1.- ¿Por qué escribes?
Escribir me funciona como un
amplificador de la vida: pasan más cosas ahí y las entiendo mejor. Además, me
lo paso muy bien, incluso cuando escribo sufriendo, me lo paso muy bien.
2.- ¿Cuáles son tus
costumbres, preferencias, supersticiones o manías a la hora de escribir?
Cada vez tengo menos manías. A lo
que sí me he acostumbrado es a escribir temprano. Muy temprano. Creo que a esa
hora todo me funciona mejor. Aunque con esas horas no basta, ese silencio me
sirve muy bien para releer y señalar lo que sí y lo que no. Nunca escribo de
noche. No soy nada nocturna.
3.- ¿Cuáles dirías que son tus
preocupaciones temáticas?
Sí siento que hay algo que
subyace a todo, escriba de lo que escriba, y es la interacción de lo grande con
lo pequeño, de la Historia con las historias, de la política con la vida
privada. Dentro de eso, que es un gran espacio, caben muchos temas.
4.- ¿Algún principio o
consejo que tengas muy presente a la hora de escribir?
No tener miedo.
5.- ¿Eres de las que se deja
llevar por la historia o de las que lo tienen todo planificado desde el
principio?
Planificado todo desde el
principio, no. Qué angustia. Pero necesito saber bastantes cosas y espacios.
Dentro de esa trama, libertad. Para escribir La hija del comunista tuve
que llevar las riendas muy sujetas. En el tono y en el estilo de la novela fue
donde me di alas.
6.- ¿Cuáles son tus autores o
libros de cabecera?
Esta pregunta es imposible para
mí. Los libros de cabecera van cambiando. Prefiero decirte lo que hay ahora
mismo sobre mi mesilla (soy muy optimista con lo de leer en la cama): Las
pequeñas virtudes, de Natalia Ginzburg; Maniobras de evasión, de
Pedro Mairal; El colgajo, de Phillipe Lancon y la poesía de Piedad
Bonett. No los leo siempre todos a la vez, pero me gusta verlos ahí preparados.
7.- ¿Podrías hablarnos de tu
último proyecto? Bien lo último que hayas publicado o lo último que hayas
escrito o estés escribiendo.
Mi último libro publicado es La
hija del comunista, una novela sobre la vida de una mujer, Katia, que es
hija de exiliados españoles en el Berlín oriental. Es una novela sobre el
desarraigo, donde la Guerra Fría apuntala el camino que sigue la protagonista.
Es un libro que me ha dado muchísimas alegrías. Ahora me encuentro en plena
escritura de otra novela que me gustaría acabar este año.
Aroa Moreno Durán (Madrid en 1981) estudió Periodismo en la
Universidad Complutense, especialista en Información Internacional y Países del
Sur. Es autora de La hija del comunista (Caballo de Troya,
2017), novela por la que obtuvo el Premio El Ojo Crítico de Narrativa. Ha
publicado los libros de poemas Veinte años sin lápices nuevos (Alumbre,
2009) y Jet lag (Baile del Sol, 2016). Es autora de las
biografías de Frida Kahlo, Viva la vida, y de Federico García
Lorca, La valiente alegría (ambas en Difusión, 2011). Publica
una columna semanal en
el periódico digital infoLibre y colabora con varios medios.
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