Ya regresé. Se celebró la segunda edición del Festival Hay en Segovia. Una vez más, la ciudad vivió cuatro días entregada a la cultura y por sus calles se dejaron ver autores de gran talla.
Llegué el viernes por la tarde, con el tiempo justo para recoger mis entradas y marchar corriendo al museo Esteban Vicente, donde iba a empezar el primer acto al que quería asistir. La actividad ha sido frenética. La organización me ha parecido perfecta. El mayor problema ha sido la elección de los actos, ya que muchos coincidían en el horario, y uno, hoy por hoy, todavía no tiene el don de la ubicuidad. En algunos casos tardé mucho en decidirme y, por supuesto, lamenté perderme algunas charlas.
En esta edición, me ha llamado la atención la presencia de dos grupos de jóvenes narradores: Bogotá 39 y la llamada Generación Nocilla. También me interesó, por supuesto, Wole Soyinka, Hanif Kureishi y Gonçalo M. Tavares. La mayoría de los eventos los contraté por internet, pero, una vez allí, viendo ya los diferentes lugares de celebración, pensé comprar entradas para tres más. Las entradas para la charla de Elvira Lindo con los guionistas Fernando Gaitán y Sergio Cabrera ya estaban agotadas, también para asistir a la charla de Javier Marías (por lo que a esta tuve que colarme, muy a mi pesar), así que por fin sólo compré la entrada para asistir a la conversación de Juan Gelman con la crítica literaria Mercedes Monmany.
Quiero destacar también la calidad y profesionalidad de las personas encargadas de la traducción simultánea.
Estuve pues en los siguientes actos:
-Bogotá 39: Andrés Neuman, Slavko Zupcic y Eduardo Halfon en conversación con Piedad Bonnett.
-Ian Rankin en conversación con Peter Florence.
-Wole Soyinka en conversación con Landrý-Wilfred Mampika.
-Bogotá 39: Santiago Roncagliolo, Guadalupe Nettel y Juan Gabriel Vásquez en conversación con Mercedes Monmany.
-Lolita Bosch, Agustín Fernández Mallo y Gabi Martínez en conversación con Teresa Sanz (que sustituyó a Emilio Manzano).
-Javier Cercas en conversación con Félix Romeo.
-Gala del libro favorito: Rodrigo Fresán, Alan Pauls, Tishani Doshi, Daniel Alarcón, Hisham Matar, Antonio Orejudo, Hanif Kureishi y Menna Elfyn, moderados por Alfredo Matasanz.
-Javier Marías en conversación con Manuel Rodríguez Rivero.
-Gonçalo M. Tavares en conversación con Lourdes Ventura.
-Juan Gelman en conversación con Mercedes Monmany.
-Hanif Kureishi en conversación con Rodrigo Fresán.
Embriagado por el ambiente. Alucinado por cruzarme con Rodrigo Fresán o Alan Pauls por la calle, o con Agustín Fernández Mallo y Hanif Kureishi, que me saludaron al reconocerme como uno de los muchos que les habían pedido una firma en su libro. Y yo, sin haber aprendido a desprenderme de mi timidez, les devolví el saludo y seguí adelante, pensando en que tal vez debería haberme detenido junto a Hanif Kureishi, y haber intentado explicarle, con mi inglés lento y escaso, que mi blog nació, entre otras cosas, por el hecho de haber escrito un texto sobre su libro “Mi oído en su corazón” y querer exponerlo. O haberle dicho a Agustín Fernández Mallo que me gustaba la naturalidad de su discurso. O haberme acercado a Daniel Alarcón y haberle dado recuerdos para José Antonio Galloso. Pero apenas hablé con nadie. Me mantuve frenéticamente ensimismado en mis pensamientos, inmerso en el ajetreo que me había impuesto.
Llegué el viernes por la tarde, con el tiempo justo para recoger mis entradas y marchar corriendo al museo Esteban Vicente, donde iba a empezar el primer acto al que quería asistir. La actividad ha sido frenética. La organización me ha parecido perfecta. El mayor problema ha sido la elección de los actos, ya que muchos coincidían en el horario, y uno, hoy por hoy, todavía no tiene el don de la ubicuidad. En algunos casos tardé mucho en decidirme y, por supuesto, lamenté perderme algunas charlas.
En esta edición, me ha llamado la atención la presencia de dos grupos de jóvenes narradores: Bogotá 39 y la llamada Generación Nocilla. También me interesó, por supuesto, Wole Soyinka, Hanif Kureishi y Gonçalo M. Tavares. La mayoría de los eventos los contraté por internet, pero, una vez allí, viendo ya los diferentes lugares de celebración, pensé comprar entradas para tres más. Las entradas para la charla de Elvira Lindo con los guionistas Fernando Gaitán y Sergio Cabrera ya estaban agotadas, también para asistir a la charla de Javier Marías (por lo que a esta tuve que colarme, muy a mi pesar), así que por fin sólo compré la entrada para asistir a la conversación de Juan Gelman con la crítica literaria Mercedes Monmany.
Quiero destacar también la calidad y profesionalidad de las personas encargadas de la traducción simultánea.
Estuve pues en los siguientes actos:
-Bogotá 39: Andrés Neuman, Slavko Zupcic y Eduardo Halfon en conversación con Piedad Bonnett.
-Ian Rankin en conversación con Peter Florence.
-Wole Soyinka en conversación con Landrý-Wilfred Mampika.
-Bogotá 39: Santiago Roncagliolo, Guadalupe Nettel y Juan Gabriel Vásquez en conversación con Mercedes Monmany.
-Lolita Bosch, Agustín Fernández Mallo y Gabi Martínez en conversación con Teresa Sanz (que sustituyó a Emilio Manzano).
-Javier Cercas en conversación con Félix Romeo.
-Gala del libro favorito: Rodrigo Fresán, Alan Pauls, Tishani Doshi, Daniel Alarcón, Hisham Matar, Antonio Orejudo, Hanif Kureishi y Menna Elfyn, moderados por Alfredo Matasanz.
-Javier Marías en conversación con Manuel Rodríguez Rivero.
-Gonçalo M. Tavares en conversación con Lourdes Ventura.
-Juan Gelman en conversación con Mercedes Monmany.
-Hanif Kureishi en conversación con Rodrigo Fresán.
Embriagado por el ambiente. Alucinado por cruzarme con Rodrigo Fresán o Alan Pauls por la calle, o con Agustín Fernández Mallo y Hanif Kureishi, que me saludaron al reconocerme como uno de los muchos que les habían pedido una firma en su libro. Y yo, sin haber aprendido a desprenderme de mi timidez, les devolví el saludo y seguí adelante, pensando en que tal vez debería haberme detenido junto a Hanif Kureishi, y haber intentado explicarle, con mi inglés lento y escaso, que mi blog nació, entre otras cosas, por el hecho de haber escrito un texto sobre su libro “Mi oído en su corazón” y querer exponerlo. O haberle dicho a Agustín Fernández Mallo que me gustaba la naturalidad de su discurso. O haberme acercado a Daniel Alarcón y haberle dado recuerdos para José Antonio Galloso. Pero apenas hablé con nadie. Me mantuve frenéticamente ensimismado en mis pensamientos, inmerso en el ajetreo que me había impuesto.
Casi me va a llevar todo el mes contar estas charlas y las ideas que algunas me sugirieron. Espero que tengan paciencia. Iré publicando en orden de celebración.
Lamento haberme perdido la charla que mencioné de Elvira Lindo con los guionistas Fernando Gaitán y Sergio Cabrera, y la lectura de poemas con la que se cerró el Festival (que además coincidían en el horario) y la charla de Manuel Rivas con Marianne Ponsford, y la de Julio Llamazares con Juan Cruz, y aquella en la que participaba Antonio Orejudo, Enrique de Hériz y Alan Pauls en conversación con Félix Romeo (ésta coincidía con Wole Soyinka) y la de Andrés Trapiello, y la de Elif Shafak sobre la mujer musulmana y la que giraba en torno a la libertad de expresión, en memoria de Anna Politkovskaya, a cargo de Jo Glanville, Raúl Rivero, Maziar Bahar y Francisco Herranz… En fin, que no se puede estar en todo.
Tal vez por esto, me fijé en dos personas que coincidieron conmigo en prácticamente todos los actos, lo cual me resultó curioso. Una era una muchacha con rasgos hindúes y el otro era un fotógrafo. El fotógrafo era, nada más y nada menos, Daniel Mordzinski.
Está claro que el número de eventos era mayor que el año pasado y todo estaba mucho más controlado. El año pasado parecía que les había sorprendido la aceptación del Festival, pero en esta ocasión todo ha estado bajo control.
Acabo de leer en internet que es posible que en el mes de Abril se celebre una nueva edición del Festival Hay, pero en esta ocasión en la ciudad de Granada.
Lamento haberme perdido la charla que mencioné de Elvira Lindo con los guionistas Fernando Gaitán y Sergio Cabrera, y la lectura de poemas con la que se cerró el Festival (que además coincidían en el horario) y la charla de Manuel Rivas con Marianne Ponsford, y la de Julio Llamazares con Juan Cruz, y aquella en la que participaba Antonio Orejudo, Enrique de Hériz y Alan Pauls en conversación con Félix Romeo (ésta coincidía con Wole Soyinka) y la de Andrés Trapiello, y la de Elif Shafak sobre la mujer musulmana y la que giraba en torno a la libertad de expresión, en memoria de Anna Politkovskaya, a cargo de Jo Glanville, Raúl Rivero, Maziar Bahar y Francisco Herranz… En fin, que no se puede estar en todo.
Tal vez por esto, me fijé en dos personas que coincidieron conmigo en prácticamente todos los actos, lo cual me resultó curioso. Una era una muchacha con rasgos hindúes y el otro era un fotógrafo. El fotógrafo era, nada más y nada menos, Daniel Mordzinski.
Está claro que el número de eventos era mayor que el año pasado y todo estaba mucho más controlado. El año pasado parecía que les había sorprendido la aceptación del Festival, pero en esta ocasión todo ha estado bajo control.
Acabo de leer en internet que es posible que en el mes de Abril se celebre una nueva edición del Festival Hay, pero en esta ocasión en la ciudad de Granada.
9 comentarios:
Le perdonamos que se colara, ex-kafka...
Al final, uno no va a saber cuándo pedir vacaciones, ¿verdad? Ya pensaba en reservarme una semana para el próximo otoño cuando tengo que estar pensando en Granada y su primavera...
Esperamos las crónicas de nuestro mejor corresponsal...
Josú, qué frenesí, qué envidia... Cuenta, cuenta.
El mundo mágico, el que deseamos que no se detenga y, regresamos a casa extasiados por las letras ajenas y se hacen nuestras.
Son de los mejores tours.
Me alegra que hayas vivido de nuevo esta experiencia.
Pero hay que perder la timidez eh?
Acá nuestra FILU es gratis y solo queremos clonarnos cuando hay eventos simultáneos.
Esperando tus crónicas.
Abrazos
Las fotos, Miguel, las fotos me fascinan. Aun recuerdo las del año pasado que nos mostraste, éstas también están bellísimas.
Qué ganas de estar ahi.
Escuchamos atentos.
Sfer, gracias por su comprensión. Y coincido contigo. Habrá que estar atento a lo de Granada.
Conde-Duque, muy amable.
Ana, me alegra verte por aquí. Lo cierto es que me hubiera gustado acudir a la lectura de poemas que comentaste en tu blog, pero no llegué a tiempo. A la próxima. Y espero el libro homenaje a Bukowski.
Clarice, intento superar la timidez, no creas. Me gusta tu definición de un festival literario. Estoy de acuerdo en que es una especie de mundo mágico.
Apostillas, me alegra que te gusten las fotos. Mi cámara no funciona muy bien y ya pienso en comprar otra mejor. No obstante, Segovia es una ciudad muy bella.
Diarios, gracias por la atención.
Un abrazo y gracias por los comentarios.
Te leeré todas con mucho interés. Me da rabia que no asistieras a la de Orejudo con Pauls, porque me hubiera encantado saber de ella. Como dices, no puedes estar en todos sitios. Tanto autor debe acogotar un poco.
Un abrazo.
Miguel,
Hoy, por ese maravilloso juego de casualidades que a veces resulta Internet, encontré su blog y he leído algunas entradas muy interesantes. La del Hay Festival me llamó especialemtne la atención por dos razones: una, porque yo andaba por allí y, dos, porque yo, como usted, siento especial encanto por estos festivales y, además de este de Segovia, he asistido a las dos versiones que se cuentan hasta ahora del de Cartagena de Indias. Sobre todo, me identifico en muchas de sus impresiones.
Me alegra haber llegado por aquí.
Saludos de una colombiana desde Madrid,
Juliana G.
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