Esta foto fue tomada por Kim Manresa en 1997. Se titula "Kadi, la ablación" y forma parte de una serie que recogió todo el ritual. En su momento fueron un impacto, pero pronto nos pusimos a mirar hacia otro lado. Recuerdo haber escuchado una entrevista con Manresa en la que relataba lo mucho que le había costado realizar ese reportaje, pues lo que realmente quería hacer era sacar a esa niña de allí. Hoy es el "Día internacional contra la ablación genital femenina". Esperemos que algún día pueda erradicarse esta práctica salvaje.
Kim Manresa, según escribió Pepe Baeza en el prólogo al libro de fotografías de la colección PHotoBolsillo, "cree en el valor testimonial de la fotografía, en su idoneidad como instrumento de denuncia, de desvelamiento de injusticias". Para realizar este reportaje, que se publicó bajo el titulo "El día que Kadi perdió parte de su vida", se implicó personalmente, mantuvo un contacto constante con esa familia hasta que consiguió ser autorizado a realizar las fotos. El rostro de esa niña sigue estremeciendo.
12 comentarios:
Miguel, no sabes cuánto te agradezco esta entrada y cuánto me ha tocado. Esta es una de mis grandes preocupaciones desde que leí lo que le pasaba a miles de mujeres en mi época universitaria.
Los occidentales tendemos a pensar que fuera de Occidente no hay nada, y la realidad es que no, que nosotros sólo somos una parte del mundo y que en la otra parte ocurren desgracias humanas muy grandes que nos pasan desapercibidas o que nos resbalan.
Siempre me ha conmovido tu sensibilidad hacia temas femeninos y de discriminación.
Un abrazo.
Estimado Miguel:
Te has propuesto no dejar de conmovernos y lo consigues. ¡Que quieres que te diga!. La foto toca las entrañas de todo el que quiera mirar, pero a veces... ¡A veces, resulta tan dificil mantener la mirada fija en la desgracia!.
Me retuerzo de dolor plantándome simplemente el que debió sentir esa niña, y las consecuencias que hoy padecerá.
Ningún padecimiento me es ajeno, aunque trate todos los días de hacerme de piedra, alguna rendija se me escapa, y tengo que volver a empezar a negarme a mi misma una vez más.
Gracias por tus palabras, gracias por darnos la mirada de otro, gracias por mostrarnos las realidades que coexisten con las nuestras.
Besos
Necesitamos recuperar la sensibilidad, necesitamos luchar cada día. Esto sí es importante y no caer en nimiedades.
Siempre nos pones en alerta.
Gracias.
Abrazos.
Estimado Kafkapro:
No debería sorprenderme que solamente mujeres hayamos ingresado comentarios esta vez. Pero me sorprende.
Quisiera un mundo diferente, pero la realidad es tan cruel y dura que la única verdad es que casi todo está por hacer en materia de derechos humanos en el mundo entero.
Cierto es que las mujeres occidentales no sufrimos la crueldad que tan cruel es que hasta hay un día para recordar que existe.
Sin embargo, la violencia de género, las injusticias en general, la violación de derechos humanos esenciales siguen siendo pan nuestro de cada día en tu España, en Europa toda, en mi dolida América Latina, y hasta en EUA (basta leer las declaraciones del actual director de la CIA).
Ya nadie piensa en Kenia, como casi nadie recuerda la tragedia de Ruanda en los noventa.
Dicen que no se puede vivir recordando a cada segundo las violaciones a derechos humanos que se cometen cada hora en cada rincón del planeta. Dicen que quien lucha para que se terminen de una vez es delirante y utópico. Sin embargo, el olvido y la pasividad nos vuelven cómplices. Claro, es más fácil culpar a políticos y a las NU que aceptar nuestra responsabilidad...
Gracias por la memoria.
Es realmente estremecedor. No sólo la imagen sino el tema que tocas.
Y sí, es más que habitual que giremos el rostro hacia un lugar menos doloroso. Está bien que de vez en cuando nos de una imagen así una buena bofetada.
Un abrazo
La imagen nos horroriza y nos conmueve. Y nos enoja.
Por cierto, el asunto no es cuestión de géneros, reducirlo a ello no ayuda en nada. Pero igual, ya no me sorprende también.
Gran escrito, te sigo me has gustado mucho tu estilo,y letras
Mutilar la dignidad de la persona,cualquiera que sea su sexo o condición,debe servir,como mínimo,para reflexionar sobre lo que somos ahora y lo que queremos llegar a ser.
Por suerte,desde la comodidad y seguridad de mi casa,puedo afirmar que lo que yo quiera llegar a ser dependerá, en un porcentaje muy amplio, de mi mismo.Lo que esa niña quisiera llegar a ser,sea lo que sea,ya es un sueño mutilado.Así lo dice la costumbre en nombre de la...¿tradición y la cultura? que dictaron hace muchos siglos los jefes tribales,que eran hombres.
Algún día habrá que detenerse a revisar el significado de lo que es cultura y tradición, bajo ese manto protector la humanidad lleva siglos jodiendo la vida al prójimo...porque si,porque es la tradición y punto.Algún día habrá que mirar a esas niñas,ya adultas,a los ojos y pedirlas perdón.
Recuerdo haber visto un reportaje en televisión y casi no pude soportarlo. Soy mujer y tengo una hija y si me pongo en el lugar de ellas, se me cae el alma, pero cada día me doy más cuenta que no interesa que esas personas tengan una cultura responsable, entonces se nos revelarían y pedirían sus derechos y todo lo que a lo largo de los tiempos, les hemos arrebatado. No sé de que maner adeberíamos hacer quelos derechos humanos se lleven a cabo.
Me ha gusta do leer est entrada.
Saludos
Rosa, somos una parte del mundo, y además muy pequeña. Este es un asunto espeluznante, terrible, de una crueldad que no puedo entender.
Anab, de verdad, no es que tenga el propósito de conmover, tan sólo pensé que, dada la fecha, era el momento oportuno para hablar de esto. Es un asunto que me desagrada especialmente.
Clarice, hay asuntos que deberían movilizar al mundo. Éste es uno de ellos.
Laura, estoy de acuerdo en que casi todo está por hacer en materia de derechos humanos en el mundo. Normalmente nos acorazamos contra ciertas salvajadas, para que no nos dañen. Pero no debemos olvidar que siguen ahí.
Mónica, toda la sesión fotográfica es espeluznante. La vi hace años y no puedo olvidarla.
José Romero, un nuevo motivo de enojo. Es una foto que indigna y enfada muchísimo.
Mucha, gracias por pasarte por aquí.
Mart, es cierto, hay conceptos bajo los que se ocultan verdaderas barbaridades que una comunidad se supone que debe acatar sin chistar. Me suscribo a esa idea de que debemos reflexionar sobre lo que queremos llegar a ser.
Casa Encendida, es inevitable que el mundo cambie, paulatinamente, sin casi darnos cuenta, pero debe ir cambiando. Hay cosas que no pueden tolerarse.
Un abrazo y gracias por los comentarios.
hola, bien, tenia nociones de esta tortura que se realizava a las niñas, pero no queria saber mucho..., pues bien, me llamo marc tengo 15 años i estudio 3 de la eso, el profesor de nuestra escuela, nos estubo explicando todo este proceso en clase, me interese en ello i me digo que mirara este reportage, despues de ver esto, la verdad esque no tengo palabras para expresar... nose.. la impotencia, porke una cosa asi es una tortura.
gracias,
marc
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