martes, julio 25, 2006

Publicidad


La publicidad ha evolucionado a pasos agigantados. Ya no nos intentan vender cosas con un señor que nos enseña el producto y nos asegura que es fantástico, sino que nos cuentan historias, identifican el producto con un estilo de vida, con unos principios, con un sentimiento...
La publicidad se ha convertido en un arte. Podemos encontrar auténticas joyas. Sin embargo, su finalidad continúa siendo el querer convencernos de que consumamos tal o cual cosa. Y en esa tarea de convencimiento, nos van imponiendo una serie de valores, de modelos, de deseos.

Si, tal como decía Chesterton, "el periodismo consiste esencialmente en decir Lord Jones ha muerto a gente que no sabía que Lord Jones estaba vivo", con mayor motivo la publicidad consiste en que compre tal o cual producto gente que nunca necesitó tal o cual producto.
Pero en ese camino de manipulación se cruzan otras muchas cosas. Joseph Goebbels, el principal responsable de las campañas de propaganda nazi, decía: "una mentira repetida adecuadamente mil veces se convierte en una verdad". Y esto sigue vigente, tal como afirma Ignacio Ramonet en su libro La tiranía de la comunicación: "El sistema en el que evolucionamos funciona de la manera siguiente: si todos los media dicen que algo es verdad, es verdad. Si la prensa, la radio o la televisión dicen que algo es verdad, eso es verdad incluso si es falso".

Así, resulta esencial tener en cuenta que, junto con la incitación a la compra de determinados productos, se nos inculca el deseo de cierto estilo de vida, de una estética, y todo eso, si no es conseguido, puede causar una gran insatisfacción, sentimiento de fracaso y frustración. Lo cual puede acarrear serios problemas, sobre todo de autoestima.
Por eso quiero resaltar la importancia que me merece una campaña publicitaria que parece haberse propuesto combatir al medio desde dentro. Me refiero a la campaña "Por la belleza real" lanzada por la marca de cosméticos Dove. En ella se defiende una estética alejada del estereotipo oficial femenino. Se defiende la diversidad. Se alejan de las modelos anoréxicas y se acercan a las mujeres normales. Ojalá cundiese el ejemplo.


32 comentarios:

sfer dijo...

Sí, ojalá... cada vez que veo un anuncio de Dove se me dibuja una sonrisa en la cara y me entran ganas de empezar a consumir productos cosméticos de esa marca (no es que los use de otra: es que no uso ningunos, excepto los estrictamente necesarios para no ofender a los olfatos del resto del mundo).

De todos modos, hace poco pensaba que no me extrañaría nada que abandonaran el intento. Me gustaría saber si les está funcionando, si están aumentando las ventas (porque al fin y al cabo, señores, no nos engañemos: para eso hacen esos anuncios; son empresarios, por más que quieran transmitir unos valores).

Me pregunto si la gente que usa cremas anticelulíticas se sentirá atraída hacia esas muchachas, digamos que "reales", o si preferirá, aunque en el fondo de su ser sepa que no es posible, intentar parecerse a la Claudia Schieffer del anuncio de la competencia.

Laura Diaz dijo...

Estimado K,
Cuando esa publicidad comenzó a verse en mi país (hace varios meses atrás) tuvo excelentes críticas por parte de la población, e incluso de algunas agencias de publicidad. Mujeres normales, con cuerpos normales, con desproporciones normales...Nada de Barbies ni de escuálidas y famélicas modelos. Simplemente, mujeres. Y el mensaje "Por una belleza real" que se podría traducir en este caso en "Lo que vale es lo de adentro"...

Claro, no deja de ser una propaganda(el objetivo sigue siendo el consumo, es decir, vender), pero el estilo es bien diferente, y debería imitarse.

Al menos en el Río de la Plata la anorexia es una epidemia, y es porque nuestras chicas quieren ser palos de escoba, y si no lo son, dejan de comer. Más flacas, más bellas. Más enfermas, mejor se "ven". Terrible.

El sábado, en el Museo de Artes Visuales de Montevideo, recorrí obras de aristas uruguayos de finales del siglo XIX y principios del XX, me sonreía al ver "las modelos": rellenitas damas !

Los medios de comunicación masiva, y la publicidad, pueden ser armas letales, sobre todo para los jóvenes, cuya frustración puede alcanzar niveles elevadísimos si no logran los modelos que se proponen.


Buen post, K!

Saludos

Clarice Baricco dijo...

El anuncio también lo pasan en México y mis ojos se detuvieron cuando observé la diferencia.

Pero no deja de ser publicidad.


Creo que el problema, si es que se le puede llamar problema a los publicistas o los medios, que no dejan de ser profesiones lindas, que sí su penetración en cada televidente, es debido al hogar, los padres, los educadores, los formadores que no muestran el camino para no caer en lo que no se debe o no se pueda.

Por eso hay tanto caminante con sueños frustrados.

y Laura me hizo recordar a mi Botero.

Besos sin anuncios.

Alicia Liddell dijo...

Vaya, veo que todos los comentarios son de mujeres. La motivación de hacer esa campaña es clara: por un lado diferenciarse de la competencia. Todos los anuncios de cosméticos son iguales, tienen el mismo mensaje. No se diferencian entre ellos, por lo que su influencia en las ventas es nula. Es mucho más efectivo la prueba personal en la perfumería o el gran almacén ¿Por qué lo hacen entonces? Porque lo hacen los demás.
Así que Dove sí se recuerda, porque hace una campaña completamente distinta y con la que el 98% de las mujeres se identifican.
No es una novedad. Hace años The Body Shop lanzó mensajes semejantes, si bien nunca hicieron publicidad masiva, ya que no entra dentro de la filosofía de la empresa que, mira tú por dónde, ha sido recientemente vendida a L'Oreal, el líder mundial de mujeres inexistentes.

Anónimo dijo...

La publicidad, la mediocracia, es como un líder que llega a todas las conciencias y consciencias. Y funciona, vaya que sí.

(Muchas gracias por todo)

Miguel Sanfeliu dijo...

Copio del libro “La publicidad y su poder”, de Eric Clark (el libro se publicó en España en 1988, por lo que ahora todo es mucho peor):

“Cuanto más nos bombardea la publicidad, menos nos damos cuenta de ello, y sin embargo, casi con toda seguridad, mayor es su efecto sobre nosotros. No sobre nosotros personalmente, por supuesto. La mayor parte de la gente, cuando se les pregunta sobre el poder de la publicidad en las encuestas de investigación, responden que creen que es eficaz, pero no con ellos. Sólo ellos, al parecer, gozan de inmunidad. (...) Solamente los profesionales que trabajan en publicidad opinan de forma distinta: después de todo, ellos ven los resultados”.

Cuanto más inalcanzable e idílico sea el mundo que nos ofrece la publicidad, más insatisfechos estaremos, o lo estarán nuestros hijos.


Sfer, yo también espero que les vayan bien las ventas y que cunda el ejemplo. Ojalá dejaran de amargarnos la vida con lo que deberíamos desear para ser felices.

Solodelibros, se trata de diferenciarse de la competencia, desde luego. Ya sé que estas cosas no surgen con fines altruistas. Y precisamente para combatir ese pesimismo que nos hace pensar que no dará resultado, es por lo que he querido hablar de ello. Yo pienso que, con esta campaña, están corriendo unos serios riesgos. No creo que fuera fácil aprobar algo así en un Consejo de Dirección.

Laura, completamente de acuerdo. El problema de la anorexia es muy grave. Se denuncia cada cierto tiempo, pero yo no veo que nadie haga nada. Las modelos más cotizadas, las campañas más caras, continúan manteniendo la misma estética. Cuando alguna asociación les saca los colores entonan un mea culpa y dicen que van a crear un código deontológico o cualquier otra cosa que se les ocurre, hasta que pasa el chaparrón.

Clarice, desgraciadamente, no todo está en manos del hogar, los educadores o los formadores. La televisión entra en nuestras casas, se instala en nuestras vidas, nos invade sin remedio.
Aquí emiten una serie de televisión muy popular que yo no quiero ni verla ni que la vean mis hijos, y eso me provoca una serie de discusiones enormes, porque mi hija se siente presionada por su entorno, todas sus amigas ven esa serie, y la comentan, y ella se siente mal si no puede participar en esa conversación. Y ése es su problema real, no le sirve que le hable de otras cosas, no admite que le explique mis motivos o que busque otras actividades o lo que sea.

Alicia, estoy de acuerdo en que si consigues diferenciarte de los demás, consigues que te recuerden, y eso es lo que estas campañas buscan. Es evidente que el fin último de la publicidad es vender, por supuesto. Todos quieren vender. El problema es que, al hacerlo, nos transmiten más cosas.
¿Cuántos anuncios bombardean a un niño durante, pongamos, los primeros diez años de su vida?
Si con este cambio de estereotipos consiguen vender más, que así sea, es lo que quiero.
(Y todavía espero que entren comentarios de hombres, creo que todos debemos opinar).

Apostillas, de eso se trata, ése es el problema. La publicidad nos está rigiendo la vida en todos los ámbitos. Hasta las campañas electorales son campañas publicitarias, y aún más salvajes que cualquier otra.
(Espero que estés mejor)

Gracias por vuestros comentarios.

Beatriz Valenzuela dijo...

hola "escritor casi inèdito", me ha gustado este dejo de sentido de humor. saludos

Clarice Baricco dijo...

Si Kafka, comprendo bien esa realidad que vives. Son inevitables en una etapa pero después verás la cosecha.

Abrazo...

Portarosa dijo...

Hola, soy un hombre y también voy a opinar.

Como la mayoría, tampoco creo que esta campaña se deba a lo buenas personas que son en Dove y lo claras que tienen las cosas. Pero, espurio o no, el efecto normalizador y anti-metas-imposibles se ha dado, y eso es positivo.

Un abrazo.

Francisco Ortiz dijo...

Tú siempre centras las mirada en temas interesantes. Lo de la propaganda nazi es tan cierto que asusta: ¿no hay un partido, al menos, en España que lleva esa frase marcada a fuego en la frente como pilar de su ideología?

OjO x OjO dijo...

KP, aunque siempre suelo ser positivo, o intento, en mis pensamientos la cuenta Dove creo que se habrá tratado por los publicistas como una manera de llegar al target de sus clientes (personas normales) y para ello todo vale, incluso aparentar una nueva filosofía , si ello les promueve mejores ventas. Aunque en este caso es suammente agradable y mucho más vinculante ver personas de carne y hueso en vallas, tele y papel couché.
¡Un tema muy interesante, saludos!

Miguel Sanfeliu dijo...

Hola Beatriz, bienvenida. Ya he visto que tu blog es toda una obra de arte.

Clarice, gracias por lo ánimos.

Portorosa, exacto, eso es positivo. Tampoco yo creo en la bondad de las empresas. Y las campañas de los bancos diciendo que si abres una cuenta destinarán tanto y cuanto a ayudar al tercer mundo me revuelven el estómago.
Un abrazo y gracias por el refuerzo masculino.

Hola Francisco, desde luego que asusta. Y lo que más asusta es que es cierto y continúa siendo eficaz.

Un saludo a todos.

Miguel Sanfeliu dijo...

Ojo-Ojo, nos hemos cruzado.
Supongo que el "target" de Dove es el mismo que el del resto de las firmas de cosméticos. Creo que es una campaña que persigue un fin económico claro, por supuesto, pero insisto en que han asumido unos riesgos. Parece que han dicho: la sociedad se sensibiliza con este tema, vamos a comprobar si es en serio.
Un saludo.

Rosa Silverio dijo...

Si bien es cierto que la campaña no se debe a que la gente de Dove apueste por otro tipo de belleza, no menos cierto es que esta campaña es interesante, diferente y que hace que las mujeres del "mundo real" nos conectemos con lo que están ofreciendo. Una se siente parte de la publicidd, piensa que por fin nos han tomado en cuenta e imagino que a muchas les ocurrió como a mí, que luego de esto, comencé a comprar sus productos. Por eso la propuesta es efectiva, pero al mismo tiempo hay un asunto de fondo importantísimo y es el que plantea Kafkaprocesado. Esta campaña de Dove humaniza a la mujer, la vuelve más real, más accesible y de alguna manera es la cara opuesta al prototipo de belleza (piernas largas, delgadez extrema, altura hasta los cielos, cabellera larga) que ha impuesto el mundo de la moda y los cosméticos, y que es lo que ha hecho que las mujeres estemos en competencia las 25 horas al día, obsesionadas con la belleza, con la ropa, con nuestro peso, con la edad y otras cosas que muchas veces hacen que las mujeres siempre estemos insatisfechas con nuestra imagen y nos volvamos criaturas inseguras y tristes, que andan dentro de un cuerpo que no llevan con dignidad, aceptación y alegría.


Por eso me gusta la campaña de Dove y también este post.

Alicia Liddell dijo...

Ya que hablamos de publicidad no sé si habreis visto este anuncio al que considero lo más obsceno que se ha emitido en la televisión española.

Eso sí, hay que reconocer que con dos cojones (viene al hilo de la publicidad de entidades financieras)

http://www.youtube.com/watch?v=lZSNF6cq0LI

José Antonio Galloso dijo...

Tema más que interesante este de la publicidad, me invitas con este texto a reflexionar y a pensar en escribir algo al respecto. Concuerdo contigo que esta campaña en pro de la belleza real es válida, pero es cierto también que, es otra forma más de manipular a la masa consumidora, de segmentar el mercado y garantizar las cifras en la reunión mensual de ventas.

Un abrazo

Portarosa dijo...

¡Dios mío, he visto el anuncio y me parece demencial!
Eso no es quitarse la careta y decir lo que todo el mundo piensa; eso es decir que así es como se debe pensar. Y me parece demencial, repito.

Saludos.

Miguel Sanfeliu dijo...

Rosa, gracias por tu comentario. Estoy de acuerdo con lo que dices. Creo que hay que tener en cuenta que la publicidad va más allá del mero anuncio de un producto. Nos impone un estilo de vida, y bastante uniforme.

Jose Antonio, me honra haberte servido de inspiración. E insisto en que, dentro del fin propio de cualquier campaña de publicidad, la imagen que va a percibir un niño que vea este anuncio, sin saber de lo que trata, va a ser una imagen menos estereotipada de lo que es habitual, y eso es lo que valoro.

Alicia, Portorosa, no sé si llorar o reír. ¿Se puede ser más sincero que en ese anuncio? El dinero no da la felicidad, pero ayuda. Dios mío, ¿la poesía ha muerto al fin?

Un saludo a todos.

sfer dijo...

Para publicidad demencial: habéis oído hablar del marketing boca-a-boca? Podéis leer un artículillo sobre el tema aquí: http://www.wharton.universia.net/index.cfm?fa=viewfeature&id=896&language=spanish (espero que el enlace salga bien).

Me gusta pensar que toda esa gente que iba en el metro leyendo "El Código da Vinci" en realidad estaban contratados para dejarse ver con un ejemplar del susodicho proporcionado por la editorial, je je...

No, bromas aparte. Da miedo. Si se extiende esa práctica, dentro de poco no podrás ni confiar en la vecina que te explica lo bien que le va la marca X de quitamanchas.

Alicia Liddell dijo...

Jajajaja, Sfer, lo que más me ha gustado es lo del debate ético. Yo creo que los marketinianos estudian ética, pero para soslayarla.

sfer dijo...

Casualidades: entrada muy interesante sobre publicidad y libros que acabo de encontrarme en Tökland, titulada "Bookvertising" (http://tokland.com/blog/?p=179). Os recomiendo la lectura del artículo que enlazan desde allá.

Luna Miguel dijo...

aun asi son tias muy bien cuidadas, pro está bien el anuncio

que pena que los productos dove no me gusten nada


un saludo!

la flaca dijo...

El caso es que todos los que aquí hacemos un comentario reconocemos el anuncio de Dove. ¿Alguno de vosotros recuerda quien es la imagen de Dior, de Lancome, etc...?Yo desde luego no. Las supermodelos acaban siendo genéricos. Humanizar un producto con personas reales me parece como mínimo que crea impacto, que es de lo que se trata.

Alicia Liddell dijo...

¿Además de la Schiffer? Pues no mucho, a excepción de Sharon Stone para Dior. Y eso fué porque ví un cartel en una parada de autobús y comentamos, mi compañera de curro y yo, de las maravillas que hace el photoshop (la maldad nunca nos abandona)

Yo recuerdo a alguna: Isabella Rossellini, Carole Bouquet, Vanessa Paradis ... Pero quitando a la Rossellini, para Lancôme, el resto ni idea. Creo que las dos restantes para Chanel.

Miguel Sanfeliu dijo...

Sfer, muy bueno el artículo. Había oído hablar de este tema, pero creo que es un intento un poco patético de querer controlar, por parte de las empresas, algo que escapa a sus previsiones.
Es como la tontería esa de los pases previos de una película para predecir el impacto que tendrá.

Alicia, sí, llama la atención que se preguntan si acaso no será "poco ético". ¿Y por qué se les habrá ocurrido pensar eso, digo yo?

Luna M., bienvenida por aquí. No lo afirmaré con rotundidad, pero tengo entendido que no son modelos profesionales, al menos eso es lo que se puede leer en la página dedicada a la campaña, porlabelleza.com.
(no soy un agente infiltrado)

Flaca, bienvenida también. Sí, es cierto. Ha resultado novedoso y ha llamado la atención. Propones un buen ejercicio y yo me he quedado en blanco, aunque veo que Alicia tiene unos reflejos más rápidos.

Un saludo y gracias por los comentarios.

José Antonio Galloso dijo...

de acuerdo contigo Kafka, completamente de acuerdo.

Un abrazo

Anónimo dijo...

Tanta publicidad te lleva al hastío, sin embargo hay que reconocer que imaginación no les falta a los publicistas; todas las semanas hay algun anuncio nuevo. Algunos brillantes, aunque no se si rentables, os acordáis qué marca de coche se anunciaba con Elvis bailando en el salpicadero? El anunció triunfó, pero mucha gente no lo asociaba con la marca. Es repugnante el efecto que puede causar en niños y jóvenes; la edad te inmuniza, aunque lamentablemente para todo.
Un saludo.

Miguel Sanfeliu dijo...

Sólo en agosto, es muy curioso el caso del anuncio que recuerdas, porque empezaron a aparecer figuritas de Elvis como las que aparecían en él. ¿Empezaron queriendo vender una cosa y vendieron otra? :)
Gracias por tu visita.

Alicia Liddell dijo...

Para anuncios brillantes pero que son un fracaso -es decir, recuerdas el anuncio, pero no que anuncia- el mejor es el de los patitos, ese de los patitos de goma que atraviesan dos océanos para acabar en una playa escocesa.

¿Alguien recuerda QUE ANUNCIABA? Y no sólo el producto, no vale decir que mermelada.

Miguel Sanfeliu dijo...

Lo siento, no lo recuerdo.
Sin embargo, leí en algún sitio que esa historia de los patitos era real.
Un anuncio curioso.
Saludos.

Anónimo dijo...

Señor K y vecinos del barrio, nos encontramos en setiembre; a partir de ahora me dedicaré a la lectura; espero que te cunda el verano y nos regales algo en otoño.
Un saludo.

Portobello dijo...

Se defiende la realidad, y eso es importante. Dentro de la mentira que supone la publicidad es hora que se frague con cuerpos y aspectos realistas y vivos. No el plástico de maniquí que no vemos por ningún lado. Por cierto el texto de arriba, me lo llevo a el rincón, porque es digno de tener en cuenta el hablar de secundarios y otros valores del cine que no han sido estrellas fulgurantes. La falta de tiempo me ha hecho tragarte en un solo golpe (tu menú). Jajaja