1.- ¿Por qué escribes?
No tengo una idea clara y sencilla de por qué
escribo. Seguramente porque, por encima de todo, me gusta hacerlo; pero la
razón última se me escapa. Sí puedo decir que empecé a escribir básicamente por
imitación, porque me gusta leer y quería probar si yo también era capaz de
escribir. Luego uno se acostumbra y resulta difícil prescindir de la
escritura.
2.- ¿Cuáles son tus costumbres, preferencias, supersticiones o manías a
la hora de escribir?
Tengo pocas manías a la hora de escribir.
Tampoco soy supersticioso o fetichista. Durante años he escrito dónde y cuándo
he podido. Antes escribía primero a mano y luego lo pasaba a máquina u
ordenador. Ahora escribo directamente al ordenador. Me resulta más cómodo, pero
no tan placentero como hacerlo a mano.
3.- ¿Cuáles dirías que son tus preocupaciones temáticas?
No tengo especiales preocupaciones temáticas.
Mis temas novelísticos han ido surgiendo sin planteamientos previos, y tienen
que ver con gustos y aficiones personales.
4.- ¿Algún principio o consejo
que tengas muy presente a la hora de escribir?
Suelo tener en cuenta unos pocos consejos que
me dio hace tiempo mi amigo el escritor Antonio Rabinad: Escribe lo que a ti te
guste, de la manera como te guste, y no hagas caso de las modas. Escribe lo
mejor que puedas, sin trucos; y sé honrado contigo mismo y con los lectores.
5.- ¿Eres de las que se deja llevar por la historia o de las que lo
tienen todo planificado desde el principio?
Planifico, tomo notas, me documento, hago
listas y esquemas, y cuando lo tengo suficientemente rumiado empiezo a
escribir. A partir de aquí puede pasar cualquier cosa. Procuro seguir el guión
prefijado pero siempre dejo puertas abiertas. Como aconseja el Rey en Alicia en el país de las maravillas:
“Empieza por el principio y sigue hasta que llegues al final; entonces
para”.
6.- ¿Cuáles son tus autores o libros de cabecera?
Soy ecléctico en cuanto a preferencias. En
mis inicios literarios mis autores de cabecera fueron Borges, Calvino,
Cortázar, Perucho y Cunqueiro. Más tarde amplié la nómina: Baroja, Pla,
Montaigne, Chejov y, sobre todo, narradores en lengua inglesa: Dickens,
Stevenson, Conrad, Flannery O’Connor, Richard Yates, Raymond Carver, Alice
Munro…
7.- ¿Podrías hablarnos de tu último proyecto? Bien lo último que hayas
publicado o lo último que hayas escrito o estés escribiendo.
Con El
fuego y las cenizas completé lo que yo llamo la “trilogía filipina”, cuyas
dos anteriores entregas fueron La perla
del Oriente y Perdido edén. En la
actualidad tengo una obra en vías de publicación titulada Diabolicón, una especie de repertorio de demonios a medio camino
entre el ensayo y la
ficción. En cuanto a lo que estoy escribiendo en estos
momentos prefiero no dar muchos datos. El tiempo dirá si se acaba concretando.
En cualquier caso se trata de una obra de “no ficción” en torno a un escritor
estadounidense bastante olvidado.
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