lunes, diciembre 14, 2015

Miguel Ángel Hernández - Cuestionario básico


1.- ¿Por qué escribes?

Porque me gusta. Porque me hace bien. Porque lo necesito. Porque cuando escribo siento que hay algo que se conecta por dentro. Y escribo sobre todo para ser leído. No escribo para mí. Escribo cuando siento que tengo algo que decir. Algo que decir a los demás. La pregunta “por qué escribes” se parece mucho a “ por qué hablas”. Porque necesito compartir un mundo, habitarlo, entenderlo.

2.- ¿Cuáles son tus costumbres, preferencias, supersticiones o manías a la hora de escribir?

Cuando escribo narrativa a mano, la mesa tiene que estar totalmente vacía y la habitación en penumbra. Solo el cuaderno, la pluma y yo. Cuando escribo a ordenador, necesito el modo pantalla completa. Sin ninguna distracción. La pantalla del ordenador como si fuese una hoja de papel. Y de nuevo, la penumbra. No sé escribir con luz por encima de mi cabeza. Necesito cierta oscuridad. Y también silencio. Es como una cierta meditación. Un ritual. Me cuesta trabajo escribir en otros lugares que no sean mi escritorio. Pero en ocasiones puedo.

3.- ¿Cuáles dirías que son tus preocupaciones temáticas?

La relación entre vida y teoría, las fronteras entre realidad y ficción, el arte contemporáneo, la frustración, el cuerpo y la memoria.

4.- ¿Algún  principio o consejo que tengas muy presente a la hora de escribir?

Paciencia. Es lo principal para la escritura y soy consciente de que es algo de lo que yo carezco. Quisiera terminarlo todo cuanto antes. Y la prisa es el peor enemigo para el escritor. Por eso intento aplicármelo todos los días: no hay prisa; la historia llega cuando tiene que llegar, la escritura surge cuando tiene que surgir. Y lleva su tiempo.

5.- ¿Eres de los que se deja llevar por la historia o de los que lo tienen todo planificado desde el principio?

Suelo planificarlo todo. Tengo que ver la historia para poder comenzar a escribirla. Hasta que no tengo un mapa mental de los momentos centrales de la novela, y sobre todo del final, no puedo comenzar a escribir. Luego, por supuesto, todo va cambiando y modificándose sobre la marcha. Es un mapa precario, que se va haciendo conforme se escribe. Pero es necesario para comenzar a caminar, aunque luego prefiera dejar de mirarlo y perderme en el bosque. Saber que hay un lugar al que quiero llegar, y que al menos hay un camino más o menos certero de llegada, me ayuda a escapar del callejón sin salida del bloqueo y de las arenas movedizas de la contingencia absoluta.

6.- ¿Cuáles son tus autores o libros de cabecera?

Son muchos, y cada vez descubro más. Pero diría que, cuando escribo, suelo tener cerca, para ver cómo solucionan ciertas cosas, libros de Paul Auster, Don DeLillo, Enrique Vila-Matas o Javier Cercas. Luego, claro, están las obsesiones de Beckett y Bernhard. Pero eso son ya palabras mayores.

7.- ¿Podrías hablarnos de tu último proyecto? Bien lo último que hayas publicado o lo último que hayas escrito o estés escribiendo.


Mil último libro es El instante de peligro, que ha resultado finalista del Premio Herralde de Novela. Es una novela sobre la memoria de las imágenes y el recuerdo del amor extinguido. La historia de un profesor fracasado que viaja a Estados Unidos a escribir acerca de unas misteriosas películas anónimas y que allí, en el pequeño pueblo de Williamstown, se encuentra con su pasado. El arte, las imágenes, el tiempo, la memoria, pero también el sexo y el amor son las claves de esta historia que está escrita como si se tratase de una especie de confesión hacia un lector cuya identidad se va revelando poco a poco.


Miguel Ángel Hernández (Murcia, 1977) es profesor de Historia del Arte en la Universidad de Murcia. Ha sido director del CENDEAC (Centro de Documentación y Estudios Avanzados de Arte Contemporáneo), Research Fellow del Clark Art Institute (Williamstown, Massachusetts) y Society Fellow de la Society for the Humanities (Cornell University). Ha publicado las novelas Intento de escapada (2013, Premio Ciudad Alcalá de Narrativa) y El instante de peligro (2015, Finalista Premio Herralde de Novela). Es también autor de los libros de relatos Cuaderno [...] duelo (2011) e Infraleve: lo que queda en el espejo cuando dejas de mirarte (2004). Entre sus libros de ensayo y crítica de arte, destacan Materializar el pasado. El artista como historiador (benjaminiano) (2012), Robert Morris (2010), La so(m)bra de lo Real: el arte como vomitorio (2006) y la edición de Art and Visibility in Migratory Culture (2012, con Mieke Bal). Colabora regularmente con varias revistas nacionales e internacionales de arte y cultura visual y, desde 2006, mantiene el blog No(ha)lugar (nohalugar.blogspot.com). 

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