viernes, mayo 18, 2012

Limones dulces



Tenía una enorme curiosidad por leer el libro de relatos “Limones dulces”. Conozco a Marian Torrejón personalmente, hemos coincidido en presentaciones y lecturas, pero nunca había leído ningún cuento suyo. Conocía el estilo que utiliza en su blog, cargado de humor e ironía, aunque tampoco se prodiga mucho.

En primer lugar me he encontrado con una escritora que sabe escoger muy bien los detalles que resalta en sus historias, que tiene una mirada que se fija en aquello que resulta especialmente significativo para definir a un personaje, un estado de ánimo o una relación. Estos cuentos destilan nostalgia, una reflexión compasiva sobre lo que ha quedado atrás, sobre el pasado.

Los personajes de estas historias se enfrentan al mundo en inferioridad de condiciones y libran sus batallas épicas contra ellos mismos. La mayoría de ellos son personas ya mayores, abocadas a la soledad, a la aceptación de una etapa que supone un punto de inflexión en sus vidas, como ese anciano que vuelve a ponerse su uniforme para acudir a la boda de una sobrina y, por un momento, percibimos la sombra de lo que fue en el pasado, o ese impactante relato en el que se plasma perfectamente el dolor de una pérdida, en unas pocas páginas, sin trucos, tan sólo con la descripción de una mujer que espera, sola, en la habitación de un hospital, noticias sobre el estado de su marido, por citar dos de los relatos que más me han impresionado: “El fajín del general” y “Eso no es nada”. Pero también estarían en esta línea “Kaputt” y, aunque jugando con un punto de vista un poco surrealista, “Con un elefante, imposible”.

También vamos a encontrar historias que hablan sobre el mundo laboral, las relaciones de poder, como “Llámame Seve” y “Crisis”. Dos historias que juegan con los malos entendidos, las perplejidades, desde un punto de vista cargado de humor, como “Juntos” y “El cuadro”. Otras dos que representan dos aspectos de una misma realidad, como “Dos salas” y “Sesión de terapia”, esta última con una dosis de mala leche considerable. Y, por último, tres relatos que tal vez merezcan un punto y aparte, tres historias en las que el pasado, las vivencias de la juventud, tienen una relevancia especial. “Limones dulces”, que da título al conjunto, nos habla de esa significativa etapa en la que una joven ha de decidir su futuro a la vez que vive con intensidad el primer amor, un relato que destila nostalgia y que está narrado con mucha eficacia, con un punto de vista distanciado, como quien vuelve la vista atrás, un cuento magnífico. “Fancy?” también es una historia capaz de jugar con dos planos temporales para relatar un suceso ocurrido en el pasado y que ha tenido una relevancia que ha marcado a la protagonista. Y “El pez muerto”, una de esas historias que nos están narrando una cosa pero, en realidad, nos están contando otra. En resumen, un conjunto de cuentos más que notable, que se lee con fluidez y con interés.

“Limones dulces” es el debut de una narradora que conoce el oficio, un conjunto de historias que aprueban con nota y que dejan claro que la trayectoria literaria de Marian Torrejón no ha hecho más que empezar. Un catálogo de temas y registros variados sobre la fragilidad del ser humano, ese punto que a todos nos une pero que, a la vez, es capaz de distanciarnos. O, como dice el escritor Fernando Iwasaki en el prólogo de este libro: “Los cuentos de Marian Torrejón narran el estupor, la turbación y el desasosiego que conllevan esas irrupciones del pasado, las epifanías de la memoria y los sentimientos que uno creía soterrados”.



Principio del relato "Sesión de terapia"
Siempre que sale de la consulta me queda la misma sensación de ser yo, y no ella, la que está analizando su vida. En cuanto cierra la puerta no sé por qué me suelo quedar cavilando, me cuesta concentrarme para hacer las anotaciones que siempre hago al final de cada sesión, y tardo más de lo acostumbrado en llamar a la auxiliar para que haga pasar a otro paciente. Cuando la escucho hablar, descubro a menudo algún detalle, algún gesto, alguna mirada que no me cuadran, como si en el cielo de una película de época sorprendiera de pronto la estela blanca de un avión reactor.

LIMONES DULCES
Marian Torrejón
Editorial Certeza. - Zaragoza
1ª edición: 2012.

 El libro se presentó el día 17 de Mayo en la librería Bibliocafé de Valencia. Y Marian Torrejón estuvo acompañada por el excelente escritor Carlos Marzal. Les dejo con algunas imágenes de ese evento.






2 comentarios:

Anónimo dijo...

Querido Miguel: una magnífica reseña digna del gran lector y mejor escritor que eres.
Muchísimas gracias por tu rigor profesional y por tus palabras.
Un abrazo.
Marian.

Raúl dijo...

Ácidos y dulces al mismo tiempo...
Muy buena reseña para un libro que seguro estoy que la merece.