El sábado, 16 de Junio, venía en el periódico la noticia del fallecimiento del senegalés Ousmane Sembene, a los 84 años de edad. El mundo del cine ha perdido a un interesante realizador, pero el mundo en general ha perdido a un ser humano excepcional, defensor incansable de los derechos de su pueblo.
Yo descubrí a Sembene hace unos años, gracias a Hilario J. Rodríguez, que me llevó a ver “Emitaï” en un ciclo que programó fugazmente la Filmoteca de Madrid. Estaba rodada en un estilo muy rudimentario, pero su mensaje era demoledor. El hombre blanco aniquila al hombre negro porque ni siquiera se ha preocupado por entenderle. Está ambientada en el año 1942, durante la Segunda Guerra Mundial, en un pueblo de Casamance. Los hombres jóvenes del poblado son reclutados por el ejército francés. La armada colonial quiere requisar la cosecha de arroz para los soldados. Los ancianos consultan a los dioses, y ofrecen sacrificios de animales, y no saben qué deben hacer. El hombre blanco interpretará el titubeo como una táctica de dilación, como un acto de resistencia a sus deseos, mientras los hombres de la tribu no se explican por qué los dioses no atienden sus plegarias.
La última película de Sembene ha sido “Mooladé”, y ésta sí que ha tenido mayor distribución comercial en nuestro país. Fue galardonada con el premio “Una cierta mirada” en el festival de Cannes de 2004 y el gremio de críticos estadounidenses la declaró “Mejor película extranjera”. “Mooladé” es un film valiente que se opone a la práctica de la mutilación genital femenina. En la película, cuatro niñas escapan del ritual de la ablación y se refugian en la casa de Collé, una mujer de fuerte carácter que ya se opuso a que la tercera de sus hijas fuera sometida al brutal rito. Y Collé evoca la “Mooladé”, coloca una cinta en la puerta de su casa que nadie puede traspasar hasta que ella misma no pronuncie las palabras sagradas que pongan fin a la protección. Esto, obviamente, desestabiliza la convivencia de la comunidad.
El cine africano es poco conocido y carece de medios. Cuando alguien se dedica en África a rodar cine lo hace asumiendo que va a tener que luchar mucho para sacar adelante sus proyectos. Sembene aceptó el reto y, además, se dedicó a denunciar los problemas que asolan a una sociedad cargada de sufrimiento.
Quiero cerrar este comentario con las palabras que se citan en la nota necrológica del periódico:
“Me gustaría que los africanos leyeran más y fueran más al cine, pues eso influiría en sus vidas. En Occidente la gente sólo conoce de África su miseria y sufrimiento. Pero hay otra África que lucha a diario y vence”.
Yo descubrí a Sembene hace unos años, gracias a Hilario J. Rodríguez, que me llevó a ver “Emitaï” en un ciclo que programó fugazmente la Filmoteca de Madrid. Estaba rodada en un estilo muy rudimentario, pero su mensaje era demoledor. El hombre blanco aniquila al hombre negro porque ni siquiera se ha preocupado por entenderle. Está ambientada en el año 1942, durante la Segunda Guerra Mundial, en un pueblo de Casamance. Los hombres jóvenes del poblado son reclutados por el ejército francés. La armada colonial quiere requisar la cosecha de arroz para los soldados. Los ancianos consultan a los dioses, y ofrecen sacrificios de animales, y no saben qué deben hacer. El hombre blanco interpretará el titubeo como una táctica de dilación, como un acto de resistencia a sus deseos, mientras los hombres de la tribu no se explican por qué los dioses no atienden sus plegarias.
La última película de Sembene ha sido “Mooladé”, y ésta sí que ha tenido mayor distribución comercial en nuestro país. Fue galardonada con el premio “Una cierta mirada” en el festival de Cannes de 2004 y el gremio de críticos estadounidenses la declaró “Mejor película extranjera”. “Mooladé” es un film valiente que se opone a la práctica de la mutilación genital femenina. En la película, cuatro niñas escapan del ritual de la ablación y se refugian en la casa de Collé, una mujer de fuerte carácter que ya se opuso a que la tercera de sus hijas fuera sometida al brutal rito. Y Collé evoca la “Mooladé”, coloca una cinta en la puerta de su casa que nadie puede traspasar hasta que ella misma no pronuncie las palabras sagradas que pongan fin a la protección. Esto, obviamente, desestabiliza la convivencia de la comunidad.
El cine africano es poco conocido y carece de medios. Cuando alguien se dedica en África a rodar cine lo hace asumiendo que va a tener que luchar mucho para sacar adelante sus proyectos. Sembene aceptó el reto y, además, se dedicó a denunciar los problemas que asolan a una sociedad cargada de sufrimiento.
Quiero cerrar este comentario con las palabras que se citan en la nota necrológica del periódico:
“Me gustaría que los africanos leyeran más y fueran más al cine, pues eso influiría en sus vidas. En Occidente la gente sólo conoce de África su miseria y sufrimiento. Pero hay otra África que lucha a diario y vence”.
11 comentarios:
La verdad no conocía a este realizador sengalés, y ahora gracias a tu post, buscaré saber más de este hombre. Que bueno que lo descubres para nosotros. Saludos
Lo mismo digo, siempre tienes la buena costumbre de acercarnos a personajes, creadores y autores poco reconocidos. Te aseguro que mi lista de "qué leer / qué ver" ha engordado bastante gracias a tu rico menú.
Ni idea, por supuesto. Así que gracias.
Un abrazo, Miguel.
No lo conocía y te agradezco mucho la presentación.
Me demolió la nota necrológica.
Yo también buscaré más de èl.
Abrazo
África es una gran desconocida para nosotros, te agradezco que contribuyas a ponerla ante nuestros ojos.
Un abrazo..
Yo también te agradezco la presentación. Mooladé es una de esas películas que tengo pendientes por ver.
Preciosa la cita sobre África que incluyes al final del post.
Besos
Miguel, yo tampoco lo conocía por lo que agradezco mucho la presentación.
Da gusto leer esta entrada.
Un abrazo.
Oumane Sembene llegó clandestinamente a Marsella en 1946 donde descubrió el cine y la literatura. Enseguida se enamoró del mundo de las letras y escribió su primera novela 'El Docker negro'(1956). Pero su aventura literaria fue breve y abrió paso a su carrera como cineasta y en 1966 filma su primer largometraje 'La negra de...' que recibe el premio Jean Vigo. Cabe destacar además que 'La negra de...' es el primer largometraje que se rueda en el África negra.
Ousmane Sembene evocó las páginas más negras del continente africano y retrató su sociedad con su toque humorístico.
Saludos.
José, yo lo descubrí casi por casualidad. No creo que sea fácil encontrar sus películas, a excepción de "Mooladé".
Anilibis, pues gracias por seguir mis textos.
Portorosa, no hay de qué, un placer.
Clarice, pues ya me contarás qué te parece.
Gregorio, es cierto. África es una asignatura pendiente en todos los ámbitos.
Elena, pues "Mooladé" es una película interesante. Y no es difícil de encontrar en los videoclubs.
Rosa, muchas gracias, siempre tan amable.
Isa, muchísimas gracias por tu aportación sobre Sembene, tan completa.
Un saludo a todos y gracias por los comentarios.
Muy buena esta entrada, porque nuestra condescendencia es a veces lo que encubre nuestro desprecio. África, aún por descubrir.
Gracias Francisco.
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