Este año se complicó todo y sólo pude estar en
la Feria del Libro de Madrid un día. El sábado día 11 realicé un viaje relámpago aprovechando una de las ofertas del AVE y me planté en Madrid. El día fue extremadamente caluroso y
la Feria me resultó más larga que otros años. No es de extrañar que por la noche tuviera que poner los pies a remojo.
Me llevé una mochila vacía y la traje llena de libros. Ninguno de un autor alemán, pese a que
la Feria estaba dedicada este año a la literatura alemana. Lo cierto es que no percibí ninguna presencia de autores alemanes por allí. En cambio, la que sí visitó el parque del Retiro para firmar infinidad de libros fue Isabel Allende.
La cola de gente esperando una firma suya era, por decirlo de algún modo, escalofriante.
Sentía que debía aprovechar al máximo el tiempo. Estuve consultando los autores que iban a firmar ese día. Bueno, los que aparecen en la lista porque la experiencia dice que luego se encuentra uno con gente firmando que, en principio, no estaba anunciada en ninguna parte. Belén Gopegui firmando su último libro, “Acceso no autorizado”. Elvira Lindo firmaba una recopilación de sus artículos, “Don de gentes”. Rosa Montero, su último libro, “Lágrimas de Lluvia”. Antonio Muñoz Molina, Leopoldo María Panero, Manuel Vicent, Mario Muchnik, Rafael Reig, Benjamín Prado, Lorenzo Silva o Jimina Sabadú, autora de la novela “Celacanto”, ganadora del XVI Premio Lengua de Trapo de novela, entre otros muchos.
Por supuesto, había autores muy solicitados, como Matilde Asensi, María Dueñas, Kate Morton, Javier Sierra, Albert Espinosa, que sigue siendo uno de los más vendidos con su libro “Si tú me dices ven lo dejo todo, pero dime ven”, título extraño donde los haya, Megan Maxwell, Care Santos... También caras conocidas de la televisión, como Nuria Roca o Javier Sardá.
Aproveché para visitar la caseta en la que se encontraba la editorial Traspiés. Allí estaba mi libro y todos los títulos de la colección Vagamundos, entre ellos los dos últimos lanzamientos: “Lecturas y lugares”, de José Luis García Martín, y “Una sombra en Pekín”, de José Ángel Cilleruelo. Me llevé estos dos títulos, firmados amablemente por sus autores.
También compré el último libro de Manuel Longares, “las cuatro esquinas”, en el que reúne cuatro historias ambientadas en Madrid.
El libro de cuentos de Irene Jiménez, “La suma y la resta”, editado por Páginas de Espuma. Éste es su cuarto libro de cuentos, después de “La hora de la siesta”, “El placer de
la Y” y “Lugares comunes”. Una autora de la que había oído hablar mucho y que tenía ganas de conocer.
La novela de Esteban Gutiérrez Gómez, “La enfermedad del lado izquierdo”, editada por Eutelequia, que narra la historia de un hombre que se rebela contra una existencia excesivamente programada. Uno de esos libros que se está dando a conocer gracias al boca oreja de sus lectores.
Y, por supuesto, aproveché para comprar el último libro de Miguel Ángel Zapata, “Esquina inferior del cuadro”, editado por Menoscuarto. Al parecer, Zapata, que ya había publicado dos recomendables libros de microrrelatos en la editorial Traspiés, “Baúl de prodigios” y “Revelaciones y magias”, reúne en este nuevo libro historias de mayor extensión cuyos protagonistas, según cuenta la sinopsis, aparecen esquinados, fuera de lugar, ajenos a su tiempo y sus deseos.
Además tuve la suerte de poder encontrarme allí con amigos como Pepe Cervera, José Ángel Barrueco, Francisco Javier Torres, Fernando Valls, José Antonio López, Juan Jacinto Muñoz Rengel... y de conocer a Jesús Ortega, autor del libro de relatos “El clavo en la pared” (Cuadernos del Vigía), a David Roas, cuyo último libro se titula “Distorsiones” (Páginas de Espuma), y a Luis Argeo, cineasta y escritor de guías de viaje.
El año que viene espero poder estar más tiempo, tomármelo con un poco más de calma y, con suerte, disfrutar de una Feria muy especial.