martes, octubre 03, 2006

HFS - A uno y otro lado del Atlántico


Esta charla debía tratar sobre el uso del idioma español. Estaba a cargo de Jorge Edwards y Laura Restrepo, moderados por Cesar Antonio Molina.

Jorge Edwards comenzó diciendo que los latinos tenemos fama de ser creativos, capaces de escribir poesía, pero incapaces para las cosas prácticas como la economía, la política, etc.
Los prejuicios también se encuentran entre los hispanohablantes de uno y otro lado del Atlántico. Contó que su primera novela se la tradujeron del español de Chile al de España. "Los chilenismos tienden a ser traducidos por los correctores de pruebas de aquí". Resulta paradójico que sea más fácil para un escritor finlandés llegar al público hispano que para un autor de otro país hispano. Y concluyó diciendo que al idioma hay que acercarse con curiosidad y con simpatía.

Laura Restrepo dijo que somos una cultura que mira hacia fuera en lugar de mirarnos unos a otros. El español del Siglo de Oro ha sobrevivido en alguno de los países sudamericanos. En Colombia se habla un español muy puro. Y en México había escuchado algunas expresiones que le parecían fascinantes. "¿Saben cómo dicen para expresar que la plaza está llena de gente? La plaza estaba llena de raza". Y contó entusiasmada que al dinero se le llama "la dolarisa", y a los policías "los gimenos", por los jean-men, los gringos. Todo esto lo contaba con un entusiasmo contagioso, con pasión.
En Colombia se escucha la frase: "Fulano se enamoró de mí para matarme".

Jorge Edwards se quejó de que aquí sólo se habla de América cuando ocurren grandes dramas. A veces, la unidad de españoles y americanos no es fácil de entender. Las "colonias", dijo, son más conservadoras con el idioma, aunque también son más caóticas. Pero, a pesar de todo, se declaraba relativamente optimista, y eso que tenemos la capacidad de perder la memoria.

Laura Restrepo dijo que la literatura, cuando es buena, va más allá de cualquier limitación de comunicación. Y habló de la censura que supone lo políticamente correcto, una censura a lo que se sale del espectro de una democracia manejable, de bolsillo. Contó que su novela "La novia oscura", para ser publicada en Francia, Italia, Inglaterra, le exigían cambiar el titulo porque "oscura" no era considerada una palabra políticamente correcta. Es demasiado ridículo, dijo. Habló de la riqueza del idioma español y nombró una retahíla de palabras en nuestro idioma que hacen referencia al color de la piel: moro, mestizo, mulato, zambo, ario, tostado, cobrizo, aceituno, alabastrino, dorado, alborozado, etc. Por último, pidió una mayor unión entre España y Latinoamérica, pues este país forma parte de sus raíces. Por eso mismo, se debería tener mayor flexibilidad con los inmigrantes hispanoamericanos.

Jorge Edwards dijo que el idioma chileno tenía varios niveles. Y contó que estuvo en el jurado del Festival de Cine en el que fue premiada la película "Taxi para tres". "Yo entendía un 60% de lo que se hablaba en la película. El español del jurado entendía un 10%. Los ingleses, con los subtítulos, lo entendían todo". Fueron pues los ingleses los responsables de que la película fuera premiada, pero la gente creyó que él había conspirado.

11 comentarios:

Magda Díaz Morales dijo...

Me hubiera gustado asistir a esta charla, aunque lo que escribe Restrepo no me gusta mucho, pero el tema que trató, junto a Jorge Edwards, me llama mucho la atención.

Estoy de acuerdo en lo que dice la escritora: "la literatura, cuando es buena, va más allá de cualquier limitación de comunicación".

Gracias por tan buenas crónicas.

Anónimo dijo...

Expresiones como lerdo, empinar el codo, estirar la pata, enchufarse (a una conversación), vejestorio, etc considerados chilenismos formaban parte del argot infantil en mi epoca de escuela.
Ya ven, nunca fuimos ni al bachiller pero leer literatura porque nos enseñaban que aquello tenía un valor y no tebeos, yo creo que fue nuestra salvación.

Anónimo dijo...

Respecto a la tradición oral, sé que responden más bien a nuestra sociedad de aquella época, totalmente agrícola, pero hoy día echo en falta esas historias hasta de las ciudades: son la memoria colectiva de unas calles, el porqué del nombre de un cafetín, una "casa de comidas", incluso etiologías de los nombres "vulgares" de ciertas callejuelas, cuestas o parajes próximos a lo que entonces se denominaba "una ciudad de provincias".

El Miope Muñoz dijo...

Bella charla, sin duda.

K dijo...

La lengua es la manifestación de un pueblo, algo vivo que se nutre y transforma con la sociedad misma. No estoy de acuerdo en que haya un castellano objetivo. Ni tampoco que el castellano (esa etiqueta) le pertenezca a un pueblo en particular.

mart dijo...

De nuevo,muchas gracias por tus excelentes crónicas Miguel,además el tema que se trató,me interesa especialmente,el idioma español y sobretodo la imágen que de lo español y los españoles tienen algunos intelectuales de otros países...siempre he tenido una curiosidad morbosa por saber cual es su visión acerca de nuestra cultura,la sociedad,etc.
Aunque es cierto que frecuentemente, estas afirmaciones no están exentas de los viejos tópicos de siempre,pero nosostros incurrimos en la misma actitud.Y por supuesto, es cierto que en Latinoamérica,existen muchas expresiones del español dotadas de una singular expresividad poética,he estado en algunos países de allí y el idioma es muy bien tratado.Un abrazo

Clarice Baricco dijo...

Interesante de nuevo tu crónica, y el tema de nunca acabar.

Hoy estuve en charla laboral vía messenger y éramos 4 países y llegó el momento que me volví loca por las expresiones pero fue divertido.

Gracias por cada uno de tus textos.

Portobello dijo...

Recuerdo que de la película "Y tu mama también" no entendía muchos párrafos. Yo creo que es fascinante que nos enriquezcamos de esa manera, con ambos usos del español. Porque hemos perdido esas palabras de hace 400 años que si se siguen utilizando en algunos lugares es maravilloso. Somos muy despreciativos con los latinoamericano, la verdad.

Rosa Silverio dijo...

Qué interesante,Miguel. Y qué bueno que tú estuviste ahí para contarnos lo que pasó.

Me habría gusta estar presente por el tema, esos asuntos del idioma me atraen mucho. A ambos autores los he leído así que lo habría disfrutado.

Me gustó lo que dijo Laura de que la literatura cuando es buena va más de allá de cualquier limitación. Yo lo creo.

Un abrazo muy fuerte,

Ro

Francisco Ortiz dijo...

Que no nos una más el idioma dice mucho de nuestra incapacidad profunda para la unión.

Miguel Sanfeliu dijo...

Magda, fue una charla interesante. Laura Restrepo habla con pasión y Jorge Edwards tiene mucho sentido del humor.

Johnymepeino, bienvenido y gracias por tus comentarios. Leer literatura es una salvación, aunque a veces son necesarios los tebeos para llegar a ella.
Muy evocador tu comentario sobre la narración oral. Totalmente de acuerdo. Me gustó.

Alvy, fue una charla muy interesante.

K, por supuesto, suscribo tu punto de vista. La lengua es algo vivo y hay que dejarla evolucionar.

Mart, gracias por tu aportación.

Clarice, sí que llaman la atención las expresiones que no conocemos. Y sobre todo las que significan cosas diferentes según los sitios.

Zuriñe, me pasó lo mismo con esa película, pero la entendimos al final ¿no?
Yo creo, pese a todo, que lo latinoamericano se aprecia cada vez más.

Rosa, pues me alegro de haberlo podido contar.

Francisco, creo que eso es un problema de la época que nos ha tocado vivir más que del país, o quiero creerlo.

Un saludo a todos y gracias por vuestros comentarios.