Siempre he pensado que las mejores adaptaciones cinematográficas son las
que tienen como base un relato y no una novela. Habrá excepciones, por
supuesto, pero por regla general es un principio que suelo ver confirmado. La ventana indiscreta, que adapta un
relato de Cornell Woolrich publicado en España con el mismo título, aunque en
su versión original se titulara It had to
be murder; Dublineses, que adapta
el relato Los muertos de James Joyce;
Brokeback Mountain, basada en un
relato de Annie Proulx; Cadena perpetua
o Cuenta conmigo, basadas ambas en
relatos de Stephen King; Jindabyne,
que adaptaba el relato de Raymond Carver Tanta
agua tan cerca de casa; Las nieves
del Kilimanjaro, basada en un cuento de Hemingway; El nadador, basada en el cuento de John Cheever; o las películas
que toman como base alguno de los cuentos de Edgard Allan Poe como La caída de la casa Usher, El cuervo, La máscara de la muerte roja, El
gato negro o Los crímenes de la calle
Morgue, pueden servir de buenos ejemplos a este respecto.
La película La llegada, del
director canadiense Denis Villeneuve, está basada en el relato La historia de tu vida, del escritor Ted
Chiang, editado primero por Bibliópolis (con una portada que me parece
terrible), y reeditado por Alamut. Dicho relato obtuvo el Premio Nébula a la
mejor novela corta y el Premio Theodore Sturgeon Memorial en 1998. Si
no lo han leído aún, yo recomendaría que lo leyeran después de ver la película.
Pero hay que leerlo, no sólo por haber sido magníficamente adaptado al cine o
por lo premios recibidos, sino porque se trata de un relato de una gran
calidad, con un planteamiento narrativo muy original e interesante. Una de esas
historias que merecerían estar en cualquier antología que pretendiera reunir
algunos de los mejores cuentos, al margen del género en el que se incluyan.
La llegada es una historia de
ciencia ficción. Una película que nos trae a la memoria films como Encuentros en la tercera fase, Contact o Interstellar. La situación que plantea es la de un primer contacto
con una raza extraterrestre y los problemas a los que habría que enfrentarse
para poder comunicarse con sus miembros.
Doce objetos de procedencia desconocida se posan en doce localidades
diferentes del planeta. La doctora Louise Banks (Amy Adams), una reconocida
filóloga, recibe la visita del coronel Weber (Forest Whitaker), que le propone
encargarse de la difícil y apasionante misión de traducir la lengua de los
alienígenas, un lenguaje que suena como chasquidos metálicos totalmente
irreproducibles por una garganta humana. En este intento de comunicación cuenta
con la ayuda del físico Ian Donnelly (Jeremy Renner). A partir de este
planteamiento se nos propone reflexionar sobre cómo podríamos comunicarnos con
unos seres que nada tienen que ver con nosotros, ni siquiera en la apariencia.
Y algo muy interesante: ¿los distintos gobiernos del mundo serían capaces de
ponerse de acuerdo a la hora de enfrentarse a una situación así? ¿Compartirían
la información y establecerían una estrategia común? Aunque todas estas
cuestiones están planteadas siempre a través de los personajes principales,
especialmente el de la doctora Banks, pues ese es el mayor acierto, a mi
entender, de este film. El recuerdo de una tragedia familiar se va presentado a
lo largo del metraje. Todo va tomando forma imperceptiblemente, hasta llegar a
un perfecto final, consiguiendo en sus casi dos horas de duración que los
espectadores salgan de la sala dándole vueltas a lo que acaban de ver: Una
historia que parecía hablar de una cosa para terminar hablando de otra. Y es
mejor no desvelar nada más.
No hay que perderse esta película del director de propuestas tan
interesantes como Incendies, Prisioneros, Enemy o Sicario. La llamada es hipnótica, de una belleza
poética y atrevida, y se sumerge en una
atmósfera tensa y amenazadora que va minando al espectador. Propuesta temática
y narrativa de gran interés que pone en evidencia qué gran actriz es Amy Adams,
cuya mirada te transmite todas las dudas y preocupaciones de su personaje, un
personaje inmerso en una trama de ciencia ficción para acabar enfrentándose a
su propia humanidad.
1 comentario:
Dije que no me la perdería desde que tropecé con el primer tráiler en Internet, y ahora empiezo a temerme que se me acabe escapando. Tu reseña es un motivo añadido para buscar hueco como sea antes de que la retiren de los cines. No quisiera resignarme a la descafeinada pequeña pantalla, ni siquiera con el estimulante añadido de la versión original: en películas como ésta –como Interstellar, como Gravity- lo que cuenta es la gran pantalla, la sala oscura, la butaca. Un abrazo, Miguel.
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