jueves, septiembre 14, 2017

Claudia Aboaf - Cuestionario básico


1.- ¿Por qué escribes?

Por la idea absurda de que tengo algo que decir, algo que no es necesariamente propio. Es un acto de comunicación. Mi abuelo, con quién vivía, era escritor; su actividad diaria se relacionaba con la palabra escrita. Era natural que luego de una comida compartida, él fuera a su escritorio y cerrara la puerta, no tanto para que no lo molesten (podía interrumpirlo cuantas veces quisiera), si no por el sonido industrioso de las teclas de su máquina de escribir. Me formó en la lectura y la escritura. Comencé a publicar cuando quedé libre de otras ocupaciones.

2.- ¿Cuáles son tus costumbres, preferencias, supersticiones o manías a la hora de escribir?

Asumo que tengo costumbres. Rutinas como “mover la sangre” a la mañana (bicicleta o caminatas), escribir de tarde luego de una siesta corta. El privilegio de un segundo despertar deriva en el estado necesario para mi escritura.
Prefiero, como ahora que vivo en Tigre rodeada de humedales y ríos, ver naturaleza desde mi escritorio.

3.- ¿Cuáles dirías que son tus preocupaciones temáticas?

Tenía planes de estudiar filosofía cuando se desató la dictadura militar en Argentina y cerraron la facultad. Finalmente fue en los pensadores de los Nuevos Paradigmas, donde la física cuántica, las drogas y el misticismo revolucionaron el pensamiento, que encontré un espejo de las temáticas que me interesaban. Y ese espejo estalló en infinitas fuentes. Me interesa tanto estudiar la topografía del terreno que describo en un texto, como también sostener una abstracción como motor de escritura.

4.- ¿Algún principio o consejo que tengas muy presente a la hora de escribir?

Tiene que haber alguna clase de confianza a la hora de escribir. Y entregarse con libertad a la página en blanco. Luego corregir corregir corregir.

5.- ¿Eres de las que se deja llevar por la historia o de las que lo tienen todo planificado desde el principio?

Quien escribe policiales requiere un mapa previo. Poe decía que no podía escribir un relato sin saber cómo termina. Yo escribo con entera libertad, si es eso posible. Mi único trabajo es dejar que el texto se desvíe. No sujetarlo con premisas ni géneros tabulados. En una reseña de mi última novela señalan que el texto abreva en dos tradiciones aparentemente disimiles como la poesía y la ciencia ficción.  Confío en lo que irrumpe, y ese yo escribiente informa materia confusa que se aclara en la escritura.

6.- ¿Cuáles son tus autores o libros de cabecera?

Deseo de Elfriede Jelinek, los libros de Pascal Quignar, William H.Gass, Susan Sontag. Agota Kristof.

7.- ¿Podrías hablarnos de tu último proyecto? Bien lo último que hayas publicado o lo último que hayas escrito o estés escribiendo.

En 2014 salió publicada mi novela Pichonas, editorial Notanpuan. Al terminarla, se combinaron la satisfacción, con la sensación de que había más por contar acerca de las hermanas protagonistas de esa novela. El Rey del agua, editorial Alfaguara, publicada en 2016, continuó entonces explorando la conflictividad entre ellas, que había sembrado el miedo y su crianza a “contraturno”, aunque vivieran en la misma casa. El Rey del agua se sumerge en aguas donde la identidad es cuestionada, o directamente negada. Ahora trabajo en El Ojo y la Flor y el desafío es que las hermanas se encuentren: la posibilidad del vínculo es la gran pregunta.  


Claudia Aboaf nació en Buenos Aires. Creció junto a su abuelo y maestro Ulyses Petit de Murat  quién la inició en la lectura y escritura. 
Actualmente vive en Tigre.
Ha publicado: Medio Grado de Libertad, novela, (2003) Editorial Altamira; Pichonas, novela  (2014) Editorial Notanpüan; El Rey del agua, novela (2016) Editorial Alfaguara.
Cuentos, antología: Narrativa de las dos orillas, Botella al mar 2015, Uruguay.
Ha colaborado en revistas digitales de España y Argentina. 

*La foto es de Claudio Larrea

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