miércoles, junio 28, 2006

El síndrome Chéjov


"El síndrome Chéjov" es un primer libro de relatos. Su autor, Miguel Ángel Muñoz, se nos presenta como un autor novel que ha ido bregando de aquí para allá, entre concursos y publicaciones sin especificar. Son historias que parecen haber sido escritas a lo largo de los años, quizá a ratos, pulidas con esmero, mimadas hasta en los mínimos detalles.

Se oye hasta la saciedad que los jóvenes literatos lo tienen fácil y que se publican más libros que nunca. Sin embargo, aquí nos encontramos con Miguel Ángel Muñoz, con un libro muy superior tanto estilística como temáticamente a muchos de los que han aparecido en los últimos años, y que va abriéndose camino a golpe de navaja, como él nos dice en el breve pero intenso prólogo del libro.

No parece haber tenido prisa por publicar. Ama la literatura más que los oropeles o los sueños de grandeza. Se presenta como narrador maduro, formado, hábil con su técnica y consciente de sus posibilidades.
Su libro no mantiene una coherencia interna, ni tiene por qué, se trata de un conjunto de narraciones de temática y estilos diversos, un campo de experimentación, un catálogo de habilidades. Y nos deja claro que estamos ante un autor esmerado, cuidadoso, elegante y pulcro. En muchos de sus textos despunta un humor que nos obliga a sonreír, cómplices. El esperpento, la parodia, la nostalgia o la ternura están presentes en estos cuentos, herederos de Chéjov en lo que a precisión por el detalle se refiere.

"Soy dueño de la lluvia" es un sainete esperpéntico con el consumo y un centro comercial de fondo. "Ambulancias" nos toca la fibra sensible al narrar toda una vida en unos pocos párrafos. "Un guerrero muerto" exuda la nostalgia por la vida sencilla, por el retorno al campo, pero sin eludir las referencias a la superstición y la brutalidad. "Si la hubieras conocido" nos presenta a un juez en el momento en que tiene que ordenar el levantamiento del cadáver de una poeta que se ha suicidado. Pese a su brevedad ofrece una intensa reflexión sobre la vida y la muerte. "Nuria querida" está narrado de forma epistolar y es una historia dura, donde todo se nos va mostrando gradualmente. "Antón Chéjov, médico" se atreve a mostrarnos al propio Chéjov, en su casa , atendiendo como médico a un niño enfermo. Este episodio se va alternando con los pensamientos de Chéjov y la descripción de ciertos detalles sobre su vida en Yalta y lo que le rodea, sobre su esposa y sobre su hermana. Es el relato más extenso. En él nos encontramos nuevamente con la sombra de la muerte. Hay que detenerse un momento en la página 94, donde se produce una alternancia entre dos planos narrativos, la conversación entre el médico y el niño por un lado y la descripción de lo que será la evolución de una terrible dolencia por otro. Un relato que sobrecoge. "Unidos" nos viene a decir que el hogar de una pareja recién casada se encuentra en ellos mismos, armando a modo de metáfora un claro paralelismo entre las condiciones del piso en el que acaban de trasladarse a vivir y las dificultades que ha de vencer una pareja que inicia una convivencia. "Hija única" es una divertida sátira sobre unos padres decididos a educar a su hija en la tolerancia, de tal modo que le consienten todo tipo de desmanes. "Zona de peaje" habla de una segunda oportunidad cuyas posibilidades no se llegan a materializar, y de la que intuimos que es mejor así, pues nos tememos que la realidad siempre suele decepcionar a la imaginación. Aunque también habrá quien lo interprete como un relato sobre la imposibilidad de huir de la propia vida. De hecho, los relatos de Miguel Ángel Muñoz se abren con facilidad a varias interpretaciones. "El rapto de Woody Allen" es una historia cargada de humor, centrada en la pasión amorosa de dos seres alienados y cuyo final encierra un toque gore. "Los sueños deshabitados", el último de los cuentos, podría decirse que funciona a modo de epílogo, ya que cuenta la historia de un hombre que no puede soñar, del mismo modo que nosotros terminamos nuestro recorrido por los "sueños", las "historias imaginadas", de la mente de Miguel Ángel Muñoz.

Historias, en fin, de hondo calado humano, protagonizadas por personajes que se muestran perplejos ante lo que les rodea, seres con un halo de romanticismo y desbordantes de sensibilidad. Un libro de calidad indiscutible, reposado, de los que se puede leer en voz alta junto al fuego, como manda el estereotipo. Un libro que demuestra la calidad de un autor al que habrá que estar atentos.

Así, al menos, es como yo lo he visto. Y aprovecho para recomendar a quien esto lea, que se pase por el blog de Miguel Ángel Muñoz. El enlace lo encontrarán en la lista de "Links".

17 comentarios:

Alexandrós dijo...

Después de leer tu reseña voy de vuelo a comprarlo.
Te leo

El Miope Muñoz dijo...

Yo quiero leerlo aprovechando su condición de libro de relatos.

Alicia Liddell dijo...

Abdicaré por una vez de mi propósito de no leer contemporáneos españoles.

Su reseña me ha abierto el apetito.

Miguel Sanfeliu dijo...

Alexandrós, gracias por el comentario y la confianza.

Alvy, coincido contigo en la preferencia por los libros de relatos.

Alicia, espero no ser responsable de una crisis de conciencia, pero creo que no te arrepentirás.

Un saludo.

Clarice Baricco dijo...

Estoy buscando el libro en todo México pero no lo tienen.

Escribí un correo a una distribuidora y aún espero respuesta.

Conformada con tu reseña.

Te abrazo...

Alexandrós dijo...

Yo lo encargué por la mañana. Lo recibo el lunes.
Tus reseñas (y el blog)me parecen muy buenas. Un saludo y gracias por enlazarme.

anilibis dijo...

Tomo nota, como siempre. Este fin de semana corro hacia la librería. Sin falta.

Rosa Silverio dijo...

Muy interesante. Ya tengo deseos de leer el libro.

Gracias por tu visita a mi blog.
Me gustó mucho el tuyo.

Abrazos,

Ro

Rosa Silverio dijo...

¿Miguel Ángel Muñoz es mexicano? Estuve buscando sus datos biográficos pero no di con ellos ni aquí ni en su blog. Conocí a un escritor mexicano con ese mismo nombre, joven y muy talentoso, al que tuve la oportunidad de entrevistar para el periódico que trabajaba. Él estuvo en mi país participando en la feria del libro del año 2002 (o quizás 2003).

Miguel Sanfeliu dijo...

Clarice, gracias por pasarte por aquí de vez en cuando, siempre me alegra.

Anilibis, espero que me cuentes si te gustó, cuando lo leas.

Rosa, bienvenida. Gracias por la visita y los comentarios.
Miguel Angel Muñoz no es mejicano, es de Almería - España. Así que no creo que sea la misma persona que entrevistaste.
Una pequeña reseña biográfica se encuentra en la página de la editorial "Páginas de espuma" (es el número 59 de la colección "Voces"). Te la copio:

Miguel Ángel Muñoz nació en 1970 en Almería, ciudad donde reside en la actualidad. Fue incluido en la antología Narrativa actual almeriense, editada en 1992 por la editorial Riomardesierto. Ha obtenido el reconocimiento de diversos certámenes literarios de ámbito nacional, siendo ganador del Premio Ciudad de Benasque, del Premio Fernando Quiñones y finalista del Premio Agustín Gómez Arcos. Sus cuentos han sido incluidos en distintas publicaciones y revistas. El síndrome Chéjov es su primer libro.

Un saludo a todos.

Anónimo dijo...

Acabo de terminar el libro de Miguel Ángel, me gustó, hay cuentos en verdad interesantes.

Muchos saludos

(MeXicano con x ;) )

Miguel Sanfeliu dijo...

Apostillas literarias, gracias por tu comentario.

(intentaré utilizar el término con "x", disculpe).

Anónimo dijo...

No te preocupes K, e}e´"término", o sea el nombre del país y sus derivados se escribe con x y verlo con J da como una sensación muy rara, es como escribir Hispania y no España ¿me explico? Pero muchos españoles escriben México con J, o sea que escriben el sonido del fonema (x), y lo comprendemos, solo quise comentartelo para así hacerlo consciente.

Magda

Tana dijo...

Qué bien me viene la recomendación!! Se acerca mi cumpleaños y... quien sabe, si me preguntan qué quiero... ;)
Gracias, Kafka!!

Francisco Ortiz dijo...

El libro sí tiene un nexo común: la calidad de todos los relatos. Os lo digo porque lo he leído. Te felicito por el comentario: en corto espacio has dicho algo de todos los relatos. Que tomen nota algunos críticos profesionales, de reseña fija y sueldo asegurado.

Anónimo dijo...

Yo en este caso creo que disentiré (y no soy de los que defienden que un libro de relatos tenga que tener unidad, aunque los prefiero, más que nada porque la no unidad, con sus excepciones, es terreno abonado para lo desigual en la calidad). La verdad es que me quedaba con tres o cuatro cuentos, a mi parecer, excelentes (el de chejov, unidos, ambulancias), pero el resto me pareció que se quedaban a un paso de sus posibilidades (Nuria querida), y están entre lo aceptable o incluso lo flojo (zona de peaje).
Sólo espero que nadie -especialmente Miguel Ángel si lee este comentario- se lo tome a mal, porque aprecio la pasión de otros, como adicto y preservador del cuento, hacia el género (el prólogo del libro es magnífico) y que esto no se entienda como una de esas críticas desapegadas y poco atentas o afines a lo vomitivo de la novela actual. Lo cortés no quita lo valiente, y se necesitan, ahora más que nunca, cuentistas militantes (lo dice uno que intenta serlo).

Miguel Sanfeliu dijo...

Tana, feliz cumpleaños.

Francisco, muchas gracias.

m, tranquilo. Si a todos nos gustase lo mismo esto sería muy aburrido. Lo único que no me parece aceptable es la crítica destructiva o directamente insultante y, desde luego, está claro que no es tu caso.