1.- ¿Por qué escribes?
No suelo hacerme esa pregunta porque
no imagino qué otra cosa podría hacer. Es como decir ¿por qué comes?, en
general por hambre, es decir porque mi cuerpo necesita alimentarse. Lo mismo
con la escritura.
2.- ¿Cuáles son tus costumbres, preferencias, supersticiones o manías a
la hora de escribir?
Me gusta escribir en silencio,
cuestión que cuesta muchísimo. Me parece ideal encontrar espacios donde solo
estemos mi teclado y yo y alguna buena merienda. Cuando consigo eso, no
necesito nada más.
3.- ¿Cuáles dirías que son tus preocupaciones temáticas?
Me interesa el tiempo que
transito, los vínculos y los individuos que propone la contemporaneidad. Diría
que me obsesiona la psicología de esta época y me la paso observando
–escaneando– el mundo en ese sentido, lo que en un punto es también un esfuerzo
–inútil, por supuesto– por tratar de explicármelo a mí misma.
4.- ¿Algún principio o consejo
que tengas muy presente a la hora de escribir?
Tomárselo en serio. No “sentarse
a ver qué sale”, sino sentarse hasta que salga. No importa que ese gesto (el de
sentarse todos los días y volver a fracasar), dure años. No es algo que yo
cumpla a cabalidad, me cuesta un montón concentrarme y avanzar, pero cuando
encauso trato de que nada me saque del camino.
5.- ¿Eres de las que se deja llevar por la historia o de las que lo
tienen todo planificado desde el principio?
Me suceden las dos cosas. En
general creo que aparecen primero el principio y final, y el desarrollo pasa a
ser el incordio necesario para justificar esas dos ideas entusiastas –principio
y final– que se te ocurrieron, y que se agotan en dos frases.
6.- ¿Cuáles son tus autores o libros de cabecera?
Varían según la época. No tengo
un canon personal muy preciso. Leo muchas mujeres escritoras, leo a muchos
cuentistas, últimamente me gusta mucho leer poesía. En la última época me
maravillé con todo lo de Sharon Olds (poesía) y Claire Keegan (cuentos), por
ejemplo. Y tengo un libro “fundante” que siempre menciono, porque cuando lo leí
supe que quería ser escritora: Las
batallas en el desierto, de José Emilio Pacheco.
7.- ¿Podrías hablarnos de tu último proyecto? Bien lo último que hayas
publicado o lo último que hayas escrito o estés escribiendo.
Lo último que publiqué fue un
libro de cuentos llamado Cosas peores,
que ganó el Premio Casa de las Américas, de Cuba. Por eso salió allá primero, luego
en Argentina y luego en Colombia. Es una colección de siete historias bastante
desgarradoras que tiene que ver con quiebres, enfermedades, separaciones y
fracturas generalizadas entre los personajes. Pero también creo que es un libro
optimista, no fatalista, ni siquiera resignado, porque busca algún tipo de
salida digna de situaciones que, a simple vista, no tienen solución. Y hace un
par de meses terminé una nueva novela que saldrá en 2017.
Margarita García Robayo nació en Cartagena y está radicada en
Buenos Aires. Es autora de las novelas Lo
que no aprendí y Hasta que pase un
huracán, de los libros de relatos Hay
ciertas cosas que una no puede hacer descalza, Las personas normales son muy raras, Orquídeas, y Cosas peores,
ganador del premio literario Casa de las Américas 2014. En 2015 se lanzó en
Chile una antología de textos de su autoría llamada Usted está aquí, que fue elegida uno de los diez mejores libros del
año. Participó también en antologías colectivas como Región: cuento político latinoamericano y Padres sin hijos / Childless parents, entre otras. Sus libros han
sido publicados en España, México, Argentina, Colombia, Chile, Italia y ha sido
traducida a varios idiomas.
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