Como
todo el mundo sabe a estas alturas, en 2018 la Academia Sueca no concedió el
Premio Nobel de Literatura, debido a que se vio envuelta en un monumental
escándalo como consecuencia del cual dimitieron varios de sus miembros. El caso
es que todo empezó con un artículo publicado en The Guardian en el que se
acusaba a Jean-Claude Arnault, marido de la académica Katarina Frostenson, de
violación y acoso sexual. También se decía que solía influir en la elección del
premiado y que en ocasiones había filtrado el nombre del ganador antes de
tiempo para influir en las casas de apuestas.
A
la vista de este artículo, la secretaria perpetua de la Academia, Sara Denius,
contrata un despacho de abogados, encarga una investigación interna y anuncia
que en 2018 no se entregará en Premio Nobel de Literatura. Se desata un
auténtico torbellino entre los académicos y se suceden las dimisiones. Al
parecer, en este cruce de acusaciones no se salva nadie, incluso dimite la secretaria
perpetua. Este es en líneas generales el panorama.
Ante
esta situación, aparece una especie de Academia alternativa, constituida por
libreros e intelectuales suecos. La iniciativa parece surgir de la periodista y
escritora Alexandra Pascalidou. El sistema ha consistido en invitar a todos los
bibliotecarios del país a elegir a sus autores favoritos, de cualquier parte
del mundo, con el requisito de que deben haber escrito al menos dos libros y uno
de ellos en los último diez años. De esa consulta se nominarían cuatro
finalistas y un jurado tomaría la decisión final.
Entre
los autores elegidos han estado Adichie Chimamanda, Cormac McCarthy, Paul
Auster, Siri Hustvedt, Joyce Carol Oates, Jamaica Kincaid, Peter Stamm,
Arundhati Roy, o incluso J. K. Rowling. (Supongo que ninguno de estos nombres
escandalizará a nadie después de que se haya dado un Nobel de Literatura a BobDylan).
Pues
bien, el 12 de octubre pasado se supo el nombre de la ganadora, que ha sido la
para mí desconocida escritora Maryse Condé, natural de la caribeña isla de
Guadalupe. Es autora al parecer de una veintena de libros y entre sus temas
favoritos está el colonialismo y las señas de identidad, y plantea sus
argumentos con una mezcla de realidad y magia. Actualmente reside en Francia.
En España la editorial Impedimenta ha publicado su libro Corazón que ríe, corazón que llora. Antes ya había sido traducida
por ediciones B y por el Fondo Editorial Casa de las Américas, aunque estas
ediciones deben ser casi imposibles de encontrar.
El
premio está dotado con unos cien mil euros. La ganadora se impuso a los también
finalistas Neil Gaiman y Kim Thúy, después de que el cuarto seleccionado,
Haruki Muracami (claro), solicitara expresamente ser eliminado de la lista.
Este
año, en principio, la Academia sueca oficial otorgará dos Premios Nobel de
Literatura, el de 2019 y el de 2018. Sería realmente curioso que uno de ellos
se lo dieran a Maryse Condé.
Por
si alguien quiere saber un poco más del tema, aquí os dejo algunos enlaces:
https://www.xlsemanal.com/conocer/cultura/20180926/nobel-de-literatura-polemica-abusos-sexuales.html
https://elpais.com/cultura/2019/02/20/actualidad/1550680348_630703.html (La foto de esta entrada es de Albert García y es la que ilustra este artículo).
No hay comentarios:
Publicar un comentario