1.- ¿Por qué escribes?
En la infancia tuve un ruido en
la cabeza. Un sonido que aparecía a la hora de acostarme y que a los siete
años, con motivo de mi primera y única crisis religiosa, se transformó en
cantinela sacrílega desapareciendo a los pocos días. Sin embargo ese sonido,
esa cadencia, dio a mi vida una condición rítmica convirtiéndome en un ser
musical, condición que dado mi interés por las aves y mi afición a la lectura,
me llevó a convertirme en ornitólogo de campo, especializado en la
identificación auditiva de las aves de bosque, y en escritor cuyos libros no se
les caen de las manos a los lectores.
2.- ¿Cuáles son tus costumbres, preferencias, supersticiones o manías a
la hora de escribir?
Escribo en la penumbra y en el
silencio de mi cuarto de estudio, frente al ordenador y rodeado de libros. No
entiendo que alguien pueda escribir con música de fondo (la música requiere,
para mí, una atención total) y, no digamos, quien mantiene la radio encendida o
se sumerge en el barullo de una cafetería.
3.- ¿Cuáles dirías que son tus preocupaciones temáticas?
Considero que disponer de oficios
paralelos es fundamental, proporciona argumentos y terminologías que enriquecen
el encorsetado canon establecido para el escritor al uso. En mi caso la
ornitología de campo, el póquer sintético, la creación y teorización en las
artes plásticas, e incluso mi pasado como empresario, aportan el material
indispensable.
4.- ¿Algún principio o consejo que tengas muy presente a la hora de
escribir?
La escritura es un trabajo duro,
quizá uno de los más duros; requiere dedicarle muchas horas, pero no ocupadas
sólo en emborronar folios, ni siquiera en bucear en fuentes escritas, sino en
permanecer en estado de alerta permanente, en evitar que no se te escape la
valiosa información que pueda surgir en cualquier momento y en cualquier lugar.
5.- ¿Eres de los que se deja llevar por la historia o de los que lo
tienen todo planificado desde el principio?
El relato breve y la poesía no requieren
planificación, basta el destello que produce un sintagma o una situación fugaz;
la novela supone una planificación, quizá no rigurosa pero sí sustanciada en un
guión más o menos laxo.
6.- ¿Cuáles son tus autores o libros de cabecera?
En la adolescencia me marcaron
dos autores de la biblioteca de mi padre: Camilo José Cela y Ana María Matute,
el primero por su pasión léxica estrambótica y, la segunda, por su recreación
de la infancia, en términos de idealización de los veraneos en el campo de un
niño de ciudad. Borges y Saint-John Perse serían los motores de mi primera
etapa de escritor por el uso inteligente de la erudición, en el primero, y el
descubrimiento, por mi parte, de que se podía escribir poesía de otra manera,
en referencia al segundo. Luego, han sido los manuales, los diccionarios, la
prensa, los soportes no redactados de modo literario, los que he preferido
procesar.
7.- ¿Podrías hablarnos de tu
último proyecto? Bien lo último que hayas publicado o lo último que hayas
escrito o estés escribiendo.
En noviembre pasado entregué a
Antoni Marí, director de la colección Nuevos Textos Sagrados, de Tusquets
Editores, donde ya publiqué Hiela sangre
y Fámulo, un nuevo volumen de poemas
inéditos, Libro de la confusión.
Ahora, este verano, Ignacio Echevarría, como editor, terminará el prólogo y la
selección de textos que conformarán Besos
humanos, mi primer título en Anagrama. Ambos libros están programados para
primeros de 2018. Además queda pendiente la novela Vórtex, de trabajosa construcción, que espero no vaya a resultar
póstuma.
Francisco Ferrer Lerín (Barcelona, 1942). Filólogo, escritor,
ornitólogo, artista plástico. Traductor de Tristan Tzara, Eugenio Montale, Paul
Claudel, Gustave Flaubert y Jacques Monod. Obra literaria en libro: De las
condiciones humanas, Barcelona, Trimer, 1964; La hora oval,
Barcelona, Ocnos, 1971; Cónsul, Barcelona, Península, 1987; Níquel,
Zaragoza, Mira, 2005 ; Ciudad propia. Poesía autorizada, La Laguna, Artemisa,
2006; El bestiario de Ferrer Lerín, Barcelona, Galaxia Gutenberg, 2007; Papur,
Zaragoza, Eclipsados, 2008; Fámulo, Barcelona,
Tusquets, 2009; Familias como la mía,
Barcelona, Tusquets, 2011; Gingival, Palencia, Menoscuarto, 2012; Hiela sangre, Barcelona, Tusquets, 2013.;
Mansa chatarra, Zaragoza, Jekyll & Jill, 2014; 30 niñas, Valencia,
Leteradura, 2014; El primer búfalo, Málaga, En picado. Poesía, 2016; Chance Encounters and Waking
Dreams, San Francisco, Editions Michel Eyquem, ; 2016; Edad
del insecto, Barcelona, S.D.
Edicions, 2016.
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