viernes, mayo 02, 2014

LAS EQUIVOCACIONES – un relato de Medardo Fraile

Medardo Fraile, sobre esta historia, dijo: "Las equivocaciones es casi un presagio de lo que iba a ser mi vida". Pero este comentario no deja de ser una broma del autor. La historia está contada en tercera persona y con un tono desenfadado, jocoso a veces, que se mete en la cabeza del protagonista, y, una vez ahí, ya no se separa de él. Destaca el uso de los diálogos como elementos dinamizadores de la acción, no sólo en cuanto a agilidad estilística sino también como recurso para expresar el paso del tiempo. 

El relato nos cuenta la historia de Lorenzo (los personajes de Medardo Fraile siempre están identificados por su nombre), un personaje del que se compadece la voz narradora por su sufrimiento absurdo, una angustia que viene dada por las equivocaciones de la gente con respecto a él, que deben ser habituales, y a las que el protagonista da mucha importancia porque piensa que deben tener algo de verdad. Aquí está el asunto central del relato, o uno de ellos. Toda la historia gira en torno a la identidad. A partir de este momento el cuento es un alarde de estilo, de pericia narrativa. Somos quienes somos por una mera cuestión de azar, así que, del mismo modo, podríamos haber sido otro: nuestro destino es uno pero podría ser cualquiera. 

 A nuestro protagonista suelen atribuirle identidades que no son suyas. Somos testigos de las confusiones que lo atormentan. La historia avanza en el tiempo subrayando que esas equivocaciones son una constante en su vida. Intenta serenarse, recordar quién es en realidad, reafirmarse, para lo cual repasa sus orígenes, únicos, su identidad. Pero claro, "¡Qué mundo de posibilidades le brindaba la gente!" En la mili le preguntan si es de caballería cuando en realidad es de infantería. O es confundido con un ingeniero. O le preguntan si se llama Francisco en vez de Lorenzo, lo cual le perturba: "Pero lo que le preocupaba, lo misterioso para él, era que podía haberse llamado Francisco lo mismo que Lorenzo". 

Lorenzo es inconformista, pero también es un perdedor. Muchos de los protagonistas de las historias de Medardo Fraile sueñan con ser alguien, con cambiar el destino, con huir de la trampa de las convenciones, aunque suelen fracasar y las cosas quedarse como estaban. En este caso, en una divertida escena final en la que la mayor parte de las descripciones son sustituidas por una línea de diálogo, Lorenzo asumirá el equívoco, decide convertirse en otro, aunque todo hace pensar que esa identidad no durará demasiado tiempo.



1 comentario:

Raúl dijo...

¡Grande, Medardo!