Un hombre y una mujer están
bailando.
—Baila usted muy bien
—dice el hombre.
Ella le mira, y muy seria
responde:
—Siento no poder decir lo
mismo de usted.
—Pues haga como
yo—replica el hombre sonriendo—. Mienta descaradamente.
El insulto puede ser un
arte, estar lleno de ingenio y mostrar inteligencia, astucia e imaginación.
Cuando alguien es derrotado por un insulto de estas características, el
resultado es demoledor. Y en estos tiempos en que en el Parlamento los insultos
que se escuchan no pasan de "facha", "golpista" o tocarse
la cara señalándose con el dedo (estamos a un paso del corte de mangas o los
cuernos), se echa en falta un poco de ingenio.
Se cuenta que en el
Parlamento británico, Lady Astor, la primera mujer parlamentaria, irritada ante
una discusión le gritó a Winston Churchill:
—Señor mío, si estuviera
casada con usted, le echaría veneno en el té.
Ante lo cual, Churchill
replicó con calma:
—Querida señora, si yo
estuviera casado con usted me bebería ese té con mucho gusto.
De hecho, Churchill tiene
muchas anécdotas ingeniosas.
Se dice que en una
ocasión, Charle DeGaulle le recriminó:
—Ustedes los Ingleses
solamente pelean por el dinero, deberían aprender de nosotros los franceses,
que luchamos por el honor y la dignidad.
A lo que Churchill
respondió:
—Bueno, cada quien pelea
por lo que le hace falta.
También Lady Astor tiene
citas memorables. Una de mis preferidas es: "Los principales peligros de
esta vida son las personas que quieren cambiarlo todo…o nada".
En una ocasión Toshack
dijo de Benito Floro: "Es un buen entrenador, pero no tiene ni zorra idea
de fútbol".
Estas frases producen una sonrisa porque sorprenden y suelen encerrar una paradoja.
Se me ocurre pensar a qué escritor se le podría decir que escribe muy bien pero que no tiene ni idea de cómo narrar una historia. O que cuenta muy bien las historias pero no tiene ni idea de literatura. ¿Se podría decir algo más cruel de un escritor?
Edith Wharton recuerda en su autobiografía, titulada "Una mirada atrás", que cuando a Henry James le preguntaron su opinión sobre un relato que ella había escrito directamente en francés para la "Revue des Deux Mondes", él contestó: "¡Notable! ¡Sumamente notable! Un hecho del todo sorprendente". Se volvió hacia ella y le dijo: "Te felicito de corazón, querida, por la forma en que has recogido las frases literarias más viejas y gastadas que han pasado los últimos veinte años tiradas por las calle de París, y has conseguido meterlas todas en esas pocas páginas". Luego se dirigió al resto de los presentes y añadió: "Un honroso episodio en su carrera. Pero no debe volver a hacerlo nunca".
2 comentarios:
Me ha encantado leer esta entrada, Miguel. Qué importante es saber insultar con inteligencia. Más que insultos yo a esto lo denominaría 'cortes' o con palabra que no me gusta nada y que hoy tanto se usa 'zaskas'. El empobrecimiento del lenguaje llega a todo y también al insulto. Hoy todo se resuelve, como bien dices, con 'facha', social-comunista' y poquito más. Ver cómo respondía Churchill o como Toshack 'elogiaba' a Benito Floro es toda una delicia.
Gracias por tu escrito. Buenos días.
Saludos
Muchas gracias, Juan Carlos. Saludos.
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