miércoles, abril 25, 2018

Salvador Biedma - Cuestionario básico


1.- ¿Por qué escribes?

No sé si hay un motivo explicable desde lo racional. Puedo decir que yo no era muy lector de chico y, en la adolescencia, casi a la vez que empecé a leer, hice mis primeros intentos con la escritura. Y, con el tiempo, hay algo en relación con los libros que me lleva a leer de distintas maneras: al corregir un libro, al traducir, al editar (he hecho y hago esas actividades, me parecen sumamente atractivas y siento que algo me falta cuando no estoy involucrado en proyectos así), uno lee de otro modo. Supongo que escribir también es un modo de leer.

2.- ¿Cuáles son tus costumbres, preferencias, supersticiones o manías a la hora de escribir?

Escribo a la mañana, después de desayunar y leer el diario. Es un momento en el que hay tranquilidad en el ambiente, uno tiene la cabeza –digamos– fresca y el hecho de leer antes noticias me sirve para evitar cierta tendencia a un lenguaje más recargado.

3.- ¿Cuáles dirías que son tus preocupaciones temáticas?

Publiqué dos novelas breves y un libro de poemas. Las dos novelas surgieron no a raíz de un tema, sino a raíz de lugares: una transcurre en un pueblo relativamente chico y la otra, en un balneario fuera de temporada, ambos lugares –si bien no existen– imaginados en la provincia de Buenos Aires. Me cuesta en general pensar la literatura a partir de temas. Salvo en casos muy específicos, no me resulta fácil decir que un libro es sobre tal o cual tema. ¿Se pueden reducir a uno o dos temas el Quijote o El extranjero, La metamorfosis o Tristram Shandy o Cicatrices? Me interesa, en la escritura, lograr algo abierto, con aspectos que no estén del todo claros, con cosas que no se sepan, que se requiera alguna interpretación o haya que aceptar sin más que algo se desconoce. De pronto hay gente que me dice que un texto mío es sobre tal tema y, claro, no es que no hable de eso, pero creo que podría decirse del mismo modo que trata sobre al menos otros tres, cinco o diez temas.

4.- ¿Algún  principio o consejo que tengas muy presente a la hora de escribir?

Para escribir una novela, me parece imprescindible la regularidad; escribir casi todos los días. Y hay un ejercicio que me pasó Andrés Allegroni hace muchos años en un taller: pegar papelitos con los nombres de los cinco sentidos para recordar que todos existen y están presentes en forma constante. Nunca me armé esos papelitos en forma concreta, pero los he pensado y creo que a esta altura no puedo no pensar que eso está siempre activo para cualquier persona. No recuerdo quién recomendaba dejar el texto para el día siguiente no al final de una escena, no con algo resuelto, sino en medio de las cosas; eso también suelo tenerlo en cuenta. Y, como han dicho muchos, saber que no hay ningún apuro por publicar, que conviene darle su tiempo a cada texto.

5.- ¿Eres de los que se deja llevar por la historia o de los que lo tienen todo planificado desde el principio?

Hay cosas planificadas, pero los planes pueden fallar y podés cambiarlos incluso sin darte cuenta. Además, entre lo que uno imagina y lo concreto de la escritura (con escasa capacidad que uno tiene para escribir) hay un abismo. Se me hace un poco difícil pensar, meses después, cuando hay una primera versión del texto, cuál era el plan original, si se parece a lo que quedó. Supongo que uno tiene que ir quitándose esa idea de la cabeza para avanzar. Por otro lado, me da la impresión de que, cuando uno logra armar bien a los personajes, se mueven solos, con una lógica propia, y parece imposible que tomen otras decisiones o tengan reacciones distintas.

6.- ¿Cuáles son tus autores o libros de cabecera?

Juan José Saer, Arthur Schnitzler (en particular, Relato soñado), Sylvia Plath, Cortázar, Juan José Manauta, Hilda Hilst, Cesare Pavese, Anne Sexton, Kafka, Joaquín Giannuzzi, Alda Merini, Adélia Prado, Juan L. Ortiz, Blanca Varela, Sonia Scarabelli, Elena Anníbali, Denise León, Eduardo Berti, Federico Falco, Samanta Schweblin, Ondjaki, María Lobo, Mariano Quirós… Quedó una lista un tanto desordenada y caprichosa, a la que se podrían agregar muchos otros nombres; así suelen ser estas listas, creo.

7.- ¿Podrías hablarnos de tu último proyecto? Bien lo último que hayas publicado o lo último que hayas escrito o estés escribiendo.


Acaba de salir por Eterna Cadencia la novelita Siempre empuja todo. Es la historia de un hombre mayor, viudo, que había planeado ir a la playa con su hijo. El hijo, que vive en Francia, debe cancelar su viaje y él decide ir al balneario de todas maneras. Una tarde le llama la atención la música de un piano que escucha al pasar. Descubre luego que quien toca es una adolescente. La historia sigue, desde ya, pero no quisiera adelantar demasiado.



Salvador Biedma nació en 1979 en Buenos Aires. Ha trabajado como periodista, corrector y traductor. Fue asistente editorial del sello La Compañía y editor de Galerna. Actualmente está a cargo de la librería Colastiné. Publicó las novelas Además, el tiempo (Ediciones La Yunta, 2013) y Siempre empuja todo (Eterna Cadencia, 2018) y el libro de poemas Quizá fuera volviendo (La Gran Nilson, 2017).

*La foto es de Majo Malvares

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