1.- ¿Por qué escribes?
Porque me gusta. Porque se me da
bien. Porque es un modo de retener el mundo y siento pánico a la pérdida. Porque es
un modo de autoconocimiento. Porque me permite responder a preguntas sin
respuesta. Porque es decir cómo fueron las cosas que no fueron nunca. Porque
nadie me obliga. Porque es complicadísimo y no soporto lo fácil. Porque es un
modo de compartir emociones con los demás. Porque si no lo hago no me
reconozco.
2.- ¿Cuáles son tus costumbres, preferencias, supersticiones o manías a
la hora de escribir?
Necesito tener título antes de
comenzar a escribir ni una línea. Escribo con las Suites para cello solo de Bach (por distintos artistas) o en el más
absoluto silencio. De 8 de la mañana a 12 del mediodía, con fluidez. Luego, me
cuesta más, aunque sigo hasta bien entrada la tarde. Corrijo
hasta la exasperación, mortifico a mis editores pidiendo una y otra vez pruebas
de imprenta. Últimamente, me despierto de madrugada con alguna idea nueva y me
levanto a escribirla. Gran parte de mi última novela la he escrito entre las 2
y las 7 de la mañana.
3.- ¿Cuáles dirías que son tus preocupaciones temáticas?
La muerte, la pérdida, la culpa,
el amor como redención y, desde hace menos, la corrupción del poder.
4.- ¿Algún principio o consejo
que tengas muy presente a la hora de escribir?
Sabe esperar / aguarda que la marea fluya / así en la costa un barco /
sin que el partir te inquiete / todo el que aguarda sabe / que la victoria es
suya / porque la vida es larga / y el arte es un juguete / y si la vida es
corta / y no llega la mar a tu galera / aguarda sin partir y, siempre, espera /
que el arte es largo y, además, no importa. Estos versos de Antonio Machado
están frente a mis ojos siempre que escribo, desde hace años. Puedo decir que
marcan todo lo que hago.
5.- ¿Eres de las que se deja llevar por la historia o de las que lo
tienen todo planificado desde el principio?
Planifico obsesivamente todo lo
que voy a escribir, hasta el último detalle del último párrafo. Luego, me dejo
llevar por la historia.
6.- ¿Cuáles son tus autores o libros de cabecera?
¡Muchos! Los más antiguos: Pedro
Salinas, Wilkie Collins, Ivan Turguenev, Gabriel García Márquez, Mercè
Rodoreda, Valle-Inclán.
7.- ¿Podrías hablarnos de tu último proyecto? Bien lo último que hayas
publicado o lo último que hayas escrito o estés escribiendo.
El Aire que respiras (Planeta, febrero 2013). Una novela sobre
libros, bibliófilos, libreros y bibliotecas ambientada en los años que van de
la Barcelona napoleónica a mediados del XIX, y con una parte de la trama en la actualidad. Los
libros son los protagonistas, una pequeña colección de libros prohibidos, y los
personajes lo son sólo en la medida en que han tenido algo que ver con esos
libros. Me lo pasé en grande rastreando a una buena ristra de personajes
históricos tan descabellados que parecen ficticios. Y mucho mejor aún rindiendo
homenaje al Romanticismo literario. Hay mucho espíritu romántico en estas
páginas. Yo crecí leyendo autores románticos. De pequeña quería ser Lord Byron.
Esta historia es –también- lo que queda de aquella fascinación. También es mi
octava novela. Y el ocho es mi número favorito.
www.caresantos.com
Foto de Asís G. Ayerbe
4 comentarios:
Bueno... esa entrada a la entrevista: "Porque me gusta. Porque se me da bien."
Ella misma asume que escribe bien. Si lo mejor para escribir es uno creérselo. Y ella se lo cree, sin duda.
Mi comentario va en la línea de lo escrito por Francisco Concepción. Un escritor que, de entrada, te suelta que se le da bien escribir... En cuanto a esta respetable autora, lo de que escribe bien... porque lo dice ella, claro, porque para mí sus obras son best-sellers puros y duros.
Mr. Postman
Pues yo creo que Care Santos, con su trayectoria, con la cantidad de lectores fieles que tiene, puede hacerse a la idea de que se le da bien escribir, y no me parece que lo diga con prepotencia ni mucho menos.
Un saludo.
Francisco, Anónimo: que me atreva a decir que se me da bien no es sinónimo de que me crea buena escritora. Todo lo contrario, si me pongo a enumeraros mis defectos no acabaríamos hoy. También se me da bien cocinar y no me creo una chef. Pero cocino, porque se me da bien, porque ligo la mayonesa y sé hacer un sofrito. Y porque hay gente que es feliz comiendo mis recetas.
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