1.- ¿Por qué escribes?
Mi vida me quiere
escritor y entonces escribo. No es una elección: es una íntima orden de
batalla. Adopto, siempre que puedo y para contestar esta pregunta, las
palabras de Clarice Lispector.
2.- ¿Cuáles son tus costumbres, preferencias, supersticiones o manías a
la hora de escribir?
No tengo costumbres ni preferencias ni supersticiones ni
manías. Me siento a escribir y escribo, sin excusas. La mejor de las
condiciones es un lugar que sienta mío, o mejor, que haya hecho mío... pero ni
siquiera ésa es una condición. Si son artículos y poemas: ordenador. Relatos y
novelas: a mano, últimamente.
3.- ¿Cuáles dirías que son tus preocupaciones temáticas?
La maternidad y todo lo que la envuelve: madres, hijos,
novia del padre, hijo del novio de la madre, hermanos, embarazo, esterilidad.
En general, la familia. Y, con ella, lo cotidiano.
4.- ¿Algún principio o consejo
que tengas muy presente a la hora de escribir?
Todavía estoy intentando averiguar cuáles son mis principios
y qué consejos seguir, sigo probando. Lo que tengo claro es algo: nada de
esquemas ni guías demasiado claras. Me acaban perjudicando y acabo
desatendiendo a la historia y los personajes, que son los que me interesan.
5.- ¿Eres de las que se deja llevar por la historia o de las que lo
tienen todo planificado desde el principio?
Vaya, acabo de contestar. Si planifico desde el principio,
se me muere en las manos lo que estoy haciendo. Siempre tengo que dejar un poco
de margen, porque si no se me ahoga. Aun así, siempre hay pequeños destellos o
notas al margen que tengo en cuenta; a veces un detalle, a veces una frase.
Incluso la escena final. Pero todo va viniendo a medida que escribo. La idea
inicial siempre es muy difusa.
6.- ¿Cuáles son tus autores o libros de cabecera?
Carmen Martín Gaite, Ana María Matute, Clarice Lispector,
Carson McCullers... pero, sobre todo, Natalia Ginzburg.
7.- ¿Podrías hablarnos de tu último proyecto? Bien lo último que hayas
publicado o lo último que hayas escrito o estés escribiendo.
Después de escribir dos novelas muy, muy seguidas, que se publican
con sólo meses de diferencia (Mujer sin
hijo y Es un decir, que saldrá en
marzo), mi idea es respirar un poco y dedicarme al cuento y, siempre que se
deje, a la poesía. Quiero probar con la brevedad, porque en mis novelas siempre
hay cierta fragmentación e individualismo dentro del conjunto, podrían
separarse los capítulos como cuentos y siempre hay alguna pieza que funciona
independiente. He empezado un cuento que, por ahora, se llama La vida útil.
Jenn Díaz (Barcelona, 1988) es autora de Belfondo (Principal de los Libros), El duelo y la fiesta (Principal de los
Libros), Mujer sin hijo (Jot Down
Books) y, en marzo de 2014, Es un decir
(Lumen). Colabora con Jot Down, Granite&Rainbow y con el blog Mujeres
de El País. Su primer libro, Belfondo,
ha sido traducido al italiano por la editorial La Línea.
1 comentario:
La escritura es una de mis grandes pasiones y disfruto mucho de leer a escritores reconocidos de distintas partes del mundo. Paso mucho tiempo en mi casa leyendo y también estudiando ya que me estoy capacitando gracias a cursos a distancia en mexico
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