Modera la charla Rodrigo Fresán. Se produce un problema técnico que tardan en resolver veinte minutos. Luego hay otro acto, precisamente el cierre del Festival, con la presencia de numerosos autores que van a leer poemas, así que la charla deberá acortarse. Además, Rodrigo Fresán tiene que salir antes de que se inicie el turno de preguntas del público porque si no perderá el avión.
Hanif Kureishi es un escritor inglés de origen pakistaní. Autor de importantes novelas y también de obras de teatro y de guiones de cine, incluso escribió algunas canciones en colaboración con David Bowie. Su primer gran éxito fue el guión de “Mi hermosa lavandería”, de Stephen Frears, con la que se dio cuenta de que había conseguido llegar a algo. Tenía personajes y tenía algo que decir, algo relacionado con su vida, con su relación con los demás, historias de inmigrantes.
Dice Kureishi que hacen falta diez años para aprender a escribir. Su padre escribía, pero no publicó. Su padre siempre pensó que era mejor escritor que Hanif, lo cual fue bueno para la relación entre ellos, pues evitaba que se estableciera una competencia.
Kureishi siempre se ha visto como un escritor contemporáneo que escribe sobre lo que ve en la calle. Su libro “Algo que decir” (todavía no publicado en España) es un compendio de textos en los que habla de aquello que le interesa, cuestiones éticas complejas, el envejecimiento, la sexualidad, etc.
En la novela que acaba de escribir aparecen personajes que aparecían en “El buda de los suburbios”. Les va bien. Es interesante volver sobre personajes de libros anteriores porque ayuda a reflejar cómo ha cambiado la sociedad. Un escritor utiliza para sus libros todo lo que tiene a su alcance, así que aconseja a la gente que se mantenga alejada de los escritores si no quieren aparecer en algún libro. Hay que buscar nuevos personajes todo el tiempo.
Afirma que tiene aún discusiones con su padre fallecido y que escribir sobre los padres puede ser una manera de llevar el luto. Sobre la relación con su padre escribió el que es quizá su mejor libro: “Mi oído en su corazón”.
Hanif Kureishi es un escritor inglés de origen pakistaní. Autor de importantes novelas y también de obras de teatro y de guiones de cine, incluso escribió algunas canciones en colaboración con David Bowie. Su primer gran éxito fue el guión de “Mi hermosa lavandería”, de Stephen Frears, con la que se dio cuenta de que había conseguido llegar a algo. Tenía personajes y tenía algo que decir, algo relacionado con su vida, con su relación con los demás, historias de inmigrantes.
Dice Kureishi que hacen falta diez años para aprender a escribir. Su padre escribía, pero no publicó. Su padre siempre pensó que era mejor escritor que Hanif, lo cual fue bueno para la relación entre ellos, pues evitaba que se estableciera una competencia.
Kureishi siempre se ha visto como un escritor contemporáneo que escribe sobre lo que ve en la calle. Su libro “Algo que decir” (todavía no publicado en España) es un compendio de textos en los que habla de aquello que le interesa, cuestiones éticas complejas, el envejecimiento, la sexualidad, etc.
En la novela que acaba de escribir aparecen personajes que aparecían en “El buda de los suburbios”. Les va bien. Es interesante volver sobre personajes de libros anteriores porque ayuda a reflejar cómo ha cambiado la sociedad. Un escritor utiliza para sus libros todo lo que tiene a su alcance, así que aconseja a la gente que se mantenga alejada de los escritores si no quieren aparecer en algún libro. Hay que buscar nuevos personajes todo el tiempo.
Afirma que tiene aún discusiones con su padre fallecido y que escribir sobre los padres puede ser una manera de llevar el luto. Sobre la relación con su padre escribió el que es quizá su mejor libro: “Mi oído en su corazón”.
Le fascina la belleza, la sensualidad, la pasión de los jóvenes. Y también la muerte.
Existe en la actualidad una obsesión por el disfrute, un vértigo de consumismo, por tener demasiado y no saber si ese demasiado es bastante, así que él últimamente lucha por intentar disfrutar menos.
Le gusta escribir. No ha desaparecido con el tiempo el deseo de escribir. Es una forma de sustraerse al mundo, de aislarse, y conforme avanza el tiempo y se acumulan las memorias la necesidad de escribir se hace más profunda.
Le atrae el psicoanálisis. Cree en el poder de la palabra y en que hablar con otros es curativo. A veces, algunas palabras se quedan atascadas, dentro de nosotros, y tenemos que buscar la forma de decírsela a otros, expulsarlas. Es necesario el intercambio humano. El psicoanálisis ayuda a conocerse a uno mismo y es una forma de relación humana. “Freud dice que la cultura es la curación de la humanidad”.
Lo que primero suele aparecer en su cabeza a la hora de surgir una historia, son los personajes. Si los personajes empiezan a hablar, sabe que probablemente aparecerán en una película, pero si ve las palabras en las páginas, será una novela.
Dice que es muy vago para realizar ningún tipo de investigación previa a sus libros, que ya ha hecho su investigación viviendo con otras personas en el tiempo.
Esta fue la última charla a la que asistí.
6 comentarios:
Hola Miguel.
Como siempre,leí con interés y expectación las reseñas que,de forma tan certera y amena,introduces a cerca de diferentes autores,en este caso sobre Hanif Kureishi.
En estos tiempos apresurados que exaltan el culto a la inmediatez, en los que el valor de la "acción", tiene un predominio evidente sobre el valor de la "conversación" (esto se contempla a diario en el ámbito político), me complace leer lo que dice Hanif cuando afirma que " Cree en el poder de la palabra y en que hablar con otros es curativo".Que lástima que este mensaje sea tan despreciado por los que dirigen el mundo...que lástima.
Miguel bueno mis respetos de una blogger a un escritor
besos desde mí
Mucha
Anda, pues tengo ese libro que destacas, y aún no me había apetecido leerlo. Habrá que hacer algo.
Un saludo.
Hola, Mart, completamente de acuerdo. Y, en las contadas ocasiones en que una conversación se produce, raro es que uno admita que los argumentos del otro son acertados. Lo que se llama diálogo de sordos, vamos.
Mucha, agradezco el saludo, y correspondo de blogger a escritora.
Portorosa, habrá que hacer algo, sí. Yo sólo puedo decir que a mí me gustó mucho ese libro. Y te cuento que, en cierto modo, fue uno de los responsables del inicio de este blog.
Un abrazo y gracias por los comentarios.
Me gustó mucho esa apreciación de que hablar es curativo. Sólo falta tener a la persona ideal, verdad?
Debo leer a este autor.
Otro que me dejas de tarea. Oye Miguel, demasiada tarea me dejas. De acuerdo.
Es muy lindo conocer a los escritores desde tus ojos.
Abrazos.
Saludos Miguel. Como el año pasado, y espero que el próximo, quiero decirte que he disfrutado enormemente con la lectura -continuada, este año, como si hubiese pasado un domingo por Segovia- de tus crónicas, directas y vívidas. Tengo la sensación de que en cierto modo he estado por allí.
Abrazos y felicidades.
Publicar un comentario