jueves, diciembre 24, 2015

Feliz Navidad 2015

Les deseo una muy Feliz Navidad y un Próspero Año Nuevo.
Como todos los años, este blog se toma un pequeño descanso. Volveré el día 7 de enero con nuevos cuestionarios.
Mientras tanto, les dejo algunos videos:

En primer lugar, un curioso documento: un encuentro entre Stan Laurel y Oliver Hardy en 1956.


Un video que demuestra que la risa es contagiosa.

   

El funeral de Graham Chapman, miembro de los Monty Python e inolvidable protagonista de "La vida de Brian".



 Una curiosa recopilación de Zach King.

 

La directora Alondra de la Parra ensayando con la Orquesta de París.

   

 Y una curiosa versión de la Suite Nº 1 de Bach con 8 violonchelos.

   

¡Hasta pronto!

lunes, diciembre 21, 2015

David Vivancos Allepuz - Cuestionario básico


1.- ¿Por qué escribes?

Cuando, con anterioridad, me han planteado esta cuestión no he dudado en responder que por timidez. La escritura es la vía idónea que tienen aquéllos quienes, como yo, se sienten incapaces de reunir un auditorio para compartir las historias que les bullen en la cabeza. Ahora, al enfrentarme a la misma cuestión, creo que mi contestación ha de ser distinta y muy egoísta: escribo, sencillamente, para divertirme.

2.- ¿Cuáles son tus costumbres, preferencias, supersticiones o manías a la hora de escribir?

Siempre escribo sentado frente al ordenador, preferiblemente por las mañanas. Y, por tonto que parezca, me gusta hacerlo con un buen diccionario a mi vera porque nunca se sabe cuándo uno tendrá que echar mano de él para dar con la palabra idónea que cierre de modo satisfactorio un microrrelato. Según el texto, también consulto una libretita que, con frecuencia, llevo conmigo y en la cual voy anotando palabras interesantes y ajenas que me encuentro en mis lecturas en el metro e ideas volanderas y propias para mis historias que me asaltan en cualquier lugar y en cualquier momento del día.

3.- ¿Cuáles dirías que son tus preocupaciones temáticas?

Me es difícil contestar a esta pregunta. En general, lo que define mis textos es el humor negro, la sátira o la ironía de los que trato de dotarlos. Los temas, entonces, serían algo así como los vehículos escogidos, en cada ocasión, para intentar lograr el fin último, que no es otro que la complicidad del lector. He escrito mucha ficción alrededor de temas en apariencia sesudos como las bibliotecas o el ajedrez, un juego que me fascina desde hace muchos años. Historias que acostumbran a estar protagonizadas, paradójicamente, por perdedores. Digo paradójicamente porque poco tienen de divertidos. Los perdedores son una constante en mis relatos y éstos pueden presentarse en sus más diversas formas: borrachos, suicidas, enfermos o, directamente, muertos. Además de la muerte, también es habitual la presencia de ancianos que, en cierta medida, están irremediablemente abocados a la derrota. Aunque ellos la sobrellevan, pienso, con mayor dignidad que el resto de personajes mencionados.

4.- ¿Algún  principio o consejo que tengas muy presente a la hora de escribir?

Trato de ser muy minucioso en la forma, considero el cómo tan importante como el qué. La meticulosidad en la escritura creo que es el único principio que tengo presente cuando me pongo a contar algo. Una vez concluido el acto de escribir, viene la corrección, tarea necesaria a la que me entrego con verdadera pasión. No concibo la creación literaria sin múltiples relecturas, sin múltiples revisiones.

5.- ¿Eres de los que se deja llevar por la historia o de los que lo tienen todo planificado desde el principio?

Según lo que ande escribiendo. Lo normal es que, a la hora de afrontar un microrrelato, lo tenga todo planificado de antemano, en mayor o menor medida. Cuando digo todo, en este caso, me refiero a lo esencial porque, en un texto que se supone ha de funcionar con la precisión del puzle, hay que ir resolviendo ciertas cuestiones sobre la marcha para que el resultado final sea satisfactorio. En los relatos de mayor extensión sí que me dejo llevar por la narración. Lo habitual es que quiera describir una situación determinada, copiada directamente de la realidad o inventada. El modo de llegar hasta ella o el cómo concluirla y dotarla de un final suele surgir, de pronto y de forma espontánea, durante el ejercicio de la escritura.

6.- ¿Cuáles son tus autores o libros de cabecera?

Soy más lector de novelas que de ningún otro género. Más que de obras, me considero lector de autores: una vez encuentro un escritor de mi agrado, buceo en su obra de forma casi obsesiva. Me considero incondicional de unos cuantos autores: Eduardo Mendoza, Roberto Bolaño, Miguel Delibes, Juan Marsé, John Fante o Saki entrarían dentro de ese selecto grupo. Devoro cuanto de ellos cae en mis manos.
Curiosamente, si tuviera que hablar de mis libros favoritos, no escogería ninguno de estos autores sino que me decantaría, pienso, por La aventura equinoccial de Lope de Aguirre, de Ramón J. Sender, y El viaje a ninguna parte, de Fernando Fernán Gómez.

7.- ¿Podrías hablarnos de tu último proyecto? Bien lo último que hayas publicado o lo último que hayas escrito o estés escribiendo.


El pasado mes de julio presenté en Barcelona el libro de cuentos Las jugadas intermedias, que vio la luz gracias al entusiasmo con el que acogió el proyecto Ideas Deportivas Canarias. Es mi segundo libro de relatos de temática ajedrecística ya que en 2004 publiqué Mate en 30 con motivo del trigésimo aniversario del Club d’Escacs Sant Martí. En Las jugadas intermedias se entremezclan microrrelatos y cuentos no tan breves, historias de corte fantástico y relatos que describen la propia competición. La verdad es que estoy contento del recorrido del libro y de la aceptación que están teniendo el humor, la ironía y la crítica que definen los cuentos que lo conforman.


David Vivancos Allepuz (Barcelona, 1970) es licenciado en Geografía e Historia y en Biblioteconomía y Documentación por la Universidad de Barcelona, institución en la cual trabaja como bibliotecario. Es autor de la colección de cuentos Mate en 30 (Ajuntament de Barcelona, 2004), de Història del Club d’Escacs Sant Martí (Ajuntament de Barcelona, 2005) y de Cruentos ejemplares y otras microficciones (Seleer, 2012). Ha participado en diversas antologías como, por ejemplo, Ficciones en los 64 cuadros (IMFC, 2004), Alrededor de un tablero : cuentos de ajedrez (Páginas de Espuma, 2005), Antología LAIA II (Urpi, 2011) de la Latin American Intercultural Alliance o DeAntología : la logia del microrrelato (Talentura, 2013).
Colaboró en la revista Jaque, donde fueron publicados algunos de sus cuentos de temática ajedrecística. Sus narraciones y microrrelatos también aparecieron en diferentes publicaciones digitales y en revistas literarias como La bolsa de pipas, El invisible anillo, Fábula, Iguazú o Ágora: papeles de arte gramático y en su blog, Grimas y leyendas (http://grimasyleyendas.blogspot.com).

En el año 2013 ganó la segunda edición del certamen anual organizado por La Microbiblioteca de Barberà del Vallés.

jueves, diciembre 17, 2015

Marta Caparrós - Cuestionario básico


1.- ¿Por qué escribes?

Para comprenderme a mí misma y a los demás. Escribo también porque es una manera de comunicarme con los otros y porque me hace feliz.

2.- ¿Cuáles son tus costumbres, preferencias, supersticiones o manías a la hora de escribir?

No necesito ni aislamiento ni silencio, aunque reconozco que mi lugar preferido son las bibliotecas públicas. Me gusta sentirme acompañada.

3.- ¿Cuáles dirías que son tus preocupaciones temáticas?

Todavía he escrito poco, así que supongo que mis temas están definiéndose. Por el momento me han interesado la familia, la búsqueda del amor y la frustración. También me seduce la indagación en el contexto en el que vivimos.

4.- ¿Algún  principio o consejo que tengas muy presente a la hora de escribir?

Cuando empecé a escribir me fue de utilidad una reflexión de Flannery O’Connor que dice que los escritores necesitan “a grain of stupidity”, un punto de estupidez, un no pillar las cosas a la primera para fijarse mucho en las personas y en las cosas con el fin de revelar la magia que esconde lo más ordinario. O’Connor viene a decir que la imaginación es sobre todo cuestión de pararse a mirar.

5.- ¿Eres de las que se deja llevar por la historia o de las que lo tienen todo planificado desde el principio?

Una mezcla. Necesito tener un mínimo de certezas sobre la historia antes de ponerme a escribir, pero estoy totalmente abierta a lo que vaya surgiendo por el camino.

6.- ¿Cuáles son tus autores o libros de cabecera?

No tengo grandes mitos, pero entre los autores que más me gustan citaría a John Cheever, Carmen Laforet, Andrés Barba, Julio Ramón Ribeyro, Adelaida García Morales, Alice Munro, Richard Yates, Junot Díaz y Natalia Ginzburg. Me hice lectora gracias a Jaume Ribera y Andreu Martin y su libro Todos los detectives se llaman Flanagan.

7.- ¿Podrías hablarnos de tu último proyecto? Bien lo último que hayas publicado o lo último que hayas escrito o estés escribiendo.


Acabo de publicar Filtraciones en la editorial Caballo de Troya. Se trata de una recopilación de cuatro nouvelles independientes argumentalmente que comparten un mismo telón de fondo: el del contexto actual, marcado por la crisis y por la precariedad. Son historias intimistas y sociales al mismo tiempo, en las que  los personajes, en su mayoría treintañeros, sortean como pueden la  inestabilidad laboral y buscan sus señas de identidad, que ya no están definidas por la profesión y la familia. En el libro se abordan temas como la repolitización surgida a raíz del 15M, los traumas familiares, la inmadurez afectiva, los ideales, la posesión, la amistad y las renuncias.


Marta Caparrós nació en Madrid en 1984. Es licenciada en Comunicación Audiovisual y en Teoría de la Literatura por la Universidad Complutense de Madrid, y cursó el máster de Periodismo UAM-El País. Ganó el premio de crítica cinematográfica Guía del Ocio y fue becada por la Fundación Telefónica y la Escuela de Humanidades Contemporáneas para participar en el programa Los narradores de la sociedad digital. En 2015 resultó finalista del certamen de novela corta Encina de Plata. Filtraciones es su primer libro.

lunes, diciembre 14, 2015

Miguel Ángel Hernández - Cuestionario básico


1.- ¿Por qué escribes?

Porque me gusta. Porque me hace bien. Porque lo necesito. Porque cuando escribo siento que hay algo que se conecta por dentro. Y escribo sobre todo para ser leído. No escribo para mí. Escribo cuando siento que tengo algo que decir. Algo que decir a los demás. La pregunta “por qué escribes” se parece mucho a “ por qué hablas”. Porque necesito compartir un mundo, habitarlo, entenderlo.

2.- ¿Cuáles son tus costumbres, preferencias, supersticiones o manías a la hora de escribir?

Cuando escribo narrativa a mano, la mesa tiene que estar totalmente vacía y la habitación en penumbra. Solo el cuaderno, la pluma y yo. Cuando escribo a ordenador, necesito el modo pantalla completa. Sin ninguna distracción. La pantalla del ordenador como si fuese una hoja de papel. Y de nuevo, la penumbra. No sé escribir con luz por encima de mi cabeza. Necesito cierta oscuridad. Y también silencio. Es como una cierta meditación. Un ritual. Me cuesta trabajo escribir en otros lugares que no sean mi escritorio. Pero en ocasiones puedo.

3.- ¿Cuáles dirías que son tus preocupaciones temáticas?

La relación entre vida y teoría, las fronteras entre realidad y ficción, el arte contemporáneo, la frustración, el cuerpo y la memoria.

4.- ¿Algún  principio o consejo que tengas muy presente a la hora de escribir?

Paciencia. Es lo principal para la escritura y soy consciente de que es algo de lo que yo carezco. Quisiera terminarlo todo cuanto antes. Y la prisa es el peor enemigo para el escritor. Por eso intento aplicármelo todos los días: no hay prisa; la historia llega cuando tiene que llegar, la escritura surge cuando tiene que surgir. Y lleva su tiempo.

5.- ¿Eres de los que se deja llevar por la historia o de los que lo tienen todo planificado desde el principio?

Suelo planificarlo todo. Tengo que ver la historia para poder comenzar a escribirla. Hasta que no tengo un mapa mental de los momentos centrales de la novela, y sobre todo del final, no puedo comenzar a escribir. Luego, por supuesto, todo va cambiando y modificándose sobre la marcha. Es un mapa precario, que se va haciendo conforme se escribe. Pero es necesario para comenzar a caminar, aunque luego prefiera dejar de mirarlo y perderme en el bosque. Saber que hay un lugar al que quiero llegar, y que al menos hay un camino más o menos certero de llegada, me ayuda a escapar del callejón sin salida del bloqueo y de las arenas movedizas de la contingencia absoluta.

6.- ¿Cuáles son tus autores o libros de cabecera?

Son muchos, y cada vez descubro más. Pero diría que, cuando escribo, suelo tener cerca, para ver cómo solucionan ciertas cosas, libros de Paul Auster, Don DeLillo, Enrique Vila-Matas o Javier Cercas. Luego, claro, están las obsesiones de Beckett y Bernhard. Pero eso son ya palabras mayores.

7.- ¿Podrías hablarnos de tu último proyecto? Bien lo último que hayas publicado o lo último que hayas escrito o estés escribiendo.


Mil último libro es El instante de peligro, que ha resultado finalista del Premio Herralde de Novela. Es una novela sobre la memoria de las imágenes y el recuerdo del amor extinguido. La historia de un profesor fracasado que viaja a Estados Unidos a escribir acerca de unas misteriosas películas anónimas y que allí, en el pequeño pueblo de Williamstown, se encuentra con su pasado. El arte, las imágenes, el tiempo, la memoria, pero también el sexo y el amor son las claves de esta historia que está escrita como si se tratase de una especie de confesión hacia un lector cuya identidad se va revelando poco a poco.


Miguel Ángel Hernández (Murcia, 1977) es profesor de Historia del Arte en la Universidad de Murcia. Ha sido director del CENDEAC (Centro de Documentación y Estudios Avanzados de Arte Contemporáneo), Research Fellow del Clark Art Institute (Williamstown, Massachusetts) y Society Fellow de la Society for the Humanities (Cornell University). Ha publicado las novelas Intento de escapada (2013, Premio Ciudad Alcalá de Narrativa) y El instante de peligro (2015, Finalista Premio Herralde de Novela). Es también autor de los libros de relatos Cuaderno [...] duelo (2011) e Infraleve: lo que queda en el espejo cuando dejas de mirarte (2004). Entre sus libros de ensayo y crítica de arte, destacan Materializar el pasado. El artista como historiador (benjaminiano) (2012), Robert Morris (2010), La so(m)bra de lo Real: el arte como vomitorio (2006) y la edición de Art and Visibility in Migratory Culture (2012, con Mieke Bal). Colabora regularmente con varias revistas nacionales e internacionales de arte y cultura visual y, desde 2006, mantiene el blog No(ha)lugar (nohalugar.blogspot.com). 

jueves, diciembre 10, 2015

Fran Nuño - Cuestionario básico


1.- ¿Por qué escribes?

Me encanta contar, crear historias, transmitir pequeños descubrimientos de lo que ocurre a nuestro alrededor.

2.- ¿Cuáles son tus costumbres, preferencias, supersticiones o manías a la hora de escribir?

La verdad es que no tengo ninguna manía ni superstición. Lo que sí puedo decir es que tengo muy poco orden a la hora de escribir. No tengo un horario fijo para ello. E incluso puedo pasar un día, o varios, escribiendo mucho y no hacerlo más hasta pasado un tiempo.

3.- ¿Cuáles dirías que son tus preocupaciones temáticas?

Me suelo fijar mucho en lo más cotidiano. De hecho ésa es mi fuente de inspiración. Suelo mezclar cualquier tema con situaciones muy cercanas.

4.- ¿Algún  principio o consejo que tengas muy presente a la hora de escribir?

Tengo que disfrutar con lo que escribo. Si no lo hago, creo que difícilmente a los lectores les podrán gustar mis textos.

5.- ¿Eres de los que se deja llevar por la historia o de los que lo tienen todo planificado desde el principio?

Depende. Hay veces que sí lo tengo todo más o menos “armado” y otras veces me lanzo a ver qué ocurre, adónde me lleva la historia.

6.- ¿Cuáles son tus autores o libros de cabecera?

Tengo muchos, pero aquí van unos cuantos: Gianni Rodari, Franz Kafka, Wislawa Szymborska, Philippe Delerm, José Saramago, Jimmy Liao…

7.- ¿Podrías hablarnos de tu último proyecto? Bien lo último que hayas publicado o lo último que hayas escrito o estés escribiendo.


Pues lo último que he publicado es un libro de relatos para lectores a partir de 8 años que se llama Superhéroes con ridículos poderes (Ilustrado por Javi Baena. Ed. Toromítico). Salió a la venta el pasado mes de mayo y sus protagonistas son cuatro “superhéroes” que tienen unos poderes muy de andar por casa, pero que intentan ayudar con ellos a todo aquél que les necesita. Es, evidentemente, un homenaje en plan parodia al mundo de los superhéroes. Y, como no podía ser de otra manera, me he llevado este tema a mi terreno, a lo cotidiano.


Fran Nuño nació en Bilbao en 1973 y vive en Sevilla desde los diez meses de edad. Es escritor, dinamizador cultural y librero-editor. Ha recibido varias menciones en importantes concursos, tanto por su obra literaria como por su labor a favor de la lectura, ya que realiza cada temporada infinidad de actividades en colegios, bibliotecas, salas culturales... Es autor de más de treinta libros publicados en distintas editoriales, casi todos de literatura infantil-juvenil. Es también autor de dos manuales sobre animación a la lectura y de varios poemarios dirigidos a público adulto. Ha participado, como autor o editor, en varias antologías poéticas y sus obras de teatro infantil, recogidas varias de ellas en su libro ¡Cuánto teatro!, se representan habitualmente en colegios y teatros. Dirige varias colecciones editoriales y ha sido traducido al gallego, catalán, valenciano, inglés, portugués y puntualmente al alemán. Algunos de sus libros se comercializan en EE.UU, Canadá, Sudamérica, Japón...

jueves, diciembre 03, 2015

Juan Vico - Cuestionario básico



1.- ¿Por qué escribes?

Por placer, por fatalismo, por oficio. Depende del día, el porcentaje de cada una de esas variables cambia ostensiblemente.

2.- ¿Cuáles son tus costumbres, preferencias, supersticiones o manías a la hora de escribir?

Nada demasiado especial. Prefiero escribir por las mañanas, y siempre en casa.

3.- ¿Cuáles dirías que son tus preocupaciones temáticas?

La imprecisa frontera entre realidad y ficción. La historia como reserva inagotable de argumentos. El flirteo con lo fantástico. Los vasos comunicantes entre la literatura y otras áreas creativas. La asunción de la oscuridad que todos arrastramos.

4.- ¿Algún  principio o consejo que tengas muy presente a la hora de escribir?

No escribir nada que no me gustara leer. Quizás por ese motivo trato de construir mis ficciones superponiendo niveles de lectura: para proponer al lector suficientes asideros; otra cosa es que lo consiga, claro.

5.- ¿Eres de los que se deja llevar por la historia o de los que lo tienen todo planificado desde el principio?

Procuro planificar, aunque luego vaya modulando sobre la marcha. Eso me hace sentir mucho más libre que ponerme a escribir sin rumbo fijo. Solo si uno conoce el camino de memoria se puede dedicar a admirar el paisaje.

6.- ¿Cuáles son tus autores o libros de cabecera?

Tantos… Shakespeare y Cervantes como inevitables dioses tutelares. Los grandes heterodoxos de la poesía: Blake, Hölderlin, Dickinson, Baudelaire, Rimbaud, Éluard,  Wallace Stevens. Mineros de la naturaleza humana como Dostoievski, Poe, Schnitzler, Nabokov o Philip Roth. Y esos irresistibles tahúres en la línea de Borges, Perec, Calvino, Perucho, Michon o Vila-Matas.

7.- ¿Podrías hablarnos de tu último proyecto? Bien lo último que hayas publicado o lo último que hayas escrito o estés escribiendo.

Lo último publicado: un libro de relatos, El Claustro Rojo (Sloper, 2014). Lo próximo: mi tercera novela, que editará Seix Barral dentro de pocos meses.


Juan Vico (Badalona, 1975). Licenciado en Comunicación Audiovisual y máster en Teoría de la Literatura. Ha colaborado con numerosos medios de comunicación y ha sido redactor jefe de la revista Quimera.  Es autor de las novelas Hobo (La Isla de Siltolá, 2012) y El teatro de la luz (Gadir, 2013), con la que obtuvo el Premio Fundación MonteLeón. Su primer libro de relatos,  El Claustro Rojo (Sloper, 2014), le valió el Premio Café 1916. Su narrativa breve ha aparecido asimismo en diferentes antologías. Como poeta ha publicado tres libros: Víspera de ayer (Pre-Textos, 2005), Still Life (UAB, 2011) y La balada de Molly Sinclair (Origami, 2014).
juanvico.com

lunes, noviembre 30, 2015

Mariana Travacio - Cuestionario básico.


1.- ¿Por qué escribes?

Menuda pregunta. Parto de la imposibilidad misma de la escritura y de los empecinados esfuerzos que hacemos, aún sabiendo que no es posible.
Marguerite Duras lo decía abiertamente:

Escribir.
No puedo.
Nadie puede.
Hay que decirlo: no se puede.
Y se escribe.

Y se escribe, decía. Como si dijera: Y sin embargo, se escribe.

Algo de eso, entonces.
Entiendo la escritura como ese esfuerzo desmedido por bajar al papel lo que apenas puede bordearse, rozarse, rodearse de palabras, o de silencios. La palabra es la muerte de la cosa, decía Lacan. Desde allí, todo escritor no tiene más que la mera palabra para bajar al papel lo que morirá indefectiblemente en esa operación. Solo subsistirán los restos, meros rezagos de eso otro que queremos decir y que apenas logramos rozar. De modo que le escritura es, por un lardo, imposibilidad misma. Por el otro, es, también, deseo de escritura, como decía Barthes. Un deseo desmedido, desbocado, incontinente. Y es, en última instancia, también, lo inevitable.
Nadie escribe lo que quiere.
Escribimos, si acaso, apenas, lo que podemos.

2.- ¿Cuáles son tus costumbres, preferencias, supersticiones o manías a la hora de escribir?

Cuando llega la hora de escribir, escribo en cualquier parte, aún rodeada de ruidos, aún lejos de casa. Preferiría escribir de noche y en silencio, pero la escritura ocurre más allá de mis preferencias.

3.- ¿Cuáles dirías que son tus preocupaciones temáticas?

La conciencia de finitud, la construcción de la identidad a partir de algo tan endeble como la memoria.

4.- ¿Algún  principio o consejo que tengas muy presente a la hora de escribir?

Flannery O’Connor proponía escribir primero y pensar después. Creo que estoy bastante de acuerdo con ese precepto. En cualquier caso, no funciona de la misma manera para cualquier texto. Me parece que incluso un mismo autor puede echar mano a distintos procedimientos, a distintas maneras de abordaje según el texto que esté escribiendo. En mi caso, en general, lo único que necesito tener definido, antes de escribir, es un tono, un registro, un punto de vista, una voz. Digamos, el narrador. Definido el narrador, la historia baja sola al papel. O no, pero es como si lo hiciera.

5.- ¿Eres de las que se deja llevar por la historia o de las que lo tienen todo planificado desde el principio?

No, como dije antes, salvo la necesidad de definir un punto de vista, prefiero no saber  hacia dónde me conducirá la historia. En esto concuerdo con Marguerite Duras: “La escritura es lo desconocido. Antes de escribir no sabemos nada de lo que vamos a escribir. Y con total lucidez. Si se supiera algo de lo que se va a escribir, antes de hacerlo, antes de escribir, nunca se escribiría. No valdría la pena”.

6.- ¿Cuáles son tus autores o libros de cabecera?
Es difícil limitar el espectro de lecturas, siempre azarosas, a un par de “autores de cabecera”. Aún así, y a pesar del encasillamiento que supone, digamos que, en distintos planos y con distintos alcances, siempre vuelvo a Lobo Antunes, a Nabokov, a Onetti, a Borges, a Saer, a Foster Wallace, a Bolaño, a Rubem Fonseca, a Marcelo Cohen, a Vila-Matas, a Kurt Vonnegut, a Clarice Lispector, a Tolstoi, a Kafka, a Nietzsche.

7.- ¿Podrías hablarnos de tu último proyecto? Bien lo último que hayas publicado o lo último que hayas escrito o estés escribiendo.


Lo último que he publicado es un libro de cuentos. Se llama Cotidiano y fue editado por Baltasara Editora. Lo último que he escrito es una novela. Se llama Como si existiese el perdón y será publicada en marzo de 2016 por Metalúcida Editora.


Mariana Travacio. Nació en Rosario, Argentina, en 1967. Vivió en São Paulo y actualmente reside en Buenos Aires. Es Licenciada en Psicología y Magister en Escritura Creativa. Se desempeñó como docente en la Cátedra de Psicología Forense de la Universidad de Buenos Aires y publicó diversos trabajos en su órbita profesional.
Sus cuentos han sido publicados en diversas antologías y revistas de Argentina, Uruguay, España y Estados Unidos. Ha recibido numerosos reconocimientos literarios en concursos nacionales e internacionales, entre ellos, ha sido finalista en el Premio Juan Rulfo (Francia, 2012), en el Concurso de Narrativa Eugenio Cambaceres de la Bilbioteca Nacional (Argentina, 2013), en el Premio Caza de Letras de la Universidad Autónoma de México (México, 2013), en el Premio Municipal de Literatura Manuel Mujica Láinez (Argentina, 2013) y en el Premio Internacional Julio Cortázar de la Universidad de La laguna (España, 2014).
En 2015 obtuvo el Premio Internacional de Relatos Cortos José Nogales (Huelva, España) y el Premio de Narrativa de la Hispanic Culture Review (George Mason University, Fairfax, USA).
Es autora del libro de relatos Cotidiano (Baltasara Editora).


*La foto es de Alejandro Jandry

lunes, noviembre 23, 2015

Festival Eñe 2015


El viernes 20 y el sábado 21 de Noviembre se celebró la séptima edición del Festival Eñe en el Círculo de Bellas Artes de Madrid.


Cuando llegué sabía que la charla con Juan Goytisolo ya había comenzado, lo que no me esperaba es que me mandaran al anfiteatro porque la sala esta al completo. Conseguí acomodarme y disfrutar de la entrevista que le estaba realizando el periodista y poeta Antonio Lucas. Goytisolo estuvo censurado dieciséis años en España y dijo que ahora existe otro tipo de censura, la censura comercial. Con un evidente sentido del humor, contó que cuando le declaran persona non-grata sabe que tiene razón y, sin embargo, se siente muy inseguro cuando le dan premios. Respecto a los refugiados, es evidente la falta de coordinación política en Europa. Vive en Marruecos y recordó que sin la colaboración de este país España estaría como Italia o Grecia. También dijo que creerá en el tribunal de La Haya cuando el trío de las Azores comparezca por el desastre de Iraq y sus mentiras, lo que provocó el aplauso de los asistentes. Sobre el independentismo dijo que no se le ve un acuerdo próximo, y recordó que Luis Buñuel decía que "La patria es la madre de todos los vicios". Se declaró antinacionalista de todo tipo, sólo acepta la nacionalidad cervantina. Sobre la clasificación de prosa poética dijo que cuando algo se denomina prosa poética, suele ser cursi y deleznable, así que, si acaso, escribe prosa y poesía a la vez. Habló de algunos de sus libros, como La Chanca, Makbara o Cuaderno de Sarajevo. Sobre éste último contó que visitó Sarajevo gracias a Susan Sontag, y fue una experiencia impresionante. Goytisolo, nacido en 1931, demostró su lucidez y recibió una cariñosa ovación por parte de los asistentes al acto.



Baltasar Garzón y Ernesto Ekaizer tenían previsto hablar sobre el género negro como denuncia de la realidad social, pero los últimos acontecimientos en París, los atentados y el consiguiente estado de excepción, y bombardeo al territorio sirio, protagonizaron la charla. Se aceptan las restricciones de la violencia pero no se profundiza en el problema: hay que investigar a quién beneficia esa violencia, quién la financia. Baltasar Garzón dijo que hay medios para luchar contra estas situaciones sin saltarse el control judicial o ciertas libertades. Es necesaria la cooperación entre los países y entre los pueblos, refiriéndose concretamente al pueblo kurdo. Detrás del Estado Islámico existe un entramado de financiación, de comercio de armas, de petróleo, a través de mecanismos interpuestos que hay que denunciar. Combatimos los efectos pero no la raíz del problema. Todo el mundo se pone de acuerdo para bombardear un país pero no son capaces de consensuar una definición internacional del terrorismo, por ejemplo. También hay que abordar el trasfondo religioso de esta situación, no puede negarse. Arabia Saudí, país amigo, acaba de condenar a muerte al poeta Ashraf Fayadh, por renunciar a la fe islámica. Respecto a la diferencia en el tratamiento que la prensa da a estos atentados en relación a otros sucedidos en Beirut, Malí o Turquía, coincidieron en que nos acostumbramos a la violencia cuando no nos afecta directamente.



El escritor Juan José Millás conversó con Esteban Beltrán, director de la sección española de Amnistía Internacional sobre "las palabras del Poder y el poder de las palabras". Fue muy interesante. Los tópicos se fabrican con palabras y hay definiciones que, a fuerza de repetirse, terminamos aceptando sin llegar a analizarlas. Esto ocurre en todos los países. En Colombia denominan "actores armados" a los guerrilleros y al secuestro lo llaman "pesca milagrosa". EE.UU. desarrolló en 2001 todo un lenguaje alrededor del combate al terrorismo. Los detenidos en Guantánamo pasaron a llamarse "presos de alto valor", los prisioneros de guerra eran "enemigos no combatientes" y la tortura una "presión física moderada". Dijeron que la pobreza está secuestrada por los economistas, que diferencian entre "pobre coyuntural", por lo visto alguien que tuvo mala suerte, y el "pobre estructural", el pobre de sistema. Hablan también de "necesidades no alimentarias". Y los que llamamos "países en vías de desarrollo" son, ni más ni menos, países pobres. Millás habla de su obra de teatro Lengua madre, en la que plantea que el orden de las palabras no debería ser alfabético sino que debería decidirlo el mercado, algo que ahora suena cada vez menos surrealista. Repasaron otros eufemismos más recientes, como llamar a los recortes económicos "reformas estructurales necesarias" o al desahucio "procedimiento de ejecución hipotecaria". Una buena conclusión de este acto fue que "hay que estar en guardia para que no te la cuelen".



Entre medias, tuve tiempo de colarme algunos minutos en la charla que tuvieron Laura Revuelta, Pedro Crenes, María Teresa Cárdenas y Laszlo Erdelyi sobre el intercambio cultural entre España y América Latina, en el que se reivindicaba el importante papel que desarrollan las pequeñas editoriales en este sentido.


El sábado, Sergio Vila-Sanjuán, Fernando González "Gonzo" e Ignacio Elguero charlaron sobre el periodismo cultural. Resulta bastante evidente que los espacios culturales no tienen cabida en los medios de comunicación. Vila-Sanjuán dijo que el periodismo cultural debe combinar profundidad y amenidad. Son importantes el estilo, la forma y la extensión. Frente a las formas fragmentadas, señala que una de las publicaciones que mejor ha resistido la crisis ha sido "The New Yorker", algunos de cuyos reportajes llegan a ocupar las treinta páginas. También se debatió sobre qué se considera cultura y el posible elitismo de los espacios denominados culturales. ¿Tiene, por ejemplo, cabida el entretenimiento popular como el best-seller o la música ligera en un programa de este tipo o, al revés, tiene la cultura cabida en programas generalistas?


La entrega de premios del concurso Cosecha Eñe 2015 volvió a celebrarse en el marco de este festival. Tan sólo el año pasado, justo cuando yo fui uno de los finalistas, el acto cambió de fecha y de ubicación. La ganadora en esta edición ha sido la escritora boliviana Giovanna Rivero que participó en un debate sobre el cuento con dos de las finalistas de este año: Sonia San Román y Emily Roberts. Las tres, moderadas por Elena Medel, hablaron sobre sus respectivos relatos y sobre sus procesos de escritura.


Oscar Hahn y Chus Visor moderados por Antonio Lucas hablaron de poesía, tanto del libro de Hahn, Los espejos comunicantes, ganador del premio Loewe de poesía 2014, como de la comunicación entre poetas de uno y otro lado del Atlántico. Visor ha llegado a editar doscientos autores latinoamericanos como Gelman, Benedetti, Pacheco, etc. Hahn, por su parte, situó el origen de su poesía en la lectura de los poetas españoles del siglo XV, como Garcilaso, Góngora o Quevedo.


Carmen Boullosa y Raquel Robles conversaron sobre literatura latinoamericana actual, sobre el motivo de contar una historia. Se cuentan cuentos porque se intenta dar sentido al horror inmediato. Se habló del papel del arte ante la tragedia, del testimonio directo y personal y de convertir la realidad en ficción. En Argentina se había planteado este debate ante la publicación del libro de Julián López Una muchacha muy bella, que trata el tema de los desaparecidos aunque él no es hijo de desaparecidos.


Julio Llamazares y José Luis Cuerda, moderados por Juan Cruz, mantuvieron una distendida y divertida conversación en torno a sus proyectos, a sus intereses en común, plagada de anécdotas y recuerdos. Antes de que la película Total recibiera la Mención especial del jurado y la prensa en el festival de Montecarlo, un crítico español escribió un artículo titulado "Total, nada".


Manuel Vicent, El Roto y Ángel S. Harguindey, que hablaron sobre periodismo y literatura.


Almudena Grandes y Gabriela Ybarra mantuvieron un diálogo sobre la memoria personal y colectiva en sus obras. Recordar duele, pero es necesario.


Marta Sanz, Jorge Sánchez Cabezudo y Alberto Sánchez Cabezudo, protagonizaron un acto en homenaje al recientemente desaparecido escritor Rafael Chirbes. Marta Sanz compartió los recuerdos de sus conversaciones con Chirbes desde que lo conoció, siendo ella alumna de la Escuela de Letras. Por su parte, Jorge y Alberto Sánchez Cabezudo, que fueron quienes adaptaron la obra Crematorio para la televisión, comentaron las dificultades a las que se enfrentaron debido a la densidad de la prosa del escritor valenciano. Primero tuvieron que dibujar la trama principal, comprimir la obra, y luego, sin embargo, se vieron obligados a crear personajes que no estaban en la novela con el fin de poder reproducir con forma de diálogo lo que Chirbes escribe como monólogos interiores. Fue un acto muy ameno en el que la figura del escritor independiente y comprometido con su oficio que fue Rafael Chirbes tuvo un protagonismo absoluto.


También hubo muchos más actos, talleres exprés como el que dio Lola Larumbe bajo el título "Cómo ser librera en el Apocalipsis", lecturas poéticas a cargo de Leire Bilbao, César Scappa, Ana Curra, Ada Salas, etc. pero resulta imposible acudir a todo.


jueves, noviembre 19, 2015

Salvador Gutiérrez Solís - Cuestionario básico


1.- ¿Por qué escribes?

Puede que haya ofrecido multitud de respuestas a esta pregunta, a lo largo de los años, y casi todas diferentes. Cada día tengo más claro que escribo por placer. Tal vez por necesidad, pero es una necesidad gozosa, estimulante, placentera. No entiendo la escritura como una adicción esclavista, todo lo contrario, me reporta instantes que me atrevería a calificar como felices.

2.- ¿Cuáles son tus costumbres, preferencias, supersticiones o manías a la hora de escribir?

No puedo escribir en silencio, y por eso siempre escucho música o lo hago frente a la pantalla de la televisión. Times new romans, 12 de tamaño, a un espacio y medio de separación los renglones. Supongo que la paternidad, mis hijos son aún pequeños, ha propiciado que pueda escribir en casi todas las situaciones, sin tener en cuenta los elementos externos. 

3.- ¿Cuáles dirías que son tus preocupaciones temáticas?

En primera lugar, la credibilidad de la historia. Necesito que mis historias participen de la realidad en la que estamos inmersos. Una realidad que en ocasiones es el freno o el acelerador de mis novelas, por otra parte. Mis personajes e historias suelen ser buscadores de su propia trayectoria, alcanzar sus sueños, desafiando a las circunstancias. Tal vez peque de optimista, pero soy de esos que piensan que somos dueños de nuestra propia vida. Y mis personajes, por regla general, luchan por conseguirlo.

4.- ¿Algún  principio o consejo que tengas muy presente a la hora de escribir?

Escribir es corregir. La escritura debe ser visual y sensitiva, para ser real y creíble. Es decir, los personajes deben emplear sus cinco sentidos a la hora de mostrarse, para que el lector pueda visualizarlos y sentirlos a su lado. Antes de comenzar la redacción de una novela, escribo varios relatos con los protagonistas que tengo ideados, con el fin de sopesar si van a contar con la musculatura suficiente para resistir una novela. En fin, les doy un paseo por el gimnasio antes de ponerlos a correr.

5.- ¿Eres de los que se deja llevar por la historia o de los que lo tienen todo planificado desde el principio?

Temo que me encuentro en los dos bandos de la pregunta. No comienzo a escribir hasta que no cuento con un guión de la novela, más o menos cerrado. Hago el intento por tomar las riendas del asunto desde el principio, pero si un personaje o situación me convence no tengo ningún problema en modificar el plan establecido. La novela es un elemento tan vivo, y tan autónomo al mismo tiempo, que es capaz de crear en sus entrañas personajes que no tenías previstos. Algunos son tan cautivadores que no queda más remedio que abrirles la puerta.

6.- ¿Cuáles son tus autores o libros de cabecera?

No exagero si digo que necesitaría varias páginas para responder a esta pregunta. Y no solo tendría que citar a libros y escritores, también discos, cómic, películas y series que componen el universo cultural en el que habito. Hay series o planos que son lecciones magistrales de narrativa, del mismo modo que hay canciones que son un portento de ritmo, de estructura sonora. Trato de polucionarme positiva y coherentemente de todos los elementos culturales con los que convivo.

7.- ¿Podrías hablarnos de tu último proyecto? Bien lo último que hayas publicado o lo último que hayas escrito o estés escribiendo.


Acabo de publicar una novela: Biografía autorizada (en La Isla de Siltolá). Se trata de la falsa “biografía” de un rockstar español, que comienza su andadura musical en los 80 y prosigue en la actualidad, ya en solitario. Es una estrella peculiar, que mantiene una relación digamos que especial con la industria discográfica, los fans y otros músicos. También es Biografía Autorizada un recorrido por la cultura popular que nos ha acompañado durante las cuatro últimas décadas, de la cassette Basf al disco duro o de la Olivetti al Mac. Hay sido realmente emocionante escribir esta novela, ya que se trata de una reinterpretación de mi propia memoria emocional. Si alguien quiere saber más sobre esta novela (o sobre mí) puede encontrar más información en mi blog www.salvadorgutierrezsolis.blogspot.com o en mi cuenta de Twitter, @gutisolis .


Salvador Gutiérrez Solís (Córdoba), novelista incesante, cuentista accidental, ha publicado, entre otros, los siguientes títulos: La Novela de un novelista malaleche (Finalista del Premio Nacional de la Crítica, 1999), Spin Off (2001), El sentimiento cautivo (2005), El batallón de los perdedores (2006) y El orden de la memoria (2009). La obra de Gutiérrez Solís se puede encontrar en decenas de antologías. Ha sido traducido a varios idiomas, ejerce la crítica literaria en diferentes publicaciones, colabora en programas de radio y televisión y es articulista en El Día de Córdoba (Grupo Joly). Con El escalador congelado (2012), obtuvo el Premio Andalucía de la Crítica 2013. Acaba de publicar, en Ediciones La Isla de Siltolá, Biografía autorizada.

lunes, noviembre 16, 2015

Emilio Gavilanes - Cuestionario básico


1.- ¿Por qué escribes?

Es posible que lo haga por una mezcla de razones, no por una sola. Y estoy seguro de que cada día podría dar un motivo diferente. La que ahora se me ocurre es que para mí escribir es la manera más clara de pensar. Es la manera de comprender lo que pasa a mi alrededor. De leer los subtítulos de la vida. Mientras escribo hay cosas que parece que tienen sentido. Durante la escritura, lo mismo que durante la lectura (actividades que me parecen gemelas; de hecho, para mí leer es la mejor manera de escribir y escribir la mejor manera de leer), durante la escritura, digo, yo siento que se produce una modesta revelación. Es decir, algo de repente tiene sentido. Por ello, pocas cosas puede haber tan satisfactorias, siendo el mundo, la vida, algo tan incomprensible. Estamos hechos de tal manera que siempre estamos buscando explicaciones. A lo que sea. Mucho más que ser felices, nuestro sentido es buscar explicaciones a todo lo que nos rodea. Escribir es mi manera de descubrir el mundo.

2.- ¿Cuáles son tus costumbres, preferencias, supersticiones o manías a la hora de escribir?

Hubo un tiempo en que tenía una rutina: escribía por la tarde, a mano, sentado en un sillón, sobre una tablilla con una pinza que sujetaba la hoja de papel, en una habitación sin nadie. Con el tiempo he tenido que renunciar a todo eso, que ahora me parece un lujo. Ahora mismo escribo cuando puedo y donde puedo: a mano, en ordenador, solo, acompañado, en silencio, con ruido, por la tarde, por la noche… Ahora hay una cosa que hago mucho: escribir mientras camino, o al menos tomar notas que luego desarrollo. Creo que las páginas, o los párrafos, más “inspirados” los he escrito así.

3.- ¿Cuáles dirías que son tus preocupaciones temáticas?

No soy consciente de cuáles son mis temas antes de ponerme a escribir. Es decir, no digo: voy a escribir sobre el amor, o sobre el mal. Me doy cuenta de que hay temas que se repiten cuando leo lo que he escrito. Es entonces cuando veo con cuánta frecuencia sale en lo que escribo la muerte, el paso del tiempo, nuestros orígenes rurales, el arrepentimiento, el sentido de la vida, la memoria, la infancia, el valor… La verdad, no soy nada original. Creo que son preocupaciones universales, de todos los tiempos y lugares.

4.- ¿Algún  principio o consejo que tengas muy presente a la hora de escribir?

Hay dos consejos de Hemingway que me gustaría creer que tengo muy presentes: Mézclate estrechamente con la vida y Mantente siempre enamorado. Y hay otros dos que no recuerdo si son de Hemingway. Uno para antes de ponerse a escribir: Lee, lee todo lo que puedas, sin objetivo, por el mero placer de leer. Y otro para después de escribir: No tengas prisa por publicar (este no hace falta tenerlo muy presente; el actual mercado editorial se encarga de llevarlo a la práctica).

5.- ¿Eres de los que se deja llevar por la historia o de los que lo tienen todo planificado desde el principio?

He oído a algunos escritores decir que cuando se ponen ante el papel no saben de qué van a escribir. A mí eso primero me cuesta creerlo y después me espanta. No creo que salga nada bueno de esos ejercicios improvisatorios. Yo me pongo a escribir cuando sé, más o menos, lo que quiero contar. Sé al menos el principio y el final. El medio lo tengo que ir descubriendo. También ocurre –supongo que le ocurre a todos- que durante la escritura surgen imprevistos que nos llevan a lugares inesperados. Esos suele ser momentos muy felices.

6.- ¿Cuáles son tus autores o libros de cabecera?

En diferentes momentos de mi vida he pensado que toda la literatura estaba en un autor, cada vez uno diferente: Jack London, Cunqueiro, Robert Graves, Borges, Mircea Eliade, Stevenson… Hay tantos autores y tantos libros por los que siento devoción… La lista sería larguísima y seguro que me olvidaría de muchos. Te puedo decir lo que acabo de leer o estoy leyendo ahora mismo, libros con los que he disfrutado y estoy disfrutando mucho: Celia institutriz en América, de Elena Fortún, Libro de las horas, de Vicente Risco, Cuentos, de Roberto Arlt, Yo también me acuerdo, de Margo Glantz, Esto no es una novela y La soledad del lector, de David Markson, Ni puedo ni quiero, de Lydia Davis, Diosas, de Joseph Campbell…

7.- ¿Podrías hablarnos de tu último proyecto? Bien lo último que hayas publicado o lo último que hayas escrito o estés escribiendo.

Este año he publicado dos libros de cuentos: Historia secreta del mundo (que acaba de obtener el último premio Setenil, en Ediciones de La Discreta), que es un recorrido por la historia de la humanidad mirando episodios marginales, laterales, secundarios, en los que sin embargo quizá hay tanta o más emoción, intensidad, dramatismo, etc., que en los “momentos estelares”, y Autorretrato, en Punto de Vista Editores, un libro muy variado en el que quizá estén todos mis registros y mis temas. Por otra parte ahora mismo estoy trabajando en una colección de microrrelatos, o de minicuentos, como los llama José María Merino.



Emilio Gavilanes: Nací en Madrid en 1959. Comencé a estudiar Geológicas y después Físicas, aunque finalmente me licencié en Filología Románica. Actualmente trabajo como lexicógrafo. He publicado las novelas La primera aventura (Seix Barral, 1991; reeditada por Círculo de Lectores, también en 1991), El bosque perdido (Seix Barral, 2001), Una gota de ámbar (Ediciones de la Discreta, 2007), Breve enciclopedia de la infancia (Edhasa/Castalia, 2014, que fue galardonada con el XVI Premio Tiflos de Novela), los libros de relatos La tabla del dos (Premio de relatos NH 2003), El río (Ediciones de La Discreta, 2005), El reino de la nada (Menoscuarto, 2011), Historia secreta del mundo (Ediciones de La Discreta, 2015) y Autorretrato (Punto de Vista Editores, 2015), y las colecciones de haikus Salta del agua un pez. 101 haikus (La Veleta, 2011) y El gran silencio (La Veleta, 2013). También he preparado la edición de la obra de Camilo Bargiela Luciérnagas (Renacimiento, 2009). He colaborado en diversas revistas y colaboro con cierta asiduidad en el blog Náufragos en tiempos ágrafos.

jueves, noviembre 12, 2015

César Gavela - Cuestionario básico


1.- ¿Por qué escribes?

Escribo para ser yo mismo. Para tener un territorio donde memoria, imaginación y palabra me cobijen. Me hagan suyo y yo de ellas. Para buscar, para descubrir, para llorar y reír. Para ser libre, para ser feliz, para ser secreto. Para saber lo que no sé. De mí y de los demás. Procuro hacerlo con humildad, con asombro. Con pasión y melancolía a un tiempo.

2.- ¿Cuáles son tus costumbres, preferencias, supersticiones o manías a la hora de escribir?

Me gusta madrugar, aunque ahora lo hago menos. Casi siempre escribo por la mañana. No tengo supersticiones ni manías. Pero no me gusta escribir ni en hoteles ni en cafés. Siempre escribo en mi estudio. En silencio, con el máximo aislamiento posible. Bebo agua o té.

3.- ¿Cuáles dirías que son tus preocupaciones temáticas?

La memoria mía personal como motor de muchos cuentos y novelas, aunque nunca cuente lo que realmente sucedió. La memoria como fermento de la imaginación. Los temas de fondo son universales: el poder, el amor y la muerte.

4.- ¿Algún principio o consejo que tengas muy presente a la hora de escribir?

Si la escritura no me lleva, si no siento que soy amanuense de lo inconsciente, no voy por el buen camino. Pero eso sucede de cuando en cuando. Y cuando sucede, puedo pasar una hora escribiendo y creer que solo han sido diez minutos. Para mí literatura es felicidad. Siempre. Si no soy feliz, no escribo. Ni tampoco leo. Ahí no creo en la voluntad, ni en la disciplina.
Aparte de ello, trato de tener mucho cuidado con los adjetivos. La belleza que busco es la que confiere la sencillez. Es la más difícil.

5.- ¿Eres de los que se deja llevar por la historia o de los que lo tienen todo planificado desde el principio?

No planifico nada. Parto siempre de una escena que surge, que invento, que me busca. Esa escena puede ser un cuento (es lo habitual) pero a veces quiere más. Cuando quiere más, a veces (muy pocas) acaba siendo una novela.

6.- ¿Cuáles son tus autores o libros de cabecera?

Hablo del último medio siglo. Y cito a Borges, Cunqueiro, Juan Rulfo, Miguel Torga, Italo Calvino, Antonio Tabucchi, Pierre Michon… Y mis paisanos Antonio Pereira, Ramón Carnicer y Antonio Gamoneda. Siempre he leído tanta poesía como narrativa. La nómina de poetas que me gustan es enorme. Pero diría dos nombres: José Ángel Valente y Roberto Juarroz.

7.- ¿Podrías hablarnos de tu último proyecto? Bien lo último que hayas publicado o lo último que hayas escrito o estés escribiendo.

Justo acaba de salir mi último libro de cuentos, Braganza (Editorial Eolas, León). Y pronto saldrá una novela titulada El general se confiesa (Editorial Punto de Vista, Madrid).

Aparte de ello, he terminado otro libro de cuentos, y ahora estoy empezando a trabajar un libro de memorias de infancia. De un modo heterodoxo y fragmentario.


César Gavela nació en Ponferrada (España) en 1953. Se licenció en Derecho en la Universidad Complutense de Madrid y desde 1976 vive en Valencia, tras pasar una breve etapa en San Sebastián. Es técnico superior de la Generalitat Valenciana.
Ha publicado cinco libros de cuentos: Pobres del Sil (1989) ,Cuentos de amor y del norte (2005), El camino y otros pasos (2012), Nor Noroeste (2013) y Braganza (2015), las novelas La raya seca (1996) El puente de hierro (1998), El obispo de Cuando (2002), La sagrada familia (2004, con Alberto Gimeno) y De Ricardo Muñoz Suay (2006). Asimismo, el ensayo Ramón Carnicer (1993, actualizado y ampliado en 2012) y el libro de artículos literarios Un hombre y un gato de Valencia (2006).
Ha ganado los premios de narrativa Ciudad de Irún 1995, José María de Pereda 1998, Torrente Ballester 2001 y el Ciudad de Valencia en dos ocasiones -2003 y 2006. Asimismo el premio Mario Vargas Llosa-Hoteles NH para libros de cuentos en 2004.

Escribe habitualmente en la prensa leonesa desde 1972, y en la valenciana desde 1981. En la actualidad colabora cada semana en el "Diario de León" y en "Las Provincias", de Valencia.