1.- ¿Por qué escribes?
Un amigo novelista que murió muy
joven hace años, Raúl Ruiz, solía decir que un escritor no debería nunca
preguntarse por qué o para qué escribe, que la única pregunta útil es el cómo.
Después de barajar varias contestaciones sutiles, inteligentes y sorpendentes,
he llegado a la conclusión de que escribo porque me gusta.
2.- ¿Cuáles son tus costumbres, preferencias, supersticiones o manías a
la hora de escribir?
Escribo siempre a mano, salvo
e-mails o trabajos superficiales. Y lo único que necesito es tiempo por
delante.
3.- ¿Cuáles dirías que son tus preocupaciones temáticas?
Soy muy original: el amor, la
muerte, el tiempo, la
identidad. Y no es un tema sino un sazonamiento: el humor.
4.- ¿Algún principio o consejo
que tengas muy presente a la hora de escribir?
No me atrevería a dar un consejo
a nadie. ¿Principios en el sentido ético?: no presentarme nunca a concursos.
5.- ¿Eres de los que se deja llevar por la historia o de los que lo
tienen todo planificado desde el principio?
Hasta hace poco empezaba a
escribir una novela cuando sabía exactamente cómo terminaba, cuál iba a ser la
última frase: había que llegar allí. Intenté hacerlo de otro modo y me atasqué;
sigo atascado. En cuanto a la libertad de los personajes, es literatura.
6.- ¿Cuáles son tus autores o libros de cabecera?
Son muchos y han ido cambiando
con los años. La lista sería larga, aburrida y tópica. Vuelvo siempre a ciertos
poetas, quizá sean mi mayor fidelidad.
7.- ¿Podrías hablarnos de tu último proyecto? Bien lo último que hayas
publicado o lo último que hayas escrito o estés escribiendo.
Está a punto de publicarse La
mujer que vigila los Vermeer, un libro de cuentos. Y está en marcha otro
volumen de relatos y una novela que no termino nunca.
Comenzó su carrera literaria con
la novela quadrupedumque (1981), a la
que siguieron Comentarios (marginales) a
la Guerra de las Galias (1984) y Gaudeamus
(1986), reunidas en 2010 en un solo volumen, Trilogía de Zabala. Todas las
mujeres se publica en 1989 y su reedición
en 2009 recibe el Premio Estado Crítico. Palabras de familia (1995) y Hasta
el fin de los cuentos (1998) completan hasta la fecha su obra novelesca. Es
asimismo autor de dos libros de relatos, Bar
de anarquistas (2005, Premio Cálamo) y La
ciudad desplazada (2010), el volumen sobre ciudades Pont de l’Alma (2007) y tres títulos de difícil clasificación: Cincuenta y tres y Octava (1997), Vamos a contar canciones (1999) y Una cita con Borges (2000). Su pasión
por el cine y los cómics quedó reflejada respectivamente en la antología Viento de
cine. El cine en la poesía española de expresión castellana. Una selección (2002)
y las colecciones de ensayos El olor de
los tebeos (2004) y Espectros,
parpadeos y Shazam! (2010). Recibió
el Premio de las Letras Aragonesas de 2007 por el conjunto de su obra.
Actualmente está jubilado de la enseñanza y vive en Sevilla.
2 comentarios:
Has apostado fuerte en tu nueva etapa,amigo Miguel.Genial.No me pierdo ninguna estrevista.De José María Conget puedo decir que su libro de relatos Bar de anarquistas es excelente.
Un fuerte abrazo.
Lo bueno de todo esto es que a mí, en particular, me estás llevando a conocer libros que no había tenido ocasión de leer.
Muchos abrazos
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