Este fin de semana se
celebró el Festival Eñe, en el Círculo de Bellas Artes de Madrid. Este año ha
sido la escritora Marta Sanz la encargada de dirigirlo.
Yo llegué el viernes
por la noche a Madrid, bajo una lluvia intensa y molesta que me desanimó a
acercarme, así que mi visita se ciñó al sábado.
Sábado 5 de Noviembre.
Lluvioso. Llegué sobre las 12:30 horas. En la sala chill-out los escritores de
grafiti Jeosm, Sins y Deno charlaban moderados por Karina Sainz Borgo sobre su
forma de relacionar texto e imagen.
A las 13:00 comenzaba
en el Teatro Rojas Clemente el triálogo entre Cristina Fallarás, Peio H. Riaño
y Gabriela Wiener titulado "Cultura, pornografía y prostitución". La
conversación se centró exclusivamente en la pornografía, planteando si la
consumen más las mujeres que los hombres, si existe un sentimiento de culpa
ante el consumo de pornografía, si es posible que esa industria evolucione, que
elabore un discurso político que la transforme y la haga evolucionar. Desde el
principio, cuando Cristina Fallarás se dirigió a algunas personas del público
para preguntarles si consumían pornografía y con qué asiduidad, el asunto se
presentó con una intención provocadora y desinhibida.
Sobre este asunto
recomiendo este enlace.
Antes de que abrieran
de nuevo al público por la tarde, me acerqué a ver la exposición de fotografías
de Robert Capa titulada "Capa en color". Pueden hacerse una idea
visitando este enlace.
A las 18:30 comenzó la
charla que más me interesaba en principio, a cargo de Sara Mesa, Óscar
Esquivias y Jordi Nopca: "Sobre el cuento". Resultó muy interesante.
Se habló de que el cuento exige un lector más formado, y sin embargo sigue
siendo considerado el hermano pequeño de la novela. Se habló de la homogeneidad
de los libros de relatos, de su dificultad ante las editoriales, de que aún hoy
en día hay gente que cuando escucha que uno escribe cuentos pregunta:
"¿para niños?" Óscar Esquivias actuaba de moderador y estuvo natural
y ameno. Sara Mesa mostró un discurso con el que me sentí muy de acuerdo. Jordi
Nopca, por su parte, comenzó confesando que estaba muy nervioso pero terminó
soltándose y exhibiendo un sentido del humor muy particular.
Al finalizar, cada uno recomendó un libro de cuentos.
Sara Mesa: Las cosas que perdimos en el fuego, de
Mariana Enríquez.
Óscar Esquivias: Familias de cereal, de Tomás Sánchez
Bellocchio.
Jordi Nopca: Estrómboli, de Jon Bilbao, aunque
aprovechó para recomendar también Siete
casas vacías, de Samanta Schweblin y los cuentos de Etgar Keret.
El siguiente acto al
que acudí fue el diálogo entre Benjamín Prado y Jesús Ruiz Mantilla sobre
"¿Nobel a Dylan sí o Nobel a Dylan no?" Un asunto que me interesa,
como saben los que se acercan a este blog. Esperaba un debate en el que se
confrontasen los argumentos a favor y en contra, pero lo cierto es que los dos
escritores parecieron estar de acuerdo desde el principio. Tan sólo se planteó
si era un buen cantante o no. Benjamín Prado dijo que había escrito cinco mil
páginas de poemas de una calidad indiscutible, y señaló que Rulfo es
considerado uno de los escritores más grandes con tan sólo dos libros: "nadie
se habría escandalizado si le hubieran dado en su momento el premio Nobel a Juan
Rulfo". Y este comentario no tuvo réplica. Me pareció que faltaba
polémica.
Acudí a la conferencia
a cargo de Constantino Bértolo titulada: "Los libros que me hicieron
daño" y me encontré con una sala abarrotada de gente. Bértolo leyó un
texto en el que un personaje imaginario confesaba la relación de lecturas que
le habían llevado a enfermar de literatura. De un modo ameno y no exento de
humor repasó libros como Robinson Crusoe,
Crimen y castigo, El buen soldado o El gran gatsby, en una especie de biografía en la que la evolución
de la personalidad va directamente ligada a las lecturas de cada momento.
En esta conferencia pude reconocer entre el público a Luis Magrinyà y a Rodrigo Muñoz Avia. También tuve oportunidad de saludar a Nere Basabe y a David Pérez Vega. Y me hizo mucha ilusión encontrar allí a Marian Torrejón.
Al salir, encontré que
en la sala chill-out estaban leyendo poemas los escritores Erika Martínez,
Carlos Salem y Alejandro Simón Partal.
No me daba tiempo para
más. Había llegado el momento de regresar. No obstante, me asomé unos minutos
para ver la charla titulada "Poemas a los que me hubiera gustado poner
música y músicas que se merecen un poema, una canción". Los cantantes y
compositores Christina Rosenvinge y
David Villanueva charlaban sobre esto con los escritores Carlos Zanón y Miqui
Otero y el crítico Fran G. Matute.
Cuando salí del
edificio del Bellas Artes ya no llovía en Madrid. Las calles estaban llenas de
gente y en mi cabeza se iba formando este texto.
2 comentarios:
Después de leer tu entrada siento una gran pena por no haber podido asistir a los actos de los que hablas. Estuve fuera de Madrid. Qué interesante me parece la opinión sobre Dylan, aunque si estaban de acuerdo...; lo de enfermar de literatura ya es lugar común. Y qué envidia me das por la cantidad de gente que pudiste ver y saludar. A ver si el próximo año tengo oportunidad de asistir.
Un abrazo
Hola Miguel:
A mí también me gustó poder saludarte el sábado.
La verdad es que leyendo tu crónica me doy cuenta de que tenía que haber ido antes y haber estado en más charlas.
Yo estuve, además de en la de Bértolo, en la de Pilar Adón, Juan Francisco Ferré y Andrés Ibáñez sobre "Malditos y fantasmas en la literatura". Se fueron bastante por las ramas, pero estuvo muy bien escucharles.
Un abrazo.
David Pérez Vega
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