jueves, marzo 09, 2017

Mónica Ojeda - Cuestionario básico


1.- ¿Por qué escribes?

Porque necesito atrapar mis miedos de alguna forma. Escribo telarañas en donde se quedan pegados todos mis insectos.

2.- ¿Cuáles son tus costumbres, preferencias, supersticiones o manías a la hora de escribir?

No tengo manías, ni supersticiones, ni mucho menos costumbres a la hora de escribir. Cada vez que escribo algo es una nueva experiencia, tanto mental como física. Normalmente se trata de un proceso difícil, pero catártico a la vez. Lo único que necesito es silencio, soledad y el estado de ánimo apropiado.

3.- ¿Cuáles dirías que son tus preocupaciones temáticas?

Por lo pronto me interesa la infancia como campo minado, las relaciones familiares perversas, la violencia que todos  llevamos dentro aunque finjamos que no existe y miremos a otro lado, la imposibilidad de narrar ciertas experiencias, la capacidad que tenemos para aparentar que no estamos asustados de nosotros mismos… No tengo preocupaciones temáticas fijas, sino asuntos que quiero explorar y que estoy segura que cambiarán con el tiempo.

4.- ¿Algún  principio o consejo que tengas muy presente a la hora de escribir?

Sí, tengo uno: “Escribe sin principios”.

5.- ¿Eres de las que se deja llevar por la historia o de las que lo tienen todo planificado desde el principio?

Arranco con una idea, unos cuantos personajes y con una intención. Casi nunca sé cómo voy a terminar algo que he empezado a escribir. Me dejo arrastrar por la marea porque detesto escribir controlándolo todo, pero llevo conmigo siempre un flotador y una linterna. Y después de escribir, releo, pulo, reescribo. Mi forma de escribir puede resultar caótica frente a la imagen del novelista ordenado que hace su esquema antes de sentarse frente al teclado, pero no puedo afrontar la literatura desde la planificación. Para mí, escribir tiene que ser un descubrimiento.

6.- ¿Cuáles son tus autores o libros de cabecera?
Son muchos, así que te diré los que se me vengan ahora a la cabeza: Zurita, de Raúl Zurita; Splendor, de Enrique Verástegui; Eneida, de Virgilio; Moby Dick de Herman Melville; La muerte en Venecia, de Thomas Mann; Entrevistas breves con hombres repulsivos y La broma infinita de David Foster Wallace; Libro del frío de Antonio Gamoneda; 2666, de Roberto Bolaño; El libro de las preguntas, de Edmond Jabès; Autobiografía de Rojo, de Anne Carson; Sollozo por Pedro Jara, de Efraín Jara Idrovo.

7.- ¿Podrías hablarnos de tu último proyecto? Bien lo último que hayas publicado o lo último que hayas escrito o estés escribiendo.


La última novela que publiqué fue Nefando (Candaya, 2016), que gira en torno a muchas de las preocupaciones temáticas que mencioné en la tercera pregunta. Desde entonces he escrito un poemario (aún inédito) y estoy en medio del turbulento proceso de escritura de una nueva novela. Veremos qué pasa.


Mónica Ojeda (Ecuador, 1988). Licenciada en Comunicación Social con mención en Literatura, Máster en Creación Literaria y Máster en Teoría y Crítica de la Cultura. Docente a tiempo completo en la Facultad de Filosofía, Letras y Ciencias de la Educación de la Universidad Católica de Santiago de Guayaquil en el área de Literatura. Actualmente se encuentra cursando un Doctorado en Humanidades con una investigación sobre literatura pornoerótica latinoamericana. Ha sido antologada en Emergencias. Doce cuentos iberoamericanos (Candaya, 2013) y ha obtenido el Premio Alba Narrativa 2014 con la novela La desfiguración Silva (Arte y Literatura, 2015)  y el III Premio Nacional de Poesía Desembarco 2015 con El ciclo de las piedras (Rastro de la Iguana Ediciones, 2015). Recientemente ha publicado su segunda novela, Nefando (Candaya, 2016).

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