olivares (Cartagena, España, 1963). Doctor en
Ciencias Químicas, se ha dedicado a la investigación, la industria y la
docencia. Entre 2010 y 2013 escribe El
último de Cuba, novela sobre el último Obispo de la Cuba española en 1898
bajo la forma de una falsa biografía de un personaje real intercalada con la
peripecia de su biógrafo y falsario Rafael Sánchez, un "detective
cultural" trufado de espía en la España de mediados del siglo XX.
Publicada en enero de 2016 por la editorial La Huerta Grande, en la actualidad
trabaja en la continuación (o segunda salida) de las andanzas de este
personaje. Extremadamente reacio a las apariciones públicas sigue residiendo en
su localidad natal pese a los cantos de sirena del mundillo literario; muy
celoso de su intimidad no podemos asegurar que la fotografía adjunta sea real y
no una falsificación más de su personaje Sánchez.