1.-
¿Por qué escribes?
Alguna vez tuve muy claras las razones.
Imagino que tenía un discurso racional muy estructurado, con motivaciones
sociales, psicológicas, económicas.
Ahora mismo he perdido esas certezas, y
sólo conservo la nítida percepción de que escribir me hace demasiado feliz,
demasiado pleno.
No sé quien dijo que uno escribe para
que lo quieran más. Algunos autores muestran con irrebatible certeza que esta
es una razón banal, que la escritura tiene motivaciones mucho más profundas y
trascendentales.
Se me acaba de ocurrir que escribo para
que me quieran más.
2.-
¿Cuáles son tus costumbres, preferencias, supersticiones o manías a la hora de
escribir?
Las manías, las costumbres, las
supersticiones, son atajos que te inventas para no escribir. Si no se cumplen
las condiciones perfectas, te paralizas y te sientes justificado.
Yo tengo cientos de costumbres, pero
ahora mismo, empiezo a escribir sobre una nevera pequeña mientras persigo con
mi tablet el wifi entre los árboles de un jardín en la Provence. Mi ordenador
se ha dañado, nada pareciera cumplir mi lista de manías y para avanzar en un
relato largo o novela corta que estoy concluyendo debo usar un teclado francés
o un teclado inglés donde la eñe y muchos signos de puntuación que utilizo a menudo
simplemente no existen. Razones por las que por primera vez en mi vida escribo
a mano en un cuaderno.
Dicho lo cual, mis costumbres o manías a
la hora de escribir se condensan en una sola: escribir, escribir, escribir.
3.-
¿Cuáles dirías que son tus preocupaciones temáticas?
El viaje, las asperezas del amor, la
amistad, el abandono paterno.
4.-
¿Algún principio o consejo que tengas
muy presente a la hora de escribir?
Algo que dijo el escritor Slavko Zupcic
en una feria del libro en Caracas algún día de 1992. La humildad está bien para
la vida, a la hora de escribir nadie debe conformarse nunca con ser menos que
Homero o Borges. Ya luego la vida y los lectores te pondrán en su sitio.
5.-
¿Eres de los que se deja llevar por la historia o de los que lo tienen todo
planificado desde el principio?
Me dejo llevar. Al menos en la primera
versión. La segunda y la tercera ya obedecen a planificaciones más
intelectuales, pero en la primera soy como el lector: alguien que camina
tratando de comprender.
6.-
¿Cuáles son tus autores o libros de cabecera?
El Lazarillo de Tormes.
Ifigenia.
Conversación en la Catedral.
Percusión.
La vida Exagerada de Martín Romaña.
El Maestro y Margarita.
Piedra de mar.
Los cuentos de Borges, los cuentos de
Cortázar.
El americano impasible.
7.-
¿Podrías hablarnos de tu último proyecto? Bien lo último que hayas publicado o
lo último que hayas escrito o estés escribiendo.
Te hablo de Los Maletines, mi más reciente novela que publicó la editorial
Siruela. Un libro donde quise juntar aventuras, con algo de novela negra, con
algo de picaresca. En síntesis hacer una especie de tecnomerengue, donde el
lector llorase y riese, y donde dos amigos entrañables descubriesen que siempre
es posible soñar con escapar del horror.
Juan
Carlos Méndez Guédez (Barquisimeto, Venezuela, 1967)
es doctor en Literatura Hispanoamericana por la Universidad de
Salamanca y escritor afincado en Madrid. Como novelista es autor de: Arena
Negra (Libro del Año en Venezuela en 2013), Chulapos mambo, Tal
vez la lluvia (Premio Internacional de Novela Ciudad de
Barbastro), Una tarde con campanas, Árbol de luna, El
Libro de Esther, Retrato de Abel con isla volcánica al fondo y Los maletines. También ha
publicado volúmenes de cuentos: Ideogramas, Hasta luego, Míster
Salinger y Tan nítido en el recuerdo. Varios de sus
relatos y novelas han sido traducidos en Suiza y en Francia.
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