Hace unos días Alex de la Iglesia escribió una carta en “El País” replicando a un artículo anónimo que había aparecido en la sección de opinión de dicho periódico, y en el que se hacía una valoración despectiva del cine español en general. En dicha carta decía, entre otras cosas, lo siguiente:
¿Se imaginan a alguien diciendo "todos los escritores de este país son aburridos", o "los pintores españoles cansan con sus cuadros de siempre", o "basta ya, por favor, de zapatos españoles, preferimos los italianos"?
Lo que realmente duele de estos palos no es la rotundidad con la que se formulan, sino todo lo contrario, lo alegremente que se escriben, como sin darles importancia. Da la impresión de que no afectaran a nadie. Y ahí se equivocan, porque el cine español no sólo somos cuatro torpes directores sin talento, sino cientos o miles de profesionales que viven de nuestras películas, muchas familias que tienen que buscarse la vida haciendo cualquier otra cosa, porque esto del cine cada vez se lo ponen más difícil.
Debo admitir que me impactaron estas palabras. Me dejaron pensando. Es cierto que a veces se opina muy a la ligera sobre cualquier cosa. Se pontifica con rotundidad, como si uno estuviera en posesión absoluta de la verdad. Y parece que cuanto más duro y despreciativo se muestra uno, más demuestra su valía, su seguridad en sí mismo y en su criterio.
A mí me parece que no hay crítico infalible. Es inevitable que tarde o temprano se meta la pata, porque a fin de cuentas, cada uno tiene sus preferencias, sus gustos, sus debilidades, sus intereses.
¿Se imaginan a alguien diciendo "todos los escritores de este país son aburridos", o "los pintores españoles cansan con sus cuadros de siempre", o "basta ya, por favor, de zapatos españoles, preferimos los italianos"?
Lo que realmente duele de estos palos no es la rotundidad con la que se formulan, sino todo lo contrario, lo alegremente que se escriben, como sin darles importancia. Da la impresión de que no afectaran a nadie. Y ahí se equivocan, porque el cine español no sólo somos cuatro torpes directores sin talento, sino cientos o miles de profesionales que viven de nuestras películas, muchas familias que tienen que buscarse la vida haciendo cualquier otra cosa, porque esto del cine cada vez se lo ponen más difícil.
Debo admitir que me impactaron estas palabras. Me dejaron pensando. Es cierto que a veces se opina muy a la ligera sobre cualquier cosa. Se pontifica con rotundidad, como si uno estuviera en posesión absoluta de la verdad. Y parece que cuanto más duro y despreciativo se muestra uno, más demuestra su valía, su seguridad en sí mismo y en su criterio.
A mí me parece que no hay crítico infalible. Es inevitable que tarde o temprano se meta la pata, porque a fin de cuentas, cada uno tiene sus preferencias, sus gustos, sus debilidades, sus intereses.
En el libro “El ojo crítico”, ediciones B, 1990, se mostraban múltiples ejemplos de opiniones desafortunadas, expresadas por gente de indiscutible prestigio. Expongo unas cuantas:
Bertrand Russell dijo sobre Bernard Shaw: Me parece que Shaw, en conjunto, es más un calavera que un genio… No pude con Hombre y Superhombre: me repugnó.
Y el propio Shaw dijo sobre "Julio César", de Shakespeare: No hay una sola frase pronunciada por el Julio César de Shakespeare que sea, no diría digna de él, sino tan sólo digna de un jefe Tammani.
Pío Baroja dijo, en 1944, sobre Unamuno: Era el aldeano que sale del terruño y se hace rabiosamente ciudadano y adopta todos sus hábitos y procedimientos. Quiso primero ser un escritor español ilustre y después ser un escritor universal… Sus novelas me parecen medianas, y sus obras filosóficas no creo que tengan solidez ni importancia.
Virginia Woolf escribió en su diario sobre el Ulises, de James Joyce: Acabé Ulises y me parece un fracaso… El libro es difuso. Es salobre. Pretencioso. Vulgar, no sólo en el sentido común sino también en el literario. Quiero decir que un escritor de primera línea respeta demasiado el acto de escribir para permitirse hacer trampas.
No obstante, Constantino Bértolo, el compilador de estos fragmentos, escribe en el prólogo de “El ojo crítico”: Tener criterio significa poseer un entendimiento de lo que es la literatura y ejercer desde ese sentimiento sin miedo a equivocarse. (…) Es necesario que el crítico tenga una escala de valores desde la que enfrentarse a la obra y es conveniente que esa escala se transparente en su trabajo.
Bertrand Russell dijo sobre Bernard Shaw: Me parece que Shaw, en conjunto, es más un calavera que un genio… No pude con Hombre y Superhombre: me repugnó.
Y el propio Shaw dijo sobre "Julio César", de Shakespeare: No hay una sola frase pronunciada por el Julio César de Shakespeare que sea, no diría digna de él, sino tan sólo digna de un jefe Tammani.
Pío Baroja dijo, en 1944, sobre Unamuno: Era el aldeano que sale del terruño y se hace rabiosamente ciudadano y adopta todos sus hábitos y procedimientos. Quiso primero ser un escritor español ilustre y después ser un escritor universal… Sus novelas me parecen medianas, y sus obras filosóficas no creo que tengan solidez ni importancia.
Virginia Woolf escribió en su diario sobre el Ulises, de James Joyce: Acabé Ulises y me parece un fracaso… El libro es difuso. Es salobre. Pretencioso. Vulgar, no sólo en el sentido común sino también en el literario. Quiero decir que un escritor de primera línea respeta demasiado el acto de escribir para permitirse hacer trampas.
No obstante, Constantino Bértolo, el compilador de estos fragmentos, escribe en el prólogo de “El ojo crítico”: Tener criterio significa poseer un entendimiento de lo que es la literatura y ejercer desde ese sentimiento sin miedo a equivocarse. (…) Es necesario que el crítico tenga una escala de valores desde la que enfrentarse a la obra y es conveniente que esa escala se transparente en su trabajo.
Y más adelante escribe: No existe lectura inocente. Uno lee desde lo que es y con todo lo que es. Me quedo con esta frase.
19 comentarios:
en mi opinión todas esas opiniones son válidas y no desafortunadas, incluida la del lector del periódico... como creo que dijo sanchez ferlosio, no es para ofenderse, que cualquiera opine, y a la vez, cualquiera ha de ser susceptible de ser derribado por una opinión, nadie debe resultar indiscutible, ni siquiera los clásicos
Que cierto es que cualquier mentecato opina sobre todo, y además como dices con rotundidad, como que las aristas del pensamiento se tengan que borrar, me parece un pensamiento tan derechista que es penoso. El cine español es nuestra labor sacarlo adelante, hay bueno y malo como en todo, pero si miramos atentamente el cine americano, para cuando aparecen las superproducciones de Oscar han salida mil mierdas al mercado. Que zopencos somos.
Nunca me ha parecido bien juzgar a un colectivo alegremente. Como en todo, en el cine español hay actores, actrices y directores estupendos, y otros terribles. Igual ha ocurrido siempre en la literatura. Pero me parece muy curioso que obras que hoy consideramos clásicos de la literatura fueran criticados por grandes autores de una forma tan negativa. ¿Envidia? ¿Egocentrismo? ¿Gustos diferentes? No se sabe. Me quedo conla frase con la cierras el post. Cada libro y cada persona forman un tandem distinto. Los libros se agarran a nuestras vivencias y nos proporcionan otras nuevas, siempre dependiendo de la persona que los lea. Eso es lo maravilloso de la literatura (entre otras muchas cosas).
Un saludo
En el comentario anterior, donde pone Alonso debe poner Elena (la perdida entre libros, entré con otra identidad por error). Sorry
Hola, Miguel.
Muy intereante esta entrada. Creo que la opinión de cada quien es válida, pero eso no significa que cuando alguien posea la verdad absoluta y como dice jose m. cualquier juicio es susceptible de ser derribado por una opinión. La crítica no es infalible y quienes la hacen tampoco son dioses. Son seres humanos con un conocimiento (y a veces con más desconocimiento que otra cosa), con un punto de vista que no tenemos porqué compartir todos.
Emitir una opinión contundente, tan tajante y radical sobre un grupo en particular puede ser algo riesgoso y creo que debe ser bien sopesado por quien se arriesga a tal aventura.
Quería decir que siempre resulta muy fácil juzgar, esta siempre será una tarea sencilla, pero se complica más cuando a quien tenemos que juzgar es a nosotros mimos.
Ay, yo leí el diario de Virginia Woolf y me ha hecho gracia encontrar la opinión de ella aquí sobre Ulises. La verdad es que a mí tampoco me gustó ese libro. :)
Abrazos y espero que estés bien.
Creo,mi querido amigo,que siempre nos estamos precipitando a todo,sin darle un respiro,un tiempo a la obra.Personalmente me es imposible escribir sobre un libro que leí ayer,o una película que ví esta mañana.Ya sabemos que todas las malas críticas del pasado las leemos ahora como meras estupideces.Incluyo a los editores.Ningún editor confió en la obra de Joyce.
Es que Miguel,el mundo está lleno de criticos que escriben a diario sobre la avalancha de novedades que deben leer precipitadamente,en fin,ya lo dijo Voltaire: "No comparto tu opinión,pero daría la vida por defender tu libertad de opinión,"claro de esto hace ya mucho tiempo.
Un abrazo.
Parece que hoy está de moda atacar el cine español. En lo personal creo que es de los mejores, pero ya sabemos que nadie es profeta en su tierra. La crítica anónima, además, es cobarde y no debiera tomarse en cuenta.
La crítica literaria está de capa caída en todos lados. Hoy es más confiable la información que aparece en Blogs como el tuyo y de algunos más similares. La crítica literaria de los suplementos, hay que leerla como información solamente. Aunque hay sus excepciones.
Yo también ME quedo con esa frase de que cada uno habla según su experiencia. Y estoy totalmente en contra de genaralizar. A veces la generalización no es más que desconocimiento de las cosas y falta de toleranciar.
Saludos
Estoy de acuerdo, con jose m. No me parece desafortunado que cada uno tenga su opinión, siempre y cuando se haga con cierto criterio y no a la ligera. Hay críticos que se descalifican con sus propias palabras.
Uno lee desde lo que es y con todo lo que es. Yo también me quedo con esta frase.
Es un placer leerte.
Hola. Por si es de interés te informamos que en nuestra publicación hemos comenzado ha publicar una carpta monográfica sobre la escritora Clarice Lispector. Un saludo.
Por supuesto, todos leemos desde lo que somos y con todo lo que somos. Lo importante, supongo, es tomar conciencia de quiénes somos y conocer las causas, labor difícil como pocas. Interesante post.
Y yo me quedo con este fragmento de Los detectives Salvajes de Bolaño.
"Durante un tiempo la crítica acompaña a la obra, luego la crítica se desvanece y son los lectores quienes la acompañan. El viaje puede ser largo o corto. Luego los lectores mueren uno y por uno y la obra sigue sola, aunque otra crítica y otros lectores vayan acompasándose a su singladura. Luego la crítica muere otra vez y los lectores mueren otra vez y sobre esa huella de huesos sigue la obra su viaje hasta la soledad."
Jose M. estoy de acuerdo en que es necesario desmitificar, y atreverse a cuestionar las mayorías consensuadas que parecen inamovibles.
Blanca, afortunadamente, creo que el rechazo al cine español va disminuyendo, gracias a la calidad de las películas. Por supuesto, sigue habiendo problemas, pero creo que su interés va en aumento.
Elena, en efecto, eso es lo maravilloso de la literatura, que uno hace suyo lo que lee, lo reinterpreta, lo incorpora a sus vivencias.
Rosa, yo creo que esas opiniones tan tajantes se descalifican a sí mismas. Y es verdad que la crítica no es infalible, es tan sólo un punto de vista.
Francisco Machuca, el ritmo es vertiginoso. Las novedades se suceden a toda velocidad. Y, si uno no se da cuenta, es fácil dejarse arrastrar. Yo mismo comento en este blog películas o libros recientes, pero no era esa mi intención en un principio. Lo que yo quería era hablar sobre libros y películas que me habían interesado, aunque no fueran novedades.
José Romero, estoy de acuerdo en que se trata de una crítica digna de ser ignorada sin cargo de conciencia. Lo curioso es que un director como Alex de la Iglesia haya entrado al trapo, y más en los términos en que lo hace, tan dolido. Respecto a los suplementos, es cierto que cada vez se parecen más a un folleto publicitario, pese a sus excepciones, que las hay, como dices.
Natalia, por eso mismo, porque se habla desde la propia experiencia, si uno desprecia un determinado género, difícilmente podrá hablar de él con imparcialidad.
Habitantes, ya lo creo que hay críticos que se descalifican con sus propias palabras, y creadores de opinión, y políticos...
María Jesús, gracias.
Shangri-La, queda dicho, gracias por la información.
Recaredo, saber lo que somos, vaya tarea. Pero no estaría mal que, en algunos casos, uno empezase confesando: "me toca hablar de este libro, de un autor al que detesto", jaja, no estaría mal.
Manuela, bello texto el de Bolaño.
Un abrazo y gracias por los comentarios.
A veces prefiero callar. Pero màs que todo, prefiero a esas personas llenas de fineza para criticar algo.
Me sigues dejando en que pensar.
Ya vente a tomar cafè a casa con nosotros si?
Abrazos.
Me quedo con los críticos que opinan con pasión; que se equivoquen es normal, nadie es infalible. Por otro lado, el cine español dio el año pasado, entre otras, una película como "La noche de los girasoles", que es una obra maestra. Una al año, aunque pueda parecer poco, es muchísimo. dcrd
Clarice, muy bien dicho, la educación y el respeto me parecen virtudes que siempre deberían estar presentes.
Francisco, por supuesto que la pasión es fundamental. Y también la humildad y el respeto. Las generalizaciones irracionales, como la de la crítica al cine español, puede parecer que no son dignas de ser tenidas muy en cuenta, que se descalifican solas. Y fíjate, resulta que nada menos que Alex de la Iglesia sale a replicar porque se ha sentido ofendido, y es esta réplica la que me deja pensando.
Un fuerte abrazo.
Yo creo que el ejercicio de la crítica ha de presuponer el respeto al autor y a su obra. Lo contrario es insolente e inhumano. Particularmente, aunque esto es muy discutible, creo que los críticos no deberían perder su tiempo criticando aquello que les parece detestable por completo. Yo apuesto por una critica positiva, que ensalce la calidad, valore las buenas intenciones e incluso dude de vez en cuando.
Sigo tu blog con cierta asiduidad y mucho interés, Miguel, de hecho hace tiempo que quiero "enlazarte".
De hoy no pasa.
Muchas gracias, Juan Carlos. Yo también prefiero una crítica positiva, pues lo contrario me parece más destructivo que otra cosa.
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