Tenía una enorme
curiosidad por leer el libro de relatos “Limones dulces”. Conozco a Marian
Torrejón personalmente, hemos coincidido en presentaciones y lecturas, pero
nunca había leído ningún cuento suyo. Conocía el estilo que utiliza en su blog,
cargado de humor e ironía, aunque tampoco se prodiga mucho.
En
primer lugar me he encontrado con una escritora que sabe escoger muy bien los
detalles que resalta en sus historias, que tiene una mirada que se fija en
aquello que resulta especialmente significativo para definir a un personaje, un
estado de ánimo o una relación. Estos cuentos destilan nostalgia, una reflexión
compasiva sobre lo que ha quedado atrás, sobre el pasado.
Los personajes de estas
historias se enfrentan al mundo en inferioridad de condiciones y libran sus
batallas épicas contra ellos mismos. La mayoría de ellos son personas ya
mayores, abocadas a la soledad, a la aceptación de una etapa que supone un
punto de inflexión en sus vidas, como ese anciano que vuelve a ponerse su
uniforme para acudir a la boda de una sobrina y, por un momento, percibimos la
sombra de lo que fue en el pasado, o ese impactante relato en el que se plasma
perfectamente el dolor de una pérdida, en unas pocas páginas, sin trucos, tan
sólo con la descripción de una mujer que espera, sola, en la habitación de un
hospital, noticias sobre el estado de su marido, por citar dos de los relatos
que más me han impresionado: “El fajín del general” y “Eso no es nada”. Pero
también estarían en esta línea “Kaputt” y, aunque jugando con un punto de vista
un poco surrealista, “Con un elefante, imposible”.
También vamos a
encontrar historias que hablan sobre el mundo laboral, las relaciones de poder,
como “Llámame Seve” y “Crisis”. Dos historias que juegan con los malos
entendidos, las perplejidades, desde un punto de vista cargado de humor, como
“Juntos” y “El cuadro”. Otras dos que representan dos aspectos de una misma
realidad, como “Dos salas” y “Sesión de terapia”, esta última con una dosis de
mala leche considerable. Y, por último, tres relatos que tal vez merezcan un
punto y aparte, tres historias en las que el pasado, las vivencias de la
juventud, tienen una relevancia especial. “Limones dulces”, que da título al
conjunto, nos habla de esa significativa etapa en la que una joven ha de decidir
su futuro a la vez que vive con intensidad el primer amor, un relato que
destila nostalgia y que está narrado con mucha eficacia, con un punto de vista
distanciado, como quien vuelve la vista atrás, un cuento magnífico. “Fancy?”
también es una historia capaz de jugar con dos planos
temporales para relatar un suceso ocurrido en el pasado y que ha tenido una
relevancia que ha marcado a la protagonista. Y “El pez muerto”, una de esas
historias que nos están narrando una cosa pero, en realidad, nos están contando
otra. En resumen, un conjunto de cuentos más que notable, que se lee con
fluidez y con interés.
“Limones dulces” es el
debut de una narradora que conoce el oficio, un conjunto de historias que
aprueban con nota y que dejan claro que la trayectoria literaria de Marian
Torrejón no ha hecho más que empezar. Un catálogo de temas y registros variados
sobre la fragilidad del ser humano, ese punto que a todos nos une pero que, a
la vez, es capaz de distanciarnos. O, como dice el escritor Fernando Iwasaki en
el prólogo de este libro: “Los cuentos de Marian Torrejón narran el estupor, la
turbación y el desasosiego que conllevan esas irrupciones del pasado, las
epifanías de la memoria y los sentimientos que uno creía soterrados”.
Principio del relato "Sesión de terapia"
Siempre que sale de la
consulta me queda la misma sensación de ser yo, y no ella, la que está
analizando su vida. En cuanto cierra la puerta no sé por qué me suelo quedar
cavilando, me cuesta concentrarme para hacer las anotaciones que siempre hago
al final de cada sesión, y tardo más de lo acostumbrado en llamar a la auxiliar
para que haga pasar a otro paciente. Cuando la escucho hablar, descubro a
menudo algún detalle, algún gesto, alguna mirada que no me cuadran, como si en
el cielo de una película de época sorprendiera de pronto la estela blanca de un
avión reactor.
LIMONES DULCES
Marian Torrejón
Editorial
Certeza. - Zaragoza
1ª
edición: 2012.
El
libro se presentó el día 17 de Mayo en la librería Bibliocafé
de Valencia. Y Marian Torrejón estuvo acompañada por el excelente escritor
Carlos Marzal. Les dejo con algunas imágenes de ese evento.
2 comentarios:
Querido Miguel: una magnífica reseña digna del gran lector y mejor escritor que eres.
Muchísimas gracias por tu rigor profesional y por tus palabras.
Un abrazo.
Marian.
Ácidos y dulces al mismo tiempo...
Muy buena reseña para un libro que seguro estoy que la merece.
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