El viernes 20 y
el sábado 21 de Noviembre se celebró la séptima edición del Festival Eñe en el
Círculo de Bellas Artes de Madrid.
Cuando llegué
sabía que la charla con Juan Goytisolo ya había comenzado, lo que no me
esperaba es que me mandaran al anfiteatro porque la sala esta al completo.
Conseguí acomodarme y disfrutar de la entrevista que le estaba realizando el
periodista y poeta Antonio Lucas. Goytisolo estuvo censurado dieciséis años en
España y dijo que ahora existe otro tipo de censura, la censura comercial. Con
un evidente sentido del humor, contó que cuando le declaran persona non-grata
sabe que tiene razón y, sin embargo, se siente muy inseguro cuando le dan
premios. Respecto a los refugiados, es evidente la falta de coordinación
política en Europa. Vive en Marruecos y recordó que sin la colaboración de este
país España estaría como Italia o Grecia. También dijo que creerá en el
tribunal de La Haya cuando el trío de las Azores comparezca por el desastre de
Iraq y sus mentiras, lo que provocó el aplauso de los asistentes. Sobre el
independentismo dijo que no se le ve un acuerdo próximo, y recordó que Luis
Buñuel decía que "La patria es la madre de todos los vicios". Se
declaró antinacionalista de todo tipo, sólo acepta la nacionalidad cervantina.
Sobre la clasificación de prosa poética dijo que cuando algo se denomina prosa
poética, suele ser cursi y deleznable, así que, si acaso, escribe prosa y
poesía a la vez. Habló de algunos de sus libros, como La Chanca, Makbara o Cuaderno de Sarajevo. Sobre éste último
contó que visitó Sarajevo gracias a Susan Sontag, y fue una experiencia
impresionante. Goytisolo, nacido en 1931, demostró su lucidez y recibió una
cariñosa ovación por parte de los asistentes al acto.
Baltasar Garzón
y Ernesto Ekaizer tenían previsto hablar sobre el género negro como denuncia de
la realidad social, pero los últimos acontecimientos en París, los atentados y
el consiguiente estado de excepción, y bombardeo al territorio sirio,
protagonizaron la charla. Se aceptan las restricciones de la violencia pero no
se profundiza en el problema: hay que investigar a quién beneficia esa
violencia, quién la financia. Baltasar Garzón dijo que hay medios para luchar
contra estas situaciones sin saltarse el control judicial o ciertas libertades.
Es necesaria la cooperación entre los países y entre los pueblos, refiriéndose
concretamente al pueblo kurdo. Detrás del Estado Islámico existe un entramado de
financiación, de comercio de armas, de petróleo, a través de mecanismos
interpuestos que hay que denunciar. Combatimos los efectos pero no la raíz del
problema. Todo el mundo se pone de acuerdo para bombardear un país pero no son
capaces de consensuar una definición internacional del terrorismo, por ejemplo.
También hay que abordar el trasfondo religioso de esta situación, no puede
negarse. Arabia Saudí, país amigo, acaba de condenar a muerte al poeta Ashraf
Fayadh, por renunciar a la fe islámica. Respecto a la diferencia en el
tratamiento que la prensa da a estos atentados en relación a otros sucedidos en
Beirut, Malí o Turquía, coincidieron en que nos acostumbramos a la violencia
cuando no nos afecta directamente.
El escritor Juan
José Millás conversó con Esteban Beltrán, director de la sección española de
Amnistía Internacional sobre "las palabras del Poder y el poder de las
palabras". Fue muy interesante. Los tópicos se fabrican con palabras y hay
definiciones que, a fuerza de repetirse, terminamos aceptando sin llegar a
analizarlas. Esto ocurre en todos los países. En Colombia denominan
"actores armados" a los guerrilleros y al secuestro lo llaman
"pesca milagrosa". EE.UU. desarrolló en 2001 todo un lenguaje
alrededor del combate al terrorismo. Los detenidos en Guantánamo pasaron a
llamarse "presos de alto valor", los prisioneros de guerra eran
"enemigos no combatientes" y la tortura una "presión física
moderada". Dijeron que la pobreza está secuestrada por los economistas,
que diferencian entre "pobre coyuntural", por lo visto alguien que
tuvo mala suerte, y el "pobre estructural", el pobre de sistema.
Hablan también de "necesidades no alimentarias". Y los que llamamos
"países en vías de desarrollo" son, ni más ni menos, países pobres.
Millás habla de su obra de teatro Lengua
madre, en la que plantea que el orden de las palabras no debería ser
alfabético sino que debería decidirlo el mercado, algo que ahora suena cada vez
menos surrealista. Repasaron otros eufemismos más recientes, como llamar a los
recortes económicos "reformas estructurales necesarias" o al
desahucio "procedimiento de ejecución hipotecaria". Una buena
conclusión de este acto fue que "hay que estar en guardia para que no te
la cuelen".
Entre medias, tuve tiempo de colarme algunos minutos en la charla que tuvieron Laura Revuelta, Pedro Crenes, María Teresa Cárdenas y Laszlo Erdelyi sobre el intercambio cultural entre España y América Latina, en el que se reivindicaba el importante papel que desarrollan las pequeñas editoriales en este sentido.
El sábado, Sergio
Vila-Sanjuán, Fernando González "Gonzo" e Ignacio Elguero charlaron
sobre el periodismo cultural. Resulta bastante evidente que los espacios
culturales no tienen cabida en los medios de comunicación. Vila-Sanjuán dijo
que el periodismo cultural debe combinar profundidad y amenidad. Son
importantes el estilo, la forma y la extensión. Frente a las formas
fragmentadas, señala que una de las publicaciones que mejor ha resistido la
crisis ha sido "The New Yorker", algunos de cuyos reportajes llegan a
ocupar las treinta páginas. También se debatió sobre qué se considera cultura y
el posible elitismo de los espacios denominados culturales. ¿Tiene, por
ejemplo, cabida el entretenimiento popular como el best-seller o la música
ligera en un programa de este tipo o, al revés, tiene la cultura cabida en
programas generalistas?
La entrega de
premios del concurso Cosecha Eñe 2015 volvió a celebrarse en el marco de este
festival. Tan sólo el año pasado, justo cuando yo fui uno de los finalistas, el
acto cambió de fecha y de ubicación. La ganadora en esta edición ha sido la
escritora boliviana Giovanna Rivero que participó en un debate sobre el cuento
con dos de las finalistas de este año: Sonia San Román y Emily Roberts. Las
tres, moderadas por Elena Medel, hablaron sobre sus respectivos relatos y sobre
sus procesos de escritura.
Oscar Hahn y Chus
Visor moderados por Antonio Lucas hablaron de poesía, tanto del libro de Hahn, Los espejos comunicantes, ganador del
premio Loewe de poesía 2014, como de la comunicación entre poetas de uno y otro
lado del Atlántico. Visor ha llegado a editar doscientos autores
latinoamericanos como Gelman, Benedetti, Pacheco, etc. Hahn, por su parte,
situó el origen de su poesía en la lectura de los poetas españoles del siglo
XV, como Garcilaso, Góngora o Quevedo.
Carmen Boullosa
y Raquel Robles conversaron sobre literatura latinoamericana actual, sobre el motivo
de contar una historia. Se cuentan cuentos porque se intenta dar sentido al
horror inmediato. Se habló del papel del arte ante la tragedia, del testimonio
directo y personal y de convertir la realidad en ficción. En Argentina se había
planteado este debate ante la publicación del libro de Julián López Una muchacha muy bella, que trata el
tema de los desaparecidos aunque él no es hijo de desaparecidos.
Julio Llamazares
y José Luis Cuerda, moderados por Juan Cruz, mantuvieron una distendida y
divertida conversación en torno a sus proyectos, a sus intereses en común,
plagada de anécdotas y recuerdos. Antes de que la película Total recibiera la Mención especial del jurado y la prensa en el
festival de Montecarlo, un crítico español escribió un artículo titulado
"Total, nada".
Manuel Vicent,
El Roto y Ángel S. Harguindey, que hablaron sobre periodismo y literatura.
Almudena Grandes
y Gabriela Ybarra mantuvieron un diálogo sobre la memoria personal y colectiva
en sus obras. Recordar duele, pero es necesario.
Marta Sanz,
Jorge Sánchez Cabezudo y Alberto Sánchez Cabezudo, protagonizaron un acto en
homenaje al recientemente desaparecido escritor Rafael Chirbes. Marta Sanz
compartió los recuerdos de sus conversaciones con Chirbes desde que lo conoció,
siendo ella alumna de la Escuela de Letras. Por su parte, Jorge y Alberto
Sánchez Cabezudo, que fueron quienes adaptaron la obra Crematorio para la televisión, comentaron las dificultades a las
que se enfrentaron debido a la densidad de la prosa del escritor valenciano. Primero
tuvieron que dibujar la trama principal, comprimir la obra, y luego, sin
embargo, se vieron obligados a crear personajes que no estaban en la novela con
el fin de poder reproducir con forma de diálogo lo que Chirbes escribe como
monólogos interiores. Fue un acto muy ameno en el que la figura del escritor
independiente y comprometido con su oficio que fue Rafael Chirbes tuvo un protagonismo
absoluto.
También hubo
muchos más actos, talleres exprés como el que dio Lola Larumbe bajo el título
"Cómo ser librera en el Apocalipsis", lecturas poéticas a cargo de
Leire Bilbao, César Scappa, Ana Curra, Ada Salas, etc. pero resulta imposible
acudir a todo.
1 comentario:
Gracias por la crónica tan detallada Miguel, este año que más he podido asistir.
Este año el festival han estado Millás y Vicent todo un lujo.
Abrazos
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