lunes, junio 17, 2013

Jorge Ordaz - Cuestionario básico



1.- ¿Por qué escribes?

No tengo una idea clara y sencilla de por qué escribo. Seguramente porque, por encima de todo, me gusta hacerlo; pero la razón última se me escapa. Sí puedo decir que empecé a escribir básicamente por imitación, porque me gusta leer y quería probar si yo también era capaz de escribir. Luego uno se acostumbra y resulta difícil prescindir de la escritura.   

2.- ¿Cuáles son tus costumbres, preferencias, supersticiones o manías a la hora de escribir?

Tengo pocas manías a la hora de escribir. Tampoco soy supersticioso o fetichista. Durante años he escrito dónde y cuándo he podido. Antes escribía primero a mano y luego lo pasaba a máquina u ordenador. Ahora escribo directamente al ordenador. Me resulta más cómodo, pero no tan placentero como hacerlo a mano.

3.- ¿Cuáles dirías que son tus preocupaciones temáticas?

No tengo especiales preocupaciones temáticas. Mis temas novelísticos han ido surgiendo sin planteamientos previos, y tienen que ver con gustos y aficiones personales.

4.- ¿Algún  principio o consejo que tengas muy presente a la hora de escribir?

Suelo tener en cuenta unos pocos consejos que me dio hace tiempo mi amigo el escritor Antonio Rabinad: Escribe lo que a ti te guste, de la manera como te guste, y no hagas caso de las modas. Escribe lo mejor que puedas, sin trucos; y sé honrado contigo mismo y con los lectores.

5.- ¿Eres de las que se deja llevar por la historia o de las que lo tienen todo planificado desde el principio?

Planifico, tomo notas, me documento, hago listas y esquemas, y cuando lo tengo suficientemente rumiado empiezo a escribir. A partir de aquí puede pasar cualquier cosa. Procuro seguir el guión prefijado pero siempre dejo puertas abiertas. Como aconseja el Rey en Alicia en el país de las maravillas: “Empieza por el principio y sigue hasta que llegues al final; entonces para”. 

6.- ¿Cuáles son tus autores o libros de cabecera?

Soy ecléctico en cuanto a preferencias. En mis inicios literarios mis autores de cabecera fueron Borges, Calvino, Cortázar, Perucho y Cunqueiro. Más tarde amplié la nómina: Baroja, Pla, Montaigne, Chejov y, sobre todo, narradores en lengua inglesa: Dickens, Stevenson, Conrad, Flannery O’Connor, Richard Yates, Raymond Carver, Alice Munro…

7.- ¿Podrías hablarnos de tu último proyecto? Bien lo último que hayas publicado o lo último que hayas escrito o estés escribiendo.

Con El fuego y las cenizas completé lo que yo llamo la “trilogía filipina”, cuyas dos anteriores entregas fueron La perla del Oriente y Perdido edén. En la actualidad tengo una obra en vías de publicación titulada Diabolicón, una especie de repertorio de demonios a medio camino entre el ensayo y la ficción. En cuanto a lo que estoy escribiendo en estos momentos prefiero no dar muchos datos. El tiempo dirá si se acaba concretando. En cualquier caso se trata de una obra de “no ficción” en torno a un escritor estadounidense bastante olvidado.   



Jorge Ordaz (Barcelona, 1946) vive en Oviedo desde 1972, donde ha sido profesor titular del Departamento de Geología de la Universidad de Oviedo hasta su jubilación en 2011. Es miembro del Instituto Feijoo de Estudios del Siglo XVIII. Ha publicado los libros de relatos Celebración de la impostura (1980) y Gabinete de ciencias asturales (1981), el último en colaboración con Juan Luis Martínez Álvarez; y las novelas: Prima donna (1986), finalista del premio Herralde; Las confesiones de un bibliófago (1989); La Perla del Oriente (1993), finalista del premio Nadal 1993; Perdido edén (1998), El cazador de dinosaurios (2005) y El fuego y las cenizas (2011), premio de la Crítica de Asturias. Dentro del apartado de “no ficción” ha escrito Obiter dicta (2002), Cuaderno de Manila (2004), Melitensia (2006), Conradiana (2008) y RLS (2012). En 1992 preparó, para Ediciones de Cultura Hispánica, la edición de la novela Noli me tangere del escritor filipino José Rizal. Ha publicado traducciones de poetas ingleses y norteamericanos, y colaborado en diversos libros colectivos, antologías, periódicos y revistas culturales. Mantiene el blog literario “Obiter dicta”.

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