Se ha publicado recientemente, en Bolivia, una nueva antología de relatos de Medardo Fraile, y la responsable ha sido la editorial Correveidile, coordinada por el autor Manuel Vargas. Se trata de un volumen que reúne diecisiete relatos de Fraile, de los cuales catorce ya habían aparecido en la última edición de cuentos completos, “Escritura y verdad” (Ed. Páginas de Espuma), y los otros tres son inéditos: “Postrimerías”, en el que un hombre que cumple sesenta y ocho años se siente de pronto angustiado por el destino que correrán sus libros y papeles cuando muera, “Amor”, que expone de un modo cargado de humor la famosa dicotomía entre cerebro y corazón, y “El sillón”, en el que un objeto materializa los sueños y frustraciones de una familia.
Medardo Fraile es uno de los autores más importantes de cuantos han cultivado el relato, un renovador del género, un gran observador que nos cuenta grandes historias y nos presenta personajes inolvidables a partir de anécdotas mínimas, de momentos aparentemente intrascendentes.
Medardo Fraile es uno de los autores más importantes de cuantos han cultivado el relato, un renovador del género, un gran observador que nos cuenta grandes historias y nos presenta personajes inolvidables a partir de anécdotas mínimas, de momentos aparentemente intrascendentes.
Encontramos aquí algunos de sus cuentos más famosos, como “El Álbum”, “Mecanógrafa o reina” o el hipnótico “La camisa”. Y también relatos más recientes, cargados de humor, como “Defensa” o “Lecciones de inglés”, por citar unos cuantos.
Medardo Fraile reside entre Escocia y España. Tiene relatos suyos traducidos al inglés, francés, portugués, alemán, búlgaro, polaco, iraquí, árabe y coreano. Aquí, se editarán pronto sus memorias, que muchos esperamos con verdadero interés. Y no deja de ser curioso que su única novela, la que él escribió para demostrar que sabía hacerlo y conseguir que lo dejaran en paz, se titule “Autobiografía”, lo cual le impedirá titular del mismo modo este segundo trabajo de larga extensión.
Hay que celebrar la iniciativa de esta editorial boliviana, por ayudar a difundir la obra de un autor imprescindible.
8 comentarios:
Muy acertada la recomendación Miguel,porque también evoca a Alfonso Sastre y Alfonso Paso,hoy injustamente olvidados,y,responsables en sus épocas de estudiantes de la fundación "Arte Nuevo".Son muchos los olvidos.¿Quién lee a Gómez de la Serna? Autor favorito de Fraile.Y ¿quién reivindica a éste excelente autor? Angel Zapata,Eloy Tizón y Miguel Sanfeliu.
Un abrazo.
Iniciativas ásí valen mucho la pena, no sólo por ese intercambio literario entre países, continentes, escritores, etc., sino por la gran oportunidad de los lectores de poder leer a excelentes autores.
Leer un cuento, cualquiera, sea el que sea, de Medardo Fraile es disfrutar. Como bien dices "nos presenta personajes inolvidables a partir de anécdotas mínimas".
De entre todos los suyos yo me quedo con uno que es famoso y casi siempre citado, El Mar, y con otro que nadie cita nunca pero que a mí me parece sublime, que me llega al corazón cada vez que lo releo: Lo que no dijeron los periódicos.
Un saludo.
Vuelves a descubrirme un autor que no conozco, así que tomo nota para próximas lecturas. El género de los cuentos me interesa cada vez más, y Fraile parece una buena opción para disfrutar de este tipo de literatura.
Saludos
A Medardo Fraile lo conocí por ti, a través de tus textos publicados en el Laberinto, y me dejaste interesada en leerlo. Es una cuenta pendiente que sé que me gustará mucho.
Bien por esta editorial.
Saludos a Medardo Fraile.
Abrazos.
De mi mesilla de noche no se baja "Escritura y Verdad", con ese prólogo de Ángel Zapata que no tiene desperdicio. Y eso que no es un libro para leer en la cama, porque se te cansan los brazos de sostenerlo. Espero poder hacerme con esos cuentos inéditos.
Gracias por contarlo, Miguel.
Un abrazo,
David
Francisco, muy agradecido por incluirme en ese grupo. No me canso de recomendar a Fraile porque es un autor cuya obra debe ser leída.
Magda, ya lo creo que sí. Difundir autores relevantes es una labor que debe ser valorada con justicia.
José Manuel, he vuelto a leer el cuento que mencionas y sí, es muy recomendable. Como todos sus textos te deja con la impresión de que ha pasado algo importante, que te provoca un suspiro, la sensación de vislumbrar la magia que se esconde en un momento de apariencia irrelevante.
Elena, seguro que no te defraudará. Sus cuentos anticipan una forma de narrar que ahora se utiliza como algo novedoso.
Clarice, bien por la iniciativa de la editorial de Manuel Vargas.
David, el libro de páginas de espuma es bueno además para fortalecer los biceps... :)
Un abrazo y gracias por los comentarios.
Recomendar a un autor que no es famoso te honra, y más en esta época en que el ruido vale más que las nueces.
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