1.- ¿Por qué escribes?
Es una pregunta cuya respuesta completa
se extendería varios folios. Así que, resumiendo, escribo por una extraña
necesidad de vivir otras vidas y en otros sitios, de no ser yo. También por
placer, por curiosidad, por deseo de descubrimiento y porque leer un libro es
una hermosa soledad acompañada.
2.- ¿Cuáles son tus costumbres, preferencias, supersticiones o manías a
la hora de escribir?
Siempre suelo tener algo para
beber al lado, café o zumo de naranja. Y algo que me caliente los pies.
3.- ¿Cuáles dirías que son tus preocupaciones temáticas?
Todas las propias de nuestra
condición humana, tan singular. Pero especialmente la frustración, las
ilusiones perdidas o recuperadas, el miedo y el amor, la muerte, la angustia
por el tiempo. Me interesan sobre todo los personajes confusos, que están
buscando algo que no saben qué es, y también las vidas que se apartan de lo
convencional o que parecen convencionales sin serlo.
4.- ¿Algún principio o consejo
que tengas muy presente a la hora de escribir?
Escribir lo que a mí me gustaría
leer.
5.- ¿Eres de las que se deja llevar por la historia o de las que lo
tienen todo planificado desde el principio?
Ambas. Me muevo entre la
planificación y el caos. Ahí creo que está mi clave. En una novela hay muchas
cosas que decidir y tienes que marcar una cierta ruta para no perderte
demasiado. Después, cuando empiezas a recorrer esa ruta, a escribir, te
detienes para mirar este paisaje o este otro y surgen senderos alternativos,
caprichos e intuiciones. Entonces me dejo llevar y a veces el fin de la ruta es
el planeado, y otras no.
6.- ¿Cuáles son tus autores o libros de cabecera?
Siempre me resulta difícil
responder en unas pocas líneas a preguntas así, porque serían muchos y habría
que explicar qué me aporta cada uno. Además, las referencias crecen cada día.
Por eso suelo responder por lo más inmediato. Así que apunto que una autora que
me ha fascinado en los últimos años es Alice Munro. Sus cuentos nos hablan de
fragilidad y amor, del deseo. Las historias podrían parecer anodinas, pero
tienen una enorme profundidad, y las acompaña una inquietud que sugiere que
cualquier cosa puede ocurrir.
7.- ¿Podrías hablarnos de tu último proyecto? Bien lo último que hayas
publicado o lo último que hayas escrito o estés escribiendo.
Mi última novela publicada es Al acecho, una historia ambientada en
Madrid en los meses previos a la Guerra Civil. Y mi última publicación, este
año, ha sido el relato Fanny y la
felicidad, incluido en Wollstonecraft.
Hijas del horizonte, el nuevo volumen del proyecto Hijos de Mary Shelley,
promovido por Fernando Marías.
Noemí Sabugal (Santa Lucía de Gordón, León, 1979) es licenciada en
Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid. En 2005 obtuvo el Premio
de Periodismo de Castilla y León Francisco de Cossío, por un reportaje sobre la
inmigración en el barrio leonés del Crucero. Su primera novela, El asesinato de Sócrates (Editorial
Alianza, 2010), fue finalista del XI Premio de Novela Fernando Quiñones y
resultó elegida por el Ministerio de Cultura para representar a España en el XI
Festival Europeo de Primera Novela de Budapest. Con su segunda obra, Al acecho (Editorial Algaida, 2013),
consiguió la XXXI edición del Premio de Novela Felipe Trigo. Esta novela ha
sido publicada en 2014 en Italia en la editorial Leone Editore con el título de
L´agguato. También ha publicado los
relatos Demasiado humano. Pinocho
(Editorial Sigueleyendo, 2011); Berlin
Mechanical Men (Retrofuturismos.
Antología Steampunk. Editorial Nevsky Prospects, 2014), traducido al inglés y publicado
en febrero de 2015 en The best of Spanish
steampunk, y Fanny y la felicidad
(Wollstonecraft. Hijas del horizonte.
Imagine Ediciones, 2015). Es también autora del prólogo Cómo trabajar en prensa y alimentar a la musa, recogido en el
volumen sexto (Miscelánea. Editorial
Paradiso Gutenberg, 2015) de la Biblioteca Enrique Gil y Carrasco, que está
recopilando la obra de este autor del Romanticismo español.
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