Augusto Monterroso falleció en México el 8 de febrero de 2003, víctima de un fallo cardíaco. No necesita presentación. Uno de los escritores más interesantes que puede uno encontrar, ejemplo de concisión y elegancia, autor de piezas ya clásicas, de relatos que han sido traducidos y antologados hasta la saciedad, como “Mr. Taylor” o “Primera dama” (sí, también “El dinosaurio”, sí), relatos que pueden quedarse en la mente de quien los lee por mucho tiempo, quizá para siempre, como me pasó a mí con “Leopoldo (sus trabajos)”, cuando lo leí en la vieja edición de Alianza Editorial que todavía conservo, siempre a mano. Autor también de la novela, “Lo demás es silencio”, del libro autobiográfico "Los buscadores de oro", y de numerosos artículos.
Recientemente, su viuda, Bárbara Jacobs, ha donado a la Universidad de Oviedo, la biblioteca y documentos personales del autor, lo cual es todo un acontecimiento. Unos 14.000 volúmenes cuya clasificación necesitará, se estima, unos dos años. (Más información)
Recientemente, su viuda, Bárbara Jacobs, ha donado a la Universidad de Oviedo, la biblioteca y documentos personales del autor, lo cual es todo un acontecimiento. Unos 14.000 volúmenes cuya clasificación necesitará, se estima, unos dos años. (Más información)
El mismo día de la muerte de Monterroso, la escritora taiwanesa Liu Hsia, conocida por su seudónimo Hsing Lin Tzu, murió tras haber sido herida por su criada indonesia que padecía problemas mentales. Hsing Lin Tzu era autora de una treintena de obras que abarcan la novela, el relato, la biografía y el reportaje, así como múltiples artículos. Obtuvo un premio nacional de arte y literatura en 1982. Sufría artritis reumática desde los 12 años, por lo que debía usar una silla de ruedas. Era asesora presidencial y creadora de la Fundación de Acción Social Edén.
La muerte de Monterroso, como no podía ser de otra manera, ocupó al menos cuatro páginas en los periódicos; la de Hsing Lin Tzu, o Liu Hsia, una necrológica de unas pocas líneas, y en algunos periódicos ni siquiera eso.
Sin embargo, desde ese día, he buscado información sobre esta escritora, no me pregunten por qué. Tal vez quiero pensar que el hecho de que muriera el mismo día que Monterroso debe significar algo. Pero lo cierto es que poco hay en la red sobre Liu Hsia. Artículos de breves líneas que repiten los mismos datos escasos. Murió a los 61 años de edad. La sirvienta que la asesinó era indonesia, tenía 32 años y se llamaba Vinarsih. Se desconoce el motivo de la agresión.
El artículo más extenso que he encontrado se encuentra en taipeitimes.com.
Y poco más. Una desconocida para el mundo occidental. Supongo que no será así en ese internet paralelo de caracteres chinos que nos resulta tan inaccesible y cuya actividad es superior a la nuestra. De hecho, el blog más visitado del mundo es el de la china Xu Jinglei, actriz y directora, que contabilizó el año pasado más de 100 millones de visitas.
Me pregunto si allí alguien comentó la coincidencia, el modo en que esta escritora y el maestro guatemalteco quedaron unidos por la fecha de su muerte.
El caso es que si algún día se traduce un libro de esta escritora, saldré corriendo a comprarlo, para comprobar si los caprichos del destino encierran algún secreto. Y supongo que poca gente entenderá de dónde nace mi interés por esta escritora. Son cosas que normalmente uno no le cuenta a nadie. Ustedes, sin embargo, ya lo saben.
Foto de Monterroso en la página de editorial Alfaguara.
Foto de Liu Hsia obtenida en taiwaninfo.nat.gov.tw.
La muerte de Monterroso, como no podía ser de otra manera, ocupó al menos cuatro páginas en los periódicos; la de Hsing Lin Tzu, o Liu Hsia, una necrológica de unas pocas líneas, y en algunos periódicos ni siquiera eso.
Sin embargo, desde ese día, he buscado información sobre esta escritora, no me pregunten por qué. Tal vez quiero pensar que el hecho de que muriera el mismo día que Monterroso debe significar algo. Pero lo cierto es que poco hay en la red sobre Liu Hsia. Artículos de breves líneas que repiten los mismos datos escasos. Murió a los 61 años de edad. La sirvienta que la asesinó era indonesia, tenía 32 años y se llamaba Vinarsih. Se desconoce el motivo de la agresión.
El artículo más extenso que he encontrado se encuentra en taipeitimes.com.
Y poco más. Una desconocida para el mundo occidental. Supongo que no será así en ese internet paralelo de caracteres chinos que nos resulta tan inaccesible y cuya actividad es superior a la nuestra. De hecho, el blog más visitado del mundo es el de la china Xu Jinglei, actriz y directora, que contabilizó el año pasado más de 100 millones de visitas.
Me pregunto si allí alguien comentó la coincidencia, el modo en que esta escritora y el maestro guatemalteco quedaron unidos por la fecha de su muerte.
El caso es que si algún día se traduce un libro de esta escritora, saldré corriendo a comprarlo, para comprobar si los caprichos del destino encierran algún secreto. Y supongo que poca gente entenderá de dónde nace mi interés por esta escritora. Son cosas que normalmente uno no le cuenta a nadie. Ustedes, sin embargo, ya lo saben.
Foto de Monterroso en la página de editorial Alfaguara.
Foto de Liu Hsia obtenida en taiwaninfo.nat.gov.tw.