viernes, junio 28, 2013

Julio Jurado - Cuestionario básico


1.- ¿Por qué escribes?

En mi caso surgió de la necesidad de cambiar un modo de vida que empezaba a no gustarme demasiado. Hasta ese momento sólo había sido un lector “ávido de lecturas”, desordenadas, sin un criterio exigente. Cuando empecé a interpretar mis reconcomios, deseos y emociones en forma de relatos, ya no pude dejar de hacerlo. La escritura me obligó a ser otra persona, a leer mejor —eso pienso al menos—, a renunciar, más tarde, a un trabajo que me tenía atrapado y que se estaba convirtiendo en una auténtica tortura. Elegí ser un loco (inconsciente) —un síntoma que considero necesario— entre tanto individuo cuerdo; y que me sienta muy bien.

2.- ¿Cuáles son tus costumbres, preferencias, supersticiones o manías a la hora de escribir?

Suelo escribir por las mañanas, rodeado de mis “cosas” y en un aparente desorden. En otro lugar, que no sea mi estudio, me resulta casi imposible escribir; como mucho consigo anotar alguna idea en una libreta.  

3.- ¿Cuáles dirías que son tus preocupaciones temáticas?

Supongo que todo aquello que se relaciona con la insatisfacción de vivir en un mundo que no me gusta, demasiado hipócrita y sumiso a lo dado. Prefiero transformar esos “valores” y rutinas cotidianas; y así reinterpretar (representar) la realidad con un espíritu polémico, a veces poco agradable, en el que la extrañeza, lo absurdo, se convierten en factores básicos de la existencia. 

4.- ¿Algún  principio o consejo que tengas muy presente a la hora de escribir?

Pues no lo sé, esta pregunta me coge descolocado. Quizá la respuesta sea que escribo cuando me apetece, cuando alguna de esas ideas o propuestas que me rondan por la cabeza ya no puedo inmovilizarlas allí por más tiempo. Tengo que desarrollarlas y, entonces, no me detengo; le dedico su espacio hasta que acaban tomando forma, si es que lo hacen, porque no siempre sucede.

5.- ¿Eres de los que se deja llevar por la historia o de los que lo tienen todo planificado desde el principio?

Planificado desde el principio, nunca; sería muy aburrido. Prefiero rastrear el camino que va surgiendo —si se muestra “eso” que se quiere contar— como si fuera un collage de palabras, de sentimientos e inquietudes; con el deseo de que esas expresiones se conviertan en historias al final del itinerario que, de alguna manera, me había elegido. La planificación te dirige hacia ficciones perfectas, demasiado pulcras, pero muy poco personales, más cercanas a la normativa social, y, por lo tanto, a la imitación, cosa esta que detesto. No siempre es así, claro. Tengo cierta debilidad por la imperfección, por lo no convencional, por la provocación constante del lector, algo que considero más creativo y necesario.

6.- ¿Cuáles son tus autores o libros de cabecera?

Cada día que pasa, cada hora, cada minuto, voy descubriendo autores que me producen cierto descalabro emocional, que suele ser lo que busco en la literatura. Hay tantas cosas que leer, tantos libros magníficos a los que dedicarle un poco o mucho de tu tiempo, que me sería casi imposible hacer una enumeración al día de hoy que mañana no fuese otra distinta. Y mencionar ahora a un elenco de escritores que me han construido como lector y escritor no creo que aporte nada interesante, porque repetiría a los de siempre, a los mejores, a aquellos que perdurarán en nuestro imaginario colectivo. Además, reconozco que continúo formándome con cada nuevo libro que cae en mis manos.

7.- ¿Podrías hablarnos de tu último proyecto? Bien lo último que hayas publicado o lo último que hayas escrito o estés escribiendo.

Publiqué —hace ya algo más de dos años— el libro de relatos Andar por el aire. Este otoño último di por cerrado otro libro, El bombardero azul, del que me siento muy satisfecho. Espero que alguna editorial se anime pronto a publicarlo, pese a la austeridad que nos envuelve. Desde el mes de marzo estoy embriagado por otro proyecto literario que, aunque está ya avanzado, me gustaría ocultar de momento.


A Julio Jurado (Madrid, 1958) le gusta escribir ficción y es aficionado a la fotografía y un gran desconocido.
Ha publicado el libro de relatos Andar por el aire (Gens, Diciembre 2010); alguno de sus textos han aparecido en la Antología de relatos Parábola de los talentos y en revistas literarias como “A través del espejo”, “Cuadernos del matemático” y “Babylon Magazine” (bilingüe).
Ha sido profesor de escritura creativa y colaboró como editor durante un par de años en una editorial independiente.

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