jueves, noviembre 28, 2013

Eva Monzón - Cuestionario básico


1.- ¿Por qué escribes?

Porque al hacerlo, el sinsentido de las cosas cobra significado, uno que me calma un tanto, y a la vez, puedo compartir.

2.- ¿Cuáles son tus costumbres, preferencias, supersticiones o manías a la hora de escribir?

Me gusta escribir, si es a mano, con bolígrafo negro, si es en el ordenador, sobre una mesa despejada. No tengo supersticiones, ni en esto ni en nada, eso sí, me gustan por lo que tienen de literarias.

3.- ¿Cuáles dirías que son tus preocupaciones temáticas?

Los seres humanos, sus acciones, interacciones, la capacidad que tenemos de hacer lo más terrible y lo más sublime.

4.- ¿Algún  principio o consejo que tengas muy presente a la hora de escribir?

Que interese.

5.- ¿Eres de las que se deja llevar por la historia o de las que lo tienen todo planificado desde el principio?

Soy de las que teniendo una idea, no permito que sea fija, creo en el dinamismo entre esa idea primera y su evolución.

6.- ¿Cuáles son tus autores o libros de cabecera?

Muchos, leo constantemente, ahora estoy con autores de Europa del Este, son magníficos, entre ellos Herta Muller, Bohumil Hrabal o Varujan Vosganian y su genial El libro de los Susurros. No son mis favoritos, son los que estoy leyendo ahora, pero están entre ellos, claro.

7.- ¿Podrías hablarnos de tu último proyecto? Bien lo último que hayas publicado o lo último que hayas escrito o estés escribiendo.


Lo último que he publicado, Errantes, acaba de salir editado por la editorial Paréntesis.  Y lo último escrito ha sido, otra novela, El día a día, una obra de teatro, El descubrimiento, y estoy haciendo guiones para dos cortos. 


Eva Monzón Jerez. Nacida en Santander, pasó la infancia en Palma de Mallorca y actualmente vive en Valencia. Estudió música, idiomas, y psicología. Trabajó como profesora de inglés durante varios años. Ahora ejerce en un gabinete privado como psicóloga clínica. 
Ha publicado relatos cortos –con Bartleby y Acumán– y poesía en diversas revistas. Y fue coguionista en un programa de radio durante dos años. Su novela corta Tiempo Muerto la editó Bartleby junto con relatos cortos. La novela Entreactos, ganadora del certamen de Alfonso el Magnánimo de la ciudad de Valencia en su modalidad de narrativa en castellano del 2006, fue publicada por Algar. Ha realizado el guión del libro y está en manos de una productora en espera de hacerse la película. También ha escrito, por encargo, dos cortos y una ópera de cámara. Ha colaborado en el libro A la lluna de las lletras con tres relatos. Tradujo el diario, inédito en España, que llevó el premio Nobel de literatura, J. Steinbeck, durante el proceso de creación de Al Este del Edén, para Bartleby Editores, y que acaba de ser publicado. Diario de una novela: Las cartas de “Al Este del Edén”. 
Errantes, publicada por Paréntesis, acaba de salir este mes de octubre.
Colaboró en la biografía del sindicalista Joaquín Navarro. Tiene inéditos una novela juvenil; La cicatriz de Paula, un libro de relatos cortos; Retazos, una colección de poemas, Momentos. Y una obra de teatro, Lo que no se quiere recordar que se representará en breve, también tiene las obras El descubrimiento y El jurado. La pelea ganó el certamen de Crono Teatro, para ser representada en el metro de Madrid.
Actualmente ha terminado su cuarta novela El día a día, una obra de teatro dedicada a la actriz Mamen García y dos guiones para sendos cortos. Imparte talleres de escritura creativa, el próximo, en enero de 2014.

Lleva un blog diario, Fragmentos.

lunes, noviembre 25, 2013

Josephine Hart

Josephine Hart era una escritora de origen irlandés que residía en Londres, nacida en 1942 y fallecida en 2011 a causa de un cáncer. También fue productora teatral y presentadora en televisión de un programa sobre libros.


Su primera novela fue un auténtico best seller. Se publicó en nuestro país con el título “Destrucción” (1991), pero cuando se estrenó la película que, basándose en el libro, dirigió Louis Malle y protagonizaron Jeremy Irons y Juliette Binoche, se reeditó en el título “Herida”(1993).


El libro es realmente desasosegante. Trata sobre la obsesión sexual que siente un importante diplomático hacia la novia de su hijo. Una relación inevitable y autodestructiva. La historia se lee con la respiración contenida. Un descenso a los infiernos que hizo que me interesase por esta escritora.


Se publicó otra novela de ella, con el título “Envidia” (1995), también en la editorial Plaza & Janés. Igualmente una historia de obsesiones, una exploración del lado oscuro del ser humano, en esta ocasión se trata del caso de dos primas, una de las cuales siente una envidia destructiva hacia la otra. De nuevo una historia que mantiene una tensión asfixiante.


Y luego... nada.
Desaparece de nuestro país. Ninguno de sus libros posteriores es traducido y no llegan hasta nosotros sus obras “Oblivion”, “The Stillest Day” o “Reconstructionist”.


En 2010, Alianza Literaria publica su último libro, “Las raíces del amor”, en el que narra el impacto que provoca en todos los que le rodean la muerte de un joven mientras manipula unos explosivos. Un libro más elaborado, más complejo, que supone un salto enorme respecto a las novelas que conocía. Un libro en el que me he reencontrado con una escritora nueva, pero en el que he reconocido su valentía para adentrarse en el lado más doloroso de la naturaleza humana. 


jueves, noviembre 21, 2013

Eloy Tizón - Cuestionario básico


1.- ¿Por qué escribes?

Para llenar un vacío. Para aliviar un dolor. Para mitigar una pena. Para canalizar el miedo. Para sentir vértigo. Para entrar en éxtasis. Para pagar deudas. Para estar solo o para dejar de estarlo. Por hacer algo con las manos. Porque algunos días son largos. Porque algunos días son cortos. Por alguna otra razón, retorcida y secreta, que des­co­noz­co y acato.

2.- ¿Cuáles son tus costumbres, preferencias, supersticiones o manías a la hora de escribir?

No creo ser especialmente maniático en lo tocante a la escritura, aunque igual sí lo soy y no me he enterado. Necesito cantidades ingentes de tiempo por delante y estar aisla­do del mundo. Mi mejor momento para escribir es por la mañana, que para mí son las horas de lucidez relativa (tampoco mucha), a ser posible en silencio. La banda sonora de los vecinos (timbres, teléfonos, amenas broncas de pareja) me des­con­cen­tra bas­tan­te.

3.- ¿Cuáles dirías que son tus preocupaciones temáticas?

Creo que tiendo a escribir de lo que se rompe. Me parece que las cosas rotas encierran más sustancia narrativa y más verdad que las que están enteras.

4.- ¿Algún  principio o consejo que tengas muy presente a la hora de escribir?

Ninguno en especial, si bien me identifico mucho con el grito de los directores de cine: «¡Corten!»

5.- ¿Eres de los que se deja llevar por la historia o de los que lo tienen todo pla­ni­fi­ca­do desde el principio?

No planifico nada. La literatura es una cosa loca, una cosa sin domar, un amor loco. No se puede pro­gra­mar, es como una enfermedad. Tal día, a tal hora, tengo previsto contraer la malaria. No, no se puede. Sería ridículo.

6.- ¿Cuáles son tus autores o libros de cabecera?

Son muchos, demasiados, no podría nombrarlos todos. Tampoco deseo colgarme me­da­llas que no me corresponden. Ellos no tienen la culpa de que yo los ado­re. Mejor de­jé­mos­los tran­qui­los, en su belleza inconsolable.

7.- ¿Podrías hablarnos de tu último proyecto? Bien lo último que hayas publicado o lo último que hayas escrito o estés escribiendo.

Con mucho gusto. Acabo de publicar un libro que se titula Técnicas de iluminación. Son diez historias protagonizadas por personajes un tanto a la deriva, que han perdido el rumbo, a quienes vivir se les da bastante mal (como a casi todos nosotros, ¿no?), aunque al final lo que predomina en ellos es una cierta voluntad de seguir, a pesar de todo, ade­lan­te.




Eloy Tizón nació en Madrid en 1964. Es autor de varias novelas y libros de relatos. Su última obra, recién editada por Páginas de Espuma, se titula Técnicas de iluminación.

lunes, noviembre 18, 2013

Festival Eñe 2013

El viernes 15 y el sábado 16 de Noviembre asistí al Festival Eñe 2013, que se celebró, como todos los años, en el Círculo de Bellas Artes de Madrid. 
Cuando llegué, estaba terminando la charla de la escritora Zoé Valdés sobre cómo influye el estado de ánimo, las circunstancias personales, en la propia obra. Me llamó la atención cuando contó que en una época de crisis, de desánimo, visitaba diariamente el museo del Louvre. Los artistas allí representados fueron sus auténticos psicólogos.


Con motivo de la publicación de la antología Última temporada, de la editorial Lengua de Trapo, se reunieron algunos de los autores en ella seleccionados para hablar de la generación literaria de los años ochenta: Daniel Gascón, Juan Soto Ivars, Aloma Rodríguez, María Folguera, Guillermo Aguirre, Juan Gómez Bárcena y el editor Jorge Lago. Se plantearon temas sobre si existen unas preocupaciones comunes, si existe la necesidad de “matar al padre”, es decir, de oponerse a las tradiciones literarias anteriores. También se habló de las redes sociales, de la autopromoción y, un poco por encima, del prólogo del libro, escrito por Alberto Olmos, que ha suscitado cierta polémica.


Se hizo pública la lista de finalistas del premio Cosecha Eñe, que convoca anualmente la revista del mismo nombre, y se desveló el nombre del ganador (la ganadora en este caso): la escritora Lara Moreno.


Más tarde, también asistí a la mesa redonda que reunió a los escritores Juan Aparicio Belmonte, Marta Sanz, Juan Gracia Armendáriz, Isabel Mellado, Eduardo Laporte, Juan Martínez de las Rivas y Marta Caballero, con motivo de la publicación de la antología de relatos publicada por Demipage, Diez bicicletas para treinta sonámbulos. La charla se centró en la diferencia entre cuento y novela, esa aparente confrontación entre dos géneros que da lugar a posicionamientos radicales y a argumentos tan despreciativos como que todo cuentista es un novelista frustrado. Percibí en más de uno de los participantes una postura hacia el relato poco respetuosa, lo cual me llamó la atención entre gente que acaba de participar precisamente en una antología. También hubo quien dijo que sólo escribía relatos cuando se los encargaban, como era el caso del libro en cuestión. Marta Sanz huía de este tipo de generalizaciones o de clasificaciones un poco absurdas, e Isabel García Mellado procuró mantenerse al margen de la polémica. En fin, tal vez este tema dé para una entrada del blog.


Al día siguiente, llegué con cierto retraso y me perdí la charla entre Santiago Posteguillo y Juan Eslava Galán, sobre las claves de la novela histórica. Sí llegué a tiempo a la mesa redonda de los escritores Lorenzo Silva, Jesús Marchamalo y Gonzalo Torné, que giró en torno al tema de la relación del escritor con la tecnología. Jesús Marchamalo actuó de moderador entre Lorenzo Silva, que escribe con ordenador, y Gonzalo Torné, que escribe a mano porque, explicó, la imagen del ordenador le da al texto un aspecto definitivo que le impone mucho respeto. La charla estuvo plagada de anécdotas y fue muy amena. También se trató el tema de la relación de los escritores con las redes sociales, de la distracción que esto puede suponer para su trabajo, ante lo que Lorenzo Silva reenfocaba la cuestión convirtiendo las amenazas en nuevas posibilidades.


Lara Moreno, Alberto Marcos, Llucia Ramis y Javier Morales Ortiz hablaron sobre su propia obra, como autores con proyección de futuro, preguntándose si son escritores que van a contracorriente, algo difícil de resolver ya que resulta difícil identificar la corriente dominante. Hablaron sobre lo que supuso para ellos la publicación del primer libro y el origen de su afición por la literatura.


Antonio Orejudo y Rafael Reig mantuvieron una distendida charla en torno al uso del humor en la literatura actual. Reivindicaron la tradición humorística española, con ejemplos tan contundentes como El Quijote, El Buscón, El lazarillo de Tormes, La Celestina... Se burlaron de la gravedad de ciertos autores, de lo en serio que se toman a sí mismos, lo cual consideran muy poco saludable.


Javier Reverte y Andrés Amorós hablaron sobre la literatura de viajes, con motivo del libro de crónicas de Ramón Pérez de Ayala publicado en la colección Obra Fundamental de la Fundación Banco Santander. La charla fue muy amena, llena de anécdotas y datos curiosos.


Jon Bilbao dio una charla sobre la abundancia de decálogos y principios que intentan acotar los caminos de la literatura y, sobre todo, por qué suelen referirse principalmente al género del relato.


Doménico Chiappe habló con el crítico Santos Sanz Villanueva sobre su novela Tiempo de encierro, recientemente publicada por Lengua de Trapo, que está basada en un caso real de desahucio.


Martín Casariego habló sobre la crisis del mundo del libro, la influencia de lo digital, los nuevos hábitos que impone internet y la necesidad de adaptarse y de crear nuevas fórmulas de supervivencia.


Por último, Benjamín Prado y Julia Navarro mantuvieron una charla sobre el papel de la ficción en el mundo actual, partiendo de la publicación del libro Dispara, yo ya estoy muerto.


Por supuesto, como siempre ocurre en este tipo de eventos, no se puede asistir a todo. Hubo lecturas, como la que hizo Elena Medel, que acaba de recibir el Premio Loewe de poesía, o Pilar Adón, o Pablo Fidalgo, por citar algunos nombres. Y también hubo actos en los que participaron otros autores, como Juan Bonilla, José Manuel Caballero Bonald, Isaac Rosa, Soledad Puértolas, Juan Manuel de Prada, el director de cine Fernando León de Aranoa, o la mesa redonda entre los editores Diana Zaforteza, Jorge Lago, Pablo Mazo y Diana Hernández. Pero es imposible verlo todo. 

El año que viene más.

jueves, noviembre 14, 2013

Vicente Muñoz Álvarez - Cuestionario básico


1.- ¿Por qué escribes?

Básicamente, para conocerme mejor a mí mismo y, por extensión, al resto de la humanidad. Las palabras escritas, al menos en mi caso, describen estados de ánimo que de ningún otro modo soy capaz de concretar y expresar.

2.- ¿Cuáles son tus costumbres, preferencias, supersticiones o manías a la hora de escribir?

Me gusta escribir desde la pantalla, directamente en mi blog, y a partir de ahí, de ese borrador, ir puliendo progresivamente el texto en sucesivas versiones. O pasear con una libreta en la mano e ir transcribiendo lo que veo y siento y pienso. Por lo general, impulsivamente, sin planificación previa.

3.- ¿Cuáles dirías que son tus preocupaciones temáticas?

La vida y la muerte, el amor y el desamor, la soledad, el individuo como sujeto de experimentación, la alienación del Estado de bienestar...

4.- ¿Algún  principio o consejo que tengas muy presente a la hora de escribir?

Sé, siempre, tú mismo, con todo lo bueno y malo que ello implica. 

5.- ¿Eres de los que se deja llevar por la historia o de los que lo tienen todo planificado desde el principio?

Más bien de los primeros. Mi escritura parte de una idea o pensamiento, que luego va cobrando forma sobre el papel. Sobre todo cuando escribo poesía, guiado por la inspiración y el impulso. Con la prosa la cosa cambia, desde luego, y normalmente parto, sí, de una cierta planificación.

6.- ¿Cuáles son tus autores o libros de cabecera?

Thomas Bernhard, Louis-Ferdinand Céline, Jack Kerouac, Raymond Carver, Malcolm Lowry, Charles Bukowski, Allan Poe, Maupassant, Thoreau, etc, etc.

7.- ¿Podrías hablarnos de tu último proyecto? Bien lo último que hayas publicado o lo último que hayas escrito o estés escribiendo.

Mi último libro publicado se titula Animales perdidos (Baile del sol, 2012), un poemario autobiográfico. Y también la antología El descrédito: Viajes narrativos en torno a Louis-Ferdinand Céline (Editorial Lupercalia, 2013), que he coordinado con Julio César Álvarez. Y la última entrega del fanzine que edito, Vinalia Trippers, titulada Spanish Quinqui, dedicada al cine quinqui español. Ahora mismo trabajo en dos nuevos poemarios, que verán pronto la luz, y un ensayo sobre cine de culto, que dará continuidad a Cult Movies: Películas para llevarse al Infierno (Eutelequia, 2011)



Vicente Muñoz Álvarez (León, 1966). Ha publicado poemarios: Buscando la luz (Vinalia Bolsillo, 1998), Canciones de la gran deriva (Ateneo Obrero de Gijón, 1999, reedición ampliada, Origami, 2012), 38 Poemash (Vinalia Bolsillo, 2000), Privado (Baile del sol, 2005), Estación del frío (Ed. 4 del agosto, 2006), Parnaso en llamas (Baile del sol, 2006), Animales Perdidos (Baile del sol, 2012). Relatos y novela: Monstruos y Prodigios (Premio Letras Jóvenes Castilla- León, 1995. Reedición Amargord, 2007), El pueblo oscuro (Las palabras del pararrayos, 1996), Perro de la lluvia (Iralka, 1997), Los que vienen detrás (DVD ediciones, 2002), El merodeador (Baile del sol, 2007), Marginales (Eje Ediciones, 2008), Mi vida en la penumbra (Eclipsados, 2008). Y ensayo: El tiempo de los asesinos (Iralka, 1998), Cult Movies: Películas para llevarse al Infierno (Eutelequia, 2011). Ha coordinado las antologías: Golpes: Ficciones de la crueldad social, con Eloy Fernández Porta, (DVD ediciones, 2004), Tripulantes: Nuevas aventuras de Vinalia Trippers, con David González (Eclipsados, 2007), Resaca/Hankover: Un homenaje a Charles Bukowski, con Patxi Irurzun (Caballo de Troya, 2008), 23 Pandoras: Poesia alternativa española (Baile del sol, 2009),Beatitud: Visiones de la Beat Generation, con Ignacio Escuín (Baladí, 2011) y El descrédito: Viajes narrativos en torno a Louis Ferdinand Céline, con Julio César Álvarez (Lupercalia, 2013).
Ha sido incluido en numerosas antologías de poesía y prosa contemporánea.
Edita desde 1996 el fanzine Vinalia Trippers.

http://mividaenlapenumbra-vinaliatrippers.blogspot.com.es/

lunes, noviembre 11, 2013

Bárbara Blasco - Cuestionario básico


1.- ¿Por qué escribes?
No tengo ni idea. Supongo que si lo supiera dejaría de escribir, así es que podría decir que escribo para saber por qué escribo. También podría decir que lo hago para poder verme desde fuera, para que mis pensamientos se vuelvan concretos, visibles, con el traje de las letras, para saber quién demonios soy. También podría decir que verme desde fuera equivale a conocer el mundo por dentro.
Podría decir, como Pessoa, que escribir no es una ambición, sino mi manera de estar solo en el mundo. Podría decir, como Plath, que un escritor es alguien a quien le dan un mueble y te hace un árbol.
Podría decir aunque prefiero escribir.

2.- ¿Cuáles son tus costumbres, preferencias, supersticiones o manías a la hora de escribir?
No tengo manías, ni de mesa, ni de hora, ni de luz- ventajas de haber tenido una vida espartana- simplemente escribo. La única condición necesaria es cierta libertad, sentirme libre y también insatisfecha. El conformismo nunca me ha resultado creativo.

3.- ¿Cuáles dirías que son tus preocupaciones temáticas?
El amor y sus derivados, el miedo, el odio, el deseo, el paso del tiempo, la muerte, en fin las mismas que las de Homero, Shakespeare o mi pescatera.
En cuanto a géneros, he de decir que a priori me interesan más las historias que exploran las emociones humanas que las tramas policíacas, más el presente que el pasado o el futuro, más el realismo, entre muchas comillas, que la ciencia ficción. Pero para todo eso hay excepciones.

4.- ¿Algún  principio o consejo que tengas muy presente a la hora de escribir?
Si lo puedes decir con menos, hazlo. Creo que en la síntesis- la poesía es síntesis- se asienta mejor la verdad.
Y la idea de que soy yo quien está al servicio de la historia, que soy yo quien trabaja para la novela y no al revés.

5.- ¿Eres de las que se deja llevar por la historia o de las que lo tienen todo planificado desde el principio?
Siempre he sido incapaz de planificar nada, y sin embargo…
No creo que se pueda tener todo claro antes de empezar a escribir, las novelas hay que vivirlas al escribirlas, si no, ¿cómo va a revivirlas quien las lee? Uno de los privilegios de este oficio es poder mirar el mundo con ojos nuevos a través de los personajes, tener la posibilidad de vivir otras vidas. Y sin embargo… sin embargo, me sorprendo releyendo los primeros apuntes de una historia, descubriendo que ya estaba todo ahí. Me gusta esa idea de avanzar para llegar al inicio, creo que lo expresó muy bien Plath con lo del árbol.

6.- ¿Cuáles son tus autores o libros de cabecera?
Soy más de libros, aunque me enamore de sus autores. El primero que leí con 9 años o así, fue Los tres mosqueteros. Me dije, temblorosa, eufórica: ¡por fin he descubierto la fórmula definitiva contra el aburrimiento y la soledad! Pronto descubrí que eran cada vez necesarias más dosis para producir el mismo efecto. Ya en la adolescencia me atiborré de El guardián entre el centeno, Desayuno con diamantes, Bukowski, y todo tipo de poesía. Luego vinieron Mme Bovary, y Rojo y negro, y Un amor de Swan y La metamorfosis. Y más tarde Philip Roth, Bernhard, Bolaño, Vila Matas, Kristoff, Amis, McCarthy…
El último chute  que me ha hecho viajar ha sido Stoner, de John Williams.

7.- ¿Podrías hablarnos de tu último proyecto? Bien lo último que hayas publicado o lo último que hayas escrito o estés escribiendo.
Es otra novela, La memoria del alambre. Se llama así por aquello de que el alambre, una vez se ha torcido es imposible de enderezar, por más que lo intentes, siempre vuelve a adoptar su posición maleada. Como una metáfora facilona de la adolescencia, ese momento en que el alambre se tuerce. Es una historia de amistad femenina, de drogas, de sexo, de suicidio, de música, a caballo entre el presente y los años 80, cuando la mescalina, cuando las discotecas de la huerta, cuando aquella inscripción en la puerta: yo quiero morir en los baños de Spook.

En realidad habla de si se puede llegar a la verdad con la única herramienta de la memoria, a fuerza de reconstruir el pasado. 


Bárbara Blasco estudió Dirección cinematográfica en el CECC (Centre d´estudis cinematogràfics de Catalunya) y guión en la escuela de cine de San Antonio de los Baños en Cuba, y en la UIMP, en la escuela de guionistas Luis García Berlanga. Licenciada en periodismo, con premio extraordinario fin de carrera. Ha trabajado en diversos medios locales de Valencia y en el gabinete de prensa de la Bienal. Coautora de diversos libros: “Un cuento para cada problema” de Babia ediciones, “Mujeres de Premio”  “Con niños por los parques naturales valencianos” o “Voces de experiencia” para el Ayuntamiento de Valencia. “Suerte”, de ediciones contrabando, es su primera novela. 

jueves, noviembre 07, 2013

100 cuestionarios

100 cuestionarios publicados hasta el momento. Y la aventura continúa.

Seguiré publicando cuestionarios, por supuesto, pero cambiaré el ritmo. Alternaré otras entradas y espero que el blog siga vivo.

Este proyecto me está resultando muy interesante. Los motivos por los que alguien se decide a escribir son muy variados pero, a la vez, muy similares porque, al final, la conclusión es que se trata de una decisión vital, necesaria.

He encontrado, en general, el gozo por la escritura, el placer de realizar una actividad que se disfruta, lejos del supuesto sufrimiento que se le supone al escritor.

Si recorremos las respuestas que hacen referencias a los principios presentes a la hora de escribir casi podremos componer un útil manual sobre el oficio.

Y un listado de manías, de rituales, de autores de referencia... así como un extenso mapa de la actualidad literaria en lengua española.

Pero aún es pronto para hacer ese balance. Esto aún no ha terminado.

 
 
 
 
 

Aprovecho esta entrada para invitarles a leer la entrevista capotiana que tuvo la amabilidad de hacerme el escritor Toni Montesinos en su blog "Alma en las palabras". Aquí.



lunes, noviembre 04, 2013

José Manuel de la Huerga - Cuestionario básico


1.- ¿Por qué escribes?

Lo hago desde niño. El territorio de la escritura era (sigue siendo) el mejor lugar para que un pequeñajo algo enfermucho se resguardara. Allí podía ser el mejor, el más rápido, el que más gustaba a las chicas. Allí hasta la muerte tenía arreglo, como los golpes a decenas de metros de altura que se mete el Coyote contra el suelo,  acantilado abajo. En la próxima aventura de dibujos animados uno vuelve a estar otra vez sano y salvo.

2.- ¿Cuáles son tus costumbres, preferencias, supersticiones o manías a la hora de escribir?

Silencio en la madrugada, mientras mi gente duerme, bajo la claraboya viendo amanecer. Escribo siempre el primer manuscrito en cuadernos Miquel Rius con pluma estilográfica. Luego viene una segunda versión al ordenador, donde cambio muchísimas cosas… Y luego descanso, distancia y olvido. Alguna vez me he comparado con un farero que emite sus mensajes de luz para salvar a los barcos de que encallen en la costa. Está ahí para por si acaso, pero es prescindible. A él le gusta emitir esa luz, aunque todo el mundo a su alrededor esté acostumbrado. Otra cosa será el día que lo deje. ¿Habrá alguien que le diga, oye por qué no mandas tu SOS?

3.- ¿Cuáles dirías que son tus preocupaciones temáticas?

Encontrar, como diría en las últimas líneas de Las ciudades invisibles Italo Calvino, a alguien que genere espacios respirables, de paraíso, en medio de este infierno. Identificarlo y hacerle hueco, si es posible cada vez más amplio. Buscar la belleza, pero quedarme penitentemente/gozosamente en esa búsqueda. Escuchar a lo pequeño, a lo que pasa desapercibido. Desmontar el discurso de los poderosos, darles en los morros siempre que se pueda. Es un verdadero placer intentar todo esto junto, y saber que no has conseguido ni la tercera parte.  Y seguir intentándolo.

4.- ¿Algún  principio o consejo que tengas muy presente a la hora de escribir?

La lentitud, la morosidad. Guardar en el cajón el manuscrito. Dejarlo descansar. Tener cerca de ti a alguien, dos o tres personas a lo sumo, que te quieran bien: que se ilusionen con tus proyectos tanto que intenten por todos los medios desmontártelos. Y tú no dejarte, y pelearlo. Y si uno de esos es tu editor (a la usanza del XIX y XX) no hace falta mucho más para sentirte auténticamente escritor.

5.- ¿Eres de los que se deja llevar por la historia o de los que lo tienen todo planificado desde el principio?

Cada proyecto requiere de un plan. A veces son apuntes en clave. Otras lanzamientos en piscina y sucesivas, eternas, múltiples rescrituras a lo largo de más de una década, como es el caso de SolitarioS, especialmente su primera novela- casi-cuento, Ultramarinos El Pez de Oro. Tengo un manuscrito, sin embargo, en el que estoy trabajando ahora, que me ha obligado hasta a dibujar un mapa de una ciudad inexistente, y planificar el horario, día a día, durante cuatro días, de los personajes.

6.- ¿Cuáles son tus autores o libros de cabecera?

Cuentistas esenciales como Italo Calvino, Isak Dinesen, Juan Rulfo, Max Aub o Antonio Pereira. Narradores morosos como Melville, Clarín o Chejov. Narradores turbulentos como Shakespeare o Cormac McCarthy. Narradores inabarcables (ni por ellos mismos) como Kafka. Y poetas, muchos y buenos poetas como Pessoa, Basho, Rimbaud, Whitman, Juan de la Cruz…. Los narradores deberíamos leer poesía. Una vez le oí decir a Jorge Amado que cambiaría todas sus novelas por un solo buen poema. Era una exageración, y a lo mejor en ese impulso desmesurado se escondía el buen poema que ansiaba. Él nunca lo supo.

7.- ¿Podrías hablarnos de tu último proyecto? Bien lo último que hayas publicado o lo último que hayas escrito o estés escribiendo.


Si titula SolitarioS, un falso palíndromo en honor a Augusto Monterroso. Casi se lee igual de izquierda a derecha que de derecha a izquierda. Casi. Por eso Saint Exupery definía belleza como el momento en que la bailarina se confunde fugazmente dentro del cuerpo de baile. SolitarioS lo constituyen dos nouvelles, Ultramarinos El Pez de Oro y Naipe de señoritas, que pueden leerse también en orden inverso. Porque ambas forman un territorio imaginario común: el de personajes solitarios que proyectan su vida en el azar de unas cartas, y juegan a mejorarse y cambiarse, a la posibilidad de triunfo, como quien después de muchos años termina cuadrando un difícil solitario de cartas, sin hacer trampa. Son personajes solitarios, ni introspectivos ni resentidos con la vida o el mundo, dejan un hermoso hueco al humor y a la ternura. En las novelas hay muchos juegos literarios, guiños a los coleccionistas de barajas y cromos, la gente de los setenta, mi genenación…


JOSÉ MANUEL DE LA HUERGA (Audanzas del Valle, León, 1967) ha levantado un territorio narrativo propio desde que en 1992 se alzó con el Premio Letras Jóvenes de Castilla y León por su relato largo Conjúrote, triste Plutón hasta la reciente concesión del Premio Miguel Delibes de Narrativa a su cuarta novela, Apuntes de medicina interna (Menoscuarto, 2011). A este mismo género pertenecen Este cuaderno azul (2000, Premio Ciudad de Móstoles), La vida con David (2003) y Leipzig sobre Leipzig (2005, Premio Fray Luis de León de Creación Literaria). Es autor del poemario La casa del poema (2005) y coautor del libro de artista Luz negra (2012). También ha cultivado con éxito la narrativa breve: en 1999 publicó el libro de relatos Historias del lector y en 2010 ganó el premio Hucha de Oro por su cuento «Un pájaro de invierno». Colabora de modo habitual en prensa escrita y digital en diferentes foros de crítica y creación literaria. Es profesor de literatura en un instituto de Valladolid, donde reside.


*La foto es de Eduardo Margareto