sábado, enero 20, 2007

Fragmentos

Hoy en día, estamos acostumbrados a consumir discursos fragmentados. Cambiamos de canal compulsivamente, vemos trozos de aquí y de allá y nos hacemos una idea del contenido de varios programas que se emiten al mismo tiempo. Escuchamos una noticia en la radio de un local y luego un comentario entre dos personas en un autobús y vete a saber qué más, y con eso nos imaginamos una noticia completa. Existen programas de televisión que simulan el uso del mando a distancia y ofrecen fragmentos extraídos de diversos sitios, sin conexión entre ellos. Una noticia escuchada en el telediario de mediodía puede finalizar en el de la noche o en el del día siguiente o, incluso, no finalizar. En el libro de Furio Colombo, "Últimas noticias sobre el periodismo", encontré una cita del columnista norteamericano Jim Hoagland: "El periodismo es la única forma narrativa en la que es posible omitir el final. Una historia no termina cuando quien está escuchando no insiste para saber cómo va a terminar". Y me doy cuenta de la verdad de esta afirmación al recordar diversas noticias que aparecieron en su día y luego no se volvieron a nombrar. Quedaron sin solución.
El formato blog ofrece también, por su propia naturaleza, un discurso fragmentado. Y creo que está bien que la narrativa profundice en la exploración de este terreno.

19 comentarios:

Anónimo dijo...

Mi aportación consiste hoy en algo escuchado hace tiempo a no sé quién. Lamento ser tan impreciso. En todo caso la idea no es mía, aunque no sepa de quién.

Se trata sencillamente de que el medio "lamina" lo que se cuenta. Un minuto dedicado al debate del estado de la nación vale televisivamente igual que el minuto dedicado a un gol de oro. El resultado es que la atribución de la importancia a una noticia determinada se hace no sólo en los despachos o las mesas de redacción en los que se decide cuánto tiempo debe tener cada una de ellas. No. El propio medio "lastra" la percepción del oyente y el resultado es la equiparación de lo que se ve, o se oye. La consecuencia clara es que si eso se repite muchas veces ciertos asuntos pasan a ser de segunda fila, equiparables a otros de mucha menor importancia, mientras que otros de décima línea pasan a primera. Discriminación, se llama lo que se va perdiendo.
Supongo que si se unen fragmentación, inacabamiento e indiscriminación lo que se obtiene es esto que tenemos hoy.
No sé.

Saludos y gracias por los comentarios a mi vuelta de tuerca. Me falta imaginación,que a ti te claramente te sobra. Tal vez habría que hacer un libro a dos manos,o dos caras. Jano, podría llamarse. :-))
Saludos cordiales.

K dijo...

Perdón, no entendí... es que estaba pensando en la siguiente dirección web para continuar navegando con rumbo desconocido.

Portarosa dijo...

Pero no mezclas la información con la literatura, ¿no, Miguel?
Quiero decir, que lo que literariamente puede aportar algo nuevo o tener cierto interés, en el plano informativo es, en mi opinión, sin duda una patología con consecuencias.

Un abrazo.

Antonia Romero dijo...

Creo que la información que recibimos es un reflejo de la sociedad que construimos y no al revés. Por ejemplo, esos programas (insufribles, por cierto) que ofrecen trozos de otros programas, estoy segura que interesan a mucha gente ¿por qué?, no puedo entenderlo, pero acepto que son un relfejo de la información que "algunos desean recibir". Con los telediarios pasa algo parecido y, evidentemente, con los libros, también. (He dicho libros, no literatura).

Saludos

Anónimo dijo...

La información es así, es muy cierto Miguel. Quizá lo vertiginoso del mundo en que vivimos más aunado al poco interés en hacer las cosas con un periodismo de fondo. También creo que es ese ganar la noticia, el mercado, el dinero, puras cosas que dejan dinero, no ideas. Vaya con nuestros medios.

Saludos cordiales
Magda

Anónimo dijo...

Nocilla Dream de Fernández Mallo. Hete aquí un reflejo de su post. Precioso y preciso.

Miguel Sanfeliu dijo...

Fpc, gracias por tu aportación. Es cierto lo que dice ese fragmento. Pasamos con facilidad de una tragedia a una frivolidad y así, poco a poco, nos vamos insensibilizando.

K, pues nada, siga usted, adelante, es muy gráfico su comentario y ajustado al tema, con su dosis de humor, porque, en efecto, lo que hacemos al saltar de un lugar a otro de Internet, también nos proporciona discursos fragmentados.

Portorosa, lo mezclo en el sentido de que uno nos está proporcionando una imagen de la realidad de la que debemos ser conscientes, mientras que la literatura, como medio para recrear la realidad, para jugar con ella, debería asumir este fenómeno, apropiárselo. No sé si me explico.

Antonia, tengo dudas, no estoy tan seguro. Podría, en todo caso, tratarse de una especie de circulo vicioso que se retroalimenta.

Apostillas, es cierto, el dinero ha tomado el control y si por el camino se ha de quedar la ética y la profesionalidad... ¡Ah! mala suerte. Como tú dices: vaya con nuestros medios.

Alvy, pensaba en "Nocilla Dream" cuando escribí el post. Lo acabo de comprar y será mi próxima lectura, cuando acabe el que tengo entre manos. Y ya lo comentaré. Por otra parte, hay otros libros, como el recién aparecido "Prosas apátridas", de Julio Ramón Ribeyro, o esos que reúnen cuadernos de notas de escritores, como aquel "Cuadernos de todo" (creo que ése era el titulo) de Carmen Martín Gaite.
(Por cierto, acabo de comprar también el cómic de Daniel Clowes).

Un saludo y gracias por los comentarios.

Anónimo dijo...

Hace poco una periodista se quejaba de que ningun diario aceptó el reportaje de los suicidios en la Patagonia, dijeron que era muy local y que sería largo de contar. Bueno, pues ahora es un libro. En los blogs el lector prefiere el texto corto. Hoy todo es más corto, más rápido y por lo tanto más light. Hoy todo tiene una vida muy corta. ¿Quien lee el periódico de ayer? Además de fragmentada, la noticia es hoy en día superficial. Hoy compro tres periódicos en México, dos de España, repaso titulares por Internet, veo un noticiero de tv y dos programas de opinión, y para rematar un programa de radio. El resto lo encuentro en el pasillo de la oficina, y apenas así, me acerco al corazón de la noticia.

Anónimo dijo...

Hola Miguel, a desear bella semana.

Mira que pasé hace rato por aquí con la intención de dejar un comentario ... pero ya ves, apenas lo hago.

De pronto pienso en tu entrada y me llega la imagen de un gran vitral, o un mosaico... (también pienso en el título de tu blog -tan bello-).
Así, cuando uno se acerca demasiado a él, los fragmentos nos ofrecen la versión de un vidrio, a medida que tomas rumbo y te alejas lo suficiente, se descubre por debajo del alero una ventana, donde se traslucen tanto sombras como claridades del día.

Entonces, a base de juntar los fragmentos ... ya se observa la fina pátina de un todo. Cada fragmento cuenta su historia, es cierto... quizá sólo reste tomar cierta distancia para comprender a bien lo que "habla" cada trozo en la ventana. Lo maravilloso del asunto, es que cada trozo posee su propia textura y color... aquella que la vuelve única, individual, suficiente... cada vidrio constituye en suma una obra.

La narrativa en este sentido también nos pone al calce la visión de un mundo, un gran puzzle para disfrutar separadamente ... o en conjunto.

(y bueno... ya me voy... no sabes la de interrupciones que he tenido en tanto dejaba el comentario, espero, no se sienta desarticulado -sonrisa- )

Lindo día.

Clarice Baricco dijo...

Sigo con la costumbre de leer periódicos, nunca me he conformado con la rapidez de los medios audiovisuales.
Solo para urgencias claro está, pero no hay como tomar café y leer el periódico o las revistas.
En fin...

anilibis dijo...

Pero no es un discurso puntual; es uno que te sigue a través del tiempo. ¿no?

Miguel Sanfeliu dijo...

José Romero, es cierto, además de fragmentada, la realidad se vuelve algo fugaz. La rapidez y la acumulación trivializan los asuntos.

Hola R., me ha gustado la imagen que has descrito. Sólo desde cierta distancia se puede apreciar el conjunto, y el caso es que esto suele ser cierto para casi todo.

Clarice, me temo que tampoco los periódicos garantizan una información veraz. También entre las páginas de los periódicos se mueren algunas noticias sin dejar rastro... Ahora bien, es un placer insustituible.

Anilibis, me alegro que estés mejor. En efecto, no se trata de un discurso puntual sino de algo general, que afecta no sólo a las noticias, aunque la televisión sea el ejemplo donde se puede ver más claramente.

Un saludo y gracias por los comentarios.

Anónimo dijo...

Me temo que ahora podemos caer en un culto excesivo a la fragmentariedad, a la mirada perdida entre tantos huecos, y que en el fondo es la alabanza de algo muy antiguo, algo que ya explotó cortázar en Rayuela, tan denostada ahora, y que no era sino un blog de 700 páginas lleno de enlaces que remitían a sí misma y a otras ventanas, que se encontraban fuera del libro y también dentro.
No inventamos nada.
Miguel angel muñoz.
Esto esta loco y no me deja mandarte comentario firmado y llevo ya dos días.
Un abrazo, Miguel.

Miguel Sanfeliu dijo...

Miguel Ángel, no son inventos, desde luego, tan solo tendencias... Lo que podía ser un experimento se está convirtiendo en algo generalizado.
Lo de los comentarios también me ha pasado a mí alguna que otra vez.
Un saludo.

alejandro dijo...

añado un fragmento: saludos y gracias por mantener mi atención

Francisco Ortiz dijo...

Estoy totalmente de acuerdo. El fragmento, el relato muy breve es hijo de nuestra época y creo que hay que profundizar y utilizarlos.

Miguel Sanfeliu dijo...

Alejandro, bienvenido y gracias por tu "fragmento", muy amable.

Francisco, sí, creo que se abren caminos que están poco explorados. Ya veremos...

Un saludo.

Inspeculum dijo...

Un aporte más al desconcierto general: de acuerdo a ciertos documentos que he leído el modo comunicativo "fragmento" es un invento más bien antiguo. Digamos un poco más de 2500 años.

De todos modos, si nos venimos más para acá, quienes han glosado y teorizado más acerca de lo fragmentario son los Románticos alemanes. En cuanto a su uso en medios de comunicación, lo que se me viene instantáneamente a la mente son los graffitis callejeros encontrados casi intactos en las ruinas de Pompeya.

En fin, nada nuevo bajo el sol, aparentemente, salvo por los modernos medios electrónicos de reproducción.

A propósito, como no podía ser de otro modo, mi blog es http://fragmentosargentinos.blogspot.com/

Saludos

A.

Miguel Sanfeliu dijo...

Inspeculum, claro que existen antecedentes acerca de lo fragmentario, pero creo que ahora sus efectos se están extendiendo y nos acostumbramos a convivir con trozos de aquí y de allá. Como un zapping constante que lo impregna todo.
Un saludo.