lunes, septiembre 08, 2014

Jordi Puntí - Cuestionario básico


1.- ¿Por qué escribes?

Escribo por muchas razones, pero me resulta difícil destacar una. Escribo porque me gusta --esta quizá sea la principal razón--, porque en la ecuación entre el placer y el sufrimiento, siempre gana el placer. Escribo como una extensión de la lectura. Escribo para satisfacer mi instinto fabulador. Escribo porque soy hijo único.

2.- ¿Cuáles son tus costumbres, preferencias, supersticiones o manías a la hora de escribir?

La verdad es que con el tiempo he ido perdiendo las supersticiones o manías. Antes, por ejemplo, tenía que escribir con zapatos. Podía ir en pijama, pero necesitaba calzarme unos zapatos --las zapatillas no servían--. Creo que ahora que mi única manía es el tipo de letra en el que escribo: Georgia, cuerpo 12, interlinea 1,5. Si tuviera que escribir en una Times, por ejemplo, se me secarían las ideas. Aunque me concentro con facilidad, prefiero trabajar en silencio --quizá sea esta otra manía--, sin música, y hago esfuerzos sobrehumanos para evitar la conexión con el mundo exterior, es decir, Internet.

3.- ¿Cuáles dirías que son tus preocupaciones temáticas?

Me interesan las formas en que cada uno busca y forja su identidad. A partir de aquí, me fijo en los personajes que se salen de la normalidad, cuya forma de vida significa un contraste con el resto de la sociedad. No tienen que ser vidas muy complicadas, ni llenas de aventuras, basta que la vida interior del personaje le lleve a ver el mundo de forma diferente. Asociado con el tema de la identidad, me interesa también la necesidad que tenemos todos de encontrar un lugar en el mundo. Otro detalle importante: la forma de afrontar estas preocupaciones temáticas no está exenta de experimentación, pero busco la escritura a través del instinto narrativo, de la fascinación por el relato como forma de dar sentido a una vida.

4.- ¿Algún  principio o consejo que tengas muy presente a la hora de escribir?

En mi mesa de trabajo tengo siempre, apuntadas en una cartulina, dos citas que me acompañan. Una es de Josep Pla, y dice: “¡Escritores, no seáis sosos ni pesados!”. La otra es del escritor norteamericano E.B. White: “El escritor que espere a las condiciones ideales para trabajar, morirá sin haber escrito una línea”.

5.- ¿Eres de los que se deja llevar por la historia o de los que lo tienen todo planificado desde el principio?

Las dos cosas. Me gusta la planificación, pero sin exagerar. Intento escribir sabiendo a donde quiero llegar --una imagen, un diálogo, una situación--, pero me dejo llevar por la excitación del momento y voy tentando diferentes soluciones. Luego, claro, es necesaria mucha reescritura. De alguna forma, sucede lo mismo con la documentación. Hoy en día la documentación está sobrevalorada, muchos autores lo confunden con el talento narrativo, y en realidad el exceso de datos acaba por malograr algunas buenas ideas. En mi caso, intento que la documentación necesaria sea sobre todo un trampolín para la imaginación, una base para que se sostenga el edificio ficticio.

6.- ¿Cuáles son tus autores o libros de cabecera?

Prefiero hablar de libros que de autores, y además cada día podría escribir una lista diferente, según los humores del día. Hoy, por ejemplo, si hablamos de narrativa citaría estas: “La vida amarga”, de Josep Pla; “Vida privada”, de Josep M. de Sagarra; “Grandes esperanzas”, de Charles Dickens; “Las normas de la casa de la sidra”, de John Irving; “Lolita”, de Vladimir Nabokov... Y añadiría seguramente libros de Martin Amis, John Updike, Jean Echenoz, Borges, Rushdie, Rodoreda, Patricia Highsmith, Simenon, etc.

7.- ¿Podrías hablarnos de tu último proyecto? Bien lo último que hayas publicado o lo último que hayas escrito o estés escribiendo.


Estoy escribiendo una novela a partir de la vida del músico Xavier Cugat. No es una biografía novelada, es un proyecto de ficción que veo como un intento de contar el siglo XX a partir de las inquietudes y azares vitales que vivió el músico catalán en Estados Unidos y viajando alrededor del mundo.


Jordi Puntí nació en Manlleu (1967) y vive en Barcelona. Escribe en catalán y es autor de dos libros de narraciones: Piel de armadillo (1998) y Animales tristes (2002). En 2010 publicó la novela Maletas perdidas, que mereció, entre otros premios, el Nacional de la Crítica y el Llibreter. Su obra de ficción aparece en castellano en la editorial Salamandra. Gracias a la buena acogida de crítica y público, sus libros se han traducido a 16 idiomas. Su último y reciente libro publicado es Los castellanos (Xordica, 2013), que recoge desde la ficción breve una serie de relatos sobre la inmigración en Cataluña en los años setenta y la memoria personal del autor en un pueblo industrial catalán. Es colaborador habitual de El Periódico y la revista L’Avenç.
Enlaces a páginas web:
web deMB, la agencia literaria que le representa

*Copyright foto SK

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