1.- ¿Por qué escribes?
Suelo decir que escribo porque me
apasiona y, sobre todo, porque el tiempo me ha demostrado que a la vuelta de
estudios, trabajos, máster, oposiciones o doctorados, he seguido haciéndolo; también
que, cuando no he tenido más tiempo que el de trabajar, cenar e irme a dormir,
siempre he contado con un cuaderno, un archivo de Word o un espacio en mi
memoria en el que tratar de explicarme esa situación de mierda o prefigurar
otra mucho más alentadora.
Luego, la escritura es una
actividad artística, creativa, un lenguaje a través del que expresarlo todo,
tus incógnitas, tus deseos... Imagino que yo escribo como otros preparan
maratones.
2.- ¿Cuáles son tus costumbres, preferencias, supersticiones o manías a
la hora de escribir?
No muchas, aparte
de no escribir con resaca, cansado, con sueño o agujetas. Necesito estar más o
menos despejado, también algo que decir y encontrar un lugar sin demasiado
ruido, o con ruido constante y en letanía.
3.- ¿Cuáles dirías que son tus preocupaciones temáticas?
Contaba Flaubert que los temas no
se buscan, sino que se soportan, así que mis obsesiones habrán de ser mis
temas: el pasado, las literaturas del yo, las relaciones de pareja y el modo en
el que, en cada presente, la tecnología nos configura.
4.- ¿Algún principio o consejo que tengas muy presente a la hora de
escribir?
Que no hay nada que no quepa en
una novela. Que, del mismo modo en que Ronaldo Nazario —el mejor futbolista de
la historia— decía en un anuncio que buscaba “goles que le gusten a Zico”, tal
vez se pueda lograr algo intentando armar novelas para los héroes de cromo
literarios.
5.- ¿Eres de los que se deja llevar por la historia o de los que lo
tienen todo planificado desde el principio?
Creo que cada novela tiene su
método y que éste se va imponiendo conforme avanza la escritura. Aunque, para evitar
la deserción y poder subirme a lomos del impulso primero, sí que me suele dar
resultado trazar un mínimo plan, con todo y que completarlo sea algo utópico al
final.
6.- ¿Cuáles son tus autores o libros de cabecera?
Decenas. Me atraen los buenos
libros, ya sea por su estilo arrollador, por una estructura o trama que consiga
sorprenderme, ya sean sus ideas rompedoras o que me hagan pensar; por supuesto,
todos los que traslucen la verdad de una persona.
De ahí que me gusten muchos de los
clásicos que todo el mundo cita, como Faulkner o Nabokov o Kafka; pero por dar
algún titular defendería a Vargas Llosa, ahora tan denostado, a Houellebecq, Bret
Easton Ellis, Agota Kristof o a Salman Rushdie y, de los españoles, a Marías,
Cela, García Hortelano, María Zambrano, Valente o, entre los actuales, a
Alberto Olmos, Belén Gopegui, Miguel Ángel Hernández, Álvaro Colomer, Javier
Gutiérrez…
7.- ¿Podrías hablarnos de tu último proyecto? Bien lo último que hayas
publicado o lo último que hayas escrito o estés escribiendo.
Hace ya unos meses que publiqué
la novela La edad media en la editorial Candaya. Se trata de tres historias
cruzadas en el tiempo que pretenden mostrar la frustración de una generación y
de unos personajes, treintañeros en la España de la crisis, tras acceder al
mundo laboral y de la familia.
Es una primera novela, publicada
en una editorial independiente pero prestigiosa, con un estilo ácido y cabrón,
y, no obstante, ha gustado mucho y ha tenido bastante resonancia. Desde luego,
sería como para estar contento.
Leonardo
Cano (Murcia, 1977) es Licenciado en Derecho y Máster en Teoría de la
Literatura y Literatura Comparada Europea.
Premio Creajoven
de la Comunidad Autónoma de Murcia, ha sido abogado, guionista, creativo de
publicidad, crítico gastronómico y colaborador en diversos medios escritos y
digitales.
Actualmente,
ejerce de funcionario del Ministerio de Justicia y está acabando su doctorado
en Literatura Española Contemporánea. La
edad media es su primera novela.
*La
foto es de Vic Soriano
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