1.- ¿Por qué escribes?
Por la necesidad de decir, de contar,
de expresar de una manera auténtica y personal lo que no nos está permitido en
la sociedad en la que nos desenvolvemos.
Por la necesidad de dar voz a
quien no la tiene, de imaginar vidas que no son la nuestra.
Por la necesidad de ponernos en
la piel del otro, sea de nuestra época o de épocas pasadas (como ocurre en mi
novela De la Invisibilidad o en mi
poemario La fiebre).
Por la necesidad de no
conformarse y de indagar para tener una vida más plena, o al menos, en la que
podamos ser más libres, más auténticos, ya que la mayor libertad radica en el
pensamiento.
2.- ¿Cuáles son tus costumbres, preferencias, supersticiones o manías a
la hora de escribir?
La escritura viene antes que las
manías. La única preferencia no elegida es la idea, las palabras que llegan y
establecen su propia danza. La costumbre, es estar siempre pensando, en estado
de alerta y prestando atención a las posibles construcciones de lenguaje que
sean luego susceptibles de escribir. En este sentido tengo un archivo en el
ordenador donde apunto ideas, versos, frases, reflexiones que luego reviso y
trabajo y que son la materia prima de la que luego extraigo mis futuros libros.
3.- ¿Cuáles dirías que son tus preocupaciones temáticas?
Es evidente que la primera
preocupación es sin duda el ser humano, por lo que tiene de humano y de
inhumano, de ahí títulos como Humanos,
por ejemplo. Otra preocupación muy acuciante es el tema de las mujeres
silenciadas, sobre todo artistas del pasado, y, en este sentido tengo una
novela premiada en el concurso Ategua en 2012 basada en el personaje de Giulia
Lama, una pintora interesantísima del barroco veneciano, y, tristemente
desconocida en la actualidad. En este sentido también hay otro libro que va a
salir muy pronto en la editorial Lastura, La
fiebre, que es un homenaje y reivindicación de la figura de Camile Claudell
como una artista única, emblemática y de una gran fuerza expresiva.
4.- ¿Algún principio o consejo
que tengas muy presente a la hora de escribir?
Cuando surge el hallazgo, hay que
escucharlo, apuntarlo. Luego se piensa sobre él y posteriormente se corrige
para que la forma esté claramente definida y no entorpezca el contenido. Porque
en última instancia, de lo que se trata es de decir algo, de comunicar.
5.- ¿Eres de las que se deja llevar por la historia o de las que lo
tienen todo planificado desde el principio?
Habitualmente tengo la idea, el
final, lo que quiero que ocurra, lo que quiero decir, pero muchas veces he de
cambiar aspectos de la historia sobre la marcha para hacer a los personajes más
creíbles, para dotarlos de una gran dignidad ética, para que tengan una gran
personalidad. Podemos pensar que ocurre como en la vida; que a veces uno
planifica pero luego hay elementos que intervienen y cambian por completo esa
idea preconcebida y cerrada que teníamos a
priori.
6.- ¿Cuáles son tus autores o libros de cabecera?
En poesía Idea Vilariño, Carilda
Oliver, María Baneyto, Paca Aguirre, Julia de Burgos, Jose Ángel Valente,
Huidobro, Vallejo, Blas de Otero, Carlos Sahagún, Ángel Campos Pámpano y un
largo etcétera. En narrativa Angeles Mastreta, Alicia Giménez Bartlett Isabel
Allende, Cristina López Barrio, Manuel Rivas, Rafael Chirbes, Jose Manuel de Prada…
7.- ¿Podrías hablarnos de tu último proyecto? Bien lo último que hayas
publicado o lo último que hayas escrito o estés escribiendo.
Mis últimos proyectos son, en
poesía, el libro ya citado que va a salir en Lastura, La fiebre, el libro premiado en el concurso Ciudad de Valencia
2016, Lienzos, que intenta acercarse
a la problemática de los refugiados, el libro Premio Marc Granell (2016), La sed, y también tengo un par de
novelas sobre las que estoy trabajando.
Mar Busquets Mataix es licenciada en Filologia Hispánica y
Comunicación Audiovisual por la Universidad de Valencia, Grado Medio en piano y
Catedrática de Educación Secundaria. Ha recibido los premios de poesía La buhardilla (1992), Premio Valle-Inclán de la Universidad de
Bilbao (1994), Premio Vila de Almusafes
(1996). Gabriel Miró de poesía, (2011) ,
y Ategua de novela (2012),
Flor de Almendro (2016) y Marc Granell (2016), Ciutat de València (2016). Ha
publicado los poemarios: La Pausa (1992), Los hombres de paja
(1996), La curva del aire (1997), Poemas al hijo (2001), Humanos
(2013), Esbozos (2014), La fiebre (2016) y las novelas De La
Invisibilidad (2013) y Lo
efímero(2015).
Perteneció al grupo de crítica
literaria Alicia Bajo Cero. Ha sido traducida al italiano e incluida en
diversas antologías. Pertenece al consejo de redacción de la revista CLAVE y
CORONDEL. Pertenece a las asociaciones La Buhardilla, CLAVE, Concyliarte y a la
creada recientemente PLATAFORMA DE ESCRITORAS DEL ARCO DEL MEDITERRANEO.
Ha sido finalista de los premios
de la Crítica Valenciana en diversas ediciones, tanto en poesía como en
narrativa.
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