1.- ¿Por qué escribes?
Para comprenderme. Para mapearme.
Para entender lo que me rodea e intentar conocer el mundo con ojos ajenos.
2.- ¿Cuáles son tus costumbres, preferencias, supersticiones o manías a
la hora de escribir?
Me gusta escribir en bares. Me
dejo arrastrar por el bullicio de tazas y móviles sonando hasta que los oídos
se me embotan y sólo oigo el silencio de las teclas del ordenador y la voz de
mis personajes o del narrador de mi texto. A veces escribo con música. Durante
una época lo hacía con la banda sonora de El último emperador, de Ryuchi
Sakamoto.
3.- ¿Cuáles dirías que son tus preocupaciones temáticas?
La vida urbana, el exilio, la
lejanía, la geografía, la supervivencia, la huida.
4.- ¿Algún principio o consejo
que tengas muy presente a la hora de escribir?
Para responder esta pregunta me
sale la vena docente: no te juzgues. Durante el acto de escritura, siéntete el
puto amo o la puta ama de la literatura. Cuando acabes, entonces sí machácate:
reescribe, corrige, revisa, rompe papeles, patea ositos de peluche, cágate en
todo. Emborráchate, duerme, folla. Duerme, duerme mucho. El primer paso puede
tomarte una hora. El segundo, años quizás.
5.- ¿Eres de los que se deja llevar por la historia o de los que lo
tienen todo planificado desde el principio?
Necesito imperiosamente conocer
el final. Antes debo planificar, hacer un croquis para después saltármelo.
6.- ¿Cuáles son tus autores o libros de cabecera?
Hoy son unos, ayer fueron otros,
mañana otros. Aunque tengo mi alineación sempiterna. En la portería está
Claudio Magris. En la defensa pongo a Marías, Dovlatov, Lispector y
Dostoievsky. Necesito un mediocampista que distribuya balones; ahí va, claro,
Borges. De lateral derecho, a las Ocampo, y en el carril izquierdo va Cheever.
Mi messi es Kafka. Y en el ataque necesito resentimiento, sangre: los goles los
hacen Salinger y Houellebecq.
7.- ¿Podrías hablarnos de tu último proyecto? Bien lo último que hayas
publicado o lo último que hayas escrito o estés escribiendo.
Actualmente estoy en la búsqueda
de editorial para publicar mi tercer libro de cuentos, al que he titulado Insular.
Textos cuyos argumentos se desarrollan en escenarios alejados, hostiles
para la vida humana, o bien donde los personajes han de adaptarse a un entorno
desconocido, ajenos a su propia esencia. La premisa general del libro busca
edificar la idea de isla, la isla como metáfora: es decir, las islas son
refugio, un lugar donde cobijarnos; pero también son cárceles: rodeados de mar,
dependemos de la ayuda ajena, o de la providencia, para poder huir de allí.
Franco Chiaravalloti (Buenos Aires, 1979) es escritor y profesor de
cuento y microrrelato en la Escuela de Escritura del Ateneu Barcelonès. Reside
en Barcelona desde 2003. Ha publicado los volúmenes de relatos Como un
cuentagotas que se presiona suave, muy suavemente (Hijos del Hule, 2009) y Esos
de ahí afuera (Talentura, 2015). Además, ha colaborado en numerosas
antologías de narraciones breves e hiperbreves, tanto en España como en
Argentina. Ha publicado artículos de crítica literaria en diversas
publicaciones online e impresas, como Revista de Letras, Pliego Suelto,
Quimera o Granta.
*La foto es de Ana Portnoy
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