sábado, noviembre 06, 2010

Hispacon 2010

Del 9 al 12 de Octubre se celebró la Hispacón 2010, el Congreso Nacional de Ciencia Ficción, Fantasía y Terror, en la localidad de Burjassot, convocado por la AEFCFT. No pude dejar pasar la oportunidad de asistir a algunos de los actos. Tuvieron lugar en la Casa de la Cultura y se distribuyeron en cuatro salas. Mucha gente iba de una charla a otra, aunque, como suele pasar en estos casos, me temo que las mejores charlas debieron tener lugar en los corrillos que se formaban al final de la tarde. Aún así, disfruté enormemente del ambiente y de los eventos.
Hubo una charla sobre el nuevo panorama editorial fantástico, con diversos editores de revistas online, moderados por Anika Lillo. Se presentaron revistas como “Imaginarios”, “MiNatura”, “Calabazas en el trastero”, “Red de Ciencia Ficción” y el Grupo Editorial AJEC. Todos se mostraron muy abiertos a recibir textos, sin importar que los autores fueran o no principiantes. Coincidieron en que en este momento estaban imperando las historias de zombies. Y recordé que el día anterior había asistido a una conferencia sobre “Los zombies en la cultura contemporánea”, por Sergi Viciana.

También se presentaron libros. “La caída del Imperio Galáctico”, entregas I y II, de Carlos Saiz Cidoncha, un autor pionero de la ciencia ficción española, autor de la mítica saga de los Aznar, que escribió con el seudónimo de George H. White.


Santiago Exímeno presentó su libro “¿Quién es el cruciforme?”, editado por BuBok.


Ismael Martínez Biurrun presentó “Mujer agarrada a un cuervo”, editado por Salto de Página.


Hubo mesas redondas. En una se debatió sobre “La decadencia de la ciencia ficción y el ascenso de la fantasía”. En ella se habló de cómo la ciencia ficción se estaba integrando poco a poco en la literatura general, y nombraron ejemplos como “La carretera”, de Cormac McCarthy, o las novelas de José Carlos Somoza, o “Nunca me abandones”, de Kazuo Ishiguro... Mientras que la fantasía se mantenía como género independiente, de ahí que pudiera parecer que la ciencia ficción se encontraba en una etapa de decadencia cuando, precisamente, era todo lo contrario.


Se debatió sobre el libro electrónico, pero no con fatalismo, sino como algo inevitable que podía traer interesantes ventajas, como la de una lectura enriquecida con hipervínculos, música, fotografías, etc. La posibilidad de que se adquirieran muchos más libros, con la seguridad de que aquellos que fueran más interesantes se editarían también en papel. Lo importante es que se lea, no el soporte en que esto se haga. No obstante, las descargas de libros no funcionaban aún como sería deseable y esto tenía que perfeccionarse.

El último día fui a una conferencia a cargo del ilustrador Paco Roca. Admito que mi idea inicial era escucharlo un momento y luego acudir a otra sala, con la intención de apurar mis últimos minutos en la Hispacón. Sin embargo, la charla de Paco Roca me fascinó. Hizo un repaso de su trayectoria, de sus trabajos, con el apoyo de una presentación audiovisual que él iba comentando con una naturalidad y una honestidad que resultaban absolutamente cautivadoras. Tras unos minutos escuchándole, no tuve la menor duda de que estaba ante un verdadero genio. Un artista con mayúsculas. Su cómic “Arrugas”, que precisamente estoy leyendo en este momento y es absolutamente genial, ganó el Premio Nacional del Cómic 2008.


Espero tener la oportunidad de asistir a futuras ediciones de este Congreso, que me recordó los buenos ratos pasados con mis primeras lecturas de ciencia ficción y terror, géneros que me siguen pareciendo muy interesantes.

2 comentarios:

Clarice Baricco dijo...

Que bueno que fuiste. No soy muy del género de ficción, pero me llama la atención que citaron a Kazuo Ishiguro.
En cuanto al libro digital, debo aceptarlo para facilidad de los que no pueden comprar libros impresos. Yo espero seguir tocando los libros. Pero sí, que se lea es lo que importa.
Muy interesante todo lo que anotas. Gracias.

Abrazos.

Antonia Romero dijo...

Muy interesante, como siempre. Tienes un extraño poder, siempre que leo tus entradas me entra un cosquilleo en los dedos, unas ganas de acabar rápido para irme a leer.

Un abrazo